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monseñor oscar urbina ortega

Lun 28 Jun 2021

Reunión de Populorum Progressio y asignación de 132 proyectos para América Latina

El Consejo de Administración de la Fundación Populorum Progressio, celebró los días 22 y 23 de junio, de manera virtual, su reunión anual donde aprobó 132 proyectos para América Latina y el Caribe, de ellos 104 son de desarrollo humano integral y 28 de ayuda humanitaria. “Actuar ahora para el futuro” Este fue un espacio, además, donde el Consejo de Administración de la Fundación, confiado al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, se dio a la tarea de realizar un análisis de la difícil realidad que afecta hoy al mundo, de manera especial a la población de América Latina, por cuenta de la pandemia de la Covid-19. Así lo señala un comunicado emitido por las directivas: “Los Obispos miembros plantearon un diálogo en clave de esperanza, buscando vislumbrar caminos que contribuyan a convertir en acción el llamado del Papa Francisco a ‘actuar ahora para el futuro’”. Igualmente, fue un momento para destacar los gestos de caridad y solidaridad que personas e instituciones le han impregnado de diversas formas a esta crisis, entre ellos los voluntariados, la participación de los jóvenes, el uso creativo de los medios virtuales, tanto para las celebraciones eucarísticas, como para procesos educativos, informativos y de ayudas que se les ha brindado a la población más vulnerable. El número de afectados por la crisis sanitaria sigue creciendo, y las necesidades en las comunidades son cada vez mayores. Este proyecto de ayudas busca ser un gesto de la caridad del Papa y solidaridad de la Iglesia, a la vez que es también un estímulo y llamado a todos los cristianos y personas de buena voluntad a que nos “animémonos a soñar en grande (…) no tratemos de reconstruir el pasado, especialmente el que era injusto y ya estaba enfermo” (Papa Francisco, Audiencia general, 23.IX.2020), en la certeza de que “de esta crisis o salimos juntos o no salimos”, insiste el obispo de Roma. Asistentes a la reunión anual La reunión fue presidida por Monseñor Javier Del Río Alba, arzobispo de Arequipa (Perú) y presidente del Consejo. Además, participaron el vicepresidente, monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Igualmente, estuvieron presentes los miembros del Consejo: el cardenal Chibly Langlois, obispo de Les Cayes (Haití); Dom Murilo Ramos Krieger, arzobispo emérito de San Salvador de Bahía (Brasil); monseñor José Luis Azuaje Ayala, arzobispo de Maracaibo (Venezuela); monseñor Eduardo María Taussig, obispo de San Rafael (Argentina); monseñor Segundo Tejado Muñoz, representante del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; y el secretario, padre Luis Ferney López Jiménez, con su equipo de trabajo. Se resaltó, además, la presencia de representantes de aquellas instituciones que generosa y decididamente financian estas iniciativas: Conferencia Episcopal Italiana, Cross Catholic Outreach (USA) y Manos Unidas (España). Las directivas de la Fundación Populorum Progressio, en nombre de quienes se han visto beneficiados, expresaron su gratitud y reconocimiento por el apoyo que año tras año vienen ofreciendo. “El llamado de Cristo a vivir la caridad” El secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, monseñor Bruno-Marie Duffè, recordó que, detrás de cada proyecto hay, por una parte, personas pobres que sufren y esperan y, por otra, el llamado de Cristo a vivir la caridad. En este contexto, monseñor Duffè finalizó con la oración que el Papa Francisco concluye en la Encíclica Fratelli tutti, que plantea el desafío de que cada uno debe hacer propio: “Concede a los cristianos que vivamos el Evangelio y podamos reconocer a Cristo en cada ser humano, para verlo crucificado en las angustias de los abandonados y olvidados de este mundo y resucitado en cada hermano que se levanta” (FT 287). La Fundación Populorum Progressio Fue creada por el Santo Padre Juan Pablo II el 13 de febrero de 1992, empeño asumido en vísperas de la conmemoración del V Centenario del inicio de la evangelización del Continente Americano. Se trata de la continuación, bajo una nueva forma, de un fondo que el Papa Pablo VI había instituido en el año 1968 en su visita a Colombia. Al crear la Fundación, el Santo Padre invitaba a la Comunidad Internacional, a las instituciones y a las personas de buena voluntad a duplicar los esfuerzos en favor del desarrollo integral de las poblaciones indígenas, campesinas y afrodescendientes de América Latina. Esta Fundación financia cada año el mayor número posible de proyectos mediante los cuales favorece el desarrollo integral de las comunidades más pobres. Esto se logra gracias a la generosidad sobre todo de los católicos italianos, canalizada a través de su Conferencia Episcopal de ese país, así como de donativos recibidos de otras personas y organismos eclesiales.

