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ordenación episcopal

Lun 16 Ago 2021

Mons. Germán Medina asume como nuevo obispo auxiliar de Bogotá

En su mensaje como nuevo obispo auxiliar de Bogotá, pronunciado al finalizar la ceremonia de ordenación episcopal, el 14 de agosto 2021, en la Catedral Primada, monseñor Germán Medina Acosta manifestó su asombro y gratitud ante la misericordia de Dios: "el Señor deposita su confianza en mí para que contribuya a anunciar, como sucesor de los apóstoles, el Evangelio de la Esperanza". "Reafirmo mi disposición y deseo de infundir confianza, proclamar con obras y palabras la voluntad salvadora de Dios, la presencia constante del Señor Jesús, la luz de su resurrección y la fuerza de su Espíritu”, manifestó al presbiterio arquidiocesano; obispos auxiliares; obispos de esta jurisdicción eclesiástica y de distintas regiones del país; diáconos; religiosos; religiosas; seminaristas; familiares; y amigos, quienes, respetando los protocolos de bioseguridad, lo acompañaron en la solemne eucaristía. Al referirse a la tarea del obispo en medio de la pandemia y de la crisis social actual, agregó, “vemos más rostros sufrientes: hombres y mujeres errantes en “una tierra que ya no conocen” (Jr 14, 18), buscando consuelo y guía; familias que lloran la pérdida de sus seres queridos; jóvenes que, frente al futuro incierto y sin oportunidades de trabajo digno, acechados por las fuerzas del mal que enfrían el amor (cf. Mt 24, 12), desesperan, resienten y rechazan con enojo modelos sociales, políticos y económicos excluyentes”. Ante esta dura realidad, insistió, “me reconozco llamado a reflejar, como lo promueve el santo padre Francisco, el rostro relacional de la Iglesia, su estilo sinodal de vivir la misión: el “nosotros eclesial” en camino, que discierne y acompaña a todos, de manera especial, a los últimos, con su cercanía incluyente, compasiva y solidaria, fraterna y dialogante, en la creación de un mundo más humano”. Tras agradecer al papa su confianza y enseñanza; al señor cardenal Rubén Salazar Gómez su cercanía y ejemplo de fe serena; al señor nuncio apostólico, Luis Mariano Montemayor, su presencia y orientación; al señor arzobispo Luis José Rueda Aparicio su fraternidad y sencillez; y pedirles que cuenten con su apoyo y servicio incondicional, se dirigió a la iglesia arquidiocesana manifestándoles: ¡Con ustedes soy discípulo, para ustedes quiero ser padre, hermano y amigo! La ceremonia eucaristía fue presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Así también, le acompañaron como obispos ordenantes el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá, y monseñor Luis Mariano Montemayor, Nuncio Apostólico en Colombia. Fuente: El Catolicismo - Arq. de Bogotá Fotos: Arquidiócesis de Bogotá

Mar 13 Abr 2021

Unidos en oración por el aniversario episcopal del presidente de la CEC

Los obispos de Colombia expresan un saludo especial a monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal (CEC), por su 25 aniversario de ordenación episcopal y le agradecen por su servicio fiel a la Iglesia. Asimismo, aradecen a Dios por el fecundo ministerio de monseñor Urbina, siempre manifestado en el servicio a las comunidades de las jurisdicciones que lo han tenido como pastor, así como en la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia. Monseñor Oscar Urbina, nacido en la vereda El Peñón, del municipio de Arboledas, en Norte de Santander, el 13 de abril de 1947, recibió su ordenación presbiteral el 30 de noviembre de 1973, de manos del Cardenal Aníbal Muñoz Duque. Cinco años después (1978) fue enviado a Roma a realizar la Licenciatura y el Doctorado en Filosofía como alumno del Colegio Pio Latinoamericano y de la Pontificia Universidad Gregoriana. En marzo de 1996, fue nombrado por Su Santidad Juan Pablo II como Auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá y el 13 abril del mismo año recibió la ordenación episcopal. Fue también Juan Pablo II quien lo nombró, en noviembre de 1999, obispo de la Diócesis de Cúcuta. Y, más tarde, en noviembre de 2007, el Papa Benedicto XVI lo nombró Arzobispo de Villavicencio. El 5 de julio de 2017, en la 103 Asamblea Plenaria del Episcopado, fue elegido presidente de la CEC para un periodo de tres años (2017-2020), el cual se ha extendido porque la pandemia ha impedido la reunión presencial de los obispos para elegir nueva junta directiva.

