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Episcopado al día

Vie 15 Mar 2024

Monseñor Luis Manuel Alí Herrera: nuevo secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores

Monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá, quien se venía desempeñando como secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) desde julio de 2021, fue designado por el papa Francisco como nuevo secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores. La noticia se dio a conocer este viernes, 15 de marzo, a través de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.El prelado hacía parte de este importante organismo de la Curia Romana desde diciembre de 2014. Además, en esta labor, monseñor Luis Manuel Allí se ha destacado como fundador de la Oficina para el Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, área encargada de dinamizar políticas enfocadas en la cultura del buen trato a través de estrategias de prevención y de atención psicosocial desde esa Iglesia particular.El obispo, quien es licenciado en psicología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, lideró también la implementación de la Oficina para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia desde julio de 2023. Fue el impulsor de la iniciativa “Iglesias Seguras y Protectoras” en todas las diócesis del país. Una apuesta concreta por promover procesos de sensibilización y formación sobre prevención de abusos y violencias en todos los grupos y entornos de la Iglesia Católica colombiana."Recibo esta designación en obediencia y con infinita gratitud. Los miembros de la Comisión tenemos una inmensa responsabilidad hacia el Santo Padre y su llamado a afrontar “el desafío que supone el escándalo de abusos y el sufrimiento de las víctimas, a conocer directamente el impacto de los abusos y a dar a conocer los frutos de la labor que adelantemos”. Ahora que asumo mi encargo como secretario de la Comisión Pontificia para la Tutela de los Menores deseo seguir trabajando por la cultura del cuidado y la protección de nuestros niños, adolescentes, jóvenes y personas vulnerables para hacer de nuestra Iglesia un hogar seguro", expresó monseñor Luis Manuel al conocer esta nueva misión que le encomendó el papa Francisco al servicio de la Iglesia Universal.Ahora, como secretario de esta Comisión Pontificia, monseñor Alí Herrera deberá proponer al Santo Padre iniciativas enfocadas en la protección de los menores y personas vulnerables, así como en el acompañamiento a las víctimas.El obispo colombiano también tendrá a su cargo actividades de relacionamiento entre la Comisión y las distintas conferencias episcopales regionales, así como la articulación de iniciativas con otras dependencias de la Santa Sede. Además, será de su competencia la revisión, actualización y propuesta de orientaciones (líneas guía) que impulsen la implementación de las mejores prácticas en materia de prevención y protección, tanto de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, como de la Iglesia en cada país.Junto a este nombramiento, se conoció también el de la norteamericana Teresa Kettelkamp como secretaria adjunta de la misma Comisión. Es la primera vez que, para tales cargos, son designados un obispo y una mujer laica con amplia experiencia en el tema, pues la señora Kettelkamp fue la encargada de la oficina de protección de infancia y juventud de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos de América.BiografíaMonseñor Luis Manuel Alí Herrera nació en Barranquilla, Colombia, en 1967. Estudió en el Seminario Conciliar de Bogotá y fue ordenado sacerdote en 1992. Después de graduarse en Teología en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (2003), obtuvo una licenciatura en Psicología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (2007). Como joven sacerdote fue nombrado párroco de las iglesias de San Clemente Mártir y Los Santos Ángeles Custodios en Bogotá y capellán de la Universidad Nacional de Colombia, destacándose por su trabajo con los jóvenes y la pastoral en las universidades (1994 -2001). Es asociado senior del Colegio Colombiano de Psicólogos.Antes de ser consagrado obispo, monseñor Alí Herrera era párroco de la iglesia de San José de Calasanz, y también de la parroquia maronita de Nuestra Señora del Líbano de la Arquidiócesis de Bogotá. Ha estado encargado de la formación de los futuros ministros ordenados como educador y director del área de orientación psicológica del Seminario Conciliar de la Arquidiócesis de Bogotá (2002-2015).El 17 de diciembre de 2014 fue designado miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores. El 7 de noviembre de 2015, el papa Francisco lo nombró obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá, y obispo titular de Giubalziana. Su consagración episcopal tuvo lugar el 12 de diciembre del mismo año en la catedral de Bogotá.Desde el día de su ordenación episcopal, ha sido vicario general y director de la Oficina para el Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá.En la asamblea 111 del episcopado colombiano, desarrollada del 5 al 7 de julio del 2021, fue nombrado secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia. El 14 de septiembre de 2022, el Santo Padre lo ratificó para un tercer mandato de cinco años en la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.Desde el mes de marzo de 2023, junto con el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, ha acompañado los talleres de formación en todas las jurisdicciones eclesiásticas del país implementando el programa “Iglesias seguras y protectoras”.En el mes de julio de 2023, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, dio inicio a la Oficina para la Cultura de Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia.

