Pasar al contenido principal

Nuncio apostólico

Lun 2 Oct 2023

Santuarios de Colombia: protagonistas en la preparación del Jubileo de la Esperanza 2025

Entre el 26 y el 28 de septiembre, 46 sacerdotes que lideran diversos santuarios en el país, se reunieron en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia para participar en un encuentro que permitió identificar el rol crucial que cumplen estos importantes centros de culto en la tarea evangelizadora de la Iglesia.El Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC) fue el encargado de convocar y liderar la realización del espacio. De acuerdo con su director, el P. Jairo Ramírez, este espacio fue clave en el contexto de la preparación desde la oración para el Jubileo de la Esperanza que se llevará a cabo en 2025.Cada uno de los tres días de reunión acogió una ponencia central. La primera de ellas estuvo a cargo del padre Raúl Ortiz Toro, director del Departamento de Doctrina del SPEC, quien la tituló: “Los Santuarios como promotores de evangelización permanente”.La segunda ponencia abordó los aspectos fundamentales del peregrinar religioso en los santuarios y estuvo a cargo de monseñor Mauricio Rueda Beltz, Nuncio Apostólico en Costa de Marfil, quien estuvo presente en el evento antes de su viaje al país africano el próximo 15 de octubre.Sobre su intervención, el señor Nuncio remarcó tres elementos: “El primero es la oración personal y el silencio interior, también a través de la oración litúrgica de la Iglesia que cada santuario le proporciona; en el segundo, el peregrino, mediante la caridad en el santuario, cuya mayor expresión es el sacramento de la misericordia y el perdón con los que logra también ese encuentro transformador; y en tercer lugar, a través de la piedad popular, el “tacto de Dios” se logra igualmente esa transformación de su corazón”.Para cerrar el espacio, se llevó a cabo la tercera exposición titulada “la administración de los recursos económicos de los santuarios”. Esta conferencia fue dirigida por el padre Oscar Martínez, Sacerdote redentorista y por el padre Ramiro Bustamante, rector del Santuario del Señor de los Milagros de Buga.Este encuentro fue tan formativo, como vivencial, pues los rectores también compartieron espacios de oración y de peregrinación hacia el Santuario del Divino Niño y de la Basílica Nuestra Señora de Lourdes de la ciudad de Bogotá.Por su parte, Luis Carlos Gavilán, rector del Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas en Ipiales (Nariño), comentó que “este encuentro fortalece los lazos entre los responsables de los santuarios, y esto permite reflexionar sobre el papel fundamental que se desempeña en la tarea de la nueva evangelización”.

