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monseñor oscar urbina

Sáb 20 Mar 2021

Vaticano anima a vivir ‘Año de la Familia’ con alegría y esperanza

Al darse inicio, este 19 de marzo, en la Solemnidad de San José, al “Año 'Amoris laetitia'”, un periodo especial que se dedicará a la familia, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en el Vaticano, ha enviado un video mensaje en el que animan a vivir este acontecimiento eclesial con alegría y esperanza. “Ha llegado el tiempo de la familia” Así lo ha expresado la doctora Gabriela Gambino, subsecretaria para la familia y la vida de este dicasterio. La funcionaria señala, además, que, a pesar del tiempo difícil que genera la pandemia, es importante participar con entusiasmo en las iniciativas pastorales que comunidades, parroquias y jurisdicciones de todo el mundo organizarán para este año. Por su parte, el sacerdote Alexandre Awi Mello, secretario del dicasterio, ha dicho que este período será una oportunidad para irse preparando hacia el X Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en Roma, el 26 de junio de 2022. “Aprovechemos este año para dar nuevo impulso a la vida familiar, enfrentando juntos y con creatividad los muchos desafíos humanos y pastorales que viven nuestra familias”. Objetivos del año Familia 'Amoris laetitia' Entre los objetivos propuestos por el Dicasterio para Laicos, Familia y Vida se contempla la difusión del contenido de la exhortación apostólica 'Amoris laetitia', para hacer experimentar que el evangelio de la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera. Asimismo, el anuncio de que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano, con la finalidad de hacer a las familias protagonistas de la pastoral familiar. También buscarán concienciar a los jóvenes sobre la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos, así como ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar. Subsidio para vivir el año de la familia Para vivir este año de la familia, el dicasterio ha elaborado un folleto informativo en el que ofrece algunas recomendaciones a seguir. Entre ellas: La realización de foros, conversatorios, elaboración de videos testimoniales, momentos litúrgicos, propuestas pastorales, catequesis, celebración de una jornada para los abuelos y las personas mayores, doce itinerarios con las familias para poner en práctica 'Amoris laetitia', entre otros. Folleto informativodel dicasterio para los Laicos, Familia y Vida[icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar folleto[/icon]

Jue 18 Mar 2021

Inauguración año de la Familia 'Amoris laetitia'

Por: Mons. Edgar de Jesús García Gil - En la Solemnidad de San José, desde el Templete Eucarístico de Villavicencio, con la celebración de la Eucaristía presidida por su Excelencia Oscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, se abrirá el Año de la Familia Amoris Laetitia, un año especial para crecer en el amor familiar. Este Año de la Familia fue convocado por el Santo Padre el 27 de diciembre de 2020 con ocasión del quinto aniversario de la publicación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, “para madurar los frutos de la Exhortación Apostólica Postsinodal y hacer a la Iglesia más cercana a las familias de todo el mundo, puestas a prueba en este último año por la pandemia”. Desde la Comisión Episcopal y el Departamento de Matrimonio y Familia de la CEC, hacemos eco a las palabras de Papa Francisco el domingo 14 de marzo en el ángelus donde nos “Invita a dar un impulso pastoral renovado y creativo para poner a la familia en el centro de la atención de la Iglesia y de la sociedad. Además, en este mismo acto, el papa oró “para que cada familia pueda sentir en su casa la presencia viva de la Sagrada Familia de Nazaret y pidió que llene a las pequeñas comunidades domesticas de amor sincero y generoso, fuente de alegría, incluso en las pruebas y en la dificultad”. La convocatoria de este año tiene cinco objetivos primordiales: 1. Difundir el contenido de la exhortación apostólica “Amoris Laetitia”, para “hacer experimentar que el Evangelio de la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera”. 2. Anunciar que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano. 3. Hacer a las familias protagonistas de la pastoral familiar. 4. Concienciar a los jóvenes sobre la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos, es decir, la importancia que supone la alianza matrimonial donde cada esposo compromete su propia libertad a favor del bien o del valor personal del otro. 5. Ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar. Junto con todos los Agentes y Delegados de pastoral familiar, nos ponemos en camino con el deseo de que este Año, redescubramos -como nos invita el Papa Francisco- “el valor educativo del núcleo familiar, que debe fundamentarse en el amor que siempre regenera las relaciones abriendo horizontes de esperanza”. Ayudemos a que “el perdón prevalezca sobre las discordias” y a que “la dureza cotidiana del vivir sea suavizada por la ternura mutua y por la serena adhesión a la voluntad de Dios”. (P. Francisco). Anunciemos con alegría que la familia cristiana es una fuente espiritual que da fuerzas para abrirse al exterior, a los demás, al servicio de los hermanos, a la colaboración para la construcción de un mundo siempre nuevo y mejor. Tengamos presente que la pastoral familiar, además de un conjunto de acciones específicas llevadas a cabo por agentes especializados y que dan respuesta a problemas relacionados con el matrimonio, la familia o la vida, es constitutiva de la Iglesia y la conforma en cuanto tal. Por lo tanto, es necesario un plan integrador de la pastoral familiar que implique su presencia transversal en las distintas acciones evangelizadoras. Seamos una Iglesia en salida, “comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan" (EG 24) evangelizando con “estímulos positivos" y con "el ejemplo de vida”. Vivamos como familia cristiana el deseo inagotable de difundir la buena noticia, el Evangelio de la Familia. El Papa nos invita a contemplar a San José para afrontar la pastoral familiar, tan necesaria en nuestros días, y poner bajo su protección el don del matrimonio y el gozo del amor como cimiento de la familia cristiana. Aprovechemos en nuestras parroquias, Movimientos apostólicos, centros educativos y demás realidades eclesiales para profundizar acerca de la riqueza que ofrece “Amoris Laetitia”. Esta Exhortación Apostólica nos muestra la belleza del matrimonio cristiano, como una propuesta auténticamente revolucionaria y renovadora para una sociedad como la nuestra, necesitada de esperanza y de certezas. Dada la importancia de este acontecimiento de gracia, queremos invitarlos a vivir con todo el corazón el Año de la Familia, que concluirá con el X Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en Roma, el 26 de junio de 2022. Confiamos a la Sagrada Familia los frutos de este Año en nuestra Iglesia colombiana. + Edgar de Jesús García Gil Obispo de Palmira Presidente de la Comisión Episcopal de Familia

