Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - Se está volviendo reiterativo el hecho de querer imponer un pensamiento religioso, desconociendo algo que es muy claro en Colombia, “el hecho religioso católico” de un país que por siglos se ha ido consolidando en los cimientos del Evangelio y del humanismo cristiano.
“La decisión obedece a una tutela en la que se argumentó que, en el edificio se estaba violando el derecho fundamental de laicidad del Estado” (Periódico El País, nov. 7 de 2020, A10). Según se pudo comprobar, en un espacio pequeño en que había un oratorio, se tenían el Sagrario con Santísimo sacramento y dos imágenes muy queridas por los vallecaucanos: el Cristo Milagroso de Buga y la imagen del San Juan Pablo II, especialmente.
Me vienen unas series de preguntas que considero oportuno compartirlas:
En la reciente encíclica Fratelli Tutti, el Papa Francisco de nuevo convoca a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a trabajar por el respeto mutuo, a valorar al otro, a reconocer que en la diferencia hay riqueza. Frente al tema del respeto de las tradiciones religiosas, de cualquier credo, y en particular de las convicciones cristianas, dice el Papa, primero, que “El culto a Dios sincero y humilde no lleva a la discriminación, al odio y la violencia, sino al respeto de la sacralidad de la vida, al respeto de la dignidad y la libertad de los demás, y el compromiso amoroso por todos” (FT, 283), y, segundo, que “los cristianos pedimos que, en los países donde somos minoría (y en Colombia no lo somos, pero a veces nos tratan como minoría), se garantice la libertad, así como nosotros la favorecemos para quienes no son cristianos allí donde ellos son minoría. Hay un derecho humano fundamental que no debe ser olvidado en el camino de la fraternidad y de la paz; el de la libertad religiosa para los creyentes de todas las religiones” (FT, 279).
Como Obispo católico, en nombre de quienes hacemos parte de la Iglesia católica, invito a que en vez de gastar tiempo y energías en este tipo de declaraciones, tutelas y sentencias judiciales, trabajemos juntos, sabiendo que, como también lo dice el Papa Francisco, “esa libertad religiosa proclama que podemos encontrar un buen acuerdo entre culturas y religiones diferentes; atestigua que las cosas que tenemos en común son tantas y tan importantes que es posible encontrar un modo de convivencia serena, ordenada y pacífica, acogiendo las diferencias y con la alegría de ser hermanos en cuanto hijos de un único Dios” (FT, 279).
En este caso la tutela fue contra la Gobernación del Valle del Cauca, pero los afectados son los ciudadanos que profesan la fe católica, comenzando por la Gobernadora, a quien se le quiere impedir que viva y exprese coherentemente sus convicciones de fe, tal como se quiso hacer con el Presidente de la República, en el caso de la Imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y su presencia en la Eucaristía en honor del Señor Caído de Monserrate. Mañana, Dios no lo quiera, se buscará entutelar al Señor de la historia y del mundo, pues su existencia, que nada ni nadie puede negar, es escándalo y necedad para algunos.
+ Luis Fernando Rodríguez Velásquez
Obispo Auxiliar de Cali
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