Vie 11 Jun 2021

Presidente CEC: “Del corazón nuevo nacerán nuevos sistemas, nuevas instituciones…”

Este viernes, 11 de junio, en una ceremonia eucarística presidida por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente del episcopado colombiano, se consagró una vez más las familias católicas y la nación al Sagrado Corazón de Jesús. La solemne celebración, transmitida en directo por los canales RCN, Caracol, Cristovisión, Teleamiga y Tele Vid, tuvo lugar en la Catedral Primada de Colombia, en Bogotá, con presencia de fieles y atendiendo los protocolos de bioseguridad. Concelebraron con monseñor Urbina: el cardenal Rubén Salazar; el nuncio apostólico del papa Francisco en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor; los arzobispos Luis José Rueda (Bogotá), Ricardo Tobón (Medellín), Omar Sánchez (Popayán) y Gabriel Villa (Tunja); los obispos Francisco Nieto (Engativá), Ramón Rolón (Montería), Juan Vicente Córdoba (Fontibón), Víctor Ochoa (Obispado Castrense); los obispos auxiliares de Bogotá: Luis Manuel Alí, Pedro Salamanca y Germán Medina (electo). También concelebraron sacerdotes de la Nunciatura Apostólica, de la Conferencia Episcopal de Colombia, y los vicarios episcopales y otros sacerdotes de la Arquidiócesis de Bogotá. Mensaje del presidente de la CEC Durante su homilía, monseñor Urbina afirmó que con el corazón de Cristo se busca llegar a todos los rincones de la geografía colombiana, buscando ser un espacio de protección para la vida y haciendo sensibles los grandes valores de la bondad, la verdad, la fraternidad, la justicia y la reconciliación que brota de la persona. “Mirando el corazón maravilloso de Dios, todos tenemos un camino para ser constructores de Colombia consagrada al Corazón de Cristo (…) Del corazón nuevo nacerán nuevos sistemas, nuevas instituciones, nuevos caminos. Un corazón nuevo garantiza una visión nueva, libertad profunda, sentido de la justicia y el respeto de los derechos humanos, la solidaridad con los más desprotegidos y descartados, y la confianza que brota de reconocernos hermanos y hermanas”. Aportes a un desarrollo integral El prelado mencionó que todos somos responsables de aportar a un desarrollo integral sostenible, para ello, dijo, “aunque no es un camino fácil, ni existe una fórmula mágica”, es importante superar los conflictos, las divisiones, las violencias, las injusticias y las inequidades. “Todos somos responsables de esa inmensa tarea, los dirigentes del país, las diversas organizaciones, la educación en sus diversas etapas, que no debe ser una educación para un país ideal sino real. Nosotros los creyentes que participamos de los diversos espacios de la vida familiar, cultural, social, económica y política siendo fermento de paz (...)Solo un corazón nuevo a imagen del Corazón de Cristo, lleno de amor y misericordia, nos comprometerá con toda nuestra fuerza en la construcción fraterna de una nación nueva y en paz”. Estamos llamados a ser artesanos de la paz El prelado recordó que la paz procede de Dios y es un llamado que él hace para que todos seamos artesanos de la paz. Advirtiendo que esta responsabilidad recae en la familia “como espacio insustituible para aprender el abecedario de la paz”; en la escuela, “que tiene la tarea de ayudar a formar el corazón”, y en la sociedad en “sus diversas expresiones sociales, culturales, comunicacionales, económicas y políticas”. “La paz, entonces, queridas y queridos colombianos, es una tarea confiada a nosotros como personas y estará siempre en construcción, es frágil, difícil, por ello todos la buscamos, todos estamos invitados a generar una mentalidad pública, una conciencia de todos que la haga deseable y posible (…) El Señor no dejará de escuchar, entonces, como nos lo dice el grito de hijas e hijos: ‘Señor dadnos la paz, Señor dadnos tu paz’. Renovar este año 2021 la Consagración al amor de Cristo simbolizado en su Corazón, es y queremos que siga siendo un signo de esperanza”. Los niños, jóvenes y adolescentes están en el corazón de Dios Al referirse a este público, monseñor Urbina observó que el futuro de la sociedad depende de las opciones audaces y fundamentales que se tomen con los niños, jóvenes y adolescentes. Advirtió que ellos serán los responsables de la familia y la vida de la nación en un mañana. “Hoy