explosión

El obispo castrense, Fabio Suescún Mutis visitó en el hospital de la Policía a los uniformados que resultaron heridos tras la explosión de un petardo en el barrio La Macarena, en Bogotá. El prelado luego de rechazar estos hechos, dio una voz de aliento a los uniformados y sus familias e impuso en su momento los santos óleos al patrullero Albeiro Garibello Alvarado, quien falleció en el día de ayer por causa de los múltiples traumatismos que sufrió en su cabeza. Monseñor Suescún Mutis exhortó a los miembros de la Policía Nacional, a los integrantes de las Fuerzas Militares, al sector defensa y a la sociedad en general, a unirse en oración para que estos actos no se repitan y se acaben de una vez por todas. Desde el Obispado castrense se manifestó el sentimiento de pesar por el fallecimiento del patrullero, extensivo a su familia con la oración por la fortaleza de poder soportar el vacío de este ser querido. Asimismo, animaron a todos los miembros de la institución para que a pesar de estos hechos, “se siga prestando un servicio con amor y tolerancia, para que sigan, pese a las dificultades y el dolor brindando el servicio a la sociedad”.