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género

Vie 19 Ago 2016

El derecho a disentir

Por Monseñor Froilán Casas - El disentir es una de las expresiones de la verdadera democracia. Obviamente este derecho se debe enmarcar dentro del respeto a las leyes. Una democracia que no tenga oposición no es democracia, es dictadura de partido. Un monopolio de partido es una dictadura disfrazada. Recientemente ante la política de gobierno presionada por organismos internacionales, que quiere imponer la ideología de género en la educación escolar, los cristianos católicos y otros cristianos de Iglesias separadas, salimos a protestar por la injuriosa intromisión del Estado al pretender suplantar a los padres de familia en el derecho inalienable de dar formación sexual a sus hijos. En un Estado democrático, los gobiernos ayudan a los padres en esta tarea, pero no los sustituyen. Se debe respetar la identidad cultural de un pueblo. Las creencias hacen parte vital de la cultura de un pueblo. Los cristianos católicos, siguiendo la ley natural, afirmamos que el sexo no es cuestión de elección, el Creador ha dotado a la naturaleza humana de esta dimensión esencial a la persona humana. Pretender afirmar que la escogencia de género es una cuestión cultural, es un pecado contra el Creador, es negar el plan de Dios en la creación humana. ¡Qué soberbio y atrevido que ha sido el hombre en toda su historia! Se quiere borrar a Dios de la ciudad humana. En todas las épocas, los regímenes totalitarios de derecha o de izquierda han buscado negarles a los padres el derecho de educar a sus hijos. Esto no es nada nuevo. La Iglesia católica siempre se ha opuesto a tal abuso del Estado, -por decir lo menos-. Defendemos el derecho inalienable de los padres de educar a sus hijos, sobre todo en materia sexual. Un Estado laico no es el que masacra las creencias de un pueblo, es el que las respeta. Los cristianos católicos somos ciudadanos y como tales tenemos el derecho a disentir ante políticas gubernamentales que atenten contra nuestros principios. Los gobernantes, que son elegidos por el pueblo, no deben olvidar que sus electores, en su gran mayoría son creyentes y, por lo tanto deben ser respetadas sus creencias. Traiciona y lacera un gobernante a un pueblo que lo ha elegido cuando pisotea sus valores religiosos. Quienes pretenden implantar la ideología de género, ¿por qué no se van a los países de cultura musulmana y la proponen a ver qué les pasa? Nuestros permanentes depredadores nos quieren reducir a las sacristías para que les hablemos a personas octogenarias o nonagenarias; salir a la plaza pública es “meterse en política”. Si lo hacen otros grupos religiosos, sociales o culturales, eso es algo normal. Nos quieren mutilar y reducir al ostracismo de las mazmorras. Los padres de familia deben estar atentos a vigilar con sumo cuidado las políticas educativas. Ellos son quienes determinan la orientación religiosa de sus hijos. Defenderemos siempre el respeto a toda persona independientemente de su sexualidad, etnia, partido o religión. Las situaciones sexuales de cada persona deben ser respetadas; censuramos todo matoneo o acoso escolar en esta materia; esto es infame y denigrante. Afirmamos sin ambages que todo ser humano es imagen y semejanza de Dios. Monseñor Froilán Casas Obispo de Neiva