Pasar al contenido principal

obispo de cúcuta

Lun 11 Feb 2019

La dimensión social de la evangelización

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - En estos días hemos estado reunidos los obispos católicos de Colombia para la realización de la 107ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Colombia, en ella nos hemos encontrado los pastores de la Iglesia colombiana para reflexionar y compartir en torno a un gran tema: La dimensión social de la evangelización y el compromiso socio-político del cristiano. Los Arzobispos, Obispos y Vicarios Apostólicos han llegado desde los distintos rincones de Colombia, de las grandes ciudades y de los territorios más alejados, de contextos urbanos o rurales. Como pastores del Pueblo de Dios, nos hemos propuesto reflexionar sobre la situación y compromiso que la Iglesia tiene para afrontar la realidad social de nuestra Patria. El tema afrontado es bien importante, pues la Iglesia realiza su tarea de anuncio del Señor en medio del mundo y, además pastores y fieles viven y están insertos en una realidad social concreta a la cual tienen que aportar necesariamente en su condición de ciudadanos. La fe nos lleva a mirar a Cristo y a responderle con generosidad en hechos concretos de nuestra realidad diaria. Necesariamente la aceptación del mensaje de salvación nos lleva a dar generosamente a otros ese mensaje de vida, mostrando que Cristo es el camino, la verdad y la vida. La tarea de la Iglesia es el anuncio alegre de Cristo, que no es otra cosa que la evangelización, dar razón de la buena noticia del maestro. Esta tarea fue recibida de Cristo: Id al mundo entero y predicad el evangelio (Marcos 16, 15). Es la buena noticia de Dios que se nos manifiesta en Jesús, una nueva perspectiva de lo social y del mundo que está contenida en la Doctrina social de la Iglesia. San Pablo, en la Carta a los Gálatas (1, 16) nos presenta cómo hay que dar razón de esa buena noticia del Señor a todos los hombres. Esta tarea evangelizadora quiere hacer participar del mensaje salvador a los hombres y mujeres de todo el tiempo y en condiciones muy diversas. La evangelización es hacer participar de esta buena noticia, de vida eterna a todos los hombres. La acción evangelizadora se realiza en el mundo, en la historia, en las condiciones concretas de los hombres y mujeres. La aceptación del mensaje de Cristo, comporta también una adecuación de los comportamientos y formas de vida a las enseñanzas del Maestro. El texto del Evangelio de Mateo en el capítulo 28, nos da claridad sobre esto: “Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28, 18-20). Esta invitación es a participar en la misión, con la generosidad para ir a todos los rincones de la tierra, con una verdadera generosidad y esfuerzo, como lo ha hecho la Iglesia y sus misioneros. También el mandato del Maestro comporta el “hacer los discípulos” llevándolos a vivir según este modelo particular de vida. En tercer momento es necesario enseñar a obedecer al Señor, poniendo en la vida, en los hechos y en la acción diaria de los cristianos, sus palabras. El trabajo de nuestra Conferencia Episcopal nos llevó en estos días a poner la atención en la realidad del país, como lo ha hecho siempre en su historia, en las realidades del nuevo contexto social en el cual nos movemos. Un análisis profundo y serio que se refleja en el mensaje que ha sido publicado. Son muy grandes los retos de este momento, para la construcción de la paz, para el análisis de grandes temas que ocupan el panorama nacional: la corrupción, el narcotráfico, el micro-tráfico, la pobreza, la urgencia del fenómeno migratorio de los venezolanos, la crisis educativa. Algunos elementos son parte de nuestro análisis de la realidad social, llevándonos a leer en clave evangelizadora: las referentes a la economía, la evangelización de la política, el cuidado del mundo y del entorno en el cual vivimos. La palabra de la Iglesia quiere iluminar la realidad social con la luz del Evangelio de Cristo, llevando a que la experiencia del Maestro marque profundamente la forma con la cual se analice, cuide y explicite la construcción de un mundo en el cual se cumpla el plan de Dios para la historia humana. Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo Diócesis de Cúcuta