Jue 23 Jul 2020

Obispo electo de Barrancabermeja recibe Ordenación Episcopal

En la Catedral Nuestra Señora de la Pobreza en la ciudad de Pereira, monseñor Ovidio Giraldo Velásquez, obispo electo de Barrancabermeja, recibió este 22 de julio la Consagración Episcopal, por imposición de manos, unción y oración consecratoria de monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, obispo de Pereira y quien actuó como ordenante principal. En un emotivo saludo, el obispo electo inició agradeciendo a Dios el haberlo llamado al ministerio episcopal y el hacerlo participe del Colegio Apostólico. “En los prodigiosos designios divinos y en los benevolentes y sabios caminos eclesiales, hoy he recibido el orden del episcopado con el encargo y la esperanza de que sea para el júbilo de Dios, la santificación del pueblo cristiano y el bien de la humanidad;con la firme esperanza de que así será con el favor de la gracia divina y el apoyo del pueblo santo, y de mi parte con la voluntad de permanecer unido a Dios y a la Iglesia” Así mismo pidió a Dios, Padre de misericordia, le conceda la gracia de “honrarlo con mi vida y mi palabra. También, con la vida y la palabra mostrar al mundo su bondad, su misericordia y su amor”. El prelado mencionó cómo desde su adolescencia sintió el llamado de Dios a servir desde el sacerdocio, llevando el Evangelio a donde fuera posible y hoy dice “como en otros jubilosos momentos y de manera especial, el Señor me ratifica esta vocación y misión”. “Al Espíritu Santo, presencia pura del amor divino, que siempre nos convoca para la verdad y al amor, le ofrezco la disposición de todo mi ser para que de manera constante e íntegra disponga de mí en orden a divisar y abrazar los designios del Padre y a llevar la buena nueva de Jesús en toda oportunidad”, apuntó. Al recordar a su diócesis, donde fue incardinado como sacerdote, La Dorada-Guaduas, extendió un saludo a cada uno de los obispos, sacerdotes, religiosas y fieles laicos, quienes en su caminar por este territorio le ofrecieron su afecto y cariño. A todos ellos “mi perenne gratitud por lo mucho recibido y lo tanto aprendido en la fe y la misión”. Igualmente, mostró gratitud al Papa Francisco por la designación al ministerio episcopal, expresando su profunda admiración y afecto. Al Nuncio Apostólico, monseñor Mariano Montemayor, expuso su complacencia por la atención con ocasión de su nombramiento, así como al Cardenal Marcos Ouellet, prefecto de la Sagrada Congregación para los obispos. Ante monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, obispo de Pereira, se mostró agradecido por haberle permitido recibir su ordenación episcopal en esta sede, resaltando de él su acogida paterna, su testimonio pastoral y la pasión evangelizadora, materializada en la Red de Nueva Evangelización. “Gratitud que extiendo al presbiterio de Pereira, a los religiosos y fieles laicos de esta querida diócesis, donde siempre