Sáb 25 Feb 2023

Monseñor Luis Mariano Montemayor nombrado Nuncio en Irlanda

Este sábado 25 de febrero, la oficina de prensa del Vaticano, anunció que el Santo Padre ha nombrado Nuncio Apostólico en Irlanda a monseñor Luis Mariano Montemayor, Arzobispo titular de Illici, hasta ahora Nuncio Apostólico en Colombia (2018-2023). Desde el 27 de septiembre de 2018 el Papa Francisco lo había designado como Nuncio Apostólico para Colombia. A lo largo de su gestión se dedicó entre otras tareas a recorrer las Jurisdicciones Eclesiásticas del país, para acompañar y conocer de primera mano la realidad eclesial y social de cada región. Reuniéndose en distintos escenarios con obispos, religiosos(as), administradores públicos, animadores pastorales y líderes y lideresas, entre otros. Por ser el representante diplomático de la Santa Sede, buscó en Colombia favorecer las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Desde el inicio de su gestión se abanderó con el compromiso de buscar caminos de paz en Colombia, por lo que ofreció sus buenos oficios como facilitador y ha estado al tanto del proceso de paz que se adelanta entre el Gobierno Nacional y el ELN. Monseñor LUIS MARIANO MONTEMAYOR Nació en Buenos Aires (Argentina), el 16 de marzo de 1956. Fue ordenado sacerdote el 15 de noviembre de 1985, incardinándose en la Arquidiócesis de Buenos Aires. Doctor en Derecho Canónico. Ingresó al servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 1991. Antes de ser designado Nuncio prestó su servicio en las representaciones pontificias de Etiopía, Brasil, Tailanda y en la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado del Vaticano. Fue nombrado Nuncio Apostólico en Senegal, Guinea-Bissau y en Cabo Verde; además, Delegado Apostólico de Mauritania, el 19 de junio de 2008. Ese mismo año, el 6 de agosto, recibió la consagración episcopal. Nombrado Nuncio Apostólico en la República Democrática del Congo, el 22 de junio de 2015 y sucesivamente en Colombia, habla italiano, francés, inglés y portugués. ¿Quiénes han sido Nuncios Apostólicos en Colombia? * Luis Mariano Montemayor (Nuncio Apostólico): 2018 – 2023 * Ettore Balestrero (Nuncio Apostólico): 2013 – 2018. * Aldo Cavalli (Nuncio Apostólico): 2007 – 2013. * Beniamino Stella (Nuncio Apostólico): 1999 – 2007. * Paolo Romeo (Nuncio Apostólico): 1990 – 1999. * Angelo Acerbi (Nuncio Apostólico): 1979 – 1990. * Eduardo Martínez Somalo (Nuncio Apostólico): 1975 – 1979. * Angelo Palmas (Nuncio Apostólico): 1969 – 1975. * Giuseppe Paupini (Nuncio Apostólico): 1959 – 1969. * Paolo Bertoli (Nuncio Apostólico): 1953 – 1959. * Antonio Samorè (Nuncio Apostólico): 1950 – 1953. * Giuseppe Beltrami (Nuncio Apostólico): 1945 – 1950. * Carlo Serena (Nuncio Apostólico): 1935 – 1945. * Paolo Giobbe (Nuncio Apostólico): 1925 – 1935. * Roberto Vicentini (Nuncio Apostólico): 1922 – 1924. * Enrico Gasparri (Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario): 1915 – 1920. * Alberto Vassallo di Torregrossa (Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario): 1913 –1915. * Carlo Montagnini (Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario): 1913 – 1913. * Francesco Ragonesi (Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario): 1904 – 1913. * Antonio Vico (Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario): 1897 – 1904. * Antonio Sabatucci (Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario): 1890 – 1895. * Luigi Matera (Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario): 1887 – 1890. * Giovanni Battista Agnozzi (Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario): 1882 – 1886. * Mieczyslaw Halka Ledochowski (Delegado Apostólico): 1856 – 1861. * Lorenzo Barili (Internuncio Apostólico): 1851 – 1856. * Sebastiano Buscione (Encargado de Negocios a.i.): 1847-1850. * Nicola Savo (Encargado de Negocios a.i.): 1842-1846. * Gaetano Baluffi (Internuncio Apostólico y Delegado Apostólico): 1836 – 1842.

Vie 16 Dic 2022

Rogativa ecuménica por la reconciliación y la paz de Colombia

Para recordar el abrazo entre los hermanos Apóstoles Pedro y Andrés, pero, sobre todo, para conmemorar los 57 años del mutuo levantamiento de las excomuniones entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa (7 de diciembre de 1965) gracias a la voluntad de san Pablo VI y el patriarca Atenágoras, el Señor Nuncio Apostólico en Colombia, S.E. Mons. Luis Mariano Montemayor, visitó la Iglesia Ortodoxa Griega el pasado domingo 11 de diciembre. Acogieron la visita el obispo Timoteo de Assos, auxiliar en Colombia del Sacro Arzobispado Ortodoxo (Patriarcado Ecuménico de Constantinopla) junto con parte de su clero y su comunidad de fieles en la catedral ortodoxa griega de la Dormición de la Virgen María en Bogotá. Estuvieron presentes la embajadora de Rumania en Colombia, señora Claudia Tușa, y algunas delegaciones diplomáticas de otros países orientales. La ocasión no solo ha servido para estrechar aún más las relaciones diplomáticas de la Santa Sede con los países de tradición ortodoxa sino, además, para incentivar el diálogo ecuménico que es uno de los temas que el Papa Francisco ha motivado durante su pontificado y orar por la reconciliación y la paz de Colombia. En la oración ecuménica, presidida conjuntamente por ambas autoridades, el obispo de Assos hizo alusión al movimiento ecuménico promovido por el papa San Juan XXIII desde el Concilio Vaticano II; recordó, además, que las excomuniones mutuas que pesaban sobre ambas iglesias desde el año 1054 habían sido levantadas gracias a la buena voluntad de San Pablo VI y el patriarca Atenágoras en diciembre de 1965. Por su parte, el Señor Nuncio Montemayor agradeció las muestras de fraternidad, realizó la oración por la paz de San Francisco de Asís e impartió la Bendición Apostólica con un ícono obsequiado en esta ocasión. Por parte de la Iglesia Católica, además del Señor Nuncio, estuvieron presentes el secretario de la Nunciatura, Monseñor David Paul Chartes, el director del Departamento de Doctrina y Ecumenismo del Secretariado de la Conferencia Episcopal, padre Raúl Ortiz Toro, y algunos miembros del Equipo Asesor para la Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD), entre ellos algunos pertenecientes al Movimiento de los Focolares. Escribía San Juan Pablo II en la Carta Apostólica “Orientale Lumen” No. 1, en el año 1995: “En efecto, dado que creemos que la venerable y antigua tradición de las Iglesias Orientales forma parte integrante del patrimonio de la Iglesia de Cristo, la primera necesidad que tienen los católicos consiste en conocerla para poderse alimentar de ella y favorecer, cada uno en la medida de sus posibilidades, el proceso de la unidad. Nuestros hermanos orientales católicos tienen plena conciencia de ser, junto con los hermanos ortodoxos, los portadores vivos de esa tradición”.

