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Mar adentro - blog

Mar 17 Oct 2023

El DOMUND y la misión entre los pueblos originarios

Por Pbro. Omer Giraldo R., MXYÁrea de ETNIAS - Centro Nacional Misionero de la CECInstituto Misionero de Antropología (IMA)El DOMUND es la expresión de la dimensión misionera de la Iglesia que para este año 2023 tiene como lema: “Corazones ardientes, pies en camino”. Vivimos esta jornada misionera durante todo el mes de octubre, y con especial énfasis el domingo 22, como un medio de concientización de todo el pueblo cristiano sobre la misión de la Iglesia de llevar el mensaje de salvación del Evangelio de Jesucristo a todos los pueblos y culturas de la tierra.La Iglesia colombiana desde el Centro Nacional Misionero y su área de ETNIAS, a través de diversos programas y proyectos, anima esta tarea misionera en las distintas jurisdicciones eclesiásticas del país, en comunión con las OMP (Obras Misionales Pontificias). De una manera particular, el área de ETNIAS con el Instituto Misionero de Antropología (IMA), coordina el proyecto de educación de líderes y agentes de pastoral de comunidades indígenas y afrodescendientes de diversas regiones periféricas de Colombia, tales como: la Amazonía colombiana y la región de los Llanos orientales, que abarca un tercio de nuestro territorio; la región del sur occidente del país; la región del Pacífico, desde Tumaco hasta el norte del Chocó, incluyendo el Urabá antioqueño; y la Costa Atlántica, especialmente los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá, en el Cesar y el departamento de La Guajira.Durante 50 años, desde 1973, la Iglesia ha desarrollado este proyecto de paz y construcción de país brindando educación universitaria a centenares de líderes, educadores y agentes de pastoral, a través del convenio con la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB). El IMA, al celebrar este año sus Bodas de Oro, expresa su alegría por la presencia de más de 4.000 graduados de 48 etnias, en diversas áreas educativas: Licenciaturas en Etnoeducación, Trabajo Social, economía; maestría en Administración Pública y Especialización en Gestión Humana. Desde su fundación en Mitú, Vaupés, con los Misioneros Javerianos de Yarumal, MXY, los misioneros Padre Oscar Osorio J, Padre Fabio Zuluaga y Padre Marco Antonio Zambrano, y luego el Padre Constantino Gutiérrez, el IMA tiene como orientación fundamental buscar que los estudiantes indígenas, afrodescendientes y mestizos de regiones marginadas del país adquieran una formación profesional con el objetivo de permanecer en su tierra, en sus valores culturales, en su lengua materna, y se conviertan en agentes de la educación de su propio pueblo, de sus niños y jóvenes. El apoyo a la educación en todos sus frentes ha sido una práctica pastoral de la Iglesia desde sus orígenes en nuestro país, convencidos de que solo a partir del empoderamiento de las comunidades locales se logra una paz duradera, libre de ideologizaciones que solo conducen a la división, a la discordia y a la violencia.Para el próximo encuentro presencial del IMA en su convenio con la UPB, durante el mes de diciembre de 2023, tendremos un grupo de 700 estudiantes de Etnoeducación en las tres sedes: Puerto Asís (Putumayo), Toribío (Cauca) y Medellín, en el campus de la UPB. Con una metodología sui generis el convenio IMA-UPB realiza un encuentro de presencialidad intensiva durante 20 días cada semestre, que se prolonga con el trabajo a distancia, desde la región donde vive cada estudiante, en el estudio e investigación de trabajos de campo para cada asignatura. Una vez completado el plan curricular de 11 semestres la UPB les confiere su respectivo grado en Etnoeducación. En la sede Medellín tenemos, además, la Especialización en Gestión Humana con 110 estudiantes en 4 cohortes.Finalmente, me parece interesante resaltar que la Iglesia colombiana vivió un especial impulso en su tarea evangelizadora a partir del primer Congreso Nacional Misionero realizado en el mes de agosto del año 1924, impulsado por la Madre Laura Montoya, hoy santa de la Iglesia quien, por ese entonces, había fundado su Congregación conocida como “Misioneras Lauritas”. Antes de este congreso misionero fue consagrado obispo Monseñor Miguel Ángel Builes, que ha sido llamado “el obispo misionero de Colombia”, por su impulso decidido a la misión de la Iglesia a través de la fundación de varias congregaciones como los Misioneros Javerianos de Yarumal, las Misioneras de Santa Teresita, las Hijas de Nuestra Señora de las Misericordia y las Teresitas Contemplativas del Santísimo. Este impulso misionero de la Iglesia Colombia de principios del siglo XX condujo a la creación de las Prefecturas Apostólicas de regiones marginadas de la época, que ahora son diócesis o vicariatos apostólicos. Un siglo después, en el contexto del Sínodo sobre la Sinodalidad, nuestra Iglesia colombiana se prepara para el XIII CONGRESO NACIONAL MISIONERO –centenario- a realizarse del 4 al 7 de julio de 2024, con el lema: “En la Iglesia misionera, Colombia de primera”. Que la celebración del DOMUND este 22 de octubre nos lleve a todos los fieles de la Iglesia en Colombia a crecer en “celo ardiente hasta el sacrificio”, como pedía Mons. Builes y con nuestro papa Francisco, en la Iglesia Sinodal, sigamos con “los pies en camino”: “Corazones ardientes, pies en camino”.

Sáb 7 Oct 2023

¡En la Iglesia misionera, Colombia de primera!

