Pasar al contenido principal

Adviento

Lun 18 Dic 2017

Jesús sale a nuestro encuentro y capta nuestro corazón

Primera lectura: 2S 7,1-5.8b-12.14a.16 Salmo Sal 89(88),2-3. 4-5.27+29 (R. Cfr. 2a) Segunda lectura: Rm 16,25-27 Evangelio: Lc 1,26-38 La Palabra de Dios para el domingo IV de Adviento nos sugiere tres ideas fundamentales de reflexión: el anuncio del nacimiento del Señor Jesús, la revelación del misterio de Jesucristo, manifestado en las Escrituras y la Historia de la Salvación que Dios teje con nosotros, su pueblo elegido. Hoy nos detendremos a descubrir cómo Dios convierte nuestra historia en historia de salvación. DESCARGA: Presentación Predicación y Moniciones

Vie 15 Dic 2017

Estar siempre alegres en el Señor

Primera lectura: Is 61,1-2a.10-11 Salmo Sal Lc 1,46b-48. 49-50.53-54 (R. Cfr. Is 61,10b) Segunda lectura: 1Ts 5,16-24 Evangelio: Jn 1,6-8.19-28 El tercer domingo de adviento, llamado también “Gaudete” es un domingo especial en este itinerario de esperanza y preparación y nos habla de estar siempre alegres en el Señor, por ello desde el comienzo de la celebración el ambiente nos habla de un día especial, los signos nos comunican y, de manera especial el color rosa en este día (en la corona de adviento y en la casulla), nos remiten a la alegría y al gozo en el Señor. Toda la liturgia de este domingo nos hace un llamado tener un ánimo dedicado y jubiloso para alcanzar la alegría de la salvación y por ello este domingo, que nos habla ya de la llegada de una nueva etapa en el adviento y de la proximidad de las ferias privilegiadas del 17 al 24 de diciembre, serán de una preparación intensa y más directa a la venida del Señor en la navidad. DESCARGA: Presentación Predicación y Moniciones

Mié 6 Dic 2017

En Adviento debemos allanar los caminos y abrir el corazón

Primera lectura: Is 40,1-5.9-11 Salmo Sal 85(84), 9ab+10.11-12. 13-14 (R. 8) Segunda lectura: 2P 3,8-14 Evangelio: Mc 1,1-8 En este segundo domingo de adviento, la Liturgia de la Iglesia nos presenta una llamada para continuar nuestro camino de encuentro con el Señor, evitando los tropiezos externos. El camino del adviento no es de negación sino de gran expectativa y por ello se hace prioritario preparar, abrir caminos, allanar y disponer el corazón para que la Palabra se haga carne en la vida de cada ser humano y de cada comunidad. El llamado de Juan el Bautista es un grito de conversión y de retorno a lo que Dios quiere, por eso el adviento debe ser un espacio providencial para la conversión, de tal manera que el Hijo de Dios venga en la humildad de nuestra carne, pero cuando estemos dispuestos y listos para su llegada.

Mié 6 Dic 2017

La Virgen María es el modelo perfecto de realización del Reino de Dios

Primera lectura: Is 40,1-5.9-11 Salmo Sal 85(84), 9ab+10.11-12. 13-14 (R. 8) Segunda lectura: 2P 3,8-14 Evangelio: Mc 1,1-8 La celebración del año litúrgico se orienta a la implantación del Reino de Dios en el corazón y en la vida de los creyentes; busca que el Reino de Dios llegue a ser realidad en cada bautizado; y es lo que Jesucristo nos enseñó a pedir diariamente en el Padrenuestro: «venga a nosotros tu Reino». La Virgen María es el modelo perfecto de esta realización del Reino de Dios en su propia vida. En Ella se cumplió a cabalidad el Reino de Dios. Ella es su fruto maduro y primerizo. Desde el primer momento de la existencia personal de María, aparece como figura y modelo del destino de quienes constituimos la familia de Dios, que es la Iglesia, toda santa, sin mancha ni arruga. La Solemnidad de la Inmaculada Concepción no es un «paréntesis» en el tiempo de Adviento, no es algo extraño, sin relación con el Adviento, con la venida del Salvador. Al contrario, su significación cristológica es clara y explícita: «ni Cristo sin María, ni María sin Cristo».

Jue 30 Nov 2017

Perseveremos en la espera del Señor

Primera lectura: Is 63,16b-17.19b; 64,2b-7 Salmo Sal 80(79), 2ac+3b.15-16.18-19 (R. Cfr. 4b) Segunda lectura: 1Co 1,3-9 Evangelio: Mc 13,33-37 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Navegando por las lecturas que este domingo nos propone, encontramos que el punto nuclear está en la actitud vigilante entre la espera y la esperanza. Es interesante detenernos en varios elementos: el evangelio repite por tres veces la palabra “vigilen”, pues no saben cuándo es el momento, cuándo vendrá el señor de la casa. En la primera carta a los Corintios san Pablo habla de esperar la manifestación de nuestro Señor Jesucristo que “los mantendrá firmes hasta el final”. La bellísima innovación a Dios del tercer Isaías expresa el deseo de que el Señor irrumpa con su poder en la historia, como si se tratase de un nuevo Éxodo, recordando que ¡Tú, eres nuestro padre! Profundicemos concretamente en la lectura del evangelio. Miremos cómo comienza y concluye con la misma invitación: “Vigilen” (vv. 33.37). En la primera invitación está el “por qué” de la vigilancia: “Vigilen, pues no saben cuándo es el momento”. Pongamos los ojos en las palabras y el corazón en el sentido. Jesús no revela el día ni la hora, porque todas las horas son buenas para abrirse a la Palabra de Dios y a su mensaje de conversión. En la segunda invitación está el estilo de la vigilancia. Cuando el evangelista nos narra la parábola del hombre que se va de viaje lejos, indica que deja su casa al cuidado de los criados. Esta es la imagen que exhorta al cristiano a cuidar la comunidad, la casa que el Señor le ha confiado a cada uno.

Lun 12 Dic 2016

"La fuerza de la familia reside esencialmente en su capacidad de amar"

Las lecturas bíblicas de hoy nos enseñan la importancia de la colaboración de José y María en la encarnación y nacimiento de nuestro Redentor. No es tenida en cuenta ni la grandeza ni el poder, sino la pobreza y la humildad. Escuchemos atentos. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Is 7,10-14[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Salmo: 24(23),1-2.3-4ab. 5-6 [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: Rm 1,1-7 [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Mt 1,18-24[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon] Las lecturas bíblicas de hoy nos presentan al hijo de María con dos nombres: “Emmanuel”, que significa “Dios con nosotros” y “Jesús”, que significa “El que salva”, nombres muy apropiados para conocer quién es el Niño, cuyo nacimiento esperamos. En primer lugar, nos enseña que él es Dios, infinito y eterno, pero no un Dios lejano, sino un Dios que está con nosotros, vive entre nosotros, es hombre como nosotros. Como lo expresa hoy san Pablo, “según la carne, es de la estirpe de David”, pero sin dejar de ser Dios, “constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios”. El segundo nombre; “Jesús”, nos manifiesta que él se hizo hombre para salvarnos del pecado y de la muerte y hacernos hijos de Dios. Jesús es nuestro Salvador, nuestro Redentor. Accede al contenido completo del plan [icon class='fa fa-play' link='']VISITA EL ESPECIAL DE ADVIENTO[/icon]

Mié 7 Dic 2016

"Aquel que esperamos viene"

En este tercer domingo de adviento nos reunimos para celebrar con alegría cristiana la presencia de Dios que vino a la tierra como Hijo de Dios, viene cotidianamente a nosotros en su Palabra, en la Eucaristía y en los necesitados, y vendrá como Juez de vivos y muertos. Manifestemos esta alegre esperanza con nuestros cantos y oraciones, para que nuestra voz esté en consonancia con el alma. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Is 35,1-6a.10[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Salmo: 146(145),6c-7. 8-9a.9bc-10 [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: St 5,7-10 [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Mt 11,2-11[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon] El adviento es un período del año litúrgico que nos ilumina en la doctrina y nos motiva en la pastoral. Y, este domingo, aparece como tiempo de alegría, de misericordia y de espera. Los cristianos no nos preguntamos dudando ¿Quién va a venir? Sino que nos alegramos exclamando: Aquél que esperamos “viene, viene con alegría y viene a todos” (Isaías). Y ese viene no es una foto, es una película de cine, con movimiento en tres tiempos: “Vino, viene, vendrá” (Santiago). Cuando encendemos el tercer cirio de la corona, sabemos muy bien: vino el Dios hombre, viene el Salvador y vendrá el Juez. “El Señor está cerca, el juez está ya en la puerta” (Santiago); pero no temamos a ese juez; él no quita alegría, porque por las buenas obras sabemos que su juicio será favorable. En efecto: ¿A quién viene? Recordemos: viene a todos (Isaías), a todos los necesitados, los expectantes. Gaudete, gozaos, alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos (Mt 5,12); alegraos de que vuestros nombres estén inscritos en el cielo (Lc 10, 20); alegraos al participar de los sufrimientos de Cristo (1 Pedro 4,13). Accede al contenido completo del plan [icon class='fa fa-play' link='']VISITA EL ESPECIAL DE ADVIENTO[/icon]

Lun 28 Nov 2016

María es modelo de vida y acompañante misionera

En el camino del adviento, la Iglesia celebra con profundo gozo la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. Este dogma de fe fue proclamada por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854. Así la Eucaristía de este día nos permite contemplar en la Santísima Virgen María el modelo de la vida del cristiano que, en la Iglesia, espera a Cristo que viene. Con María, modelo e intercesora, participemos en esta celebración. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura; Gn 3,9-15.20[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Salmo: 98(97),1.2-3ab.3cd-4 (R. Lc 1,49)[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: Ef 1,3-6.11-12[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Lc 1,26-38[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon] La Liturgia siempre nos presenta la Escritura en forma tal que la Palabra llegue a nuestra vida. Hoy leemos cómo “el pecado entró en el mundo” (Cfr. Romanos 5,12) y cómo el pecado ha de salir del mundo. Eva con falsedad trató de exculparse “La serpiente nos engañó” (Gen 3,18), y María se ofreció a colaborar, “Fiat, hágase en mí según tu Palabra” (Lc. 1, 38). María es la llena de gracia y desde siempre sin pecado, ya antes de crearse el mundo, para la gloria y la alabanza de Cristo (Cfr. Ef. 1, 12). Con estos fundamentos bíblicos, la Iglesia maduró lo que es el Dogma, la doctrina de la Concepción Inmaculada. Y así el Papa Pío IX, en el año 1854, proclamó solemnemente que la bienaventurada Virgen María, en el primer instante de su Concepción, fue preservada inmune de toda mancha de pecado original por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano. En efecto, así se expresa la Bula Ineffabilis Deus, citada en el Catecismo de la Iglesia Católica. Allí encontramos los detalles: ¿Quién? María; ¿Cuándo? en la Concepción, ¿Qué? sin pecado, ¿Por quién? por Dios, ¿Por qué? por los méritos de Jesucristo Accede al contenido completo del plan [icon class='fa fa-play' link='']VISITA EL ESPECIAL DE ADVIENTO[/icon]