Vie 28 Oct 2022

Nuncio Apostólico agradece a la vida religiosa su testimonio y entrega

El pasado 21 de octubre, el Nuncio Apostólico de Colombia, Luis Mariano Montemayor, recibió en audiencia, al padre Rafael Hernando Diago Guarnizo, secretario general de la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC). El religioso dominico, expresó que la presencia del Nuncio Apostólico es la presencia del mismo Papa, por tanto “he venido en nombre de la vida religiosa a estrechar los lazos de fraternidad como signo de cercanía y afecto hacia el representante del santo Padre en Colombia”. La reunión que duró 20 minutos, sirvió igualmente para hablar sobre los elementos y circunstancias alrededor de la vida religiosa y de la Iglesia en Colombia. Por su parte, el Nuncio Apostólico hizo un llamado a la vida religiosa a permanecer en un diálogo permanente, a vivir la llamada de Dios en los tiempos cambiantes, a ser testigos de la alegría del Evangelio. Al reconocer el valioso aporte de la vida religiosa en el desarrollo del país, su trabajo, misión y testimonio, dijo que ellos son la esperanza que tiene la Iglesia.

Vie 18 Feb 2022

La comunidad internacional pide a grupos armados un alto al fuego

Con miras a las elecciones que vivirá el país durante los próximos meses, representantes de la comunidad internacional, entre ellos el Nuncio Apostólico de Colombia, Luis Mariano Montemayor, hicieron un llamado a los grupos armados para que declaren un cese al fuego y en general un cese de hostilidades. En un comunicado piden “respetar las disposiciones del derecho internacional humanitario para la protección de la población civil” que participará a las elecciones legislativas y presidenciales en este año. El mensaje, firmado por más de 20 embajadas en Colombia y Naciones Unidas, resaltó “la importancia de que Colombia pueda conducir sus elecciones de forma libre e inclusiva, en un ambiente sin violencia”. Entre los firmantes del documento se encuentran: la Nunciatura Apostólica, Misión de Verificación de la ONU y Equipo País de Naciones Unidas en Colombia, la delegación de la Unión Europea y las embajadas de Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Hungría, Irlanda, Italia, México, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumania, Suecia y Suiza. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar convocatoria[/icon]