precisamente los vemos deseosos de colaborar para sanar nuestra sociedad herida y débil. Ellos aportarán soluciones nuevas a los problemas viejos. Si ellos abren espacios en su corazón a Dios no serán más instrumentos de división, de guerra y de violencia (…) Los valores que les ayudemos a descubrir y a cultivar acompañarán sus decisiones que afectan no solo su vida personal, sino las políticas y estrategias necesarias para construir la vida social agobiada y doliente de nuestra sociedad”. Afirmó que el mundo de justicia y paz que se añora construir con los jóvenes, no puede “ser creado solo con palabras, ni impuesto por fuerzas externas”, y, agregó: “debe ser fruto del trabajo de todos, que implica ejercerlo con respeto profundo a la dignidad de cada persona y el rescate de la cultura del encuentro”. Significativa participación de los jóvenes Finalizada su homilía, monseñor Urbina introdujo la renovación de la consagración del país y de las familias católicas, recordando que: “El 22 de junio de 1902, al superar la Guerra de los Mil Días, se consagró por primera vez la República de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús. Desde aquel día ha venido creciendo en el pueblo colombiano la confianza en el auxilio inefable de Nuestro Señor Jesucristo”. Fue un momento conmovedor, pues catorce jóvenes, representando cada uno a una provincia eclesiástica del país, oraron al Sagrado Corazón de Jesús. Ante este signo el arzobispo Óscar dijo: “A ti, Sagrado Corazón, inflamado en el Amor que nos salva, dirigimos hoy, en la voz de los jóvenes, nuestra súplica incesante y confiada en nombre de todas las comunidades eclesiales de la Nación”. Compartimos estas oraciones para que no cesen las plegarias por la paz, la reconciliación, la justicia y la paz, en Colombia. Oh, Sangre Preciosa de Jesús, lava el pecado social de nuestro pueblo. La Provincia eclesiástica de Bogotá, conformada por la arquidiócesis de Bogotá; las diócesis de Zipaquirá, Facatativá, Girardot, Soacha, Fontibón y Engativá; el obispado castrense de Colombia y el Exarcado Maronita en Colombia, necesitan de ti, para poder ser en medio del egoísmo, la violencia y la corrupción, testimonio de fraternidad y de compromiso social honesto y solidario. Oh, Cristo, siervo doliente del Señor, compadécete del pueblo que a ti clama. La Provincia eclesiástica de Cartagena, conformada por la arquidiócesis de Cartagena; las diócesis de Magangué, Montelíbano, Montería y Sincelejo, y el vicariato apostólico de San Andrés y Providencia, confían en tu mediación ante el Padre eterno; que tus padecimientos por nuestros pecados nos consigan comunidades comprometidas con los más pobres y desfavorecidos, para que los colombianos podamos escribir juntos historias de amor y perdón que nos hablen de vida y esperanza. Santo Corazón de Cristo, atravesado de dolor, confiamos a ti el sufrimiento de nuestro pueblo. La Provincia eclesiástica de Popayán, conformada por la arquidiócesis de Popayán; las diócesis de Ipiales, Pasto y Tumaco; y los vicariatos apostólicos de Guapi y Tierradentro, unen sus padecimientos a los tuyos en la cruz; que tu dolorosa pasión transforme nuestra indiferencia ante el hermano que sufre y nos conceda ser artesanos de paz. Ardorosa llama del Corazón de Cristo, inflama en tu amor al pueblo colombiano. La Provincia eclesiástica de Medellín, conformada por la arquidiócesis de Medellín y las diócesis de Caldas, Girardota, Jericó y Sonsón–Rionegro, buscan amarse unos a otros como tú nos has amado; infunde tu amor divino en nuestros corazones haciéndonos misericordiosos como tú eres misericordioso, para que en nuestra patria “el amor y la verdad se encuentren, la justicia y la paz se abracen” Sagrado Corazón coronado de espinas, ten misericordia de este tu pueblo. La Provincia eclesiástica de Manizales, conformada por la arquidiócesis de Manizales y las diócesis de Armenia, La Dorada–Guaduas y Pereira, buscan tu amparo y protección; recompensa con tu copiosa bendición a todos aquellos que trabajan por la paz y la concordia, para que podamos mirar y caminar juntos hacia adelante con fe, valentía y esperanza. Corazón divino traspasado por la lanza, surtidor de los santos sacramentos para nuestro pueblo. La Provincia eclesiástica de Nueva Pamplona, conformada por la arquidiócesis