Por: Pbro. Samir García Valencia.Director (E) OMP de Colombia y Director del Centro Nacional Misionero de la CEC. Al inicio del siglo XX la Iglesia universal fijó especial atención e interés a la más sublime obra que marca su propia identidad: La misión y las misiones. La comunidad de creyentes en Cristo tuvo su origen en el envío misionero. La Iglesia nace de la misión y para la misión. El mandato misionero es explícito y directo: “vayan al mundo entero y anuncien el Evangelio” (Cf. Mt 28,16-20; Mc 16, 12-20; Lc 24, 44-48; Hch 1, 8; Jn 20, 19-22). De ahí que, en los inicios del siglo anterior, dos pontífices dieran un paso importante para llamar de nuevo la atención sobre el ser y quehacer eclesial. El primero fue Benedicto XV quien en 1919, a través de la Carta Apostólica “La grande y santísima Misión” (Maximum Illud), alentó a la comunidad eclesial a descubrir en ella la obra máxima, la más grande, e identificó a las Obras Misionales Pontificias como aquel canal prioritario que tanto bien hace a la misión universal de la Iglesia (Cf. Maximum Illud, nn. 96-102). Seguidamente Pio XI, llamado “el Papa de las Misiones”, a través de la Encíclica “En la historia de la Iglesia” (Rerum Ecclesiae), retomando las iniciativas de su predecesor, recomendó promover las Obras Misionales Pontificias en las iniciativas misioneras y en el compromiso de toda la Iglesia para apoyar a las misiones (nn. 43-61). Y, dos meses después de promulgarse esta encíclica, el 14 de abril de 1926, el mismo papa Pio XI, a través de un rescripto de la Sagrada Congregación de Ritos, firmado por el Prefecto Cardenal Antonio Vico, instituyó oficialmente el DOMUND (Domingo Mundial de las Misiones).Así, entonces, con el impulso de estos pontífices de inicio del siglo XX y, por supuesto, con todo el ímpetu, además, de los pontífices posteriores y las grandes iniciativas misioneras que comenzaron a surgir en la Iglesia, se ha ido constituyendo y fortaleciendo no solo el Domingo Mundial de las Misiones sino, ahora también, todo el mes de octubre como tiempo privilegiado en la Iglesia para dedicarlo a este compromiso que hace parte de la identidad misma de toda la comunidad de bautizados, en nuestra Iglesia Católica.El Espíritu Santo, protagonista de la misión, inspira y abre caminos en la Iglesia para continuar, sin desfallecer, cumpliendo con la invitación de Jesús Resucitado de ir al mundo entero y anunciar el Evangelio.La Iglesia que camina en Colombia ha tenido un especial cuidado y atención en el cumplimiento de este deber. En 1924, leyendo e interpretando los signos de los tiempos, preparándose para la Exposición Misional con ocasión del Año Santo 1925 en Roma, la Iglesia en Colombia celebró el Primer Congreso Nacional Misionero y Exposición Nacional de Misiones. Fue un acontecimiento renovador para la Iglesia peregrina en Colombia y proyectó un camino realmente significativo del que han surgido no solo grandes figuras de santos y mártires misioneros sino también grandes proyectos, comunidades e institutos con un decidido compromiso por la misión, con especial interés por la misión Ad Gentes; como es, por ejemplo, el instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal, las Misioneras Teresitas y las Hijas de la Misericordia. Y, por supuesto, el congreso le dio un nuevo impulso a la Congregación Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, conocidas como hermanas Lauritas, que ya habían sido fundadas diez años antes, el 14 de mayo de 1914. ¡Qué importancia y enorme significado tuvo entonces la celebración y proyección de este Primer Congreso Nacional Misionero y Exposición Nacional de Misiones en nuestro país!.Frente a este panorama misionero, retomando los grandes momentos de la historia y proyectando renovados caminos, nos preparamos para celebrar del 5 al 7 de julio de 2024 el CONGRESO MISIONERO – CENTENARIO para conmemorar dicho evento eclesial. Será, con toda seguridad, un Kayros, un acontecimiento del Espíritu Santo que unirá todas las fuerzas misioneras presentes en nuestro país para responder con eficacia y determinación a la tarea que Jesús ha puesto en nuestras manos de “ir y anunciar el evangelio hasta los confines del mundo”. Toda la Iglesia Colombiana, experimentando la urgencia y necesidad de este compromiso misionero, dirá al unísono que ¡En la Iglesia Misionera, Colombia de primera!¡Vamos, pues, adelante! El Señor Resucitado nos llama y nos envía. Aprovechemos este mes de octubre para orar, ofrecer nuestros sacrificios y contribuir generosamente con nuestra ofrenda económica por la misión y las misiones. La Iglesia es una sola y todos estamos invitados a participar de la misión que Jesús le confía. La Iglesia no solo hace la misión, sobre todo la Iglesia es misión. Las Obras Misionales Pontificias de Colombia preparan cada año el material de Octubre Misionero, que sin duda alguna marca una ruta especial para vivir nuestra identidad propia como es SER MISIÓN. Todo el material ha sido construido con el fiel y noble propósito de invitar a toda la Iglesia que camina en Colombia a reavivar, fortalecer y renovar el compromiso con la MISIÓN UNIVERSAL. Todas las Iglesias para todo el mundo.

Mar 26 Sep 2023

De Laudato Si’ a Laudate Deum. Encuentro con Francisco en Roma.