Mar 12 Mar 2024

Obispos de Cauca y Nariño piden desescalar el conflicto y brindar atención humanitaria urgente a sus comunidades

A través de un comunicado conjunto, la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y los obispos de los departamentos de Cauca y Nariño hacen un llamado urgente a los actores armados y a las autoridades para que se desescale el conflicto que tanto daño está causando en estas regiones del sur del país. Asimismo, piden facilitar la atención humanitaria para sus comunidades.“El terror que causa el fuego de las armas, la muerte y daño en la integridad física y emocional, el desarraigo de la tierra, los desplazamientos y confinamientos, las minas antipersonales, la ruptura del tejido comunitario, las afectaciones a los ecosistemas, son hechos que lamentamos. Exhortamos a que se terminen, para no lastimar en el corazón de los pueblos el frágil pero esperanzador brote de una vida en paz”, enfatizan los prelados en su mensaje.En el mensaje, que busca hacer eco de las voces atemorizadas de las comunidades que pastorean, los obispos de las diócesis de Ipiales, Tumaco y Pasto; de los vicariatos apostólicos de Guapi y Tierradentro; así como el arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, afirman que los esfuerzos que actualmente se están haciendo por buscar la paz, deben verse reflejados en tranquilidad, seguridad y justicia para los territorios. El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, junto a su secretario general y obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, respaldan esta petición.“Nuestro Dios, hoy vuelve a repetir: «Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo…, ya conozco sus sufrimientos» (Ex 3, 7). Así nos exhorta, como a Moisés, a disponer nuestras capacidades y esfuerzos en la construcción de la paz; que estas semillas germinen y encuentren condiciones que favorezcan su implantación y crecimiento; que sus frutos en el presente y hacia el futuro aseguren a todos, la posibilidad del desarrollo humano integral”, afirman en el comunicado.

Lun 12 Feb 2024

Obispos colombianos concluyeron su CXVI asamblea identificando nuevos pasos en el camino sinodal y haciendo llamados al pueblo

En el informativo del episcopado colombiano, les compartimos los principales detalles, conclusiones y mensajes de los obispos colombianos, al cierre de su CXVI Asamblea Plenaria desarrollada entre el 5 y el 9 de febrero de 2024.Véalo a continuación:

Vie 9 Feb 2024

Obispos colombianos piden cuidar la institucionalidad y respetar la independencia de los poderes del Estado