Dom 28 Nov 2021

Nuncio apostólico de Colombia, habla sobre avances de diálogos con el Eln

A propósito de la reactivación de los diálogos entre del Eln y el Gobierno Nacional, el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, dialogó este jueves 25 de noviembre, con el diario El Espectador, allí se refirió entre otros temas, a los 17 meses de contactos de “aproximación y exploración” con miembros del Eln. Lea la entrevista completa. AQUÍ⬇ El nuncio apostólico, Luis Mariano Montemayor, destaca avances en los diálogos con esa guerrilla, entre ellos su disposición a discutir los temas que el Gobierno pone como precondición. El único protagonista que faltaba por hablar sobre los 17 meses de contactos de “aproximación y exploración” con la guerrilla del Eln, hechos públicos por parte del alto comisionado para la Paz, era el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor. En este diálogo con El Espectador revela los alcances de esa misión, lo que significa el cambio de actitud del Gobierno nacional hacia el posible reinicio de una negociación con ese grupo, además de algunos detalles inéditos como, por ejemplo, que el Eln ve con buenos ojos la intervención del expresidente Uribe o que el ahora nombrado gestor de paz, Juan Carlos Cuéllar, hace apenas unos meses le había dicho que no estaba dispuesto a jugar ese rol. Monseñor, ¿Me puede usted decir en qué estamos hoy con el Eln? Le puedo responder en lo que estamos nosotros. Estamos en diálogo abierto con el Eln, con la delegación en La Habana y con los órganos del Eln presentes en Colombia. ¿Y por qué? Por razones de derecho humanitario. Nuestros párrocos conocen por nombre y apellido a las personas que sufren las consecuencias del conflicto, que son particularmente agudas en algunas zonas: en el Chocó, en el Catatumbo, en el Cauca, Nariño... Como pastores no podemos evitar la responsabilidad de poner de presente al Eln las consecuencias claras de sus acciones con respecto a la población y al Derecho Humanitario. Porque si es un grupo, como lo es, que se considera insurgente, que lidera una rebelión armada contra el Estado, no es simplemente un grupo criminal, está obligado por el derecho de guerra. Y por eso ellos interpelaron al papa con dos cartas muy importantes que llegaron por circuitos extraoficiales, y vimos la necesidad de tener un canal oficial con ellos. El santo padre quiere mantener esa comunicación, y eso nos facilita poder plantear al Eln nuestras preocupaciones de las bases, problemas humanitarios muy claros: secuestros, minas antipersona y por lo mismo confinamiento de comunidades por campos minados, reclutamiento de menores, asesinato de civiles. Esos son temas que tenemos que tratar con ellos. Y aclaró, no son precondiciones para cualquier diálogo, son el diálogo con el Eln. Esto es, para nosotros, lo más valioso de esta gestión de buenos oficios en que nos vimos metidos por petición del presidente de la República. ¿Y en esa petición, el presidente les puso algunas condiciones? No para nuestra gestión. Sí para la eventual respuesta del Eln. El presidente fijó claramente sus condiciones para que pueda haber un diálogo entre el Gobierno y el Eln. Pero aquí no se trataba de que fuéramos mensajeros del Gobierno, no somos agentes del Estado colombiano, somos soberanos. El presidente lo que nos dijo fue: “al único a quien el Eln no se va a permitir el lujo de mentirle es al santo padre”. Se ha insistido mucho en la confidencialidad durante estos 17 meses. ¿En qué momento cambió eso? Eso tiene que preguntárselo a Miguel Ceballos, nosotros seguimos siendo confidenciales. Pero quiero aclarar que la confidencialidad no es clandestinidad; es reserva para proteger el diálogo, para que haya libertad, para proteger a las personas, para limitar las presiones, porque hay gente que no quiere el diálogo y que va a hacer todo lo posible para torpedearlo. Pero usted fue informado de que se harían públicos los acercamientos? ¿Le consultaron? ¿Estuvo de acuerdo? El día anterior yo estaba en un viaje a Tunja, tratando de superar los bloqueos, y el comisionado me buscó para informarme que iba a hacer una intervención periodística y sus razones para hacerlo. Le dije que comprendía, pero le pedí que tuviera mucho cuidado con los detalles. Parece que no fui muy eficaz. El Gobierno ha sido muy reacio todo este tiempo a reabrir la puerta al Eln, ¿siente que es sincera esta nueva apertura? A mí no me corresponde decir si es sincera o no. Es cierto que es sorpresiva, porque primero nos piden máxima confidencialidad y después prácticamente lo cuentan todo. Ciertamente tienen una intención, pero yo no puedo responder por eso. Lo único que puedo decir es que pusieron fin a una iniciativa y no sabemos si van a abrir otra. El objetivo de nuestros buenos oficios se cumplió, porque las preguntas que el Gobierno fijó están respondidas por el Eln. El Gobierno tendrá que valorar eso y decir qué va a hacer ahora. ¿Tomó 17 meses obtener esas respuestas del Eln? La pandemia nos perjudicó muchísimo. Se nos pedía que el santo padre mandara un emisario a preguntarle al Eln si verdaderamente estaba dispuesto a entrar en negociaciones por la paz. Pero con cuarentenas, ausencia de vuelos, confinamientos y demás obtener esa respuesta, llevársela al santo padre y transmitírsela al Gobierno nos tomó hasta