de Nueva Pamplona y las diócesis de Arauca, Cúcuta, Ocaña y Tibú, queremos recibirte siempre en tu Cuerpo y en tu Sangre preciosos y, así, ser testigos de tu amor en medio de un pueblo que clama salvación y justicia, para romper, desde el perdón y la reconciliación concreta, el ciclo de violencia que ha imperado en nuestra patria. Oh, Santas Llagas de Cristo, acoge a nuestro pueblo que sufre. La Provincia eclesiástica de Tunja, conformada por la arquidiócesis de Tunja; las diócesis de Chiquinquirá, Duitama–Sogamoso, Garagoa y Yopal, y el vicariato apostólico de Trinidad, necesitan de tu amparo y protección; haz que todos los esfuerzos por promover la reconciliación, la justicia y la paz, se vean recompensados con prosperidad y armonía social. Abismo insondable de misericordia, el pueblo colombiano clama justicia y verdad. La Provincia eclesiástica de Cali, conformada por la arquidiócesis de Cali y las diócesis de Buenaventura, Buga, Cartago y Palmira, suplican tu amparo; concede a tu pueblo que ha sufrido los embates de la corrupción y la violencia, verse transformado por la verdadera reparación y sanación de las heridas del alma y del cuerpo, para que, junto a ti, Señor, aprendamos la fuerza del perdón y la grandeza del amor. Oh, Cristo, coronado de espinas, el pueblo colombiano consagrado a ti se siente atormentado por la enfermedad y la despreocupación social. La Provincia eclesiástica de Barranquilla, conformada por la arquidiócesis de Barranquilla y las diócesis de El Banco, Riohacha, Santa Marta y Valledupar, suplican a tu bondad que el dolor de tu agonía en la cruz nos valga la salud de cuerpo y alma, y nos enseñe a transformar el dolor en fuente de vida y resurrección. Santo Corazón de perfecta fidelidad, este, tu pueblo, tropieza y se quiere levantar. La Provincia eclesiástica de Bucaramanga, conformada por la arquidiócesis de Bucaramanga y las diócesis de Barrancabermeja, Málaga–Soatá, Socorro y San Gil y Vélez, confiamos en ti, que eres eternamente fiel y nos sostendrás con tu poderoso brazo ante nuestra fragilidad y pobreza, para descubrir que sólo el amor libera y construye. Sagrado vaso de inefable perfección, apiádate del pueblo colombiano que se rinde en el error de los afanes del mundo. La Provincia eclesiástica de Ibagué, conformada por la arquidiócesis de Ibagué y las diócesis de El Espinal, Líbano–Honda, Garzón y Neiva, suplican de tu sabiduría la capacidad para construir sociedades inspiradas en la promoción de todos los ciudadanos, en la búsqueda de la igualdad y en la integración de los más débiles y vulnerables. Oh, Santo Cristo Negro de Bojayá, compadécete de nuestro pueblo colombiano que sufre bajo el peso de la violencia armada fratricida. La Provincia eclesiástica de Santa Fe de Antioquia, conformada por la arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia y las diócesis de Apartadó, Istmina–Tadó, Quibdó y Santa Rosa de Osos, claman tu misericordia; haz que todo esfuerzo por conseguir la paz sea recompensado con comunidades comprometidas con el progreso y la justicia, y, así, “seamos tus pies para salir al encuentro del hermano necesitado, tus brazos para abrazar al que ha perdido su dignidad, y tus manos para bendecir y consolar al que llora en soledad”. Oh, Sagrado Corazón de Jesús, acepta nuestra súplica ferviente, confiamos en tu protección y amparo. La Provincia eclesiástica de Villavicencio, conformada por la arquidiócesis de Villavicencio; las diócesis de Granada y San José del Guaviare, y los vicariatos apostólicos de Puerto Carreño y Puerto Gaitán, necesitan convertirse a ti para comprometerse con la justicia social y el bien común, logrando así construir juntos el futuro y crecer en esperanza. Eterno amor de Cristo, delicia de todos los santos, nuestro país clama por nuevos santos, héroes en las virtudes. La Provincia eclesiástica de Florencia, conformada por la arquidiócesis de Florencia; las diócesis de Mocoa–Sibundoy y San Vicente del Caguán; y los vicariatos apostólicos de Inírida, Leticia, Mitú y Puerto Leguízamo – Solano, te ruegan por nuevas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa; nuestro país urge de santos misioneros que permanezcan en Cristo para vivir en alegría y dar testimonio de un amor que atraiga a todos hacia ti. VIDEO: Arquidiócesis de Bogotá