Tras vivir una semana de oración, análisis de la realidad y trabajo conjunto, en el marco de su CXVI Asamblea Plenaria, los obispos dirigen un sentido mensaje al pueblo colombiano en el que plantean sus preocupaciones por la situación social, política, económica y ambiental que vive el país. También, hacen un llamado a la esperanza y al compromiso con la búsqueda de la unidad y el bien común. En el comunicado, los prelados recuerdan que la construcción de una nación con enfoque de desarrollo humano integral, en la que se pueda vivir en paz, solo es posible con el aporte de todos y desde una “clara opción por la vida, la unidad, la verdad y el bien, hecha a partir de una conciencia ética formada”.Ante los momentos de tensión vividos en las últimas horas, que generan mayor fragmentación en el país, los obispos hacen énfasis en la necesidad de fortalecer y cuidar la institucionalidad. Afirman que esto es posible si se reconoce y respeta la independencia de los distintos poderes del Estado. “De no responder unidos a este desafío, nos veríamos más expuestos a transitar los dolorosos y estériles caminos del odio y la violencia”, advierten.Basados en su lectura conjunta sobre el panorama nacional y teniendo en cuenta el sufrimiento que padecen diversas comunidades en los territorios, hacen referencia a una serie de acciones que representan amenazas concretas contra la esperanza:“Junto a la polarización convertida en estrategia que rompe la unidad, al servicio de intereses que atentan contra el bien común, encontramos el descrédito y desconfianza en las instituciones; la persistencia de la corrupción que permea nuestra cultura y la inoperancia de los sistemas de control del Estado; la falta de articulación de liderazgos interinstitucionales a nivel regional y nacional; la extorsión, el desplazamiento y el confinamiento de comunidades enteras, víctimas de la lucha territorial de diversos grupos armados en conflicto”, expresan los obispos al referirse a hechos que son amenazas contra la esperanza.Ante los momentos de tensión vividos en las últimas horas, que generan mayor fragmentación en el país, los obispos hacen énfasis en la necesidad de fortalecer y cuidar la institucionalidad. Afirman que esto es posible si se reconoce y respeta la independencia de los distintos poderes del Estado.“Esto nos permitirá seguir avanzando en la construcción de un proyecto común de país, que inspire las reformas que se proyectan, y que se han de realizar en un escenario de valoración de los logros ya alcanzados, de propuesta de los cambios requeridos, en un ambiente de diálogo, consenso y acuerdos, a nivel nacional y territorial”, afirman.Dicen los obispos que, para fortalecer esa esperanza, tan necesaria en el país, es urgente priorizar y respetar la vida y la dignidad de cada persona. Además, rechazar decididamente toda forma de violencia como vía de solución de los conflictos políticos y sociales.En concordancia con lo que el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia había expresado al iniciar esta semana, afirman que se necesitan espacios de diálogo transparentes, enfocados en la búsqueda de la verdad, que conduzcan al restablecimiento de la confianza y a la consecución de consensos sólidos. Para ello, manifiestan su también su disposición a seguir colaborando en las instancias de diálogo y concertación que sean necesarias.Finalmente llaman “a todas las personas y grupos que ven en la violencia un camino de reivindicación, de aprovechamiento económico, de aplicación de justicia o de solución de los conflictos”, salir de este círculo perverso que solo engendra muerte y destrucción.Carta al presidente de la Corte Suprema de JusticiaPrecisamente, también hoy, a primera hora de la mañana, la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia, en representación de todos los prelados, envió una carta al presidente de la Corte Suprema de Justicia, el doctor Gerson Chaverra Castro. Allí, manifiestan su cercanía y solidaridad con todos los magistrados.En el mensaje dirigido a esta Alta Corte, afirman que la situación actual del país requiere “serenidad, ponderación y magnanimidad para orientar las decisiones y acciones al bien común y a la salvaguarda de la institucionalidad”.

Jue 8 Feb 2024

Obispos colombianos realizan lectura y discernimiento conjunto de la síntesis de la primera etapa de la Asamblea General del Sínodo

