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papa francisco

Lun 5 Oct 2015

El Sínodo de la familia no es un “congreso”: Papa Francisco

El Papa Francisco saludó hoy a los participantes del Sínodo de los Obispos sobre la Familia en la primera Congregación General. A primera hora de la mañana de este lunes, en el Aula Pablo VI, el Pontífice explicó que "el Sínodo no es un congreso o un parlamento, no es un parlamento o un senado donde nos ponemos de acuerdo" sino "una expresión eclesial es decir, la Iglesia que camina junta para leer la realidad con los ojos de la fe y con el corazón de Dios". A continuación, el texto completo del saludo del Santo Padre: Queridas Beatitudes, Eminencias, Excelencias, Hermanos y Hermanas: La Iglesia retoma hoy el diálogo iniciado con la proclamación del Sínodo Extraordinario sobre la familia para evaluar y reflexionar juntos sobre el Instrumentum Laboris (Documento de trabajo) elaborado de la Relatio Synodi (Documento final del Sínodo de 2014) y de las respuestas de las conferencias episcopales y de los organismos con derecho. El Sínodo es un caminar juntos con el espíritu de colegialidad y sinodalidad, adoptando valientemente la parresía, el celo pastoral y doctrinal, la sabiduría, la franqueza y poniendo siempre delante de nuestros ojos el bien de las familias y la suprema lex: la salus animarum (salud del alma). El Sínodo no es un congreso o un parlamento, no es un parlamento o un senado donde nos ponemos de acuerdo. El Sínodo es una expresión eclesial es decir, la Iglesia que camina junta para leer la realidad con los ojos de la fe y con el corazón de Dios. Es la Iglesia que se interroga sobre la fidelidad al depósito de la fe, que por ella no representa un Museo para mirar y menos salvaguardar, sino que es una fuente viva de la cual la Iglesia bebe para saciar e iluminar el depósito de la vida. El Sínodo se mueve necesariamente en el seno de la Iglesia y dentro el Santo Pueblo de Dios, del cual nosotros formamos parte en calidad de Pastores, es decir, servidores. El Sínodo es por otra parte un espacio protegido, donde la Iglesia experimenta la acción del Espíritu Santo. En el Sínodo, el Espíritu habla a través de la lengua de todas las personas que se dejan conducir por Dios que sorprende siempre, del Dios que revela a los pequeños aquellos que esconde a los sabios e inteligentes, del Dios que ha creado la ley y el sábado para el hombre y no viceversa, del Dios que deja las 99 ovejas para buscar la única oveja perdida, del Dios que es siempre más grande que nuestras lógicas y nuestros cálculos. El Sínodo podrá ser un espacio de la acción del Espíritu Santo sólo si nosotros participantes nos revestimos de coraje apostólico, de humildad evangélica y de oración confiada. El coraje apostólico que no se deja asustar frente a las seducciones del mundo que tienden a apagar en los corazones de los hombres la luz de la verdad sustituyéndola con pequeñas y temporáneas luces y de frente al endurecimiento de algunos corazones que, no obstante, las buenas intenciones, alejan a las personas de Dios (...). La humildad evangélica que sabe vaciarse de las propias convicciones y prejuicios para escuchar a los hermanos obispos y llenarse de Dios, que lleva a señalar con el dedo no contra los otros para juzgarlo, sino para tenderles la mano, para realzarlos, sin sentirse nunca superiores a ellos. La oración confiada es la acción del corazón cuando se abre a Dios, cuando se silencia todos nuestros estados de ánimo para escuchar la suave voz de Dios que habla en el silencio. Sin escuchar a Dios todas nuestras palabras serán solamente palabras que no sacian y no sirven. Sin dejarnos guiar por el Espíritu Santo, todas nuestras decisiones serán solamente decorativas, que en lugar de exaltar el Evangelio lo cubrirán y esconderán. Queridos hermanos, como he dicho, el Sínodo no es un parlamento donde para reunir un consenso o un acuerdo común acude al negocio o al compromiso. El único método del Sínodo es el de abrirse al Espíritu Santo, con coraje apostólico, con humildad evangélica y con oración confiada, para que sea Él el que nos guíe, ilumine y nos haga poner delante de los ojos con nuestros pareceres personales la fe en Dios, el bien de la Iglesia y la salus animarum. Quiero agradecer a Su Eminencia el Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo; a su Excelencia Mons. Fabio Fabene, Subsecretario, y con ellos agradecer al Relator, su Eminencia el Cardenal Peter Erdo y al Secretario Especial, Su Excelencia Mons. Bruno Forte, a los presidentes delegados (...), a los traductores: gracias de corazón. Les agradezco igualmente a todos ustedes Padres Sinodales, Delegados Fraternos, Auditores, Auditoras y Asesores, por vuestra participación activa y fructífera. Un agradecimiento especial a los periodistas, gracias por vuestra apreciada participación. Iniciamos nuestro camino invocando la ayuda del Espíritu Santo y la intercesión de la Sagrada Familia, Jesús, María y San José. Fuente: Agencia ACIPRENSA

Vie 2 Oct 2015

Papa Francisco y obispos debatirán sobre la situación de la familia

La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos iniciará este domingo 4 de octubre y sesionará hasta el próximo 25 del mismo mes, será un espacio donde se debatirá sobre la vocación y la misión de la familia. En estas reuniones se reflexionará de forma comunitaria sobre las orientaciones pastorales que debería asumir la Iglesia en temas como el matrimonio, las parejas de hecho, la adopción, entre otros, pero preponderando la "plena comunión de la comunidad eclesial", según indicó el feje de la oficina de prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi, al anunciar este evento. Se trata de la segunda reunión eclesial mundial convocada por el Papa Francisco para reflexionar sobre la crisis de la familia. En la primera, celebrada en octubre de 2014, el Papa animó a "hablar con parresía", es decir, "claro" y a "escuchar con humildad" para poder ejercitar "la sinodalidad", "Que nadie diga: Esto no se puede decir, pensarán de mí así o así...", precisó. El sábado 3 de octubre el Santo Padre presidirá en la Plaza de San pedro la Vigilia de oración preparatoria de la XIV Asamblea General Ordinaria y el domingo 04 de octubre celebrará la Santa Misa de apertura del Sínodo. Entre los participantes se encuentran 166 representantes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo, tanto cardenales como obispos, -cinco de Oceanía, 25 de países asiáticos, 44 de África, 45 de América y 47 de Europa, además de los 45 padres sinodales nombrados personalmente por el Pontífice. Por Colombia estarán presentes en el Sínodo el arzobispo de Bogotá, cardenal Rubén Salazar Gómez, el arzobispo de Villavicencio y vice-presdiente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Oscar Urbina Ortega y el obispo de Armenia y presidente de la comisión episcopal de familia de la CEC, monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz.