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monseñor froilán casas

Lun 8 Feb 2021

Un cáncer que hace metástasis

Por: Mons. Froilán Tiberio Casas Ortiz - ¡Qué pandemia tan terrible, la corrupción! ¡Qué horror, no tiene límites! El corazón del corrupto no conoce ningún principio ético, para él (ella), todo es permitido. Es una persona obsesionada por el tener y el poder. Es una persona sin conciencia; es más, es una persona cínica: tiene el descaro de presentarse como persona honesta y ofrece su nombre para que sea designado en algún cargo directivo de elección popular o de dirección administrativa. Busca por todos los medios brillar públicamente. Ordinariamente los corruptos se rodean de gente que tienen el mismo pelambre; bajo una banda de corifeos y bufones, todo son aplausos, no importan los canales, el fin justifica los medios. ¿Por qué son aplaudidos? Porque todos buscan sacar tajada del ponqué burocrático y de la fuente de contratación. ¿Por qué llega, como en Venezuela y Nicaragua, la autodenominada izquierda al poder? Por la corrupción de quienes dirigen un país, de quienes tienen que tomar decisiones. La corrupción se despliega por todo el tejido social, permeando por desgracia, a tantos funcionarios que otrora eran honestos. ¡Cómo me causa tristeza el dios de los corruptos! Tienen el descaro de profesar con sus labios fe en Dios. Pregunto: ¿qué tipo de dios han fabricado? Un dios permisivo, un dios gelatina que se acomoda a los intereses mezquinos de cada quien, un dios “tapahuecos”, que se utiliza como un idiota útil a la voracidad de la avaricia y la codicia personales. Un dios a la medida de la ambición humana. Excúsenme decirlo: le doy gracias a Dios porque hay infierno, -tiene que haber un castigo para tantos pícaros y bellacos-. Tanta retórica para acabar la corrupción, -discurso que lleva décadas-, los resultados son nulos; por el contrario, según la ONG Trasparencia Internacional, Colombia sigue ocupando uno de los primeros puestos en corrupción. Mucho ruido y pocas nueces. ¡Cómo necesitamos un líder como LEE KUAN YEW! Hace sesenta años la Ciudad-Estado, Singapur era más pobre que Colombia, la corrupción galopaba por todas partes y ¿hoy? Es uno de los países más prósperos del planeta, es una de las economías más sólidas, ocupando uno de los diez primeros puestos en la escala de prosperidad económica. Con pañitos de agua tibia y compresas no se sacan los tumores: se requiere el bisturí. + Froilán Tiberio Casas Ortiz Obispo de Neiva Publicado: Diario la Nación de Neiva

Mar 20 Ago 2019

Respetar las reglas de juego

Escrito por: Mons. Froilán Casas Ortiz -Convivir implica respetar unas mínimas reglas de convivencia; la cultura anárquica es incompatible con la vida en sociedad. La ley del salvaje Oeste, es la ley de la pistola, la ley del más fuerte, es la cultura que pisotea todos los valores. Nuestro país ha vivido la cultura de los privilegios, de las dádivas, de los que gobiernan, de las excepciones; esto ha generado una conducta social caótica. Se llega incluso a hacer alarde del desorden: atravesados como los campoalegrunos, por ejemplo. ¿Cómo es posible que nos jactemos de vivir un antivalor? ¡Ah, así son las cosas! Debemos ir cambiando el disco duro, no podemos vanagloriarnos de nuestras falencias. ¿Cómo es posible que tras de ladrón, bufón? ¿Por qué hay violencia? Porque no se respetan las reglas de juego pactadas. Muchos emplean la ley del embudo: lo ancho para mí y lo angosto para usted. La violencia es producto del irrespeto al otro. Cuando usted es tramposo, a cada santo le debe una vela, usted resulta una persona antisocial, no puede vivir en sociedad. ¿Por qué usted exige respeto si no respeta al otro? No sea incongruente, su cultura es el reflejo de su personalidad. Si usted es sucio en los negocios, en toda parte va a envenenar el ambiente. El avariento, el ambicioso, en todas partes va a generar conflictos. Huya de este tipo de especímenes, no maltrate la hermosura de la paz que debe reinar en su espíritu. Hay que huir de las personas ruidosas y amargadas, ellas son un fastidio para el espíritu y la paz de su alma. No haga negocios con el avariento, mañana le pone la zancadilla. ¿Por qué fracasan las sociedades comerciales, los grupos de estudio, los grupos musicales, etc.? Por la ambición de alguno o algunos. Por favor, tenga cuidado con ese tipo de “personajes”. Usted debe seguir esta máxima: GANA, GANA. Si usted va a “tumbar” al otro, usted es un asqueroso. A usted lo debería aislar la sociedad, a usted hay que tenerlo de lejos. Si usted se “aprovecha” de la ignorancia del otro, nada queda oculto; más temprano que tarde se descubrirá el descaro de la trampa y la mentira. Los colombianos, infortunadamente, tenemos fama de tramposos, -algo es verdad-. Los japoneses, los coreanos del Sur, no se roban “un peso”; ellos han sido formados desde el seno de la misma familia a respetar lo ajeno. Japón y Corea del Sur, son los países de más bajo índice de corrupción: para ellos, lo que no es mío debe ser de otro. ¡Qué tristeza! En nuestro país se aplaude la viveza criolla. Al que roba se le llama vivo y al que es honrado se le califica de tonto, no aprovechó el cuarto de hora. Mientras no tengamos una cultura que censure el robo, seguiremos siendo cleptómanos. Por favor, no aplaudamos el mal. Al pillo se debe meter a la cárcel, -bueno, -ante tanto pillo, no alcanzan las cárceles en Colombia-. Por favor: que el bandido no salga con las suyas. Necesitamos que el imperio de la ley se imponga sobre la falacia y la mentira. + Froilán Casas Ortiz Obispo de Neiva