Mié 17 Mar 2021

Con la Eucaristía, Colombia dará inicio al año dedicado a la familia

Este viernes 19 de marzo, a las 10:00 a.m., con una eucaristía virtual presidida por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), se dará inicio a las celebraciones del “Año de la Familia” proclamado por el Papa Francisco. La Iglesia católica en Colombia hace extensiva esta invitación para que desde los hogares se unan a esta celebración eucarística en la que se agradecerá a Dios por las familias y se vivirá, además, un momento de bendición y gracia. Este será solo el inicio de las actividades programadas para este año, que busca promover en las familias su natural vocación misionera creando momentos de formación para la evangelización. Año de la Familia El 19 de marzo la Iglesia celebra cinco años de la publicación de la exhortación apostólica 'Amoris laetitia' sobre la belleza y la alegría del amor familiar. Este mismo día, en la solemnidad de San José, el Papa Francisco inaugurará el “Año 'Amoris laetitia'”, un periodo especial que se dedicará a la familia y que terminará el 26 de junio de 2022, con ocasión del X Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en Roma. Para vivir este año de la familia, el Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, en el Vaticano, ha elaborado un folleto informativo que brinda algunas sugerencias a seguir. Entre ellas: La realización de foros, conversatorios, elaboración de videos testimoniales, momentos litúrgicos, propuestas pastorales, catequesis, celebración de una jornada para los abuelos y las personas mayores, doce itinerarios con las familias para poner en práctica 'Amoris laetitia', entre otros. Folleto informativodel dicasterio para los Laicos, Familia y Vida[icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar folleto[/icon]

Vie 4 Dic 2020

“Queridas y queridos enfermos, ¡ánimo!”: Monseñor Óscar Urbina

Al cierre de la jornada de oración por los enfermos programada para este viernes 04 de diciembre por el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), monseñor Óscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal, envió un mensaje uniéndose a esta iniciativa que buscaba orar por los afectados del Covid-19 y enfermos en general. “Me uno a la jornada nacional de oración por todos los enfermos del país y del mundo en este tiempo de pandemia. No solo me uno con la oración por ellos, sino también junto con ellos y desde ellos, pues comparto los mismos sufrimientos de la enfermedad y el dolor, así como la preocupación de familiares y amigos por nuestra salud”. El también arzobispo de Villavicencio, quien se encuentra internado en una clínica a causa de un cuadro respiratorio por contagio del Covid-19, recuerda en su mensaje las palabras de Jesús: “Cuando dos o tres nos reunimos a orar, allí está el Señor”, y agregó “Él ha cargado con todas nuestras enfermedades y su primera preocupación fueron los enfermos, a quiénes acogió, consoló, acompañó y liberó, no solo de su enfermedad, sino de la muerte eterna. Por eso, queridas y queridos enfermos, ¡ánimo!” Anota también monseñor Urbina que Jesús siempre acoge a los enfermos con ternura y se hace presente a través del corazón y las manos del personal de la salud, familiares y todos los que oran por quienes lo necesitan. “No estamos solos, el Señor nos acompaña y, al pedirlo todos, nos concede los dones de su Espíritu que hoy más necesitemos”. En el texto también resalta, con especial gratitud, a niños, jóvenes y familias del campo y las ciudades que oran por todos los enfermos. “Ustedes hacen cercana la presencia de Dios”. A la jornada nacional “#OremosJuntos por los enfermos” se unieron los medios de comunicación católicos del país, así como las oficinas de comunicaciones de las 77 jurisdicciones de la Iglesia en Colombia (arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos), promoviendo durante todo este día, 4 de diciembre, oración por los enfermos en los lugares y horarios que cada quien dispusiera. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar mensaje[/icon]

Mié 2 Dic 2020

Diciembre 4: #OremosJuntos por los enfermos

Para este viernes 4 de diciembre, el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), invita a todos los católicos y personas de buena voluntad a unirse en oración por los enfermos de Colombia y el mundo afectados por el Covid-19 o cualquier otra enfermedad. Asimismo, el SPEC agradece que en todas las eucaristías, los rosarios y las oraciones en general de este viernes, se incluya la intención por la salud de monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente del episcopado colombiano, quien resultó positivo para Covid y viene avanzando en su recuperación. Igualmente, se pide oración por la salud de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, colaboradores de la Iglesia y todas las personas afectadas por el Coronavirus, así como por quienes en este tiempo de pandemia están afrontando otro tipo de enfermedades. La idea es que, en cualquier momento de este viernes, se ore por la salud de los enfermos, ya sea en un espacio familiar, laboral, parroquial, comunitario o personal, como también expresar estas oraciones en las redes sociales utilizando el numeral #OremosJuntos. “Comprendemos la angustia y la incertidumbre que pueden llegar a sentir los enfermos por causa del Covid-19 o por cualquier otra enfermedad que se padezca en estos momentos tan críticos para la humanidad; también es comprensible ‘el calvario’ que le toca padecer a los familiares y allegados de los enfermos. Por esto, queremos que sientan a la Iglesia cercana y muy comprometida con ellos desde la oración”, expresó monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo electo de Santa Rosa de Osos y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Para motivar la jornada de oración por los enfermos propuesta para este viernes 4 de diciembre, monseñor Álvarez concluyó con el pasaje bíblico del evangelio de Mateo (15, 29-30) que narra cómo “una gran multitud acudió a Jesús llevando muchos enfermos que pusieron a sus pies, y él los sanó”.

Mié 21 Oct 2020

Monseñor Álvarez Botero: "Es necesario volver la mirada a la familia"

En el 50 aniversario del Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), tiene lugar hoy el encuentro virtual de Agentes de la Pastoral Familiar, centrado en la familia en tiempo de pandemia. La entrevista con el Secretario General de la CEC, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero. “La Familia en tiempos de pandemia y post pandemia”: es el título del encuentro virtual de Agentes de la Pastoral Familiar, que tiene lugar hoy a partir de las 9 de la mañana hora local, para conmemorar los 50 años del Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). El evento, contará con la participación, desde el Vaticano, de Monseñor Vincenzo Paglia, Gran Canciller del Instituto Pontificio para la Familia Juan Pablo II y Presidente de la Academia Pontificia para la Vida. Además, haciendo una lectura de la realidad mundial que se vive en tiempos de pandemia participarán Monseñor Oscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Secretario General de la CEC y Monseñor Edgar de Jesús García, presidente de la comisión de Matrimonio y Familia. En la cita virtual darán también su contribución los directores que han trabajado en el Departamento de Matrimonio y Familia a lo largo de estos 50 años, quienes compartirán su experiencia y analizarán los retos de la familia hoy. “El encuentro de agentes de Pastoral familiar se realiza cada año y es una de las programaciones de la Conferencia Episcopal que más incidencia tiene”, explicó a Vatican News, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Obispo auxiliar de Medellín y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, precisando además que este año “con la circunstancia de la pandemia, el encuentro adquiere un relieve especialísimo porque consideramos que en la familia está viviendo un momento particularmente importante. En los discernimientos que hemos hecho los obispos sabemos que hoy en la familia se concentran una cantidad de situaciones positivas de un lado porque a partir del confinamiento hemos vuelto a la necesidad de la familia, pero también las problemáticas más agudas. Pensamos especialmente en que los padres han debido asumir unos roles supremamente exigentes dentro del contexto familiar como educadores, como orientadores, como médicos, como psicólogos dado que todos lo estamos viviendo en el núcleo familiar”. Fuente: Vatican News

Mié 19 Ago 2020

Fundación Populorum Progressio avanza con ayudas para América Latina y el Caribe

La difícil crisis generada por la pandemia del COVID-19 no fue obstáculo para que el Consejo de Administración de la Fundación Populorum Progressio celebrara su reunión anual, por supuesto, de manera virtual, en la que, además de analizar la situación de Latinoamérica y el Caribe frente a la pandemia del coronavirus, de entre un número significativo de solicitudes, aprobó 138 proyectos de desarrollo social, haciendo énfasis en aquellos que tienen por objeto contribuir a mitigar a corto y mediano plazo los efectos de la crisis y que provienen de comunidades y lugares muy necesitados. A estos proyectos hay que sumarle otros 30 de ayuda alimentaria, que están en ejecución, los cuales fueron aprobados de manera extraordinaria por el Consejo de Administración en el mes de junio, en respuesta a una solicitud del Papa Francisco y en cuanto la Fundación hace parte de la Comisión Vaticana COVID-19 que el Papa pidió al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, crear en colaboración con otros Dicasterios de la Curia Romana y otros organismos, para expresar la preocupación y el amor de la Iglesia por la entera familia humana ante dicha pandemia. En total son 168 proyectos provenientes de 23 países de Latinoamérica y el Caribe. La reunión que se realizó del 29 al 31 de julio fue presidida por Mons. Javier Del Río Alba, Arzobispo de Arequipa (Perú) Presidente del Consejo de Administración. Participaron el Vicepresidente del mismo Consejo Mons. Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio (Colombia) y demás miembros, Mons. Murilo Sebastiao Ramos Krieger, Arzobispo-E de San Salvador de Bahía (Brasil), Mons. José Luis Azuaje Ayala, Arzobispo de Maracaibo (Venezuela), Mons. EduardoMaría Taussig, Obispo de San Rafael (Argentina) y Mons. Segundo Tejado Muñoz, Representante del Dicasterio. También miembro del Consejo y, aunque no pudo participar directamente en la reunión, el Cardenal Chibly Langlois, Obispo de Les Cayes, Haití evaluó y envió el reporte de los proyectos provenientes de Centro América y el Caribe. De igual manera participó el equipo operativo del Secretariado de la Fundación. Por su parte el Cardenal Peter K.A. Turkson, Prefecto del Dicasterio y como Presidente de la Fundación, también se unió a la reunión, dando un mensaje de agradecimiento e invitando a todos a continuar trabajando con entusiasmo y dedicación en favor de tantas personas que requieren de nuestra ayuda en estos momentos difíciles. Muy significativa fue también la participación del Secretario del Dicasterio Mons. Bruno-Marie Duffè, quien en su mensaje insistió en que “no se trata de prepararnos para el futuro, sino de preparar el futuro”, citando al Papa Francisco y que “la caridad de la Iglesia tiene que ser un testimonio de fe y de esperanza, y la solidaridad nos tiene que ayudar a pasar del miedo a esa esperanza”. Como es costumbre en esta reunión anual, activamente participarón representantes del Comité para las Intervenciones Caritativas a favor del Tercer Mundo de la Conferencia Episcopal Italiana, el cual financia la mayor parte de estos proyectos. De igual manera, hubo representantes de Cross Catholic Outreach que desde el 2018 financia un número significativo de etas iniciativas. Una especial acogida se le brindó al coordinador de proyectos para América Latina de Manos Unidas quien por primera vez hace parte de esta reunión con miras a establecer un trabjo conjunto entre la Fundación y está institución que es orientada por laicos y que tanto bien hace en todo el mundo. No menos significativa fue la presencia del Pbro. Paulo César Barajas, de la Arquidiócesis de Guadalajara, México quien por muchos años ha trabajado en el Dicasterio y colaborará con la Fundación. Ante la magnitud de la crisis que vivimos, estos proyectos pretenden ser un signo de la caridad del Papa, a la vez que un llamado a todos los cristianos y personas de buena voluntad a incrementar la práctica efectiva de la caridad y la solidaridad, buscando que en esta pandemia “nadie se quede atrás”, según nos invita con insistencia el Santo Padre. La Fundación Populorum Progressio Fue creada por el Santo Padre Juan Pablo II el 13 de febrero de 1992, empeño asumido en vísperas de la conmemoración del V Centenario del inicio de la Evangelización del Continente Americano. Se trata de la continuación, bajo una nueva forma, de un fondo que el Papa Pablo VI había instituido en el año 1968 en su visita a Colombia. Al crear la Fundación, el Santo Padre invitaba a la Comunidad Internacional, a las instituciones y a las personas de buena voluntad a duplicar los esfuerzos en favor del desarrollo integral de las poblaciones indígenas, campesinas y afrodescendientes de América Latina. Esta Fundación financia cada año el mayor número posible de proyectos mediante los cuales favorece el desarrollo integral de las comunidades más pobres. Las ayudas se reciben gracias a la generosidad sobre todo de los católicos italianos, canalizada a través de la Conferencia Episcopal de ese país, así como de donativos recibidos de otras personas y organismos eclesiales.

Lun 6 Jul 2020

Iglesia reflexiona claves pastorales para continuar la tarea evangelizadora

Este lunes 06 de julio se ha dado inicio a la 110 Asamblea Plenaria de Episcopado Colombiano que, en esta ocasión y de manera inusual, se realizará virtualmente. Cada uno de los arzobispos, obispos y vicarios apostólicos, se encuentran en sus respectivos territorios desde donde, gracias a la tecnología, se conectan con la sede del episcopado en Bogotá, donde está el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, junto con varios directores de departamento de la institución. En su discurso de apertura, monseñor Óscar Urbina Ortega, presidente de la CEC, se refirió a la crisis sanitaria que afecta al país y al mundo entero, tema central que marcará la reflexión de los obispos. Al respecto, dijo que la transformación que la Iglesia colombiana requiere ahora, comienza por la toma de conciencia del momento complejo que se atraviesa por cuenta de la pandemia. “Desde una perspectiva de fe, la trágica y dolorosa crisis sanitaria nos introduce, sin embargo, en un nuevo tiempo de gracia, en un Kairós con múltiples desafíos que es preciso discernir y a los cuales es necesario responder, pero que en últimas, nos confronta con la permanente novedad del Evangelio que es el llamado a la conversión”, afirmó. La agenda de trabajo, que se extenderá hasta el miércoles 8 de julio, permitirá que los obispos del país se encuentren a través de una plataforma virtual y reflexionen sobre un objetivo planteado para esta ocasión: el “discernir, a la luz del Evangelio, la hora presente de la Iglesia y el mundo, marcada por la pandemia del Covid-19, que nos pide pensar y replantear las realidades fundamentales de la convivencia social, religiosa, política, económica, cultural y ecológica, para situar la misión de la Conferencia Episcopal en este contexto y establecer sinodalmente las claves y directrices pastorales para continuar la tarea evangelizadora”. El también arzobispo de Villavicencio mencionó en su alocución que esta Asamblea cierra las dos primeras décadas del tercer milenio y plantea un nuevo horizonte para el camino de la Iglesia. “Estas dos décadas se cierran con un fenómeno de pandemia que ha paralizado al mundo y que pone en cuestión el camino, la metodología, las opciones y hasta las finanzas de la Iglesia. Se abre un horizonte que parece brumoso, incierto y hasta tenebroso”. Así mismo recordó la misión por la que fueron llamados al servicio episcopal, la de guiar y estar al servicio de los demás, dijo que para realizar esta misión se requiere de creatividad y liderazgo enraizado en la persona de Jesús. “Esto implica cambiar los paradigmas y ser dóciles para dejarnos guiar por el Espíritu Santo, que nos llena de valor, imaginación y creatividad para favorecer nuevos ministerios y servicios e ir como Jesús hacia las periferias, y para salir como los Apóstoles de los cenáculos que encierran y no confrontan”. Pidió no ver este momento de la pandemia como una fatalidad irreversible, sino más bien como una posibilidad de conversión y cambio en el ser humano y agregó que “el corazón humano, centro de nuestro trabajo evangelizador, desempeña un papel relevante para ayudar a gestar un mundo nuevo, en medio y después del drama que estamos viviendo (…) El tiempo que vivimos es el terreno donde acontece la obra buena de Dios en nosotros. Señala horizontes y empieza a hablarnos de Dios. Él, interviene y revela comienzos completamente nuevos”. Estamos iniciando una nueva forma de ser Iglesia en salida Acentuó que en este momento de la historia humana la Iglesia debe estar en la capacidad de evangelizar como Jesús y estar atenta a realizar un discernimiento sobre el qué hacer, cómo y a quién servir. “El discernimiento nos convoca a la comprensión espiritual y a la