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monseñor elkin álvarez

Jue 29 Oct 2020

En Cristovisión: Jornada vocacional y misionera

En una eucaristía transmitida hoy (oct. 29), por el canal de Cristovisión, donde se animó una jornada por las vocaciones y como cierre al mes de las misiones que la Iglesia ha vivido este mes de octubre, el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Elkin Álvarez, pidió agradecer a tantos hombres y mujeres que entregan, a través de su vocación, un servicio generoso en favor de los más necesitados. “En esta jornada vocacional y misionera, el Señor nos pide que reconozcamos su obra en la vocación de hombres y mujeres que generosamente han respondido sí al llamado que el Señor les ha hecho; pidamos por ellos, porque la Iglesia sostiene a los llamados para que vivan santamente la vocación a la que han sido convocados”, afirmó. Siguiendo la lectura del día, afirmó que el evangelista Lucas sugiere a todo el pueblo de Dios seguir pidiendo por las vocaciones.“El Señor promete que no dejará de actuar, no dejará de llamar y sostener a los que llama. Él mismo sigue haciendo la obra en medio de su pueblo, del pueblo redimido con su propia sangre con su muerte y resurrección, Él se manifiesta a través de los que llama, consagra y envía”. Durante su homilía, el también obispo electo de Santa Rosa de Osos, agradeció en nombre de los obispos de Colombia a quienes de manera incondicional se han encargado de trabajar en la promoción de vocaciones y en la formación permanente para el cultivo y acompañamiento de las mismas. Por último, animó a interceder ante la Santísima Virgen, para que ella acompañe a la Iglesia en esta tarea vocacional e invitó para que quienes sientan“el llamado de Dios le digan al Señor sí, hágase en mí según tu palabra”. La homilía completa puede verla en la página en Facebook del canal Cristovisión:[icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Jue 22 Oct 2020

Obispo Elkin Álvarez en Foro Hemisférico de Libertad Religiosa

Durante su intervención en el primer “Foro Hemisférico de Libertad Religiosa y de Creencias”, que inició hoy y culmina mañana viernes, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio del Interior, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, identificó algunosdesafíos que considera han de tenerse en cuenta con respecto a la promoción de la libertad religiosa y el diálogo interreligioso en nuestro país. Precisó cuatro desafíos, a saber: establecer una pedagogía común de libertad religiosa;vincular, cada vez más, el tema de la libertad religiosa y los derechos de la persona; favorecer los canales para el diálogo interreligioso sin que el Estado se convierta en autorector del hecho religioso, y respetar que la dimensión religiosa haga parte de la dinámica pública. Indicó que“es importante establecer una pedagogía para la comprensión del alcance del derecho a la libertad religiosa y de los caminos pertinentes que han de darse para la promoción del diálogo interreligioso”. Dijo que para algunas personas el tema de la religión y el derecho a profesarla ha caído en algo de instrumentalización.“Sumado a esto, en algunos ambientes se percibe que la libertad religiosa se limita solo a un espacio intimista y privado de cada persona”. Mantener la identidad propia de la libertad religiosa como derecho fundamental Observó que es significativo que las comunidades de fe y el Estado estén vigilantes para que el derecho fundamental de la libertad religiosa se mantenga en esa categoría y “no se actúe por compromisos e intereses de unos y otros, convirtiendo este derecho fundamental en una concesión vinculada a los mencionados compromisos”. Por otra parte, recordó que es tarea de los Estados el reconocer y garantizar el libre ejercicio de este derecho fundamental, sin entrar a regular las competencias propias de cada confesión. Pero advirtió que también es responsabilidad de las comunidades de fe procurar un diálogo regido por principios de identidad y comprensión de fe de cada comunidad. “Los Estados deben diferenciar los espacios propios de diálogo en iniciativas de bien común o los espacios de interactuación común con miras a una convivencia armónica, realidades éstas en las que los Estados tienen su injerencia para garantizar el orden social.Muy distinta debe ser su interacción respecto de los diálogos religiosos o interreligiosos, que cada comunidad en su propia autonomía y relacionamiento establece, los cuales incluyen aspectos doctrinales y comprensión religiosa”. La libertad religiosa y los derechos El prelado resaltó la centralidad de la persona humana como fundamento y sujeto de los derechos y libertades que ella tiene. Por tanto dijo“En la libertad religiosa se expresa la especificidad de la persona humana, por la que puede ordenar la propia vida personal y social a Dios.Negar o limitar de manera arbitraria esa libertad, significa cultivar una visión reductiva de la persona humana”. ¿Cómo responder a estos desafíos y contrarrestar acciones que restrinjan dicha libertad? Para el también obispo electo de Santa Rosa de Osos, el llevar adelante y cumplir con estos desafíos planteados, es necesario que haya un diálogo sincero y respetuoso entre los entes gubernamentales y las distintas expresiones de fe.“En ellos debe primar la comprensión de la persona humana, el bien común; debe ser un anhelo de servicio y aporte en el que cada uno asume ese compromiso como lo expresa el Papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti – Hermanos todos”. Para finalizar su intervención, dijo que“es necesario concertar las agendas del diálogo, no solo para hacer más eficaz el trabajo en esta línea del encuentro interreligioso, sino también para no dejar el espacio valioso que se tiene a cuestiones intrascendentes o a discusiones lejanas de los propósitos propios de la libertad religiosa”. Según lo han expresado sus organizadores, el Foro Hemisférico de Libertad Religiosa, que se realiza de manera virtual hasta el 23 de octubre, busca "impulsar el diálogo interreligioso entre diferentes cultos y creencias sobre las acciones que se están emprendiendo en las Américas para promover la libertad religiosa".

Jue 22 Oct 2020

Nuevo obispo para la diócesis de Santa Rosa de Osos

El Papa Francisco ha designado como nuevo obispo de la diócesis de Santa Rosa de Osos, a monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, hasta ahora obispo auxiliar de Medellín. Monseñor Álvarez Botero es el actual secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, cargo que seguirá ocupando hasta que el Episcopado realice nuevas elecciones de sus directivas. MONSEÑOR ELKIN FERNANDO ÁLVAREZ BOTERO Nació en el municipio de El Retiro, Antioquia, diócesis de Sonsón - Rionegro, el 21 de noviembre de 1968, en la familia de Guillermo y Teresa. Tiene dos hermanos y una hermana. Después de haber frecuentado la escuela primaria y parte de la secundaria en el municipio de origen, en 1983 ingresó en el Seminario Menor Diocesano Nuestra Señora de Marinilla, donde concluyó los estudios de bachillerato y cursó la filosofía (1987-1988). En el Seminario Nacional Cristo Sacerdote de La Ceja estudio la teología (1998-1991). Luego, cursó estudios de Teología Bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, obteniendo la Licencia (1992-1994). Fue ordenado sacerdote el 1° de julio de 1993 en Roma, en la capilla del Colegio Internacional María Mater Ecclesiae, por imposición de manos de Mons. Flavio Calle Zapata, entonces obispo de Sonsón - Rionegro. Ha desempeñado los siguientes oficios pastorales: -Diácono vicario parroquial de la Catedral de Sonsón (1992) -Formador y profesor del Seminario Nacional de Cristo Sacerdote de La Ceja (1994-2000) -Delegado episcopal para la Animación Bíblica de la Pastoral de la diócesis de Sonsón - Rionegro (1996-2003) -Miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores de la diócesis de Sonsón - Rionegro (1999-2003) -Rector y ecónomo del Seminario Nacional de Cristo Sacerdote de La Ceja (2000-2003) -Colaborador local de la Nunciatura Apostólica en Bogotá (2003-2010) -Director de los Departamentos de Ministerios Ordenados y de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia (20 l 0-2012) El 28 de mayo de 2012, Su Santidad Benedicto XVI lo nombró obispo auxiliar de Medellín y fue ordenado obispo el 4 de agosto de 2012. El 7 de julio de 2016, la CI Asamblea Plenaria lo eligió Secretario General de la Conferencia Episcopal, para el periodo 2016-2019. El 5 de julio de 2019, la CVIII Asamblea Plenaria lo reeligió Secretario General de la Conferencia Episcopal, para el periodo 2019-2022.

Mar 25 Ago 2020

"Hemos llegado a un punto escandalosamente doloroso"

Esta ha sido la expresión de Monseñor Elkin Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), tras referirse a las masacres que siguen ocurriendo en varias regiones de país. El prelado en diálogo con la agencia católica ACIPRENSA lamentó lo que está pasando y advirtIó que estos asesinatos no son hechos aislados, sino que tienen que ver con fenómenos que suceden de tiempo atrás. A continuación la entrevista con ACIPRENSA: Mons. Elkin Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), lamentó que con las recientes masacres ocurridas en los últimos días, se ha llegado a un punto “escandalosamente doloroso” en el país. “Creemos que detrás de estas masacres hay una degradación muy alta de la violencia. No sabemos de dónde proviene y las reales causas de esto, pero hemos llegado a un punto escandalosamente doloroso para el pueblo colombiano”, dijo el también Obispo Auxiliar de Medellín en declaraciones a ACI Prensa. Las masacres en el mes de agosto han cobrado la vida de 42 personas. La última ocurrió el domingo 23 en el municipio de Venecia, en el departamento de Antioquia, donde fueron asesinadas tres personas, incluyendo un menor de edad. Mons. Álvarez dijo a ACI Prensa este lunes que “según lo que hemos conversado con los obispos de las regiones afectadas, estas masacres no son hechos aislados, tienen que ver con fenómenos que suceden desde hace muchos años”. Recordó que el Episcopado siempre los ha denunciado, así como lo ha hecho ante “la economía ilícita que genera todo el proceso del narcotráfico”. “No sabemos a ciencia cierta qué grupos están comprometidos en esto, pero probablemente haya grupos armados ilegales de los que ya son conocidos y que están causando terror en la región”, agregó el Obispo. “El Episcopado colombiano ha emitido un comunicado reclamando nuevamente el derecho a la vida que es el derecho fundamental, pidiendo a los grupos armados cesar la violencia y pidiendo al gobierno más intervención y presencia en estas regiones; y pidiendo además que se sigan concretando los acuerdos de paz, para poder seguir trabajando con regiones donde haya más seguridad en la vida de todas las personas”, resaltó el Prelado. Un día antes de la masacre del municipio de Venecia, fueron asesinadas seis personas en el departamento de Nariño y otras dos están desaparecidas. El 21 de agosto ocurrieron dos masacres. Una en el municipio rural de El Tambo, en el departamento del Cauca, donde fueron asesinadas seis personas que habrían sido ejecutadas por miembros de la disidencia de las FARC. La otra masacre ocurrió en el corregimiento El Caracol en el departamento de Arauca, donde la disidencia de las FARC habría sido la autora de los cinco asesinatos. El 18 de agosto tres miembros de la comunidad indígena awá fueron asesinados en el departamento de Nariño. Tres días antes, ocho jóvenes fueron ejecutados en el pueblo Catalina del municipio de Samaniego, también en el departamento de Nariño. El 12 de agosto fueron asesinados cinco menores de edad en el Llano Verde, un barrio en el oriente de Cali, en el departamento del Valle del Cauca. El 2 de agosto fue reportada una masacre de seis personas en el área rural del municipio de Puerto Santander de Cúcuta. El 23 de agosto, el presidente de Colombia, Iván Duque, indicó a RCN que “hay personas que dicen que las masacres volvieron o los asesinatos colectivos volvieron; y es que no volvieron porque no se han ido, desde 1998 tenemos 1.361 incidentes de estos en el país y en nuestro Gobierno llevamos 37, el 2.7% de estos hechos. Estos crímenes deben enfrentarse sin hipocresía y con determinación”. Tras visitar Cali y Samaniego, el mandatario dijo que “lo primero que tenemos que hacer es esclarecer los hechos y que los culpables se conozcan y tengan sanciones ejemplarizantes por los hechos deleznables”. En declaraciones a ACI Prensa, Mons. Elkin Álvarez resaltó que “en las regiones afectadas las diócesis están muy presentes ante este tipo de hechos. La presencia de los sacerdotes en las comunidades es valiosa y muy tenida en cuenta”. “Ha habido acompañamiento a los familiares de las víctimas y también se siguen con todos los procesos de paz a nivel eclesial, buscando la reconciliación y llamando a defender la vida”, concluyó. Fuente: Agencia católica ACIPRENSA

Jue 25 Jun 2020

Encuentro sobre el Documento "Pandemia y Fraternidad Universal"

La tarde del 23 de junio se llevó a cabo un encuentro “on line” entre la Pontificia Academia para la Vida, el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y los representantes de las Conferencias Episcopales del norte de América Latina (Colombia, Centroamérica, Cuba y México), para profundizar acerca del tema de la pandemia. El diálogo se centró en el documento: "Pandemia y Fraternidad Universal", que fue presentado por la Pontificia Academia para la Vida y que aborda el tema de la emergencia del COVID-19. Por Colombia participaron monseñor Elkin Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal, y monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombia. Compartamos algunos aspectos que el portal digital Vatican News ofrece como conclusiones de esta reunión. La salud como bien público "Nos interesa un diálogo sobre los problemas de salud y el bien común y esto es un primer paso para salvar vidas humanas: la salud como bien público", explicaron los representantes de los episcopados. Por su parte, monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, reconstruyó las etapas más importantes que han marcado la actividad del organismo pontificio. Humana communitas en la era de la pandemia "La Academia ha publicado una primera nota titulada Pandemia y Fraternidad Universal, el 30 de marzo", dijo monseñor Paglia y añadió que "en los próximos días saldrá un segundo documento, dedicado específicamente al tema de la salud pública, Humana communitas en la era de la pandemia: reflexiones sobre el renacimiento de la vida". Cambio de época El presidente de la Pontificia Academia para la Vida anticipó, asimismo, que "se está trabajando en un texto sobre los ancianos, que han sido y siguen siendo las víctimas más numerosas de la pandemia". Estos textos se entregarán a la reflexión de todos para ayudarnos a entender el significado de lo que está sucediendo en el mundo hoy en día. Y añadió que se dan cuenta de lo oportuna que es la afirmación del Papa Francisco, aclarando que: "No estamos en una época de cambios, sino de cambio de época. No cabe duda de que todo el horizonte de la atención médica debe ser repensado, tanto a nivel regional como internacional". “Lo que está en juego –dijo- es complejo y abarca varias áreas, desde la integridad de la investigación científica hasta su libertad con respecto a cuestiones de beneficio económico. En este contexto, se pide que se replanteen las instituciones internacionales relacionadas con la salud de todos los miembros de la familia humana que viven en la casa común, que es el planeta". En el curso del foro, el sociólogo Gianni Tognoni, denunció la "fragmentariedad” de las respuestas de los gobiernos y de los científicos frente a la crisis, mientras monseñor Héctor Fabio Henao, director de Caritas Colombia, volvió a referirse a la gravedad de la actual crisis ambiental y su impacto en la salud. Monseñor Carlos Garfias (de México) insistió en la solidaridad y en las respuestas que la Iglesia puede ofrecer a las poblaciones perdidas. También para monseñor Alfonso Miranda (de México), generar esperanza y dar respuestas concretas es fundamental frente a la crisis laboral y social provocada por la pandemia. Por su parte, monseñor Elkin Álvarez habló de la grave "desarticulación de las instituciones" y de la falta de respuestas frente a las necesidades de la población de Colombia. En conclusión, se pidió a la Pontificia Academia para la Vida que acompañe la reflexión de la Iglesia en América Latina para asegurar que la misma Iglesia sea capaz de generar esperanza y solidaridad. A la vez que monseñor Paglia reiteró: “Necesitamos reformas del sistema de salud, pero sobre todo un cambio decisivo hacia una civilización del amor, de la solidaridad, y de la fraternidad”.

Lun 6 Abr 2020

Iglesia preparada para Semana Santa

"La Iglesia católica está preparada para vivir en este tiempo de pandemia la Semana Santa, llegando a todos los hogares católicos sin salir de la casa", así lo ha expresado el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Elkin Álvarez Botero, en una entrevista concedida al diario El Espectador. LEA LA ENTREVISTACOMPLETA El secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia habló sobre cómo la Iglesia colombiana se ha preparado para celebrar la Semana Mayor de los católicos de una forma distinta. Así como dicen que el mundo va a cambiar, él considera que ellos como institución también deben de hacerlo. Así como el brote del coronavirus en el país ha puesto en jaque a la economía, ha obligado al Gobierno a tomar decisiones contingentes, la Iglesia también se ha visto tocada, especialmente este tiempo en el que se vive la Semana Santa. El Espectador habló con monseñor Elkin Álvarez, secretario general de la Conferencia Episcopal, para indagar cómo los sacerdotes y obispos se preparon para llegar con el mensaje de pascua y resurrección de Jesús a todas las familias católicas del país. ¿Qué significa para ustedes como Iglesia celebrar Semana Santa de esta forma tan excepcional? Para nosotros celebrar la fiesta de la pascua, que es central en la vida cristiana, en estos tiempos de coronavirus es un acto de confianza, de reafirmar la fe en el señor y de sentirnos Iglesia que celebra el misterio de la salvación en el lugar donde estemos. Estos momentos nos llama, sobretodo, a que afiancemos, que volvamos a él y lo tenemos que hacer viviendo las circunstancias que tenemos. Igualmente, para nosotros significa un desafío pastoral, crear conciencia en los fieles que la Semana Santa no se suspende, la celebramos de un modo distinto, separados físicamente, pero unidos espiritualmente. Usted habla de desafíos para llevar a cabo la Semana Santa en tiempos del coronavirus, ¿cuáles son? A nosotros nos ha llegado unas instrucciones y directivas por parte de la Santa Sede que tienen que ver con los aspectos generales de la celebración de la Semana Santa, teniendo en cuenta que la mayoría de los países del mundo implementaron una cuarentena en estos días. En cada diócesis se deben de aplicar. Por ejemplo, de alguna manera, se nos ha pedido que hagamos ayudas para que los fieles en la casa puedan celebrar también en familia con unas lecturas de la palabra de Dios, unas oraciones y reflexiones. La mayoría de las diócesis en estos momentos tienen alguna forma para compartir con sus fieles a través de los correos electrónicos o de WhatsApp. También están los medios tradicionales o digitales, los que hemos usado para transmitir la celebración de la eucaristía sin presencia del pueblo. Y sobre la catequesis y la pastoral, algunos han activado una línea espiritual para atender a los fieles y la atención caritativa también ha continuado con obras propias de la Iglesia, bien como vehículo de otras entidades para ayudar a los más pobres y vulnerables. ¿Cómo llegarán a los lugares más remotos del país para que la gente que viva allí también celebre la Semana Santa? En Colombia la Iglesia católica está compuesta de 77 jurisdicciones, arquidiócesis, diócesis o vicariatos, entonces las comunidades más lejanas de alguna manera tienen una cobertura con los medios propios en el ámbito que les toca. Pienso en un vicariato como el de Leticia, el obispo de allá tendrá la manera o la buscará para hacer llegar la Semana Santa a sus fieles según los recursos propios, pero diríamos que generalmente los párrocos conocen bien a su comunidad y tienen en cuenta aquellos más pobres para que de alguna manera sientan la presencia de la Iglesia y puedan vivir la celebraciones litúrgicas, por lo menos a través de un celular o la radio que en muchos lugares todavía subsisten como el medio de comunicación más importante. Estas cosas se tienen en cuenta en cada diócesis. Usted hablaba de ayudas, ¿cómo lo está haciendo la Iglesia ante las necesidades que ha despertado esta situación? Hay un grupo de personas que venía siendo ayudado por la Iglesia a través de los programas de pastoral social. Estos se han intensificado y se ha continuado con la ayuda. Claro que han cambiado las formas, por ejemplo, algunos comedores que tenían la asistencia diaria, ahora envían los mercados a domicilio o inventando maneras para que no hayan concentraciones de gente. También están los bancos de alimentos que ha sido el canal para que empresas donen o hagan llegar recursos a las familias más pobres. Igualmente, cada parroquia tiene un programa, una ayuda, un grupo de personas, entonces esas obras de caridad han continuado. Hemos motivado para que la gente se fije en aquellos que tienen cerca, aunque no sea una obra institucional, pero todos estamos llamados a la caridad y solidaridad. ¿Es la primera vez que la Iglesia se ve abocada a celebrar la Semana Santa de una manera distinta por las circunstancias excepcionales que se presentan? En algunos momentos de la historia ha ocurrido, pero por otras razones en las que nos ha tocado vivir celebraciones de la Semana Santa con participación reducida de fieles o encerrados, por ejemplo, en los países donde ha habido alguna persecución contra la Iglesia católica. Así mismo, con estas características del coronavirus es del todo nuevo y más porque en la actualidad tenemos todas estas posibilidades de los medios de comunicación, entonces hay muchas novedades. ¿Desde la perspectiva nacional, cómo el coronavirus los ha afectado a ustedes como Iglesia? En Colombia ha ido evolucionando la situación, las primeras medidas que se tomaron reducían la participación de las personas en la eucaristía, que no se diera el saludo de la paz ni la comunión en la mano. Después aparece la cuarentena definitiva y el aislamiento total, entonces hemos venido tomando las decisiones de acuerdo con lo que se ha venido presentando y cada obispo se ha preparado con el ánimo de poder hacer esta Semana Santa distinta y que pueda contar con la participación de todos los fieles. ¿Cómo se están cuidando del coronavirus en la Conferencia Episcopal? En primer lugar, todo el personal está en sus casas trabajando y aquí en la Conferencia quedamos algunos sacerdotes y un grupo pequeño que seguimos atendiendo estas cosas. No ha habido momento para ocuparse de otros temas y seguimos atendiendo, especialmente, todo lo que tiene que ver con esta pandemia, con lo que nos va llegando del Vaticano, pero nos estamos cuidando bien entre nosotros. Hay quienes dicen que el mundo cambiará luego de superado el coronavirus, ¿qué cree que la Iglesia puede llegar a cambiar? Creo que ese pensamiento, de alguna manera, nos está rondando a todos: lo que el mundo va a cambiar. A medida que se produzcan cambios en la sociedad, también la Iglesia debe de responder desde la fe a las expectativas y a las necesidades de las personas. Desde ese punto de vista también, digamos, el anuncio del Evangelio, la manera de atender a la pastoral, de alguna manera, tendrá que cambiar. En estos momentos no me adelantaría a hablar de unos cambios de proceder. La verdad desde Cristo, el amor de Dios serán siempre nuestras bases que, de acuerdo con los tiempos, tienen que ser entregadas y ese es como el propósito de evangelización. Sin duda, todos tenemos que vivir cambios y que también la acción pastoral tendrá cambios. Se nos vienen momentos muy difíciles y lo primero es asegurarnos en la confianza en el señor. ¿Qué mensaje dejan como Iglesia en estos momentos? Escuchamos al papa Francisco diciendo que en este momento, en que vamos todos juntos en la misma barca, el señor nos está llamando a reavivar nuestra fe y nos dice no tengan miedo. La Semana Santa que vamos a vivir nos tiene separados físicamente, pero de ninguna manera estamos separados espiritualmente y al contrario tenemos una oportunidad de ahondar y de hacer una reflexión positiva sobre nuestra relación con Dios y nuestros hermanos, para poderla fundamentar en Cristo resucitado. Fuente: Diario El Espectador

Mié 26 Feb 2020

“El signo de la ceniza es señal de un espíritu de conversión, de vuelta a Dios, no nos quedemos en un rito externo”

Insistió monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general del Episcopado colombiano, durante la celebración eucarística del Miércoles de Ceniza. El también obispo auxiliar de Medellín recordó que la Iglesia Católica invita a vivir la Cuaresma como un periodo de conversión, reconciliación y preparación para la Pascua del Señor. En este sentido, el prelado propuso tres consignas para vivir este tiempo: Acercarnos a los demás con misericordia. Reconocer que la conversión es necesaria. No quedarnos en las cosas externas. Explicó que el signo de la ceniza “es señal de un espíritu de conversión, de vuelta a Dios, de un cambio total e integral que nos debe llevar a poder transformar nuestra sociedad, no nos quedemos solo con un rito externo que vivimos”. Agregó que los cristianos todos los días deben sentir la necesidad de una conversión, no solo durante los cuarenta días de la Cuaresma o un día al año; esto, recalcó, “debe ser una actitud permanente porque siempre debemos ir hacia adelante y crecer”. Hizo énfasis especial en la necesidad de reforzar la vida de oración, la limosna, los sacrificios. Agregó que “ninguna de esas cosas puede ser superficial, tiene que nacer del corazón y eso quiere decir en la relación personal con el Señor, quien todo lo ve”, por lo que animó a hacer propósitos concretos de cambio y obras de amor para con los más necesitados. Recordando el llamado que hizo el Papa Francisco en su mensaje para la Pascua, de ser embajadores de la reconciliación, dijo que este tiempo de Cuaresma debe servir para sembrar en el corazón de todos los bautizados la semilla de la reconciliación con Dios y con los hermanos. Finalmente, pidió la intercesión de María durante este camino Cuaresmal “que ella nos tome de la mano, nos vaya llevando paso a paso para encontrarnos con Cristo Resucitado”.

Vie 3 Ene 2020

Episcopado concluye el 2019 con un balance positivo

La dimensión social de la evangelización, realidad del país y el Año Misionero, tres ejes que marcaron la ruta de trabajo de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), así lo compartió monseñor Elkin Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general del Episcopado, al hacer un balance de la gestión durante el período 2019. Dimensión de lo social El prelado recordó que la acción pastoral de la Iglesia siempre ha estado permeada por lo social, pero enfatizó que los temas de las dos últimas Asambleas Episcopales estuvieron marcados en la reflexión sobre: el compromiso político del cristiano; y la Doctrina Social de la Iglesia en torno a la actividad económica para el bien común. Fruto de este trabajo de discernimiento, los obispos en sus planes de acción pastoral implementaron en sus Jurisdicciones de acuerdo a sus necesidades, las líneas de acción sugeridas por la Asamblea. Realidad del país Ante la agitación que mueve la agenda en el país, el prelado señaló que la Iglesia tiene el deber de iluminar desde el Evangelio el camino de la Nación. “Seguimos empeñados en la tarea de la reconciliación esa será una insistencia siempre, procurando que se muevan las fuerzas del país hacia un proyecto común en el que todos quepamos y trabajemos por la paz como nos lo dijo el Papa en su visita. Que hagamos de Colombia un país que sea casa y patria para todos”, expresó el obispo. Colombia vivió un Año Misionero Atendiendo al llamado del Papa Francisco a despertar aún más la conciencia misionera de la “missio ad gentes”, los obispos del país, aprobaron en una Asamblea Plenaria, no solo la celebración de un Mes Misionero Extraordinario, sino el impulso de un año de énfasis de la acción misionera dentro del proceso evangelizador. “La Conferencia Episcopal y las Jurisdicciones a lo largo de este año se dieron a la tarea de trabajar en la sensibilización de una acción misionera (...) Estamos invitados todos, personalmente como bautizados a anunciar a Cristo, a acercarnos hacia los que no lo conocen a través de la misión ad gentes, pero también llegar a los que necesitamos una reanimación de nuestra vida cristiana en lo que podríamos llamar la misión ad intra en la vida de la Iglesia, como nos lo pidió el Papa”, aseveró. Proyección pastoral de la CEC para el 2020 Como cierre del trienio la Conferencia Episcopal ha propuesto para el año 2020 trabajar bajo el lema “Guía, Señor, nuestros pasos por el camino de la paz”, con un énfasis en el tema de la reconciliación. “Nos lo dijo el Papa Francisco: “Colombia necesita la reconciliación” y vamos a promover que el fruto de todo el itinerario pastoral de la promoción de la Conferencia, conduzca nuestros pasos como lo dice el lema, por el camino de la paz”. Monseñor Elkin Álvarez, afirmó que el primer semestre del 2020 será un momento para evaluar y proyectar el trabajo pastoral del próximo trienio 2020-2023. “El año entrante será ante todo como de situarnos en un discernimiento evangélico frente a la realidad para proyectar los años que vienen (…) Se trata de construir en comunión y bajo la guía del Espíritu Santo, las líneas que puede seguir el énfasis pastoral de la Iglesia Católica”.