me he sentido hijo y hermano”. A los miembros de la Red de Nueva Evangelización, de la cual fue director desde el año 2013 hasta su nombramiento como obispo, les demostró su gratitud, extendido este saludo al equipo del Secretariado. “En los señores obispos de la Red constaté que el episcopado colombiano tiene su corazón generosamente ofrendado a Jesucristo y este hecho es todo un evangelio que colma de vitalidad y esperanza la iglesia colombiana y los hace dignos de todo afecto filial y obediencia pastoral”. No podía ser diferente la devoción y afecto demostrado hacia su familia, de quienes dice aprendió a conocer y a amar a Dios y al prójimo, ustedes dijo: “siguen siendo mi escuela de fe y caridad cristiana; siempre los necesitaré. Infinitas gracias, mamá. A papá, que Dios lo tenga en el lugar de los justos”. Igualmente reconoció la valiosa amistad de amigos, confesores, directores espirituales, benefactores, compañeros de misión y apostolado y comunidades parroquiales que a lo largo de su vida han estado presentes en su camino. Al exaltar la figura de Santa María Magdalena, proclamada por la Iglesia católica como “apóstol de los apóstoles”, pidió su ayuda “para mantener los ojos y el corazón fijos en la Pascua del Señor y para llevar con incesante gozo el anuncio de la buena nueva de la salvación a propios y extraños (…) En Santa María Magdalena exalto la vida y la obra de las incontables y santas mujeres que siguiendo las huellas de la Madre del Señor han colmado nuestra vida de bendiciones y han embellecido la Iglesia”. Al dirigirse al presbiterio de la diócesis de Barrancabermeja, religiosas, consagrados y fieles laicos, expuso que junto a María Magdalena, Jesús será “nuestro gozo, nuestro desvelo y nuestro tesoro, el tesoro que quiero compartir con todos ustedes a tiempo y a destiempo, con oportunidad o sin ella”. Finalmente, encomendó su episcopado bajo el amparo amoroso de la Santísima Virgen y el bienaventurado patriarca San José. “En ti honro la multitud de varones justos y buenos que han enaltecido el pueblo de Dios”. Respondiendo a los protocolos de bioseguridad establecidos ante la pandemia, el acto litúrgico contó con un reducido número de participantes, entre ellos: monseñor Hency Martínez Vargas, obispo de la Dorada-Guaduas y monseñor Luis Albeiro Cortés Rendón, obispo auxiliar de Pereira, quienes le acompañaron como primeros ordenantes y además un pequeño grupo de sacerdotes. Obispos, sacerdotes, religiosos(as), agentes pastorales y bautizados de Colombia y el mundo, pudieron acompañar espiritualmente al obispo electo a través de la transmisión por redes sociales que la diócesis de Pereira originó y que fue replicada por distintas jurisdicciones e instituciones de Iglesia del país, como signo de unidad, comunión y alegría ante este importante momento para la Iglesia. Fotos:Augusto Serna Arias.(Periódico La Verdad) Galería fotográfica VIDEO DE CEREMONIA