Este miércoles, 7 de febrero, los obispos colombianos desarrollaron la tercera jornada de su CXVI Asamblea Plenaria, en la que el trabajo sobre el sínodo de la sinodalidad fue el protagonista. En la segunda emisión del informativo del episcopado colombiano, podrá conocer los principales detalles y pronunciamientos:Con la oración como protagonista, desde la Conversación en el Espíritu, los prelados iniciaron su lectura conjunta del documento de síntesis de la primera etapa de la Asamblea General del Sínodo realizada en Roma en octubre de 2023.Esta reflexión se llevó a cabo en cuatro grupos que fueron alternando de manera simultánea. La madre sinodal, la hermana Gloria Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos y los padres sinodales, el cardenal Luis José Rueda, y los arzosbispos de Medellín y de Manizales, monseñor Ricardo Tobón y monseñor José Miguel Gómez, se encargaron de moderar los espacios. “El rostro de la Iglesia sinodal”, “Todos discípulos, todos misioneros” y “Tejer lazos, construir comunidad” fueron las dimensiones protagonistas.Monseñor José Miguel Gómez explicó que poder ahora compartir con los demás obispos lo que vivieron en Roma en representación de ellos y de todos los fieles, es muy especial y se traduce en una experiencia que engrandece la comunión."Lo que más me ha llamado la atención es el profundo interés que tienen todos los obispos colombianos en conocer a fondo lo que se vivió en el Sínodo para participar en un ambiente perfectamente sinodal de todos sus resultados y de todas sus dinámicas. Se siente que hay comunión", expresó el arzobispo de Manizales.El prelado entregó también detalles de lo que significa esta etapa del proceso sinodal para los obispos colombianos:"Sobre los aportes que se harán para la próxima reunión del Sínodo de los Obispos, estoy tratando de hacer que todos comprendan que la tarea es clara y concreta. Nos toca confrontar los puntos por resolver que el mismo Sínodo establece con las propuestas que el Sínodo también hace. Y hacer nosotros mismos una ayuda a la reflexión y al discernimiento. De tal manera que allá en el aula sinodal se tenga un material suficiente para proceder".Por su parte, monseñor Francisco Múnera, arzobispo de Cartagena, quien también dio a conocer su alegría por este ejercicio conjunto que están realizando, explicó la tarea de réplica y retroalimentación que ahora tendrán en sus jurisdicciones eclesiásticas:"Ahora recibimos toda esa riqueza que ya resonó en el ámbito universal y la tenemos que volver a procesar en los ámbitos de nuestras iglesias particulares para dar el segundo paso, para llevar a la Iglesia Universal de nuevo en el ejercicio que se hará en octubre de este año. Las propuestas ya más concretas, sobre todo porque el Sínodo nos pide ahora aterrizar, ver los cómo, es decir, qué propuestas concretas, para ya no quedarnos solo diagnósticos, sino sobre todo, para implementar el espíritu sinodal en el ejercicio del discernimiento y también en la toma de decisiones donde nos veamos involucrados todos los miembros del Pueblo Santo de Dios que camina en un territorio, es decir, la Iglesia particular. Con un esfuerzo muy importante de volver a de continuar también la escucha de aquellos a quienes abordamos en el primer momento del ejercicio".

Mar 6 Feb 2024

Proyecto de reforma a la salud: en el discernimiento de los obispos durante su asamblea plenaria 116

Las reformas planteadas por el Gobierno Nacional, especialmente la de la salud, representan hoy un tema de especial interés para todos los colombianos. También, para los obispos que permanentemente acompañan las necesidades, inquietudes, temores y esperanzas de las comunidades en las diferentes regiones del país.Para los prelados es fundamental poder contar con elementos que faciliten su discernimiento y orientación en este sentido. Por ello, además de otros espacios de análisis previos, durante la segunda jornada de la CXVI Asamblea Plenaria que desarrollan desde este lunes en Bogotá, escucharon la exposición de un experto en el tema. Se trata del doctor Carlos Tovar, director general de la IPS Javesalud, quien les presentó un contexto técnico que ilustra el actual panorama de la salud en el país.De acuerdo con monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura, aunque la misión central de la Iglesia es espiritual y pastoral, sus acciones y mensajes están dirigidos a seres humanos que sufren, se enferman y son vulnerables. Razón por la cual, como pastores, están llamados conocer las necesidades que tienen las comunidades en este sentido y también, las implicaciones las diversas iniciativas puedan producir.“Los territorios, especialmente en las periferias, pasamos por muchas dificultades y en el campo de la salud sí que más, porque es muy precaria la asistencia y en algunos lugares no existe ni siquiera un centro de salud o promotores que puedan llevar prevención o atención, al menos primaria en salud. Por eso, es tan importante conocer temas como la posibilidad de una reforma a la salud en nuestro país y también tener una orientación para nuestro pueblo en los territorios”, afirma monseñor Jaramillo.De acuerdo con el doctor Carlos Tovar, en este momento histórico que vive el país, reflexionar sobre el sistema de salud, sus logros y retos, es fundamental para responder a las inequidades regionales que se tienen y en esto, la Iglesia es clave por su capacidad de incidencia.“Creo que la Iglesia, que es una institución que conoce las realidades territoriales, debe jugar un rol importante en traer esas necesidades regionales y aportar en la construcción de ese nuevo sistema, el que tiene que evolucionar nuestro sistema de salud”, explica el doctor Tovar.Los obispos, especialmente quienes han pastoreado jurisdicciones periféricas del país con graves problemas de pobreza y abandono institucional, han constatado las dificultades del sistema, así como la exclusión a las que algunas comunidades son sometidas. Por esto, -afirma monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social-, esa reforma tiene que aspirar a que haya una cobertura mayor real, de calidad y que garantice seguridad en la prestación del servicio. Agrega que, así como en el proyecto de ley de la reforma a la salud aprobado en diciembre del año pasado en la Cámara de Representantes, hay aspectos positivos, también existen preocupaciones. Razón por la cual, aprovecha para hacer un llamado:“El llamado que nosotros queremos hacer como Iglesia colombiana es a que prime siempre el bienestar de todos los ciudadanos, tengamos instituciones técnicas que sean fuertes y que logremos garantizar este derecho fundamental a toda la población colombiana”, expresa monseñor Barreto.En este mismo sentido, monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, arzobispo de Florencia, dice que, como Iglesia, ratifican su compromiso de seguir buscando oportunidades para hacer equipo de trabajo con los gobernantes locales, de tal manera que se pueda evaluar la situación de la salud actual y buscar juntos caminos que puedan ayudar a ir resolviendo dificultades.“Y nosotros conocemos de fondo y de cerca esta realidad. Cuando visitamos a nuestros campesinos. Así que, queridos gobernantes, estamos siempre listos para ayudarles en el discernimiento y sobre todo, todo lo que sea en bien de nuestras comunidades”, concluye el arzobispo.

Mar 6 Feb 2024

Análisis de la realidad en Colombia y propuestas de trabajo desde la Iglesia: protagonistas en el primer día de la CXVI asamblea de los obispos

Este lunes, 5 de febrero, inició la asamblea plenaria número 116 de los obispos de Colombia. En ‘Así va la Asamblea’, el informativo del episcopado, se dan a conocer los detalles más relevantes de la primera jornada.Este primer encuentro del año tiene como tema protagonista la sinodalidad, pero centrado en lo que fue la primera etapa de la asamblea general del sínodo adelantada en Roma en 2023, y con perspectivas a lo que será el aporte de la Iglesia colombiana en la segunda parte de esta asamblea, que se llevará a cabo en octubre de este año.“Nosotros como obispos, como Conferencia Episcopal, haremos el discernimiento a la luz de una pregunta iluminadora y básica, que es ¿Cómo podemos ser Iglesia sinodal en misión permanente? Ahí se pone en juego todo lo que significa la sinodalidad, no como una palabra, sino como una actitud, como una forma de ser Iglesia y de realizar nuestra misión en todas las parroquias del país”, expresó el cardenal Luis José Rueda Aparicio, quien, durante la apertura del evento, invitó a sus hermanos obispos a ser “instrumentos de renovación sinodal y misionera" en Colombia. Monseñor Paolo Rudelli, Nuncio apostólico en Colombia, manifestó su alegría de poder acompañar, por primera vez, una asamblea plenaria de los obispos del país. Además, se refirió a la importancia del tema que abordarán estos días.“Es un camino que el Santo Padre, el Papa Francisco, nos ha puesto en marcha. Un camino que va siguiendo y que seguirá también después de la Asamblea del próximo octubre, pero en el que creo, todos estamos llamados a esa conversión misionera de una Iglesia que camina con todos, abierta a todos, tratando de ser cercana a todos, sobre todo a las heridas de la humanidad, a las heridas que la misma Iglesia vive para ser signos de Jesús, el buen Samaritano que se acerca a la humanidad”, dijo el representante del papa Francisco.Uno de los grandes protagonistas de este primer día fue el análisis de la realidad del país. Para los prelados es fundamental iniciar su trabajo partiendo de lo que sucede a nivel social, político y económico en las regiones, de los desafíos que se tienen en la nación y de los acompañamientos que se vienen realizando desde la Iglesia en esa materia. Esto, por supuesto, a la luz del Evangelio.“Nuestro aporte como Conferencia Episcopal en cada una de sus asambleas, por supuesto, tiene que ver con nuestra vocación misional, que es evangelizadora, y ahí entendemos que le hacemos un aporte sustancial al país desde la fuerza del Evangelio, pero nos implica analizar el contexto social, la realidad concreta en cada territorio, en todos los matices de la lecturas de todos los señores obispos suman para tener una comprensión del país al que queremos servir, al que queremos ayudar y nos adentramos en los temas álgidos del país, por supuesto, territorios marcados por la violencia”, afirmó monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente del episcopado.Los prelados cerraron el primer día de su primera jornada con una Eucaristía presidida por monseñor Juan Carlos Barrero, obispo de Soacha.Este martes 6 de febrero, estarán visitando la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano, donde se encontrarán con los directivos de este organismo y con más obispos de la región.