Mar 13 Abr 2021

Unidos en oración por el aniversario episcopal del presidente de la CEC

Los obispos de Colombia expresan un saludo especial a monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal (CEC), por su 25 aniversario de ordenación episcopal y le agradecen por su servicio fiel a la Iglesia. Asimismo, aradecen a Dios por el fecundo ministerio de monseñor Urbina, siempre manifestado en el servicio a las comunidades de las jurisdicciones que lo han tenido como pastor, así como en la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia. Monseñor Oscar Urbina, nacido en la vereda El Peñón, del municipio de Arboledas, en Norte de Santander, el 13 de abril de 1947, recibió su ordenación presbiteral el 30 de noviembre de 1973, de manos del Cardenal Aníbal Muñoz Duque. Cinco años después (1978) fue enviado a Roma a realizar la Licenciatura y el Doctorado en Filosofía como alumno del Colegio Pio Latinoamericano y de la Pontificia Universidad Gregoriana. En marzo de 1996, fue nombrado por Su Santidad Juan Pablo II como Auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá y el 13 abril del mismo año recibió la ordenación episcopal. Fue también Juan Pablo II quien lo nombró, en noviembre de 1999, obispo de la Diócesis de Cúcuta. Y, más tarde, en noviembre de 2007, el Papa Benedicto XVI lo nombró Arzobispo de Villavicencio. El 5 de julio de 2017, en la 103 Asamblea Plenaria del Episcopado, fue elegido presidente de la CEC para un periodo de tres años (2017-2020), el cual se ha extendido porque la pandemia ha impedido la reunión presencial de los obispos para elegir nueva junta directiva.

Lun 23 Dic 2019

Presidente del Episcopado: “En Dios somos una sola familia”

A través de un mensaje audiovisual, el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Óscar Urbina Ortega, expresó su saludo de Navidad y año nuevo a los colombianos y a quienes “han llegado por diversas razones a residenciarse entre nosotros”, animando a todos a abrir el corazón a la reconciliación y la paz. “En esta Navidad y con motivo del inicio de un nuevo año, me uno a los sentimientos de todos los colombianos que están dispuestos a abrir su corazón a la reconciliación y a la paz; a pedir y ofrecer perdón; a crear una cultura del encuentro, superando viejos odios y enemistades, para avanzar juntos por caminos de verdad, justicia, solidaridad y fraternidad”. El también arzobispo de Villavicencio manifestó que el camino de la paz, que ofrece el nacimiento de Cristo, “implica reconocer que en Dios somos una sola familia”. En esa línea, exhortó a que se abran espacios de respeto para los niños, adolescentes y jóvenes, donde sean protegidos, escuchados y valorados, en la “conquista de sus nobles ideales”. También llamó la atención para que se reconozca al adulto mayor y sea aceptado e incluido en la sociedad, en la que “amar, defender y promover la vida y el cuidado de la creación sean el culmen de la paz”. En nombre de todos los obispos de la Iglesia católica romana, monseñor Urbina Ortega pidió encontrar las acciones necesarias para que “en armonía y fraternidad hagamos de Colombia casa y patria para todos”. Concluyó su mensaje animando a los gobernantes locales recién elegidos a promover en sus regiones “modelos de desarrollo integral, solidario y sostenible, y nuevas economías incluyentes que propicien el progreso del país”.

Vie 25 Oct 2019

Desde Roma, presidente del Episcopado orar por la paz de Colombia

Luego de haber presidido la eucaristía en la Basílica de San Pedro en Roma, monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de un video mensaje, animó a los colombianos católicos a anunciar sin miedo el Evangelio de Jesús para asumir el compromiso de la paz y proteger la vida desde el momento de su concepción. “Desde la tumba del Apóstol Pedro en Roma, hemos orado de manera especial por el país para que cese la violencia, se pueda superar la corrupción en nuestros municipios y departamentos e igual protejamos la vida desde antes de nacer”, afirmó el prelado. El saludo lo ofreció en nombre de los 15 obispos colombianos, que están participando desde el pasado 06 de octubre en el Sínodo de la Amazonía en Roma.

Mié 2 Oct 2019

Arzobispo de Villavicencio rechaza asesinato de sacerdote

En un comunicado de prensa el arzobispo de Villavicencio, monseñor Oscar Urbina Ortega, lamentó el asesinato del sacerdote Jhony Ramos, párroco de Jesús de la Misericordia, ocurrido el día de hoy. En su mensaje el prelado rechazó el hecho y pidió la conversión de quienes cegaron la vida del sacerdote. "Elevamos al Señor oraciones para que sea acogido en la casa del Padre; pedimos por la conversión de sus asesinos y rechazamos toda forma de violencia que atente contra la vida y la dignidad de las personas". El también presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, expresó sus condolencias a la familia y comunidad donde el sacerdote Ramos prestaba su servicio pastoral.

Lun 10 Dic 2018

Presidente del Episcopado invita a no perder la esperanza por un mejor país

El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Oscar Urbina Ortega, anima a los colombianos a vivir el Adviento y la Navidad como un espacio para esperar un país distinto y mejor. Así lo manifestó en una entrevista concedida al periódico El Nuevo Siglo. "...esperamos un país distinto, un país mejor, en todos los niveles, no solo en lo económico, sino en lo político, en lo social, en lo educativo, en mejorar las relaciones que tienen que cada día impregnarse más, de la reconciliación que esperamos también entre los colombianos", dijo el prelado. Monseñor Urbina Ortega, quien también es Arzobispo de Villavicencio, invitó para que los colombianos veamos la actual situación del país como una oportunidad para progresar. "Las crisis son oportunidades, no son barreras ni son muros, son oportunidades que tenemos para poder crecer, para poder ser más fraternos, más justos, para poder nosotros construir un país más fraternizado, un país más hermanado entre todos nosotros y un país más justo.", señaló. El presidente del Episcopado también hizo referencia a varios temas de interés nacional como es el caso de la educación, la corrupción y el proceso de paz con el ELN. En relación a la situación de la Educación Superior el alto jerarca recordó que la solución pasa por la construcción de un proyecto integral. "Creo que es un momento privilegiado para que el país piense en un proyecto educativo no para un país ideal, sino en una educación para un país real". El prelado invitó para que todos los colombianos nos comprometamos en la construcción de un país con transparencia y libre de corrupción. Finalmente, en relación al tema de la paz, invitó a la guerrilla para que ofrezca gestos de confianza y al Gobierno a que profundice el diálogo. "No hay otro camino. La violencia, la guerra engendra más violencia y más guerra. Solo sentarnos, mirarnos, reconocernos y poder dialogar para superar aquello que tenemos que superar, nos abre un camino que recorreremos juntos, de lo contrario seguirá la confrontación.", concluyó.

Mié 16 Mayo 2018

Presidente del Episcopado anima a los colombianos a “vencer el mal a fuerza de bien”

Monseñor Óscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de un video-mensaje, se refirió al caso del señor JesúsSantrich. El prelado, durante 6 minutos, habló acerca de la Fundación Caminos de Libertad; recordó la vocación de la Iglesia en defensa de la vida; reiteró que no se están obstaculizando procesos judiciales; dijo que la Iglesia no aprueba, no es cómplice, ni ingenua frente al delito, y reafirmó que el compromiso fundamental de la Iglesia es con las víctimas. Finalmente, animó a mantener la esperanza e invitó a trabajar por la unidad.