Por: Hernán Alejandro Olano García- Rector de UNICOC- Doctor en Derecho CanónicoEl pasado jueves 21 de septiembre, tuve la oportunidad de estar de frente a Su Santidad Francisco, en el encuentro “Organizando la esperanza”, que reunió a 216 rectoras y rectores de universidades públicas y privadas de Latinoamérica y el caribe, para hablar de los retos de la Casa Común y, en el cual, el Pontífice nos anticipó la promulgación para el miércoles 4 de octubre, con ocasión de la festividad de San Francisco de Asís, de una nueva exhortación apostólica, Laudate Deum, que actualiza el contenido de Laudato Si’.Con una palabra muy linda, que es “organizar la esperanza”, calificada así por el Papa, procedió este a tener un diálogo sin libreto ante las intervenciones de los cuatro grupos de trabajo, que nos habíamos reunido los días anteriores en el Instituto Patrístico Agustinianum de Roma. Los cuatro grupos se distribuyeron estos temas: Crisis ambiental: cambio climático, agua y biodiversidad.Crisis económica: economía, tecnología y tecnocracia.Crisis social: degradación social, inequidad y debilidad de la reacción.Crisis cultural: desempleo y migración.Las admoniciones de entrada del Santo Padre fueron: Ecología integral, cosmos equilibrado, dialogar con la naturaleza, acariciar la madre tierra, cultura regenerativa y que en las universidades los jóvenes aprendan a cuidar la Tierra como a una madre. Al papa Francisco le preocupan las universidades de tipo cientificista abstracto, con teorías economicistas, socialistas, etcétera, que no aterrizan y solo forman profesionales expertos en lavarse las manos y dejar al resto descartado como basura, tanto “descastados” como descartados.Los jóvenes que formamos deben ser líderes que escojan llevar las cosas por delante, por caminos nuevos; debemos formarlos en liderazgos que marquen caminos. Francisco recalcó igualmente que debemos buscar estudiantes que sepan “sopapear”, es decir que le den sopa y seco a los demás, que sean protagonistas inquietos y hagan lío. Recomendó a los rectores y rectoras favorecer las facultades de ciencias económicas porque son las que dan ganancias viables en lo ecológico y en lo económico en cuanto a la formación de los nuevos profesionales.Haciendo una remembranza de un tango dijo que vamos “barranca abajo” precisamente debido a la degradación de los valores y a una ética relativista que está imperando. Francisco también pensó en tantos que viven de los descartes de los basurales e hizo remembranza a unas frases de Juan Pablo II acerca de la economía social de mercado enfocadas hacia el trabajo y la producción ya que “el trabajo dignifica y la vagancia te tira abajo”.Nos pidió motivar a los estudiantes, alumnos y alumnas, para que no tengan miedo en entrar en política, vocación noble de la persona humana, porque es expresión clara del interés de la sociedad para llevar adelante los procesos de desarrollo y, además, los hace introducirse en la dinámica de la polis para servir.El Santo Padre hizo memoria de la frase: “la cultura es lo que nos queda después de habérsenos olvidado todo”; por esa razón no se pueden formar chicos asépticos o universitarios de laboratorio, sino personas dialogantes con la cultura.De igual manera se refirió al negocio con los migrantes recalcando que Chipre, Grecia, Malta, Italia y España son los cinco países que más sufren con la migración y recomendó a las universidades estudiar este fenómeno desde la dimensión humana para que los migrantes sean recibidos, acompañados, promovidos e integrados a la sociedad, siendo creativos ante los desafíos. Para tal efecto recomendó el libro “Hermanito”, de Ibrahima Balde, sobre la migración de un muchacho de Ghana que se demoró tres años en llegar a España.Finalmente, nos recordó, que la inercia modifica el pensamiento; no podemos ser informadores sino formadores. Además, que tenemos que “formar a los chicos y a las chicas en los tres lenguajes humanos, el de la cabeza, el del corazón y el de las manos. De tal manera que aprendan a pensar lo que sienten y lo que hacen, a sentir lo que hacen y lo que piensan, y a hacer lo que sienten y lo que piensan”. Sin esos tres idiomas solo formamos macrocéfalos, momias, no personas, que no pueden ser creativos ante la realidad y los desafíos.Por Colombia, participaron, de las universidades oficiales, las rectoras de la Universidad Nacional de Colombia y de la Universidad de Nariño, así como la vicerrectora de la Universidad del Valle; los rectores de las universidades de Córdoba (Presidente del SUE), de Sucre y del Quindío; por las no oficiales, la rectora de UniCorpas, el rector de la Universidad de América, la rectora de la Universidad Reformada; la rectora de Coruniamericana de Barranquilla y, el rector de la Institución Universitaria Colegios de Colombia UNICOC. Todo ello, gracias a la concertación de la agenda, por parte de la Red de Universidades para el Cuidado de la Casa Común (Ruc) y la Pontificia Comisión para América Latina, los días 20 y 21 de septiembre en el Augustinianum, con la presencia de algunos prefectos y secretarios de Dicasterios de la Santa Sede.