noviembre. Llegamos demasiado tarde. Mientras tanto hubo dos intervenciones del gobierno norteamericano que nos pusieron en crisis. En agosto pensamos que todo había terminado. Pero no. En noviembre pudimos llevar la respuesta y con ella ya se veía que el Gobierno estaba casi que decidido a poner fin a este instrumento. Mas no, seguimos. En marzo, incluso, hubo una última visita a La Habana. ¿Cree que el nombramiento la última semana de ‘Juan Carlos Cuéllar’ como gestor de paz y su excarcelación es el inicio de una nueva iniciativa? Yo visité a Cuéllar en Jamundí a finales de agosto. Y fui con todo el apoyo del comisionado, que me consiguió el permiso del Inpec; Naciones Unidas me puso un helicóptero, la MAP-OEA transporte terrestre... Nosotros, Santa Sede, necesitábamos saber cuál era la percepción de la base del Eln sobre una posible, eventual, negociación de paz con el gobierno del presidente Duque. Hablé con él y le dije al Gobierno después que sería un gesto muy importante de confianza para el Eln la liberación de Juan Carlos Cuéllar. Nunca entendí por qué lo pusieron preso, francamente, porque es un hombre muy valioso, sobre todo por su prestigio frente a los que cuentan, que son las bases del Eln, que integran lo que ellos llaman la Asamblea Nacional. Porque el Eln es mucho menos jerárquico y autoritario de lo que eran las Farc. También llevé al Gobierno la respuesta de Juan Carlos Cuéllar y su disposición a ayudarnos a avanzar hacia un cese definitivo de las hostilidades, que ya es bastante, y a participar en la solución de los problemas humanitarios que el Gobierno pone como precondición y que para nosotros de todas maneras son esenciales y tenemos que tratar. ¿Es decir, que ‘Juan Carlos Cuéllar’ sí es un buen vehículo para acercar a las partes? También llevé al Gobierno el mensaje de Cuéllar en el sentido de que él no aceptaría un nombramiento por parte del alto comisionado como promotor o gestor de paz. Eso, para él, pondría un manto de sospecha sobre su lealtad al Eln, que la tiene. Él es del Eln, no es un exmiembro del Eln —me parece que es un error en la lectura del comunicado— está en comunicación con la delegación y la delegación se preocupa por él; de hecho, una de las razones por las que fui es que sabíamos que había contraído el COVID y queríamos saber cómo estaba. La liberación de Juan Carlos y que participe formalmente en un proceso de diálogo con el Eln me parece un acto inteligente, para mí con retardo. Lo que no sé es por qué aceptó ahora lo que no aceptó en aquel momento. Algo debe haber en la percepción del Eln que ahora sí y antes no. Todavía no he hablado con él. Bueno, es que se nota un cambio de posición en el Gobierno frente al Eln, ¿o no? En 17 meses, que es mucho tiempo, hay cambios; cambios de humor, de perspectiva, de influencias... Nos cambió el escenario. Pedí un nombramiento oficial para el padre Echeverry, por ejemplo, para que pudiera contactar a una organización que el Gobierno considera terrorista. No voy a poner al padre Darío preso por ayudarme. Hay precedentes en las “jugaditas” colombianas, casi nos ponen preso a un obispo por eso. Pero eso nos causó problemas con el Eln; inicialmente lo vieron mal, temieron que estuviéramos como subordinados al alto comisionado. Aclaramos, lo entendieron, también el nuncio exigió “bueno, creen en mí o no creen”. Y creyeron, y seguimos adelante. ¿Y este cambio del Gobierno frente al Eln justo ahora cree que se debe al paro nacional? Ninguna duda de que las demostraciones de noviembre de 2019 cambiaron las prioridades del Gobierno. Si no, toda esta experiencia no se hubiera dado. Son las reglas del juego, todo va cambiando. La pandemia nos cambió, la intervención de Trump nos cambió, etc. Y uno se va ajustando al escenario que tiene. Creo que va en bien del Gobierno pensar que toma nota de que hay unas peticiones y entre ellas también está, así no sea directa. Al Gobierno le ha dolido mucho que le digan que está contra la paz y creo que quiere mostrar que no es justo ese apelativo. Y yo diría a la opinión que podemos disentir sobre los instrumentos que nos lleven a la paz, pero no necesariamente eso nos hace enemigos de la paz. Pero además el Gobierno cree que el Eln tiene un papel preponderante en la violencia que ha acompañado la protesta. ¿Es ese diagnóstico correcto? Es un diagnóstico parcial. Si usted piensa que el Eln no tiene que ver es un iluso. Si piensa que el Eln lo ha creado, también es un iluso. El Eln tiene una base social importante, está presente en organizaciones sociales múltiples, que participan en la protesta. Y además se considera el brazo armado y protector de esas organizaciones contra, en su lenguaje, una oligarquía violenta que va a venir a matarnos. Entonces, atención. El Eln no tiene pretensiones de ocupar el Estado, saben que eso no les alcanza. Pero sí se consideran brazo armado de las organizaciones sociales que postulan un cambio de la sociedad colombiana. Y me sorprendería mucho que no tuvieran nada que ver, o que no saquen partido de las dificultades de su adversario. Pero eso lo hacen todos. ¿Y ha sido la movilización social y su papel en ella un tema de diálogo con el Eln? Nosotros no entramos en ese tema. Pero supongo que será parte del diálogo entre ellos el día que tengan diálogo directo: “Hijos, creemos un ambiente