Lun 5 Feb 2024

“Seamos instrumentos de renovación sinodal y misionera”: cardenal Luis José Rueda durante la instalación de la Asamblea 116

En la mañana de este lunes 5 de febrero, los obispos colombianos dieron inicio a su asamblea 116. La instalación del encuentro estuvo a cargo del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal. Durante su alocución, el purpurado invitó a sus hermanos obispos a ser “instrumentos de renovación sinodal y misionera" en Colombia.En su mensaje, el primado de Colombia propuso a los prelados cuatro maneras de ser misioneros en sinodalidad para el anuncio del Evangelio en cada una de las jurisdicciones eclesiásticas que pastorean:1.Misioneros que oran y trabajanEl cardenal Rueda les recordó la importancia de entretejer siempre la oración con el trabajo que adelantan, y desde allí, desde ese encuentro permanente con el Señor, mantener la claridad y la energía que necesitan para el desarrollo de su misión.“Y si en verdad somos misioneros que oramos y trabajamos, tendremos necesidad de la Eucaristía con la doble mesa de la Palabra y del Pan de vida, que nos alimenta y nos pone en camino como Pueblo de Dios”.2.Misioneros con alegría y con cruzMonseñor Rueda afirmó que la vida de los misioneros armoniza la alegría y la cruz, asimismo, que el corazón de un obispo está lleno de cicatrices producidas por heridas y sufrimientos propias de su pastoreo en medio del Pueblo de Dios. Por ello, los invitó a alimentar su confianza en el Señor y así sobrellevar las dificultades que, a menudo, deben enfrentar. También, a pensar en sus otros hermanos obispos siendo apoyo cuando lo requieran.“No podemos esperar hasta que llegue el tiempo en que seamos eméritos para comenzar la terapia que nos permita sanar nuestro corazón episcopal. ¡Es ahora, mientras vamos con la cruz de cada jornada! ¡Es ahora que debemos ofrecerle nuestra palabra y nuestra fraternidad a cada hermano obispo! ¡Es ahora, el tiempo propicio para que, en la colegialidad apostólica, nos ayudemos, y así podamos avanzar en una auténtica sinodalidad, desde el peregrinar profundo de nuestro corazón! Con diversas medicinas, el Señor sana nuestro corazón episcopal; mencionemos sólo tres: la fraternidad, la oración y la misión”.3.Misioneros que escuchan y disciernenHaciendo referencia a la metodología usada durante la primera parte de la Asamblea General del Sínodo realizada en Roma en octubre del 2023, conocida como conversación en el Espíritu, el cardenal afirmó que se trata de algo más profundo que una simple estrategia. Dijo que es una manera de ser Iglesia y una forma de vivir su episcopado en la escucha y el discernimiento.Como se plantea el documento de síntesis de dicha asamblea sinodal, -agregó el purpurado-, la auténtica escucha es fundamental en el camino hacia la sanación, el arrepentimiento, la justicia y la reconciliación. Además, que esa escucha debe ser aplicada ante el clamor entero de la creación.“Sólo podremos discernir en profundidad si estamos dispuestos a escuchar la voz del Espíritu que nos habla en una gran sinfonía de voces: de laicos, de la vida consagrada, de ministros ordenados e incluso de personas que no hacen parte de la Iglesia”.4. Misioneros con el gusto de ser pueblo de DiosEl presidente del episcopado terminó su alocución recordando que, como pastores, están llamados a vivir su misión de iluminar, bendecir, vivificar, levanta y sanar, desde un amor cercano y comprometido con el bien de todos. Esto implica caminar juntos, como pueblo, consolidando relaciones fraternas, animadas por la fe, la esperanza y la caridad.“A nosotros los obispos, el servicio a la santidad de la comunidad eclesial nos pide tiempo y espacio, paciencia y dedicación para estar cerca de la gente. En este encuentro cercano, crece y da fruto nuestra vocación misionera, al estilo de Jesús, quien toma el riesgo misionero de ser cercano a los pecadores, a los enfermos, a los relegados por la religión y por la sociedad”.