acción que nos exige una profunda formación espiritual, que cobije toda la persona”. Lo anterior añadió “nos pide mirar la cultura expresada en estos momentos de cuarentena, no para juzgarla, menos acusarla, sino para una toma de conciencia”. Por otra parte, observó que la pandemia ha llevado a crear una cultura del uso de la tecnología, es decir, a una globalización desenfrenada; “esto expresa una fe insaciable de respuestas que sin duda están indicando la necesidad de un encuentro de la cultura con el misterio, para una experiencia profunda de Dios”, por lo que pidió hacer una lectura cuidadosa sobre el comportamiento de las personas en estos momentos de crisis, sus necesidades, líneas de pensamiento, modelos de vida que hayan podido ser afectados, pero no solo de los creyentes, sino de los diferentes actores presentes en este contexto. “Todo esto desvela ante nuestros ojos la necesidad que el servicio del Evangelio vaya al corazón de la cultura colombiana, profundamente mestiza y a la vez hija de nuestro tiempo; se requiere conocer sus profundas raíces que impactan en las toma de decisiones de las personas y en la que sutil o explícita aparece la presencia divina; no podemos cerrar los ojos, ante una identidad cada vez más frágil, que no permite enfrentar el pluralismo, ante una mentalidad materialista y superficial, ante las violencias que se extienden a lo largo y ancho del país, y ante la deshumanización que impide dejar salir las bondades que se esconden en el propio corazón para reconocer y vivir la fraternidad”, aseveró. Nuestra tarea es hacer posible nuevos comienzos de la fe Monseñor Urbina advirtió que en estos momentos en que la Iglesia no ha podido acompañar de cerca a sus fieles, ni recibirlos en los templos, es cuando más se requiere de creatividad pastoral, así como lo ha venido haciendo, valiéndose de las redes de la información y de los medios de comunicación. “Necesitamos generar proyectos y objetivos claros, dinamizadores que pongan en movimiento las comunidades locales (…) Nuestra tarea es hacer posible nuevos comienzos de la fe, favorecerlos, acompañarlos en un clima de humildad y espíritu de servicio. Estamos iniciando una nueva forma de ser Iglesia en salida”. Apuntó que solo se logrará llegar a un nuevo amanecer, a la superación de la pobreza, la reconciliación, la fraternidad y la fe de los pueblos, si se trabaja de manera sinodal comunicando la esperanza como “pueblo Santo de Dios que peregrina en Colombia”, es decir, siendo misioneros de esperanza y sirviendo a los más necesitados.. “Nuestra espiritualidad misionera debe vivir la experiencia del servicio a los hermanos que sufren, como el mejor lugar de encuentro con Jesucristo. Él es la Piedra Angular de la esperanza para Colombia. Él nos hace ver con realismo nuestras posibilidades de un nuevo futuro, nos acompaña y previene contra el pesimismo reinante que atemoriza, y no nos deja caer en la tentación de euforia, que ciega ante los obstáculos en el camino de un futuro nuevo”. Finalmente, al referirse a las diferentes realidades y preocupaciones que aquejan a cada uno de los obispos en sus regiones, el prelado evocó las palabras que el Papa Francisco pronunciara en su visita a Colombia: “Siento el deber de transmitirles mis ganas de darles ánimo. Los animo, pues, a no cansarse de hacer de sus Iglesias un vientre de luz, capaz de generar, aun sufriendo pobreza, las nuevas creaturas que esta tierra necesita. Hospédense en la humildad de su gente para darse cuenta de sus secretos, recursos humanos y de fe, escuchen cuánto su despojada humanidad brama por la dignidad que solamente el Resucitado puede conferir. No tengan miedo de migrar de sus aparentes certezas en búsqueda de la verdadera gloria de Dios, que es el hombre viviente. ¡ánimo! Los animo en este camino”.