Lun 25 Sep 2023

Tiempo de la creación y opción por los pobres

Por: Carlos Ignacio Agudelo Betancur, Laico, padre de familia e ingeniero.“Un río caudaloso” es un símbolo para representar a la biodiversidad en riesgo y una invitación a unimos a un río de justicia y paz, como lo indica el lema del “Tiempo de la Creación”, una iniciativa ecuménica en la que gracias al papa Francisco la Iglesia Católica participa desde el año 2015. Nos preguntamos, entonces ¿Cómo podemos contribuir al río poderoso de la justicia y de la paz en este Tiempo de la Creación? ¿Qué podemos hacer? Debemos decidir transformar nuestros corazones, nuestros estilos de vida y las políticas públicas que gobiernan nuestra sociedad, con especial urgencia por los más vulnerables.Sufrí en mi infancia la inundación de la vivienda por el desbordamiento de una quebrada, y más recientemente una inundación por un daño del sistema de desagüe de aguas lluvias. Me solidarizo con tantas familias que han sufrido por diversas causas, haciendo un respetuoso pero urgente llamado a las autoridades, pero también a las comunidades para que vivamos una ciudadanía activa que se preocupa y cuida de los vecinos, y, especialmente, de los más vulnerables, especialmente hoy ante las contingencias de las afectaciones climáticas.Cuando se advierte que viene una gran tormenta se toman medidas especiales de precaución, se busca un lugar seguro, se procura proteger en especial las personas más vulnerables. Se podría escribir la historia de la humanidad en términos de cómo hemos aprendido a afrontar los cambios del clima, soportar las temperaturas extremas y minimizar las afectaciones que pueden producir las fuerzas extremas de la naturaleza, como huracanes, ciclones, avalanchas, inundaciones, incendios, terremotos, entre otros.Es necesario reconocer en el contexto del Tiempo de la Creación, que este maravilloso planeta que hemos paragonado con el paraíso terrestre, igualmente posee unas fuerzas colosales, que en ocasiones pueden ser muy destructivas. En Colombia, recordamos tragedias como la de Armero, Mocoa, la que afectó la isla de Providencia y más recientemente, la del municipio de Quetame. Recuerdo que, en una reciente época invernal, un alcalde decía en entrevista: “sabíamos que de las quebradas que pasan por nuestro municipio, alguna causaría una tragedia como la que estamos viviendo”. Queda la pregunta: si se sabía ¿qué se hizo para prevenir esa desgracia que produjo pérdidas lamentables?.Cuando ocurren las tragedias, se ha vuelto común que se culpe al “cambio climático”, lo cual suena como una explicación que elude responsabilidades. No nos podemos quedar en ese discurso etéreo sino avanzar decididamente en la prevención y el cuidado de todas las vulnerabilidades con las que convivimos, desplegando soluciones efectivas y duraderas, para conseguir condiciones de vida dignas y seguras para todas las personas, comenzando por las más vulnerables. En Colombia, por ejemplo, existe la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres -UNGRD- que tiene como misión dirigir, orientar y coordinar la Gestión del Riesgo de Desastres. Su trabajo es bien visible cuando se producen los desastres, sería muy bueno evidenciar también su gestión proactiva para prevenirlos.Cuidarnos unos a otros, comenzando por los más vulnerables, cuidar nuestra casa común, fue el llamado que el Papa Francisco hizo en su carta encíclica “Alabado seas mi Señor” (Laudato si’): «Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos. Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo» LS, 13).Este llamado lo recalca en el numeral 158: «En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades y cada vez son más las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos, el principio del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres». En el numeral 139 el Papa Francisco denuncia que: «no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental», y en el 25, que «el cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad», y además, que «los peores impactos probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo», en los más pobres y vulnerables.En los países y ciudades, se vienen apropiando presupuestos importantes para la “atención” al “cambio climático”, que coloco entre comillas, esperando que estos no se queden en simple retórica, sino que apunten de forma efectiva a mejorar las condiciones de vida de las personas más vulnerables, quienes en mayor proporción sufren la falta de agua potable, carecen de las adecuadas canalizaciones de las aguas que los circundan y viven en terrenos inestables, entre otras fragilidades.En el artículo 38 del Plan Nacional de Desarrollo 2022-26 de Colombia, se planteó la “Estrategia nacional de coordinación para la adaptación al cambio climático”; esperamos que en esta temporada seca, además de atender diligentemente sus propias contingencias, también sea el momento para prepararse para la temporada de lluvias, cada vez más prolongada e intensa, lo que constituye un desafío que es necesario atender dándole prioridad a las soluciones requeridas para las personas más vulnerables.Por supuesto es urgente acelerar la transición energética, la reconversión industrial y la de los sistemas de transporte adoptando modelos sustentables, el reordenamiento territorial, la adopción de modos de vida sobrios y sostenibles, pero, sin olvidar que la prioridad está en atender con diligencia las necesidades urgentes de los más vulnerables.Concluyo con la oración con la que el Papa Francisco termina su carta encíclica Laudato si’:Dios de amor,muéstranos nuestro lugar en este mundocomo instrumentos de tu cariñopor todos los seres de esta tierra,porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.Ilumina a los dueños del poder y del dineropara que se guarden del pecado de la indiferencia,amen el bien común, promuevan a los débiles,y cuiden este mundo que habitamos.Los pobres y la tierra están clamando:Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz,para proteger toda vida,para preparar un futuro mejor,para que venga tu Reinode justicia, de paz, de amor y de hermosura.Alabado seas.Amén.

Vie 22 Sep 2023

¿Cura falso? ¡Cuidado con el lenguaje!

Por Pbro. Raúl Ortiz Toro- Recuerdo que hace unos años las expresiones “cura falso”, “secta” e “iglesia de garaje” eran muy frecuentes para designar a aquellos que no pertenecían a la Iglesia Católica Romana. La historia de la diversidad religiosa en Colombia ha estado llena de sinsabores para quienes no profesan la religión mayoritaria. Lo paradójico del asunto es que la Iglesia Católica ha sido desde siempre defensora del derecho a la libertad religiosa, de cultos y de conciencia porque nació en el seno de una religión que la estigmatizó y la consideró “secta”. Recordemos que san Pablo, en su testimonio, recordaba que él estaba convencido de que matando cristianos daba gloria a Dios.En muchos países del mundo el cristianismo en general, y particularmente el catoliciso romano que está en obediencia al Papa, sigue siendo una minoría. Con frecuencia nos enteramos de persecuciones y asesinatos por motivos religiosos en territorios de misión extranjera e incluso en países como Colombia, en zonas apartadas, el catolicismo es religión minoritaria. El Concilio Vaticano II en los años sesenta, leyendo los signos de los tiempos y reconociendo que el catolicismo seguía siendo minoría en muchas regiones, envió un mensaje al mundo a través de su declaración “La dignidad humana” (Dignitatis Humanae) en la que los obispos expresaron que “la persona humana tiene derecho a la libertad religiosa” y que dicha libertad consiste en la inmunidad de coacción, es decir, que “ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, sólo o asociado con otros, dentro de los límites debidos” (DH, 2).En algunas zonas del mundo que históricamente acogieron a las poblaciones migrantes de los siglos XIX y XX de manera masiva, la diversidad religiosa ha sido un tema que no ha causado mayores dificultades. Un ejemplo claro de esto es Argentina: niños y jóvenes como Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, a mediados del siglo pasado se encontraban en la escuela para compartir la vida sin discriminaciones entre ellos: católicos, luteranos, musulmanes, judíos, y demás. En países como Colombia, donde circunstancias históricas, políticas, geográficas, entre otras, impidieron que hubiera una fuerte presencia de migrantes en siglos pasados, la diversidad religiosa se estigmatizó, la religión mayoritaria se consideró “del Estado” y los más integristas se abrogaron el derecho de creerse ya salvados por su pertenencia institucional. Y la vivencia del ser cristiano y el amor a los semejantes, ¿para cuándo? ¡Que vivan la fraternidad humana en otros países, pero en Colombia no!” – dicen algunos.Por esta razón, se llegaron a usar palabras despectivas como “secta” cuando se referían a una iglesia cristiana histórica, “cura falso” cuando se veía un pope ortodoxo, o “iglesia de garaje” cuando iban avanzando las comunidades de fe cristiana no católica. Estas son palabras que hoy en día no se usan (o no deberían usarse) porque hemos entendido, gracias al mismo magisterio de la Iglesia, y últimamente debido a la insistencia del papa Francisco, como en este pasaje de Fratelli tutti que “Las distintas religiones, a partir de la valoración de cada persona humana como criatura llamada a ser hijo o hija de Dios, ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad. El diálogo entre personas de distintas religiones no se hace meramente por diplomacia, amabilidad o tolerancia. Como enseñaron los Obispos de India, «el objetivo del diálogo es establecer amistad, paz, armonía y compartir valores y experiencias morales y espirituales en un espíritu de verdad y amor»” (Hermanos todos, 271).Por supuesto, tampoco podemos ser ingenuos y, con base en un falso irenismo, desconocer que, aunque la diversidad religiosa sí es una realidad que está ahí en la sociedad actual y que no podemos ocultar, y que la libertad religiosa es un derecho que nos beneficia también como católicos romanos, etcétera, no obstante el modo como en Colombia se ha tratado el tema (con base en el artículo 19 de la Constitución Política, la ley estatutaria de libertad religiosa (133 de 1994) y el decreto de Política Pública Integral de Libertad Religiosa y de Cultos de 2018) ha sido, muchas veces y, lamentablemente, desconociendo el principio de proporcionalidad que defiende los derechos adquiridos por las mayorías en la historia, y permitiendo el proselitismo político y religioso, y, tercero, aunque en menor medida, pasando por alto la supervisión, vigilancia y control que alguien debe hacer.No por casualidad, en Colombia, existen 10.600 entidades religiosas a las que el Ministerio del Interior les ha otorgado personería jurídica especial durante los últimos 30 años; a principios de este, la directora de Asuntos Religiosos (DAR) del Ministerio del Interior alertó por varios medios noticiosos de la existencia de una red de tramitadores que gestionan fraudulentamente personerías jurídicas para que terceros terminen delinquiendo, con la fachada de iglesia, a través, por ejemplo, de lavado de activos y evasión de impuestos. Sé que la DAR está comprometida en erradicar estos vicios y fraudes. Esta realidad, sin embargo, no debe llevarnos a estigmatizar a todas las entidades religiosas, pues la generalización es de insensatos. Más bien tiene que movernos a los agentes de evangelización al compromiso decidido en el cumplimiento de nuestra misión, y a todos debe motivarnos a trabajar juntos, desde nuestra propia identidad, en aquellos temas que compartimos, por ejemplo, la promoción humana integral, el cuidado de nuestra casa común, y la búsqueda de la reconciliación y la paz. P. Raúl Ortiz ToroDirector de los Departamentos de Doctrina y PUD

Vie 25 Ago 2023

Las novedades del Instrumentum Laboris

El Instrumentum Laboris: un documento de reflexión para la Iglesia sinodalPor Pbro. Raúl Ortiz ToroDirector Departamento de DoctrinaSecretariado Permanente del Episcopado ColombianoSe acerca la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tendrá lugar en Roma en el próximo mes de octubre. Para los trabajos que se desarrollarán, la Secretaría General publicó en el pasado mes de junio el documento Instrumentum Laboris. Hay una gran expectativa en la Iglesia por las conclusiones a las que se llegará; no se pretende cambiar el dogma – como muchos detractores mal intencionados han afirmado –, ni se trata de un parlamento para socializar iniciativas que reformen la disciplina eclesiástica. El Sínodo de los Obispos inició en 1965 gracias al papa San Pablo VI y ha tratado siempre temas coyunturales en la Iglesia. Ahora habrá una novedad especial: si el Sínodo va a tratar el asunto sinodal era muy lógico que se viviera la sinodalidad en su desarrollo, por ello han sido integrados otros miembros del pueblo de Dios no obispos, en total 370 personas.Mientras se desarrollan las dos sesiones en 2023 y 2024, la Iglesia continúa el camino sinodal en las comunidades eclesiales locales. Para ello, los documentos de este proceso son siempre útiles y no pierden vigencia. Más aún, el Instrumentum Laboris (que puede encontrarse en distintos idiomas en el sitio www.synod.va) desde ya puede ser utilizado en la actividad evangelizadora de las Iglesias Particulares como incentivo de reflexión y aliciente de acción.El documento cuenta con dos grandes bloques; el primero, llamado Sección A: Por una Iglesia Sinodal. Una experiencia integral, tiene, a su vez, dos partes. En la primera se hace acopio de las síntesis continentales, nacionales y diocesanas de la escucha sinodal y llega a las siguientes conclusiones.1.Una Iglesia sinodal se funda en el reconocimiento de la dignidad común que deriva del bautismo. Esto debe verse reflejado en sus instituciones, estructuras y procedimientos.2.Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha: del Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios, de los acontecimientos de la historia, y de los otros (individuos y comunidades eclesiales). Esto debe llevar a asumir la virtud de la humildad, saber pedir perdón y reconocer que hay mucho por aprender.3.Una Iglesia sinodal es una Iglesia de encuentro y diálogo. Esta dimensión se ve reflejada en el diálogo ecuménico e interreligioso que no busca la uniformidad.4.Una Iglesia sinodal sabe relacionar Amor y Verdad como Cristo.5.Una Iglesia sinodal sabe gestionar las tensiones sin dejarse destruir por ellas y sin apresurarse a ofrecer soluciones inmediatas, sino que escucha, presta atención y se pone en contacto con la sana inquietud de lo incompleto.6.Una Iglesia sinodal se alimenta incesantemente del Misterio que celebra en la liturgia, particularmente en la Eucaristía.7.Una Iglesia sinodal es también una Iglesia del discernimiento.La segunda parte de la Sección A, trata el tema de la Conversación Espiritual como método grupal para la escucha y el discernimiento, y que se utilizará en esta sesión de la Asamblea. El documento expresa que es una prioridad de primer orden la “formación en el método, de animadores capaces de acompañar a las comunidades a practicarlo” Y concluye con contundencia: “La formación para la conversación en el Espíritu es la formación para ser una Iglesia sinodal”. Nuestros obispos colombianos en la pasada Asamblea Plenaria de julio de 2023 trabajaron profundamente con esta metodología.El segundo bloque, Sección B: “Comunión, misión, participación. Tres temas prioritarios para la Iglesia sinodal”, desarrolla la teología propia de la sinodalidad. Un gran cambio en la hermenéutica del proceso es que el orden de las tres prioridades: “comunión, participación, misión” pasa a tener la misión en el centro: “comunión, misión, participación”, por dos razones:1.La comunión y no la participación, es la condición de la credibilidad del anuncio evangelizador. Ahora bien, como “la comunión representa a la vez la fuente y el fruto de la misión porque la comunión es misionera y la misión es para la comunión” (Christifideles Laici, 32), de allí se sigue que la orientación a la misión es el único criterio evangélicamente fundado para la organización interna de la comunidad cristiana, la distribución de funciones y tareas, y la gestión de sus instituciones y estructuras.2.Es en relación con la comunión y la misión como puede entenderse la participación y por eso solo puede abordarse en tercer lugar. Se supera, así, la visión dualista según la cual la comunión indica las relaciones ad intra, mientras la misión solo tiene que ver con el impulso ad extra. Además, la participación como resultado y no como condición, adquiere una orientación finalista “que impide que se convierta en el frenesí de las reivindicaciones de derechos individuales”.Finalmente, el documento presenta como anexo las “Fichas de trabajo para la asamblea sinodal”. En total son quince fichas, cinco para cada prioridad. Cada ficha consta de una introducción, una pregunta para el discernimiento y unas sugerencias para la oración y la reflexión. Las tres preguntas nucleares son:1.Una comunión que se irradia: ¿Cómo podemos ser más plenamente signo e instrumento de la unión con Dios y de la unidad del género humano?2.Corresponsables en la misión: ¿Cómo podemos compartir dones y tareas al servicio del Evangelio?3.Participación, responsabilidad y autoridad: ¿Qué procesos, estructuras e instituciones son necesarios en una Iglesia sinodal misionera?Todos los servidores de la evangelización estamos invitados a continuar en nuestras propias comunidades eclesiales el camino sinodal, porque este no es una actividad aislada o un proyecto pontificio, es la vida misma de la Iglesia que continuamente se renueva con el ánimo de llegar a todos como Cristo lo hizo.

Lun 14 Ago 2023

¿Qué es necesario? R/ La Buena Voluntad

Por Pbro. Rafael Castillo Torres - El pasado 9 de agosto, en la sede del CELAM y convocados por una de las instancias de la Iglesia que sirve a la reconciliación y la paz, la Relación Iglesia-Estado, se dieron cita distintos actores con responsabilidad con el Mecanismo de Monitoreo y Verificación para el Cese al Fuego Bilateral, Nacional y Temporal, entre el Gobierno Nacional y el ELN.Como quiera que el objetivo principal del encuentro era hacer un ejercicio pedagógico dentro del alistamiento para el servicio que se le pide a la Iglesia en los territorios, estuvieron presentes los negociadores del gobierno y del ELN; la Representación de Naciones Unidas; la Nunciatura Apostólica en Colombia; las tres instancias de la Conferencia Episcopal de Colombia, así como representantes de embajadas y delegados de la cooperación internacional. Notoria fue la presencia, interés y participación de los sacerdotes párrocos venidos de distintas regiones de Colombia donde precisamente se ha de acompañar la verificación del cese al fuego. Valiosas fueron la socialización de los protocolos del mecanismo; la profundización en el Derecho Internacional Humanitario y los aportes que, con su reflexión y las preguntas provenientes de los territorios, hicieron los curas párrocos. Muy positiva fue la voluntad expresada por ellos de conformar y preparar muy bien los equipos diocesanos que habrían de acompañar este proceso.En el ámbito de las reflexiones y de la escucha, surgió una pregunta hecha, tanto a los negociadores del ELN, como a los negociadores del gobierno: ¿Cuáles son las oportunidades que nos ofrece el cese al fuego?Bernardo Téllez, de la dirección Nacional del ELN, señaló que “es una oportunidad histórica de encontrar una solución política a las causas estructurales del conflicto armado. Los procesos hasta ahora no han tocado las causas y ese es el principal reto que tenemos en esta negociación. Sin las transformaciones que no toquen los temas de fondo, no será posible la paz. Sin estos cambios y sin el abordaje soberano del narcotráfico no será fácil. La visión de paz del ELN ha sido siempre la participación de las mayorías excluidas. Colombia no ha tenido momentos de paz sino pacificaciones que no han contribuido a un nuevo pacto social capaz de erradicar la violencia. Los conflictos de Colombia siempre han sido tratados con violencia. Desde el ELN queremos que este proceso tenga dos grandes resultados: Una participación activa en una agenda de cambio en función de un acuerdo nacional y que el cese al fuego se consolide en función de una salida política negociada al conflicto social y armado”.Por su parte el vicealmirante retirado, Orlando Romero Reyes. Negociador por parte del gobierno, expresó que “el cese al fuego mantendrá el Estado Social de Derecho y que el mecanismo de verificación no sustituye a la fiscalía ni a la investigación judicial. Lo que se busca es bajar la intensidad del conflicto empezando por las comunidades más vulnerables. Necesitamos y estamos urgidos de una pedagogía que ayude mantener los compromisos de las partes. Este es un proceso que se ha realizado con transparencia. Tenemos que lograr que la fuerza publica respete el Derecho Internacional Humanitario. Reconocemos que es un proceso con muchos problemas porque hay otros grupos en el mismo lugar. Queremos activar el canal de la vida. Queremos evitar que haya confusión por mensajes errados. Este proceso del cese al fuego tendrá muchos incidentes que esperamos no se repitan y nos sirvan de aprendizajes. El cese al fuego nos exige y nos demanda hablar con la verdad y tener un condigo de conducta”.Escuchando a los sacerdotes provenientes de los territorios y a los dos artífices del cese al fuego, el comandante Bernardo Téllez y el vicealmirante Orlando Romero Reyes, creo que es importante abrir la reflexión sobre aquello que es pertinente para la concreción de esta agenda de negociación en la que ya el cese al fuego es un paso importante que permite silenciar fusiles, recuperar la palabra y abrir caminos para los alivios humanitarios. Dos exigencias debemos hacerles:La primera es que los negociadores del gobierno y del ELN deben ser conscientes que, para avanzar, más allá del cese al fuego los sacerdotes y las comunidades les están pidiendo magnanimidad, creatividad y esas nuevas genialidades que exige el logro de la paz. Y ello porque lo que siga de ahora en adelante, necesariamente, tendrá que ayudar a crecer la esperanza, a que maduren las confianzas, disminuyan los sufrimientos y se reduzcan las hostilidades. Esto es lo que hará creíble cada esfuerzo de la mesa de negociación.La segunda exigencia esta determinada por cuanto está a la base de todos los propósitos nobles: La Buena Voluntad. La buena voluntad es el único bien que es solamente bueno y no merece restricción. Es buena o no es.La ausencia de buena voluntad en la mesa de negociación tiene consecuencias muy graves. Si la buena voluntad no es previa a lo que se está pensando y se pretende hacer, es imposible que se tenga en la mesa de negociaciones una base común que de esperanzas. Si hay malicia, sospecha, desconfianza será muy difícil construir algo que congregue y vincule a todos. Sólo con la buena voluntad de las partes se puede construir algo bueno para la Nación. Ojalá se pudiera entender que es la buena voluntad el factor principal de unión de cara a una respuesta que supere los desafíos que escuchamos en ambos artífices del cese al fuego. Si no hay buena voluntad no hay salida. La buena voluntad es la tabla de salvación de esta negociación. Nuestra nación, para tomar una expresión del Papa Francisco, tiene una permanente llaga social producida por la desatención a las necesidades de nuestra gente, la cual hoy es una sangría incontenida. Nuestras élites nunca han pensado a una solución como conjunto, sino para ellas. Han estado más empeñadas en defender privilegios que en garantizar derechos para todos. Esta negociación debe considerar este aprendizaje que está a la base de la construcción de una paz estable y duradera.Si la buena voluntad es tan decisiva, es un deber suscitarla en todos. En caso de riesgos como los que vive la nación, hasta los más egoístas deben ayudar con su buena voluntad. Qué bueno que la mesa sea capaz de dar el viraje necesario: “pasar de los intereses en conflicto a su capacidad de mostrar buena voluntad”. En la mesa de negociación no dudamos de que hay un capital inestimable. Si cada uno de los negociadores quisiera arreglar las cosas, se saldría adelante. Con la buena voluntad siempre es posible salir adelante. Hago dos propuestas: que los negociadores salden su hipoteca buena voluntad y que, en cada uno de nosotros, la autoestima, sea un llamado a la buena voluntad.Pbro. Rafael Castillo TorresDirector del Secretariado Nacional de Pastoral Social