Mié 31 Ene 2018

Obispo de Cúcuta pide caminos más concretos para ayudar a venezolanos

Este es el llamado que hace el obispo de Cúcuta, monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, al Gobierno Nacional, sin desconocer la presencia que éste ha hecho frente a la emergencia que se vive en la frontera con los migrantes venezolanos. El obispo en un video mensaje afirmó que en las dos últimas semanas se ha duplicado el número de venezolanos que entran por la frontera a territorio colombiano, en busca de alimento, medicina y ayuda humanitaria. “El fenómeno ha crecido en las dos últimas semanas, prácticamente es el doble de los que pasaban hace un mes. Muchos de ellos con necesidades ingentes, con una gran pobreza, con grandes dificultades vienen a buscar alimentos y medicinas (…) Es dramática la presencia de tantos niños y mujeres en embarazo que vienen a Cúcuta para buscar recursos, atención médica y vacunas para sus niños”, afirmó el prelado. Así mismo, recordó que la Iglesia ha respondido a esta problemática, desde hace más de dos años. Primero atendiendo el tema de deportaciones a colombianos y en los últimos tiempos la migración de venezolanos a Cúcuta. Según el informe entregado por esta jurisdicción, son 8 casas de ayuda que se han abierto en las parroquias de las periferias y una casa de paso en la Divina Providencia ubicada en la parroquia de San Pedro a unos 100 metros de la frontera, donde se atienden diariamente unas 1.500 raciones de comida a las personas que allí se acercan. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar informe[/icon] Monseñor Ochoa Cadavid dijo que a pesar de los titulares de prensa que muestran una xenofobia contra los venezolanos, resaltó el compromiso de entrega de los más de 200 agentes pastorales que vienen atendiendo caritativamente los comedores comunitarios. Finalmente, hizo un llamado para que todos los colombianos se comprometan a ofrecer una ayuda a estos hermanos venezolanos, que en algún momento de la historia acogieron en su país a los colombianos. Fuente: Video oficina de comunicaciones diócesis de Cúcuta

Lun 29 Feb 2016

“Tenemos que entrar en una cultura de paz”

Fueron las palabras expresadas por monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo de la diócesis de Cúcuta, quien hizo un llamado al diálogo y a evitar más muertes en medio de la situación que vive actualmente la capital nortesantandereana, por la violencia que se ha venido incrementado. Frente a las diversas víctimas mortales que se han reportado en los últimos días, dejando un saldo de 10 muertos en la ciudad y 6 en el departamento, monseñor Ochoa Cadavid manifestó, en comunicación con Caracol Radio, que se deben articular esfuerzos para llegar a la población y generar un cambio de mentalidad frente al contexto y estilo de vida que enfrenta la población por la falta de oportunidades educativas en el nivel superior y de empleo. “Es un fenómeno que lleva varias semanas, varios meses, Cúcuta vive un fenómeno de violencia muy complejo de violencia juvenil, la mayoría de muertos que tenemos son sobre todos jóvenes, creo que es una realidad que tenemos que enfrentar todas las instituciones”, puntualizó el prelado. Expresó también que éste es un problema que toca a las familias. “Que tristeza estas masacres en la zona rural que tocan familias, tocan personas humanas que pierden la vida en una violencia inaudita, tenemos que entrar en una cultura de paz”. Otra situación de orden público que preocupa a la comunidad son los panfletos encontrados en las zonas rurales de la ciudad, donde se habla de una supuesta limpieza social. Fuente: Of. comunicaciones diócesis de Cúcuta

