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EVANGELIO DIARIO

Mié 3 Abr 2024

04 de abril | Lectura del santo Evangelio según San Lucas 24, 35-48

04 Abril, Jueves de la Octava de PascuaLc 24,35-48Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer díaLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:«Paz a ustedes».Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu.Y él les dijo:«¿Por qué se alarman?, ¿por qué surgen dudas en su corazón? Miren mis manos y mis pies: soy yo en persona.Pálpenme y dense cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:«¿Tienen ahí algo de comer?».Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.Y les dijo:«Esto es lo que les dije mientras estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras:Y les dijo:«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Ustedes son testigos de esto».Palabra del Señor.

Mar 2 Abr 2024

03 de abril | Lectura del santo Evangelio según San Lucas 24, 13-35

03 Abril, Miércoles de la Octava de PascuaLc 24,13-35Lo reconocieron al partir el panLectura del santo Evangelio según san Lucas.AQUEL mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.Él les dijo:«¿Qué conversación es esa que traen mientras van de camino?».Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:«¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?».Él les dijo:«¿Qué?».Ellos le contestaron:«Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».Entonces él les dijo:«¡Qué necios y torpes son para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?».Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo:«¿Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista.Y se dijeron el uno al otro:«¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?».Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:«Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón».Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.Palabra del Señor.

Lun 1 Abr 2024

02 de abril | Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 11-18

02 Abril, Martes de la Octava de PascuaJn 20,11-18He visto al Señor y ha dicho estoLectura del santo Evangelio según san Juan.EN aquel tiempo, estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.Ellos le preguntan:«Mujer, ¿por qué lloras?».Ella les contesta:«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.Jesús le dice:«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».Jesús le dice:«¡María!».Ella se vuelve y le dice:«¡Rabbuní!», que significa: «¡Maestro!».Jesús le dice:«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre de ustedes, al Dios mío y Dios de ustedes``».María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:«He visto al Señor y ha dicho esto».Palabra del Señor.

Lun 1 Abr 2024

01 de abril | Lectura del santo Evangelio según San Mateo 28, 8-15

Mt 28,8-15Comuniquen a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me veránLectura del santo Evangelio según san Mateo.EN aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; llenas de miedo y de alegría corrieron a anunciarlo a los discípulos.De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo:«Alégrense».Ellas se acercaron, le abrazaron los pies y se postraron ante él.Jesús les dijo:«No teman: vayan a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán».Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles:«Digan que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras ustedes dormían. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y los sacaremos de apuros».Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.Palabra del Señor.

Vie 15 Mar 2024

16 de Marzo | Lectura del santo Evangelio según San Juan 7, 40-53


16 Marzo, Sábado. Semana IV de CuaresmaJn 7, 40-53¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?Lectura del santo Evangelio según san Juan.EN aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: «Este es de verdad el profeta». Otros decían: «Este es el Mesías». Pero otros decían: «¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima. Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: «¿Por qué no lo han traído?». Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie como ese hombre». Los fariseos les replicaron: «¿También ustedes se han dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: «¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?».Ellos le replicaron: «¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».Y se volvieron cada uno a su casa.Palabra del Señor.

Jue 14 Mar 2024

15 de Marzo | Lectura del santo Evangelio según San Juan 7, 1-2.10.25-30


15 Marzo, Viernes. Semana IV de CuaresmaJn 7, 1-2.10.25-30Intentaban agarrarlo, pero todavía no había llegado su horaLectura del santo Evangelio según san Juan.EN aquel tiempo, recorría Jesús Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.Una vez que sus hermanos se hubieron marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: «¿No es este el que intentan matar? Pues miren cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que este es el Mesías? Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene».Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: «A mí me conocen, y conocen de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese ustedes no lo conocen; yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado».Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.Palabra del Señor.

Mié 13 Mar 2024

14 de Marzo | Lectura del santo Evangelio según San Juan 5, 31 - 47

14 Marzo, Jueves. Semana IV de CuaresmaJn 5, 31-47Hay uno que los acusa: Moisés, en quien tienen su esperanzaLectura del santo Evangelio según san Juan.EN aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:«Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí. Ustedes enviaron mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca han escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en ustedes, porque al que él envió no le creen. Estudian las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no quieren venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, los conozco y sé que el amor de Dios no está en ustedes. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibieron; si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibirán. ¿Cómo podrán creer ustedes, que aceptan gloria unos de otros y no buscan la gloria que viene del único Dios? No piensen que yo los voy a acusar ante el Padre, hay uno que los acusa: Moisés, en quien tienen su esperanza. Si creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creen en sus escritos, ¿cómo van a creer en mis palabras?».Palabra de Señor.

Mar 12 Mar 2024

13 de Marzo | Lectura del santo Evangelio según San Juan 5, 17 - 30

13 Marzo, Miércoles. Semana IV de CuaresmaJn 5, 17-30Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiereLectura del Santo Evangelio según san Juan.EN aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:«Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo». Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no solo quebrantaba el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Jesús tomó la palabra y les dijo: «En verdad, en verdad les digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino lo que viere hacer al Padre. Lo que hace este, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que esta, para su asombro. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo todo el juicio, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. En verdad, en verdad les digo: quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida. En verdad, en verdad les digo: llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No los sorprenda esto, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió».Palabra del Señor.