Dom 6 Ago 2023

Catequesis sobre el exorcismo

Aspectos importantes sobre el sacramental del exorcismoPor Pbro. Raúl Ortiz ToroDirector Departamento de DoctrinaSecretariado Permanente del Episcopado Colombiano1. El tema del exorcismo corresponde al tratado de Antropología Teológica.2. Dejando por sentada la existencia del Demonio, la acción de este sobre el hombre suele entenderse de manera ordinaria a través de la tentación, y de manera extraordinaria, a través de fenómenos no habituales como la posesión, la vejación, la infestación y la obsesión. 3. La acción ordinaria del Demonio, es decir, la tentación, que busca conducir al pecado, es más incisiva y peligrosa para la salvación humana que su acción extraordinaria, pues atenta contra la vida de gracia del bautizado ya que va dirigida únicamente a la perdición del alma. Por el contrario, la acción extraordinaria del Demonio va dirigida a la materia corporal. En este sentido, incluso un poseso podría estar en estado de gracia ya que el Demonio no puede poseer el alma sino posiblemente el cuerpo y su influencia se limita únicamente a los sentidos exteriores e interiores (imaginación y sensibilidad).4. La doctrina recta e íntegra de la Iglesia no admite conceptos como “pecado intergeneracional” o “cadenas intergeneracionales de pecado” que desplazan la responsabilidad personal por el pecado cometido (cf. Catecismo de la Iglesia Católica –1868 y 1869) a los antepasados o incluso al Demonio.5. En lugar de pecados intergeneracionales la Iglesia enseña que existe una especie de “cooperación” al mal cuando, por ejemplo, en una familia, un mal ejemplo se vuelve un pecado cometido por imitación y este en una “estructura de pecado” constituyendo un “pecado social”. Los actos humanos son personales y las consecuencias son intransferibles (cf. Ez 18,2 y Jer 31,30).6. Aparte de la posesión, la acción extraordinaria del Demonio también puede ser infestación: cuando se trata de presencia maligna en lugares, objetos y animales.7. Puede ser vejación: cuando se presentan molestias demoniacas en los sentidos externos sin llegar a poseer el cuerpo de la persona. 8. Puede ser obsesión: si son agresiones en la esfera psíquica o afección de los sentidos internos (imaginación, fantasía, memoria, sentimientos…). Puede afectar indirectamente el entendimiento y la voluntad (como sucedió a San Carlos de Sezze o a Santa Gema Galgani).9. Con respecto a la posesión diabólica, la Introducción al Ritual de Exorcismos vigente señala los siguientes signos principales (numeral 16): Hablar un lenguaje desconocido con muchas palabras o entender al que lo habla, descubrir acontecimientos distantes o secretos, mostrar fuerzas superiores a su naturaleza o edad, pero, sobre todo, mostrar aversión vehemente a Dios, a Santa María la Virgen, los santos, a la Iglesia, a la Palabra de Dios, a sus cosas, ritos, especialmente sacramentales, y a sus sagradas imágenes.10. La teología católica no admite la posesión por almas de difuntos (llamadas almas vagas, colgantes o errantes).11. El exorcismo es un sacramental (cf. Catecismo, No. 1667), es decir, un signo sagrado que no confiere la gracia sino que la dispone.12. Sobre el exorcismo solemne el Catecismo, numeral 1673 aclara: “Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del Maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf Mc 1,25-26; etc.), de Él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar (cf Mc 3,15; 6,7.13; 16,17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne llamado «el gran exorcismo» sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante, asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad” .13. El Código de Derecho Canónico (canon 1172) declara: “§ 1. Sin licencia peculiar y expresa del Ordinario del lugar, nadie puede realizar legítimamente exorcismos sobre los posesos. § 2. El Ordinario del lugar concederá esta licencia solamente a un presbítero piadoso, docto, prudente y con integridad de vida”.14. La Instrucción de la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe sobre las oraciones para obtener de Dios la curación (2000) precisa:• Art. 8 - § 1. El ministerio del exorcistado debe ser ejercitado en estrecha dependencia del Obispo diocesano, y de acuerdo con el can. 1172, la Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 29 de septiembre de 1985 y el Rituale Romanum.•§ 2. Las oraciones de exorcismo, contenidas en el Rituale Romanum, deben permanecer distintas de las oraciones usadas en las celebraciones de curación, litúrgicas o no litúrgicas.•§ 3. Queda absolutamente prohibido introducir tales oraciones en la celebración de la Santa Misa, de los Sacramentos o de la Liturgia de las Horas.15. Al ser el obispo el exorcista natural de su diócesis y la autoridad competente, solo él puede delegar este ministerio a uno o varios sacerdotes (no a un diácono ni a un laico), por un tiempo determinado para todos los casos, o “ad casum”, según cada circunstancia.16. La administración del sacramental del exorcismo es pública, pero reservada (no íntima) y es necesario conformar un Equipo de apoyo que ayude al exorcista en el Ministerio de discernimiento: escuchando a los posibles afectados, apoyando el diagnóstico de la acción extraordinaria del demonio con recurso a profesionales de la salud mental y física, asistiendo con la oración de intercesión y favoreciendo un seguimiento de los casos.17. Ningún sacerdote puede autodispensarse de la obligación de cumplir la disciplina canónica que limita la administración del sacramental del exorcismo al delegado episcopal. Comete doble falta si, usurpando este ministerio, solicita algún tipo de retribución económica o acepta tácitamente ofrendas por su servicio, permitiendo que se perciba entre los fieles algún tipo de negocio o transacción.18. Todos los presbíteros deben evitar caer en el riesgo de practicar exorcismos de emergencia como reacción inmediata cuando se presentan personas visiblemente afectadas. En estos casos debe esperarse a que la persona esté consciente y tenga dominio de sí para entablar un diálogo sosegado.19. Igualmente, todos los presbíteros deben evitar la simulación (exorcismos ilícitos por no tener licencia del Ordinario), la espectacularidad (práctica del Ritual en sitios públicos y con afluencia de personas, además del recurso a la impostación de la voz, movimientos extraños e histriónicos, utilización excesiva y no adecuada de sacramentales, ambientación tenebrosa, etc.), la persuasión (inducir a alguien a pensar que está poseído), el exceso de fuerza y el maltrato físico para con las personas afectadas y todo tipo de abuso de poder, de conciencia, económico y sexual que pueda darse por manipulación o aprovechamiento de las circunstancias ante una persona en incapacidad de resistir o con estado de inconciencia.20. En razón de la sensatez pastoral que debe asistir a los ministros de la Iglesia, ninguno de ellos debe dar “diagnósticos” a las personas que experimentan molestias espirituales dictaminando que su malestar es ocasionado por maleficios, brujerías, “mal de ojo” o cualquier otra causa preternatural. 21. Sobre los lugares posiblemente infestados por la acción extraordinaria del demonio no se practica el Ritual de los exorcismos ya que estos se reservan únicamente para administrarlos a las personas humanas. Los lugares pueden ser bendecidos y la acción ex opere operantis es suficiente para disponer a la gracia.22. El Ritual de Exorcismos de 1614 permitía la exorcización de los sacramentales (agua, sal, aceite, etc.), sin embargo, el nuevo Ritual de Exorcismos de 1998, inspirado en una auténtica interpretación teológica, considera que es suficiente, y con creces, la bendición y no la exorcización de los sacramentales. No debe sugerirse un uso de los sacramentales que provoque mentalidad mágica en los fieles, ni dar recomendaciones de uso a modo de recetario del tipo “tantas medidas de sal y aceite diluidas en tantas medidas de agua”.23. Si bien es cierto que solo el sacerdote a quien el Ordinario del lugar ha dado licencia peculiar y expresa para realizar exorcismos cumple esta misión eclesiástica lícita y válidamente, también se debe aclarar que todos los sacerdotes, por la potestad de orden, pueden prestar el servicio de “cura de almas” escuchando a quienes dicen experimentar molestias espirituales, invitándolos a la vida sacramental esmerada y a la conversión, y orando por ellos, ayudando así en el primer discernimiento antes de dirigir el caso al exorcista legítimamente delegado.