Pasar al contenido principal

cámara de representantes

Mié 10 Mar 2021

CEC en foro: “La Defensa de la Vida desde el Legislativo”

“La defensa de la vida es un derecho que corresponde a la naturaleza humana, a la dignidad que toda persona tiene por ser imagen y semejanza de Dios”. Con estas palabras, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de Santa Rosa de Osos y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), intervino en el Foro: “La Defensa de la Vida desde el Legislativo”, convocado por la Presidencia de la Cámara de Representantes, este miércoles 10 de febrero. El prelado evocó al Papa Francisco, quien insistentemente ha dicho que “la defensa de la vida humana no es cuestión de derechos que se tengan que poner, porque no son derechos que la persona humana lleva, sino es cuestión de humanidad”. Recordó cómo el Catecismo de la Iglesia católica indica que la vida humana debe ser tenida como sagrada, porque esta es fruto de la acción creadora de Dios. “Solo Dios es Señor de la vida, desde su comienzo hasta su término, nadie en ninguna circunstancia puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente”. Frente a esto, el prelado hizo un llamado a la sociedad civil y a las autoridades legislativas para que los derechos de toda persona sean reconocidos y respetados, y, agregó: “Estos derechos no son subordinados ni a los individuos, ni a los padres, ni son una concesión de la sociedad o del Estado, sino que pertenecen a la naturaleza humana y son inherentes a la persona”. Agradeció a todos los hombres y las mujeres que trabajan con convicción en la defensa de la vida, así como a las diferentes confesiones religiosas y organismos de otra índole que se unen para salvaguardar la vida de las personas desde su concepción hasta la muerte natural. Su intervención finalizó recitando el Salmo 138, una oración en la que se reconoce que Dios es creador y que sostiene en todo momento la vida de cada persona. Con este espacio, propuesto por la bancada pro vida del Congreso de la República y organizado por la presidencia de la Cámara de Representantes, se logró analizar y escuchar desde diferentes perspectivas todo lo inherente a la lucha en defensa de la vida, los cuidados paliativos y la eutanasia, entre otros temas relacionados, contó además, con la intervención de expertos nacionales e internacionales de distintos sectores sociales.

Lun 9 Nov 2020

“Eutanasia, crimen contra la vida humana y la Ley Divina”

Así lo afirmó monseñor Juan Vicente Córdoba Villota, presidente de la Comisión de Promoción y Defensa de la Vida del Episcopado colombiano, quien este 06 de noviembre intervino en la audiencia pública plenaria de la Cámara de Representantes, donde se debatió sobre el proyecto de ley 063 de 2020 que tiene como fin “establecer disposiciones generales para el acceso al derecho a morir dignamente bajo la modalidad de la eutanasia”. Monseñor Córdoba Villota, durante su intervención, recordó que la vida humana es sagrada y nadie tiene derecho a quitarla.“Se acude a la eutanasia cuando se ha perdido el valor de la vida humana, cuando se cree que esa vida ya no vale y hay que deshacerse de ella, pues esto causa dolor. Aquí se da lo que el Papa Francisco llama la cultura del descarte, que responde a una visión utilitarista de la vida y del ser humano”, afirmó. También asintió que la muerte no es la solución al sufrimiento, antes bien, es un mayor dolor para la familia de quien aplica la eutanasia, por causa de la muerte de la persona. “El sufrimiento no termina con huir de él. Eso sería evasión y negación. Al huir de él se aumenta el sufrimiento de alguna manera. El sufrimiento solo es sanador desde el amor. Una madre se sacrifica y sufre no por masoquismo, sino por amor a sus hijos y eso tiene sentido”. Explicó que las palabras “enfermedad”, “dolor” y “muerte”, no encuentran un sentido humano cuando éstas se rigen por criterios de una calidad de vida determinada por un bienestar subjetivo, refiriéndose a lo material y utilitario. También acertó en decir que es errado concebir la libertad como la capacidad de realizar los propios deseos, sin hacer referencia al bien objetivo sino solo al subjetivo,“lo cual es errado, porque esa concepción nos llevaría a exaltar el suicidio como si fuera un acto humano responsable y hasta heroico, sin referirme aquí al suicidio cuando es movido por una patología. La legitimación de la eutanasia es afirmar un acto individualista de la elección del individuo sobre lo suyo, sobre su propia vida carente ya de calidad”. Finalmente, en siete puntos, explicó porque el practicar la eutanasia en una persona es un hecho de gravedad. • Jamás es lícito quitarle la vida a un paciente, ni siquiera para no verle sufrir o no hacerlo sufrir, aunque él lo pidiera expresamente. • No es lícita la acción que por su naturaleza provoca directa o intencionalmente la muerte del paciente. • No existe la obligación de someter al paciente terminal a nuevas operaciones quirúrgicas o a procedimientos terapéuticos cuando no se tiene la fundada esperanza de hacerle más llevadera su vida. • Es lícito dejar de aplicar tratamientos desproporcionados a un paciente en coma irreversible cuando haya perdido toda actividad cerebral. Pero no lo es cuando el cerebro del paciente conserva ciertas funciones vitales, si esa omisión provocase la muerte inmediata. • Las personas minusválidas o con malformaciones tienen los mismos derechos que las demás personas, sean pre o post natal. Consulte [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]el texto completo de la intervención de monseñor Juan Vicente Córdoba Villota