social que permita una negociación”. Nosotros en lo que entramos muy claramente fue en saber si había voluntad del Eln a entrar en un cese de hostilidades con el Estado colombiano, y la respuesta fue que sí. Donde no se encuentran las posiciones es que el Gobierno para eso pide condiciones y el Eln no está dispuesto a aceptar condiciones. Y son coherentes los dos, no se han movido un milímetro de esas posiciones. ¿Y entonces? Mire, el Eln ha estado dispuesto a tratar con nosotros muchas de esas precondiciones. Los secuestrados, por ejemplo. Los liberó a casi todos. Algunos están muertos y nos dieron respuesta. Otros ni se sabe, de una lista que nos dio el Gobierno que es bastante poco creíble de cosas muy del pasado, es muy difícil saber quién fue, dónde, etc. Pero lo que es del 2018 para acá, hay dos muertos y hemos certificado eso. Hay tres liberados. Hay un detenido porque tiene un juicio revolucionario y el comandante zonal no lo quiere liberar. El señor Mosquera tiene un problema con ellos y tiene un juicio revolucionario en contra. Pero la delegación nos aseguró que están trabajando el tema y que entienden que es muy importante que el Eln no tenga ningún secuestrado. Son gestos, como lo fue también el alto al fuego unilateral que hicieron durante todo el mes de abril y que tuvo consecuencias clarísimas sobre las operaciones en el territorio e incluso sobre las fuerzas de seguridad. Pero, dice usted, ninguno se mueve un milímetro en sus inamovibles… En diplomacia nada es inamovible, porque cambian las circunstancias y lo que uno nunca hubiera querido hacer por ahí lo tiene que hacer, porque le conviene al final. Tenemos la pandemia, otra administración en los Estados Unidos, con una visión distinta. Recuerdo una vez hablando con el presidente a finales de noviembre, y decía que de todo tenemos que esperar a ver qué pasa del otro lado del Caribe, y eso nos iba a condicionar. Pues sucedió lo que sucedió. Y sobre los inamovibles hay que distinguir. Una cosa es la presión que una parte puede poner públicamente sobre la otra y otra lo que puede hacer, que en definitiva es lo que la comunidad internacional le reconoce que puede hacer. Y pacta sunt servanda es el principio base del derecho internacional, sobre eso está construida la comunidad internacional; si no, es la guerra. Bueno, uno de los mayores líos es el de los protocolos con los garantes. ¿Eso también ha cambiado por las nuevas circunstancias? Nosotros estamos interesados en que se supere el problema de los protocolos. Y estos se pueden cumplir o se negocian, se actualizan, se sustituyen, hay muchas opciones. Y en parte nuestra gestión ha tenido que ver con eso. Alguno me ha acusado de injerencia; bueno, yo soy diplomático y hago mi trabajo, y la Santa Sede es un actor diplomático internacional. Entonces, entendemos el corto circuito porque el atentado a la Escuela General Santander no fue una cosita, fue un gran error político del Eln, que por cierto le ha costado mucho a Cuba. El Eln está en deuda con Cuba. Y hablando de Cuba, después de tanta fricción, ¿tuvo un papel protagónico en este acercamiento, fuera del hecho de que la delegación está allá? La pregunta ya tiene la respuesta. Sin Cuba no era posible. Sin Noruega, tampoco. La Santa Sede no hubiera hecho absolutamente nada sin la anuencia de los garantes. Cuba nos recibió además como reyes. En su doble condición de secretario de la Comisión de Conciliación Nacional designado por la Conferencia Episcopal y como delegado del nuncio apostólico, el padre Darío Echeverry fue recibido siempre por el canciller cubano. Ellos no han renunciado a su papel de garantes, a pesar del alto costo que están pagando por cumplirlo. Y no tienen por qué renunciar. Insisto, “pacta sunt servanda”. Y a todas estas, ¿el expresidente Uribe qué pitos toca en este escenario? Él tiene razón cuando dice que no estaba enterado de los contactos, pero es un factor que intervino permanentemente, estuvo en la mente de todos. Empezando por nosotros, pues consideramos que el expresidente Uribe es parte de la solución, creemos que es importantísima su intervención. Él se reunió con Juan Carlos Cuéllar hacia el final de 2019, y ahí pasó algo raro porque Cuéllar terminó preso, pero el expresidente Uribe estaba interesado en que se tratase con el Eln. Y la iniciativa del Gobierno para que convergieran todas estas instituciones internacionales atiende algunas inquietudes del expresidente. Aquí hay que decir que, en los últimos 20 años, por lo menos, todos los gobiernos colombianos han tratado con el Eln, y el que más cerca estuvo de llegar a un acuerdo para el fin de las hostilidades fue el del expresidente Uribe; más que Santos. Esa es una realidad con la que trabajamos, porque incluso hay resultados que se podrían retomar. Una de nuestras preocupaciones fue saber qué pensaba el Eln de una participación de Uribe. Y nuestra sorpresa fue que el Eln no lo ve para nada mal. Los mejores acuerdos se hacen con los peores enemigos, esos son los que duran. El expresidente es un animal político que tiene intuición, y la intuición no lo engañó. Yo lo encontré a fines de diciembre en Rionegro porque tenía una pregunta del santo padre que solo él podía responder. ¿Cuál era esa pregunta? Si estaba en contra de contactos para el fin de las hostilidades con el Eln. Y no, no está en contra. Eso se lo comunicamos al Eln. Bueno, monseñor, pero además del Eln preocupan al santo padre otros temas de Colombia. Habló de su preocupación por la violencia en las protestas cuando unas pocas semanas antes había dado un espaldarazo al manejo de la migración venezolana. ¿Cómo entender esos dos mensajes tan disímiles sobre Colombia? Es que Colombia es multifacética. Tiene cosas buenas y cosas malas. Yo le he dicho al presidente Duque desde el principio que queremos ayudar, no podemos tener más problemas en la región. Si queremos resolver el problema de Venezuela de manera pacífica necesitamos una Colombia en pie, que resuelva sus problemas y participe. No estamos contra el presidente Duque, queremos ayudarle. El santo padre es un hábil diplomático. Sabe venir a apoyar iniciativas que van en la línea de sus grandes preocupaciones universales como las migraciones, y en particular la migración venezolana que además tiene que ver con el problema de Venezuela y con el problema colombiano. Pero el santo padre habló de su preocupación, y si no resolvemos este problema va a seguir preocupado y algo más dirá. Estamos tratando de ayudar a tender caminos de escucha y de negociación, porque esto que está pasando no le hace bien al país. Está la iglesia local participando activamente, y yo no sustituyo a la iglesia local, la apoyo, estoy informado e informo permanentemente. Sabemos que los colombianos se polarizan con una rapidez impresionante y no vamos a intervenir en ella. Pero hay un sector de opinión al que le parece que sí han tomado partido. Algunos sectores de ambos lados tienen esa percepción. Siempre habrá quienes quieran utilizar la autoridad moral de una institución, cualquiera, para su propia necesidad política inmediata. En estos momentos lo que hay que saber proteger es la autoridad moral sobre todos. Hay que tratar de decir las cosas objetivamente y de facilitar una solución. La economía colombiana no va a resistir una situación como la actual muchos días, hay que resolverla. Pero lo que está en juego es que la sociedad colombiana acepte que la protesta es normal en una democracia. Y crear las condiciones para que la protesta se pueda hacer y que el que proteste esté defendido y se evite la manipulación de la protesta, de unos y otros, para agudizar el enfrentamiento social. Y atención, esos demonios están en ambas partes. Les dijo Francisco en su visita a Colombia a los jóvenes: “Vuelen alto. No se dejen robar la esperanza”. ¿Siente que las protestas están alineadas con ese llamado del papa? Una de las características de las protestas es la participación masiva de los jóvenes. Y el tema es la insatisfacción y el descontento de la juventud, que es transversal. No son solamente los pobres, están más descontentos incluso los que alcanzaron a tener una posibilidad. Y la frustración de la esperanza es explosiva. Por eso las revoluciones las hace la clase media, en todos los lugares. Los bolcheviques no era campesinos. Ese es un factor que hay que resolver por parte del Comité del Paro, que no tiene dominio y control sobre todas las manifestaciones de protesta. ¿Qué reporte tiene del acompañamiento que han hecho a los diálogos entre el Gobierno nacional y el Comité del Paro? No puedo dar detalles, eso sí que es confidencial, pero esto va a ser lento. Sin embargo, es un elemento esencial para que comiencen a serenarse los ánimos. Creo que todos tenemos que tratar de recuperar la calma. Hay un mínimo de sentido común que todos los sectores tienen que recuperar. La Pastoral Social está haciendo bien su trabajo y esperamos que las partes vayan encontrando una auténtica negociación. Hay cosas para negociar. El expresidente Santos dijo que había soluciones previstas en el Acuerdo de Paz, pues ¡desempolven! Así no sea para todo, pero sí para alguna y así se comienza a encauzar la protesta. Hablaba usted del descontento que es en general con todas las instituciones, incluidos nosotros los medios de comunicación, básicamente por una desconexión con la vida diaria de la gente. Todos estamos mirándonos hacia adentro. ¿Cuál diría usted que es la mayor desconexión de la Iglesia católica con la gente? Para nosotros el tema del referendo Sí o No fue traumático, porque la Iglesia católica vivió las mismas divisiones de la sociedad. Y no podía ser de otra manera, porque el 80 % de la población colombiana es católica. De ahí para acá la Iglesia ha tenido que ir afinando y nos pasa lo mismo que a todas las instituciones, porque percibir la opinión de los jóvenes no es fácil a pesar de que tenemos nuestras organizaciones juveniles. Con las masas urbanas, aquí hay jóvenes que ni siquiera nos conocen. Abandonaron sus familias, sus pueblos, donde la Iglesia era parte de la vida de todos los días y fueron a vivir a barrios marginales, sin servicios, sin educación y donde la Iglesia no está. ¿Cómo llegar? Después está el ámbito universitario, donde estamos un poco desactualizados, creemos que con tener un capellán ya estamos. Ahí, como dicen ustedes, hay que darse una pellizcada. Hay que encontrar caminos nuevos de comunicación para interpretar a los jóvenes. Pero además hay que encontrar respuestas, porque esta juventud ve un horizonte cerrado. Desocupación, pobreza, esas son las causas principales de la protesta. FUENTE: Diario El Espectador

Vie 24 Sep 2021

"Los desafíos de la democracia: un diálogo para construir país"

Frente a la coyuntura que está viviendo actualmente el país, Caracol Radio y otras organizaciones desarrollaron en el día de ayer, jueves 23 de septiembre, un panel donde diferentes sectores de la sociedad, entre ellos la Iglesia, dieron su aporte frente al tema de los desafíos de la democracia en Colombia. Por la Iglesia Católica, estuvieron presentes: Monseñor Luis Mariano Montemayor, Nuncio Apostólico de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y el padre Darío Echeverri, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional CCN. La siguiente fue la intervención del Nuncio Apostólico, quien responde a dos preguntas puntuales que le fueron planteadas por los organizadores del evento. P/: ¿Cuáles son los principales desafíos de la democracia colombiana? Nuncio: Primero diría que es la representatividad de las instituciones y por lo tanto alentar o impulsar la participación de la ciudadanía en las elecciones en el ejercicio del voto para disminuir la abstención electoral; Un segundo desafío es abrir el espacio de legitimidad de la discusión política para que haya de alguna manera una representación de todo el espectro del pensamiento político, sin deslegitimaciones o sospechas; y un tercero, es la corrección del proceso electoral, evitar violencia, evitar jugaditas, podríamos decir, evitar deslegitimación moral de los candidatos y de las fuerzas. P/: ¿Para usted cuál es la democracia? Nuncio:Habría que ir a hacer la historia de todo el pensamiento político occidental, pero diría dos cosas fundamentales: Primero la igualdad del ciudadano, sin privilegios, sin rangos; segundo la participación del ciudadano responsable de la cosa pública, a través del derecho de elegir y de ser elegido y eso es fundamental, sin esto no hay democracia.

Vie 7 Mayo 2021

HOY: Obispos colombianos rezan juntos el santo rosario

Hoy viernes 7 de mayo, a partir de las 6:00 de la tarde, el Nuncio Apostólico, la directiva del Episcopado, los Arzobispos y Obispos de Colombia, estarán conectados de manera virtual para rezar juntos el santo rosario implorando por la paz y la reconciliación de nuestro país, así como por el fin de la pandemia. La invitación, hecha desde la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), se extiende a sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos, “para que oremos juntos, un mismo día, a una misma hora, pidiendo la intercesión de la Virgen María por la paz de Colombia y la superación de la emergencia sanitaria que afecta al mundo”, explicó monseñor Elkin Álvarez Botero, secretario general de la CEC. Esta plegaria mariana, que se realizará de manera virtual y promocionará los numerales #OremosPorColombia y #OremosJuntos, será transmitida desde las 6:00 p.m. por la página en Facebook de la CEC/ episcopadocol, así como por los medios tradicionales y digitales de arquidiócesis, diócesis, vicariatos apostólicos y otras organizaciones eclesiales que existen en el país.