Mar 17 Nov 2015

Aborto, ¡NO! La vida humana es sagrada

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa - Una vez más, recibimos la noticia que se quiere despenalizar totalmente el aborto en Colombia. Es un giro de palabras que quiere indicar el establecimiento del aborto libre, propiciando con este proyecto una apertura a esta acción que destruye la vida humana. El señor Fiscal General de la Nación, por las noticias recibidas, radicará un proyecto de Ley que pretende despenalizar el aborto, totalmente en Colombia. La Iglesia tiene que salir, con fuerza y vigor a defender la vida, a defender a los inocentes a quienes quieren destruir -asesinar-, es el término preciso. No es una batalla nueva para la Iglesia de Cristo, ella, siempre, desde los escritos de los primeros cristianos, ha salvaguardado la vida humana. A los cristianos se les invitaba a defender, en todo momento, a quien no había nacido. Esta ha sido siempre una constante y una clara enseñanza de la Iglesia. “No matarás al niño en el seno de su Madre”, enseñaba uno de los primeros escritos cristianos, La Didaje, reflexiones que pretendían dar los elementos de comportamiento a los primeros cristianos de frente a la forma común de razonar en el imperio Romano (Didaje. 2, 1-2). Pero sobre todo, esta posición tiene profundos fundamentos bíblicos: el primero en el designo amoroso de Dios, en sus mandamientos. Dios ha indicado claramente al hombre su voluntad: “No matarás” (Éxodo 20, 13). El hombre es una creatura, obra de la mano de Dios. El hombre, la persona humana, recibió de Dios la capacidad para reproducirse. Esa vida participa de una dignidad particular, al provenir de Dios, saliendo de las manos del creador. La Iglesia considera el aborto como un crimen abominable (Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, n. 51, 3). No podemos con razonamientos y silogismos que defienden la modernidad y la civilidad destruir la vida humana. Estamos destruyendo al hombre mismo, estamos quitando la esperanza de nuestras vidas. Un niño que nace es esperanza, alegría, seguridad del futuro. La posición de la Iglesia es precisa, expresa un claro NO al aborto. Una posición firme que quiere defender el plan de Dios y la voluntad del Creador sobre la creatura que tiene un derecho preciso a la vida. La vida humana tiene su principio en la concepción que se da desde la unión del esperma y el óvulo hasta el término natural de esta vida que llega con la muerte. Propuestas, como las del fiscal, quieren destruir uno de los más grandes fundamentos de la condición humana del hombre. Desean matar a unos niños que están en estado de indefensión. Los católicos tenemos que defender una posición clara, neta, precisa, en torno a estas propuestas que pretenden destruir la vida humana con un crimen abominable. Es un NO claro a la propuesta del aborto. Quienes nos representan en el espacio legislativo tienen que respetar la voluntad del pueblo colombiano, con un NO al aborto y a esta propuesta concreta de Ley. Cada vez más, somos sensibles a la defensa de los derechos humanos en nuestra sociedad, quienes presentan esta iniciativa han sido propulsores y defensores de los derechos humanos en nuestra Colombia. NO podemos olvidar que el aborto destruye e irrespeta uno de los principios fundamentales de los derechos humanos: el derecho a la vida. Se deben comprender las situaciones, el dolor, la pobreza, las implicaciones sociales de cuanto vive una mujer en ciertas situaciones, pero ello no permite o autoriza la realización del aborto. Como Iglesia, en la Diócesis de Cúcuta abrimos espacios a la vida, a los niños, a las madres gestantes. Se presentan muchos razonamientos, con los cuales se pretende defender y hacer aceptar esta decisión en nuestra sociedad. Razonamientos que pretenden explicar y manifestar la realización de un asesinato de una creatura indefensa. Nuestra sociedad necesita consolidar principios de respeto y amparo de la vida humana, este es el momento de defender y luchar por la vida humana que se va a destruir con esta decisión. La Constitución colombiana defiende la vida, “El derecho a la vida es inviolable…” (Artículo 11). En los últimos tiempos vemos como en la interpretación de nuestra Constitución se han realizado lecturas que son equivocadas y que no respetan el sentido del texto que ha sido aprobado y votado por los colombianos. Señor Fiscal, respetuosamente, creemos que se está equivocando, está yendo contra la voluntad de la mayoría de los colombianos, la vida humana es sagrada. Todos a defender la vida humana. ¡No al aborto! + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta