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destrucción

Mar 13 Jul 2021

La prudencia hace verdaderos sabios

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez Seguimos inmersos en un tiempo difícil para la sociedad y la Iglesia. La pandemia sigue arreciando dejando a su paso muertes y enfermos en número creciente. Por otra parte, hemos vivido también un periodo de tiempo plagado de incertidumbre, peticiones y de sueños por el paro nacional que, igualmente, trajo consigo en algunos lugares, dolor, muerte y destrucción. En ambos casos se hace común la palabra crisis. Crisis por el covid-19, crisis por el paro, las marchas y los bloqueos. Esto me lleva a pensar que desde la fe, estamos llamados a dar a la crisis el significado que lleva también implícito y es el de la oportunidad. Toda crisis implica un movimiento, un desacomodamiento. Me viene a la mente el bebé a punto de nacer. Nadie le ayuda. Acomodado como estaba a los nueve meses en el vientre materno, entra en crisis porque le llega la hora de nacer. Comienza su movimiento. Siente dolor, al igual que su madre, que como bien dice el texto evangélico, “cuando va a dar a luz está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo” (Juan 16, 21). Es el caso igual del pollito, que para salir del huevo, debe él mismo romper el cascarón. Escribo esto porque estas crisis desde la fe, son una oportunidad sin igual para varias cosas, que a manera de tips planteo. Estas crisis nos servirán: Para revisar nuestra vida y descubrir lo vulnerables que somos. Para identificar lo bueno que hemos hecho, el bien que dejamos de hacer y el mal que hemos hecho o no hemos evitado. Para medir nuestra fe en Dios, en los demás y en sí mismos. Para ser creativos y buscar juntos las acciones que debemos y podemos realizar para superar las crisis y encontrar soluciones efectivas a los problemas reales que nos agobian. Para mirar el futuro con optimismo. No se puede dejar que el pesimismo y las malas energías sean las que dominen. El Señor está con nosotros, y más en estos momentos de prueba. Para incrementar la globalización de la caridad y de la solidaridad. Para volver la mirada al Dios de la vida que repite una vez más sus palabras: ¡no tengan miedo! Para ratificar que la auténtica crisis lleva a la vida y no a la muerte. Así como el niño y el pollito y toda criatura que vive superaron la crisis del parto, así nosotros vamos a superar las crisis del covid-19 y del paro nacional con sus secuelas. Es la crisis la que nos tiene que llevar a salir mejores. Pero tenemos que ser prudentes con el auto cuidado que exige el covid-19 esparcido por todas partes, y para discernir los acontecimientos que hemos vivido con el paro nacional. Hacer este ejercicio con prudencia, nos permitirá llegar lejos. + Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo auxiliar de Cali