Jue 25 Jul 2019

Otra forma de ver la vida

Por: Mons. Froilán Casas Ortiz - Permítame, amigo lector, ofrecerle OTRA FORMA DE VER LA VIDA. Los cristianos católicos tenemos una visión antropológica, fundamentados en la ley natural, es decir, en la misma naturaleza humana, iluminada por la Revelación y por qué no, de las orientaciones que nos ofrece el magisterio de la Iglesia, basándose éste también, en las ciencias humanísticas y científicas. Para nosotros, las mascotas son animales no seres humanos; por ende, las mascotas se compran, se adquieren, no se adoptan; ellas merecen cuidado y afecto, pero nunca podrán sustituir al hombre. Para nosotros es sagrado el hombre, no la naturaleza; la naturaleza se protege, se cuida, pero nunca la hermosa naturaleza es más grande que el hombre; la única criatura “imagen y semejanza de Dios” es el hombre. Nosotros creemos que el matrimonio es sagrado y que solo existe entre un varón y una mujer, así lo estableció nuestro Creador, lo demás es invención del hombre obcecado por el pecado; el hombre pagará sus consecuencias por ir contra el Creador. Para nosotros, el niño tiene derecho natural a nacer en un hogar; el “padresolterismo y madresolterismo” van en contra de la ley natural y por ende del Creador. Imponerle al niño unos padres, es ir en contra de la ley natural. El hogar solo lo conforma un varón y una mujer, los niños que vengan es fruto de su mutuo amor y deben ser procreados con responsabilidad. La adopción de los niños por parejas del mismo sexo, va en contra de la ley natural y por ende del Creador. Según la biología y la genética, la vida humana comienza a partir de la unión de dos células germinales, a saber, el espermatozoide y el óvulo; éste al ser fecundado, empieza un proceso de mitosis, desarrollo que, exigiendo un nido materno, es diferente de la madre y tiene su estatuto biológico propio. Interrumpir voluntariamente este proceso natural va en contra del Creador. La tarea del médico es defender la vida, no matarla; combatir la enfermedad no matando al enfermo. Para nosotros los cristianos católicos el aborto no es un derecho, es un crimen abominable. La criatura cuando se pone contra el Creador, pone en riesgo su propia existencia. Dios no se ha ido de vacaciones. El sexo no lo escoge la persona, no es un producto cultural; los cromosomas XX= mujer; XY = varón, no son elección de la persona, están intrínsecos en la naturaleza humana; la ideología de género está en contra de la ley natural, por ende, del Creador. Cuando el hombre le lleva la contraria a Dios, siguiendo su propia concupiscencia la pagará muy caro. Un cristiano católico no puede votar en las elecciones por personas que enarbolen esquemas de vida que vayan en contra de la ley natural; si el cristiano católico vota por personas que defienden tales intereses, es cómplice de la aplicación de tales propuestas y tendrá que darle cuenta al Creador a la hora de la muerte. Por favor, estamos en una sociedad democrática, nosotros también tenemos derecho a presentar nuestro modo de pensar. Respetamos a quienes piensan lo contrario, exigimos respeto a nuestras creencias. El cristiano católico debe ser coherente con sus creencias. + Froilán Casas Ortiz Obispo de Neiva