Vie 15 Mar 2019

Obispo electo de La Dorada recibirá Ordenación Episcopal

En una ceremonia presidida por el Nuncio Apostólico de Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, el obispo electo de La Dorada-Guaduas, monseñor Hency Martínez Vargas, recibirá este jueves 21 de marzo la ordenación episcopal. La eucaristía se realizará en la Catedral Inmaculada Concepción de Málaga Santander, a las 10:00 a.m. Le acompañarán como concelebrantes monseñor José Libardo Garcés Monsalve, obispo de Málaga - Soatá y monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo de Cúcuta. Cabe recordar que el pasado 13 de enero de 2019 el Papa Francisco designó como obispo de la diócesisde Dorada-Guaduas al padre Hency Martínez Vargas, quien tomará posesión de su Jurisdicción el próximo 04 de abril. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 22 Mar 2018

Obispo electo de Ipiales recibe Ordenación Episcopal

En la Catedral Nuestra Señora de Chiquinquirá de Sonsón en Antioquia, monseñor José Saúl Grisales Grisales, obispo electo de Ipiales, recibió el pasado sábado 17 de marzo, la Consagración Episcopal, por imposición de manos, unción y oración consecratoria de monseñor Ettore Balestrero, Nuncio Apostólico del Papa Francisco en Colombia. La Eucaristía comenzó a las 11 de la mañana y se extendió por más de dos horas y contó con la presencia de más de 20 obispos de diferentes lugares del país, aproximadamente 250 sacerdotes, delegaciones de visitantes de la Diócesis de Ipiales, de otras jurisdicciones eclesiásticas, seminaristas, religiosas, fuerzas cívicas y fieles de la localidad. Durante la ceremonia litúrgica se leyó el mandato apostólico, expedido por el Papa Francisco y en el cual lo nombraba obispo y le pide ser solícito pastor del rebaño a él encomendado “Haz fielmente, querido hijo, que el gravísimo oficio de Obispo sea ejercido de tal manera, que los fieles a ti confiados te den crédito y permanezcan fuertes en la ley del señor y caminen alegremente recordando estas palabras: “Hijo mío, guarda mis preceptos en tu corazón por todos los días y años de tu vida y tendrás paz”. La luz, la fuerza y el gozo del Espíritu Santo y la protección de Nuestra Señora de Chiquinquirá sea siempre contigo y con la queridísima comunidad eclesial en la amada Colombia” dice el mandato. Posteriormente, en la homilía el Nuncio Apostólico, recordó el misterio al que será promovido monseñor Grisales, hijo de esa tierra sonsoneña, donde la iglesia ha sido presencia salvadora de su gente y la fe de ellos un terreno fecundo del que Dios se ha servido para suscitar vocaciones para su santo servicio. “Hoy contemplamos dicho sacramento, la realidad de que nos abre el pasaje del profeta Isaías. El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el señor me ha ungido, me ha enviado para dar la buena noticia a los pobres, para curar los corazones desterrados, proclamar la amnistía a los cautivos y a los oprimidos la libertad”. “Si dirigimos nuestra mirada la acción misteriosa de la trinidad, descubrimos que cada una de las divinas personas actúa según su propiedad. Realizando dicha profecía, el Padre es el que ha ungido, el Hijo ha sido ungido y el Espíritu Santo es la unción. Así el mismo espíritu que se derramó sobre Cristo, el ungido y enviado del padre hoy vuelve a difundirse en el alma de monseñor José Saúl, para agregarlo al número de los apóstoles y para no dejarnos nunca más”. Esta infusión del espíritu que se comunica al elegido va unida a la unción, un don gratuito, concedido en orden a una misión: Ser mensajero de la buena noticia, consolar a los abatidos, liberar a los cautivos y llevar a todos la alegría. De esta manera el obispo pertenece exclusivamente a su misión, es decir, a quien lo ha consagrado por la unción. Por tanto, decía el Nuncio “oremos con fuerza, para que monseñor José Saúl se identifique también subjetivamente, psicológicamente, con cristo obispo y buen pastor; se done a Él sin reserva y desde hoy viva con alegría, empeño y total dedicación el ministerio que recibe”. Es una inmensa responsabilidad, que él puede y debe vivir con coherencia en cada instante y en caso de circunstancias de su vida. “Entre el evangelio y en el elegido actúa el Espíritu Santo, que colma la pobreza del hombre y lo transforma en un servidor fiel. La palabra cubre y protege la persona y ministerio del obispo; la palabra viva de Dios debe, por así decirlo, invadirlo, de manera que se convierta totalmente en una sola cosa con él; que cristo viva en monseñor José Saúl y dé forma a su vida y de contenido a su vida. No existe más José Saúl, existe Cristo que se ha identificado y vive con Él”. El nuncio recordó que el obispo necesita dejarse permear por el