Lun 22 Abr 2019

Una Iglesia sin dolientes

Por: Mons. Froilán Tiberio Casas Ortiz -Una de las diferencias prácticas entre un cristiano católico y uno protestante está en que aquél vive criticando a su sacerdote y éste nunca habla mal de su pastor. ¡Ah! La carne de cura, ¡qué cosa tan buena!, ¿verdad? No cabe duda que los creyentes cristianos esperan que sus ministros sean personas dignas de toda prueba. Eso está bien. Pero, por favor, los presbíteros son personas de carne y hueso igual que ustedes, tenemos la misma materia prima, -claro que esto no justifica los pecados cometidos-. Los escándalos de desórdenes sexuales de algunos clérigos han llevado a poner en la picota a todos los ministros ordenados, ¡qué horror! Pareciera que se ha etiquetado a todo eclesiástico por el terrible crimen, siempre censurable, de la pedofilia. Es claro que los niños merecen el más profundo respeto, que se deben tratar con guante blanco. También es claro que el religioso que haya caído en este terrible flagelo debe ir a la cárcel sin dilación. Igualmente, debe tenerse en cuenta que se espera de los eclesiásticos una conducta sexual y moral en general, intachable. Pero de ahí a calificar a todo sacerdote de pedófilo hay un abismo enorme. A los sacerdotes les pasa lo de los aviones: en este momento circulan por el firmamento centenares de aeronaves y gracias a Dios, en el momento no hay accidentes aéreos. Por fortuna, todo marcha normal. ¡Ah! El día en que haya un accidente aéreo es noticia de primera página. Algo similar pasa con los sacerdotes: viven en el silencio de su ministerio visitando enfermos y ancianos en el lecho del dolor, visitando barrios y veredas, llegando muchas veces a donde el Estado nunca hace presencia, asumiendo peligros de ríos, de climas inhóspitos; encuentro a sacerdotes organizando “tamaladas” para levantar fondos para la construcción, ora de un templo, ora de un salón parroquial para la catequesis, de una casa parroquial (que nunca van a “disfrutar” porque los trasladan). Encuentro a sacerdotes abnegados recorriendo valles, montañas y caminos sinuosos en búsqueda de la oveja perdida; encuentro a sacerdotes organizando a los niños en infancia misionera; sacerdotes liderando procesos de paz y de reinserción sin ningún protagonismo y publicidad; encuentro a sacerdotes acompañando a las parejas matrimoniales y a los jóvenes y … esto no es noticia. Pero, … caiga uno y verá lo que pasa: llegan rayos y centellas, sobre todo de quienes menos autoridad moral tienen. Si un laico o seglar cae en el horrible delito de la pederastia se le califica de abusador sexual, si es un sacerdote entonces, es pedófilo. Invito al lector a tener en cuenta estas estadísticas. ¿En dónde ocurre el abuso de los niños? Leía en un medio informativo que, el 63% de los casos de pedofilia ocurren en el ambiente familiar: padrastros, padres, hermanos, tíos, primos, etc. El 13% en el ambiente de barrio y pandillas juveniles. El 17% en el ambiente escolar; el 07% en el ambiente laboral y social. ¿En qué porcentaje está el número de eclesiásticos? En el 02%. Claro si cae en los medios un caso de pedofilia, ¡ah!, la mejor “chiva”. Por otra parte, la única institución en el mundo que combate abiertamente la pedofilia y ha elaborado diferentes instrumentos jurídicos y canónicos para condenar la pedofilia, es la Iglesia Católica. Los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y actualmente el papa Francisco han expedido distintos documentos en donde además de condenar la pederastia, la combaten agresivamente: los abusos sexuales han sido, en los últimos tiempos, combatidos de forma contundente. Para enunciar algunos: Sacramentorum sanctitatis tutela, en donde se reserva a la Congregación de la Doctrina de la Fe los casos de abusos a menores por parte de los clérigos, año 2001; Delicta graviora, año 2010 en donde se exhorta a tener cero tolerancia frente a estos execrables abusos. El papa Francisco convocó a los Señores presidentes de las conferencias episcopales en febrero de 2019 para analizar el problema y establecer aún más, directrices claras en favor de la tutela de los niños y la reparación a las víctimas. Tenemos un Código de Menores que ha sido adoptado, con algunos ajustes en cada diócesis para combatir el terrible flagelo que avergüenza a la Iglesia. Ahora todo sacerdote, religioso, personal colaborador cercano a la pastoral parroquial, debe firmarlo. Cada obispo ha dictado medidas aún más concretas y tajantes sobre el respeto a los niños y la exigencia de cuidar con suma delicadeza y trasparencia el apostolado con los niños. ¿Qué entidad del sector público o privado está implementando herramientas similares para combatir los abusos sexuales contra los niños? A la Iglesia es a la única que se le condena patrimonialmente por los delitos de abuso sexual contraído individualmente por alguno de sus miembros. ¿Qué tal que se demandara al Estado por la pedofilia de algunos de sus funcionarios? Háblese de ministerio de Educación Nacional (los ambientes escolares), gobernaciones, alcaldías, Fuerzas Armadas, hospitales, albergues infantiles manejados por el ICBF, etc. Sencillamente no alcanzarían los recursos del Estado para indemnizar a tantas víctimas. + Froilán Tiberio Casas Ortiz Obispo de Neiva