evangelio, para convertirse en un humilde servidor. El gesto de la Unción sobre la cabeza que reciben todos los obispos, debe conducir a pensamientos de humildad y conciencia de la común pobreza en el Espíritu y debe inducir a vivir una vida auténtica y ordenada en la Oración “la oración se convierte en el pulmón que nos hace respirar en las actividades apostólicas, la luz que ilumina y la fuerza que hace vencer toda dificultad”. “Ser pastor consiste en decir no tengo nada mejor que hacer que cuidar de mis ovejas. Esta imagen es trasladada a Dios, supone que su principal quehacer es llamarnos y cuidar de nosotros. Y no lo hace y personalmente, sino personalmente con cada uno; de aquí que el primer don que puede ofrecerle el obispo a su grey es la paternidad, y está especialmente manifestada a sus sacerdotes, por quienes debe orar, velar, animar y acompañar”. Monseñor Balestrero recordó las palabras del papa Francisco a los obispos en su visita a Colombia, “¿Qué cosa pueden dar a sus sacerdotes? El primer don es aquel de la paternidad que asegure que la mano que los ha generado y ha ungido no se ha retirado de sus vidas. El corazón de un padre -dijo el Papa- de un obispo, no puede limitarse a la precaria, impersonal y externa comunicación con su presbiterio; los sacerdotes precisan con necesidad y urgencia vita, de la cercanía física, afectiva y efectiva de su obispo. Los sacerdotes requieren sentir que tiene un padre; al mismo tiempo, la imagen del amor apasionado de un pastor que dedican su tiempo y su vida a amar y cuidar nos hace descubrir que nuestra fe en Dios no se puede concluir en creer que Dios es Padre en cuanto nos ha creado y nos ha traído a este mundo. No. Su paternidad va mucho más allá, no solo creemos en que Dios nos ha creado, sino que creemos en que nos acompaña y en todo momento camina junto a nosotros. El pastor nos cuida, nos alienta, nos indica el camino”. “Yo confío tu ministerio episcopal a la Virgen María que preside esta catedral y también a la Diócesis de Ipiales, te ayude a guardar en el corazón lo que Dios dice y lo que a veces calla, para que, siendo un servidor fiel y prudente, te ayude con su intercesión, a ser pastor según el corazón de Cristo”, finalizó monseñor Balestrero. Ver la homilía completa: Rito de Ordenación Después de la homilía, se realizó el rito de consagración Episcopal; inició con el interrogatorio, por parte del presidente de la celebración. Ser Obispo de la Iglesia del Señor supone que quien es elegido para este Ministerio, esté dispuesto a cumplir con fidelidad las tareas a él encomendadas, a saber: anunciar el Evangelio, conservar la Tradición Apostólica, edificar la Iglesia, obedecer al Sumo Pontífice como Sucesor de san Pedro, y cuidar de su pueblo con amor de Padre. Sobre estos aspectos fue interrogado monseñor Grisales. Posteriormente, se postró rostro en tierra, en signo de escucha profunda y de entrega generosa al Señor, mientras todos los asistentes invocaban la protección de los Santos, mostrando la comunión íntima entre la Iglesia peregrina y el coro de los bienaventurados del cielo. La Imposición de las manos sobre el elegido, es un signo muy antiguo de la Iglesia, empleado para manifestar la invocación del Don del Espíritu Santo sobre quien es destinado a una misión especial. Este gesto, realizado por todos los Obispos presentes, unido a la imposición del Libro de los Evangelios y a la Oración Consecratoria, constituyó el momento cumbre de la Ordenación Episcopal. Luego se realizó la unción del Santo Crisma sobre su cabeza, así como Dios ungió a su hijo como Sacerdote Supremo; se le entregó el libro de los Evangelios, pues su misión primera es ser maestro de la verdad para sus fieles; se le entregó el anillo, como símbolo de compromiso con la Iglesia de Dios; se le impuso la Mitra, que lo compromete a ejercer su ministerio episcopal en fidelidad; se le entregó el báculo, como signo del Pastor que empieza a ser en las comunidades y se ubicó en la sede de primer concelebrante, como lo indica la liturgia en estos casos. Monseñor Fidel León Cadavid Marín, obispo de Sonsón Rionegro, y monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario de la Conferencia Episcopal de colombia, fueron los primeros obispos ordenantes de la Consagración Episcopal. Al término de la celebración, monseñor Grisales agradeció a todos los presentes por su compañía en esta fiesta de la Iglesia. La Eucaristía continuó como de costumbre, y al término de la celebración, monseñor José Saúl Grisales Grisales presentó un saludo a todos los presentes, que compartimos a continuación. Palabras de Gratitud de Mons. Saúl Grisales: Fuente: Oficina de comunicaciones diócesis de Sonsón Rionegro (Antioquia)

Vie 4 Ago 2017

Obispo electo de Buenaventura recibe ordenación episcopal

El pasado fin de semana en un acto litúrgico presidido por monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, obispo de Pereira, recibió la ordenación episcopal monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, quien fuera nombrado por el Papa Francisco como nuevo obispo de la diócesis de Buenaventura. Durante su homilía monseñor Corredor Bermúdez, recordó al nuevo obispo que su primera tarea será la “de contemplar al Señor crucificado y pastorear a sus sacerdotes, orientarlos, tener la fortaleza de tomar decisiones, mirarlos como hermanos, ayudarles con gran paciencia, pero buscando siempre la verdad, el bien de ellos y el bien del pueblo. Igualmente, el purpurado resaltó la labor que muchos hombres y mujeres han hecho en la diócesis de Buenaventura, llevando el mensaje, el amor, el perdón y la reconciliación a este Puerto del Pacífico. “Hay que dejar atrás muchas cosas y entrar a compenetrarse con la cultura del pacífico, entender el pensamiento de nuestros hermanos afrodescendientes, hay que mirar todo con los ojos de Dios, con la perspectiva divina y con el deseo de un pastor para hacer el bien en cualquier lugar donde se llegue. Dios ha llegado también a ese Puerto, Dios tiene almas allá que lo esperan para darle la mano y trabajar con usted y desde el crucificado, el amor y la generosidad encontrará la ayuda de la gracia”, afirmó el obispo. Por su parte, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, al dirigirse a los presentes agradeció primero a Dios por su infinita misericordia, a los obispos, sacerdotes, laicos y a su familia quienes le han ayudado a orientar su vocación de servicio a Dios y a los demás. El prelado agradeció a monseñor Héctor Epalza Quintero, obispo saliente de la diócesis de Buenaventura, su testimonio de profeta y pastor durante los trece años que estuvo al frente de esta Jurisdicción y al pueblo bonaerense les recordó que llega un servidor para anunciar el Evangelio. “A todos los fieles de la diócesis de Buenaventura les digo que el Señor ha cambiado la ruta de mi vida. Desde hoy soy un servidor de ustedes. En las playas del Pacífico, debo embarcarme en la nave del Señor y con Él navegar mar adentro, para anunciar con gozo su Evangelio”. Cabe recordar que el pasado 30 de junio el Papa Francisco nombró a monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, como nuevo obispo de la diócesis de Buenaventura, quien tomará posesión de su sede el próximo 12 de agosto.

Vie 17 Jun 2016

Ordenación episcopal del próximo obispo del Guaviare

El padre Nelson Jair Cardona Ramírez, quien asumirá su pastoreo como obispo de San José del Guaviare, recibirá la ordenación episcopal el próximo sábado 18 de junio a las 10:00 a.m., en la Catedral Nuestra Señora del Carmen, municipio de La Dorada – Guaduas. Para la ceremonia de ordenación estará como obispo ordenante principal monseñor Óscar Aníbal Salazar Gómez, obispo de la diócesis de La Dorada – Guaduas y como primeros obispos concelebrantes, monseñor Ettore Balestrero, Nuncio Apostólico de Colombia y monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio. Se contará con la presencia de algunos señores obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas y fieles laicos, venidos desde varios lugares de la diócesis y de otras zonas del país. Es de recordar que el Papa Francisco nombró como nuevo obispo de San José del Guaviare al padre Nelson Jair Cardona Ramírez, el pasado 12 de mayo de 2016.

Vie 3 Jun 2016

Nuevo obispo auxiliar de Nueva Pamplona recibirá ordenación Episcopal

Este sábado cuatro de junio, el padre Jaime Cristóbal Abril González, obispo auxiliar electo para la arquidiócesis de Nueva Pamplona, recibirá la Ordenación Episcopal en la ciudad de Tunja, en ceremonia que estará siendo presidida por el arzobispo Luis Madrid Merlano. La eucaristía iniciará a las 10:30 a.m. en la catedral Santiago Apóstol de Tunja y estarán como primeros obispos concelebrantes, el Nuncio Apostólico de Colombia, monseñor Ettore Balestrero y monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, arzobispo de Tunja. Como es de recordar el pasado 16 de abril el Papa Francisco, nombró al sacerdote Jaime Abril como obispo auxiliar de Nueva Pamplona. El padre Jaime Cristóbal Abril González nació el 17 de julio de 1972, fue ordenado sacerdote el 10 de febrero de 1996 y fue incordiando a en la Arquidiócesis de Tunja.[icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar hoja de vida[/icon]