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predicación orante

Jue 23 Mar 2023

Yo soy la resurrección y la vida

QUINTO DOMINGO DE CUARESMA Marzo 26 de 2023 Primera Lectura: Ezequiel 37, 12-14 Salmo: 130(129), 1-2.3-4.5-6ab.6c-8 Segunda Lectura: Romanos 8, 8-11 Evangelio: Juan 11, 1-45 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Este quinto domingo de cuaresma, nos enfatiza la bondad y misericordia de Dios que mantiene su apuesta por la humanidad hasta los momentos más insospechados de la existencia humana; en ese sentido podemos meditar en tres apreciaciones que se entrelazan: -Dios espera contra toda desesperanza que los hombres nos acojamos a la salvación que Él nos brinda; -Dios en su misericordia ha puesto múltiples instrumentos de apoyo al hombre para que se convierta y recupere su vida plena, a lo largo de toda su existencia humana; -En los últimos tiempos nos ha dejado en la obra redentora, liberadora y salvadora de su hijo Jesucristo, en su evangelio de verdad, justicia y amor-solidaridad la posibilidad, para todo ser humano de lograr, aún en el momento de la más profunda degradación espiritual y humana, renacer, si es capaz de reconocer su condición de pecado y acoger la gracia del bautismo con la fuerza del Espíritu Santo para resucitar con Cristo. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El profeta Ezequiel, nos recuerda que Dios nos creó como él, seres comunitarios, por eso el pecado original tiene implicaciones en toda la humanidad y los pueblos se afectan por el pecado de cada uno de sus miembros, la comunidad está enferma por el pecado, y el pueblo de Israel, en el momento en que Dios suscita el profetismo de Ezequiel, estaba muerto por un pecado compartido, y aunque el verso previo, versículo 11, expresa la desesperanza de este pueblo, “el fin ha llegado para nosotros”, Yahvé les ofrece la esperanza de la resurrección por la acción de su Espíritu vivificador. El Salmo 130, por su parte nos muestra que el ser humano que, en medio de su degradación por el pecado, tiene la sensatez y humildad de reconocer su condición de caído, pero se acoge a la bondad misericordiosa de Dios, y asume con voluntad, tomar el camino de conversión con la gracia del Espíritu, puede recuperar su vida, no solo la redención sino la salvación plena. Esta alusión del salmo 130 es confirmada por el apóstol Pablo en la carta a los romanos quien, bajo la forma binaria: Espíritu, es decir la aceptación de la verdad de Dios, de su proyecto de vida que nos transmite el espíritu, versus la carne, es decir la acogida al contraproyecto de Dios que implica negarnos al Espíritu de Dios a su propuesta de vida en la verdad, la justicia y el amor, nos muestra que toda persona , a pesar de ceder a la tentación de la carne, en concreto, a la mentira, la injusticia y el egoísmo, por muy sumido que se encuentre, si se acoge a la misericordia de Dios y decide volver al espíritu que siempre está latente en su conciencia y voluntad, podrá resucitar con cristo, la clave está en ceder ente el Espíritu vivificador. Finalmente, el Evangelio de Juan nos muestra uno delos tres milagros o señales de reanimación que Jesús realizo, Jesús devuelve a la vida temporal a su amigo Lázaro, a pesar de que llevaba 4 días muerto, es significativo que en el relato, la gente comentaba que Jesús hubiese podido hacer algo para evitar que Lázaro muriera y consideraban que había llegado tarde, ante la muerte ya Jesús no podría hacer algo, pero Jesús pide a María y Martha hacer un reconocimiento de fe o confianza en su palabra, “ si crees vas a ver la gloría de Dios. Su gloría radica en que, él como ungido, escogido y enviado de Dios padre, puede restaurar la vida, y si puede restaurar la vida plena en el Espíritu Santo, con mayor razón puede restaurar la vida temporal. A pesar de los días que habían transcurrido tras la muerte de Lázaro, Jesús, en comunión con el Padre devuelve a la vida temporal a Lazaro. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En los evangelios, Jesús aparece restaurando la vida temporal, es decir reviviendo a tres persona muertas, pero en distintos tiempos de haber acaecido su muerte: A la Hija de Jairo la revive a pocos minutos de su muerte (Mt 9,23-26), acababa de morir; al hijo de la viuda de Naín, lo revive en la calle, camino al cementerio; lo llevaban a sepultar, habría pasado algo más de un día (Lc7,11-15); con Lázaro, ya habían pasado cuatro días desde su muerte, por tanto no había motivo de esperanza para una manifestación especial de Jesús respecto a su amigo Lázaro. Pero esa muerte natural, es reflejo de la muerte espiritual de los hombres y Jesús quiere dejar un mensaje claro al revivir a un amigo que ya parecía no tener ninguna esperanza de reanimación, como parece no tener esperanza de resurrección quien ha cometido tal nivel de pecado o de pecados que ha prácticamente liquidado su espíritu; ya no tendría esperanza de redención. Pero Jesús muestra que él viene a hacer realidad lo anunciado y prefigurado por el profeta Ezequiel, en el sentido de que, por muy grave y profundo que sea el pecado que pudiera tener al hombre muerto en vida y llevarlo a considerar que ya no tiene arreglo, si quiere, si con humildad reconoce que se ha degradado hasta la muerte de su espíritu, pero toma la decisión de acoger el amor que Dios le ofrece, puede si quiere, renacer y recuperar su vida plena. Un renacer que implica conversión, reparación y resiliencia, haciendo realidad una nueva afirmación: la conversión de lo pésimo es lo óptimo, y ello solo lo puede el hombre si se deja llevar por el Espíritu de Dios recibido en el bautismo, como antípoda de la expresión que refleja el daño que hace el demonio al hombre que acoge el mal: “la corrupción de lo óptimo es lo pésimo”. El llamado que nos hace Jesús hoy es a no perder la esperanza de que seremos capaces de luchar contra el pecado y recuperar no solo la salud sino la vida espiritual plena, si reconocemos que, sólo siguiendo a Jesús, podremos reencausar nuestra vida por los senderos de la restauración de nuestra dignidad humana y de la dignidad de a quienes hemos negado con nuestros pecados. Podremos como lázaro, así llevemos varios días muertos, resurgir con cristo y vencer al príncipe de la muerte. Pero no olvidemos que en muchas parábolas Jesús nos advierte que sólo tenemos este tiempo terrenal para la conversión y acogernos a la misericordia del Padre Eterno. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La palabra de Dios prescrita para la liturgia de este domingo, tiene mucha relación con la advertencia que nos ha hecho el Señor Jesús: Todo pecado podrá ser perdonado, menos uno, el pecado contra el Espíritu Santo, es decir el negarnos a aceptar la gracia del Espíritu Santo que recibimos en el bautismo, porque esa negación nos impide reconocer que necesitamos del perdón de Dios, que necesitamos convertirnos de los pecados que van matando nuestro espíritu, negarnos o blasfemar al espíritu Santo es negarnos a recibir la gracia redentora de Cristo compartida a través de la acción del mismo Espíritu Santo. Por eso, hoy, en el marco de esta eucaristía, supliquemos al Señor Jesús, que nos mueva a la humildad y apertura al Espíritu Santo, para acoger su gracia y actuar, movidos por la fortaleza de Fe, que transmite ese mismo Espíritu, para vivir a la manera de Jesús y ver la gloria de Dios. Fe, creer, es hacer, pidamos a Jesús que nos mueva a acoger el espíritu que nos ha compartido junto con el Padre, para que podamos retornar a la vida plena, como retornaron los huesos secos presentados por Ezequiel, como retorno Lázaro; en una palabra, aceptar dócilmente las orientaciones del Espíritu Santo que nos fue dado en el bautismo, para hacer, obrar o vivir en la fe de tal modo que podamos “ver la gloría de Dios”. _______________________ Recomendaciones prácticas: • En este domingo se celebra el tercer escrutinio de preparación para el Bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia Pascual, a los sacramentos de Iniciación Cristiana, usando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las pp. 804-805 del Misal Romano. • Visitar a nuestros enfermos y motivarlos a reconciliarse con quienes pudieran tener alguna discordia pendiente; aprovechar en lo que queda de la cuaresma para hacer, con docilidad al Espíritu Santo una revisión plena y honesta de vida, establecer los cambios o conversiones que debemos dar, y no dejar morir nuestro espíritu, sino configurarlo con Cristo resucitado. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La misa constituye un punto de llegada celebrativa, llegamos ante el altar de la palabra y el pan, para poner ante Dios y la comunidad, nuestros esfuerzos de la semana que pasó, por hacer las cosas a la manera de Dios y también constituye un punto de relanzamiento porque, apoyados en las gracias que recibamos hoy en esta celebración, podremos meditar y discernir con sentido cuaresmal, cuáles son los nuevos compromisos y vías que nos permitirán crecer y superar los riesgos y vacíos que aún nos pueden tener distanciados en el camino hacia la identificación plena con Dios, en Cristo y su comunidad Iglesia. Participemos con ánimo y esperanza. Monición a la Liturgia de la Palabra La palabra de Dos, hoy, nos recuerda que nuestra vida temporal constituye el tiempo y el espacio en el cual construimos nuestra historia como historia de salvación o de condenación. Con Cristo y el Espíritu Santo podemos recorrer y hacer de nuestra historia un caminar por la vida eterna, en la medida que la vivimos en sintonía con la voluntad de Dios, de amarnos unos a otros, y que sólo tenemos esta vida para corregir y retomar nuestro caminar histórico con Cristo y la Comunidad hacia la gloría de Dios; escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Dirijamos nuestras suplicas al Padre que siempre atiende a sus hijos y digámosle con fe y esperanza: R. Padre misericordioso, escúchanos. 1. Por la Iglesia universal, que peregrina en la historia, para que en cada uno sus miembros, desde el santo Padre Francisco, los obispos, ministros ordenados, religiosas, religiosos y laicos podamos motivar a todas las personas con quienes interactuamos en el camino de la evangelización, a acoger el plan de vida que Dios nos ofrece marcado por el amor como respeto, servicio y solidaridad hacia los demás y asuman con sinceridad los propósitos de conversión que sus conciencias les determinen. 2. Por quienes, desde los distintos órganos de poder, conducen y gobiernan las naciones, especialmente a nuestro país, para que aprovechen este tiempo cuaresmal como oportunidad para evaluar su desempeño de servicio al bien común y sirviéndose de la gracia del Espíritu, logren discernir los ajustes que les permitan crecer en su capacidad de servicio al progreso y la convivencia de los ciudadanos a los que sirven. 3. Por todos los bautizados en nombre de la trinidad, para que, acogiendo la gracia bautismal, no nos consideremos totalmente convertidos, sino que dóciles al Espíritu santo mantengamos una humilde y sincera actitud de revisión permanente de vida, para asumir los compromisos de conversión que nos permitan morir al pecado y resucitar con Cristo Jesús. 4. Por cada uno de los que habitamos este país, para que desde nuestras convicciones religiosas y o éticas humanistas, procuremos actuar en coherencia con esos valores que decimos acoger desde dichas convicciones, de modo que vivamos con mayor satisfacción y paz interior y aportemos al mejor vivir de nuestros conciudadanos. 5. Por las personas que sufren todo tipo de negación de su dignidad humana y negación de sus derechos, para que, manteniéndose firmes en su fe, no caigan en la desesperanza y no permitan que quienes atentan contra sus cuerpos también maten su espíritu y a nosotros muévenos, al compromiso solidario con estas personas que sufren. Oración conclusiva Todas estas intenciones te las presentamos, padre bueno, por intercesión de tu hijo Jesucristo que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. R. Amén.  

Jue 16 Mar 2023

Él fue, se lavó, y volvió con vista

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA «Laetare» Marzo 19 de 2023 Primera Lectura: 1 Samuel 16,1b.6-7. 10-13a Salmo: 23(22),1-3a.3b-4.5.6 (R. cf. 2a) Segunda Lectura: Efesios 5,8-14 Evangelio: Juan 9,1-41 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Desde el encuentro personal con la Palabra de Dios, los textos para este domingo nos ofrecen reflexionar sobre: • Dios ve el corazón, el hombre las apariencias. • El buen Pastor. • Jesucristo, luz del mundo que vence las tinieblas del pecado. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Este cuarto domingo de cuaresma, Laetare (gozo y alegría por la cercanía de la Pascua), en que se lee el capítulo noveno del Evangelista según san Juan, nuestro Señor Jesucristo se manifiesta como la luz del mundo que vence las tinieblas del pecado y de la muerte. El evangelista San Juan muestra a Jesucristo como la Luz, mediante una pieza magistral de la narrativa propia del ciego de nacimiento. Este Evangelio, introduce al lector en una narrativa fascinante, que esconde una enseñanza profunda sobre la identidad de Jesucristo que se devela progresivamente. En esta narración el evangelista ilustra dos formas pedagógicas de la narrativa: el contraste y la espiral. El contraste, ya que constantemente está contraponiendo la Luz con las tinieblas, la Gracia con el pecado, la Resurrección con la muerte; y la espiral, que es la forma progresiva de ir develándose el Señor, y de irse descubriendo a quienes tienen un encuentro personal con Él. Por tanto, en este contraste el evangelista muestra, mediante la narración, que Jesucristo es la Luz que vence el pecado y la muerte-tinieblas, manifestadas en un hecho real de la ceguera física. Los judíos daban una explicación heredada de la tradición para quienes nacieran con un defecto físico, asociándolos a un malestar espiritual, producto de un pecado; así, la ceguera, era consecuencia del pecado heredado de sus padres o ancestros. Jesucristo corrige esta interpretación mostrando que las deformaciones congénitas o las enfermedades, no corresponden estrictamente a una consecuencia de una vida moral pecaminosa; y se vale de la debilidad, usándola como oportunidad para generar una nueva interpretación, una nueva creación, una oportunidad de mostrar la obra perfectísima de Dios en la creación, mediante la Redención de Jesucristo, Dios hecho hombre. En esta misma línea, se manifiesta Jesucristo, quien vence las tinieblas, por medio de la Luz, con una nueva creación. Él hace nuevas todas las cosas, Él vino al mundo a renovar y a redimir. El hecho simbólico de usar barro y soplar, agua y enviar a lavarse, purificar, indica el sentido de una nueva creación. En el relato de la creación que se encuentra en las primeras páginas del Génesis, Dios crea al hombre Adán, con este gesto simbólico del barro e insufla aliento de vida. Jesucristo, Dios hecho hombre, que obra sobre la creación, la restaura, la perfecciona y le da un nuevo sentido, un nuevo horizonte de vida. En este mismo sentido se mueve la segunda lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios, puesto que el apóstol contrasta la luz con las tinieblas, usando la figura de la noche y la oscuridad, con la figura del día con la luz. Jesucristo, es la Luz que no tiene ocaso, que vence las tinieblas del pecado y de la muerte, mediante la resurrección y la vida definitiva. Será en la noche de la Pascua, dónde se develará el misterio escondido, en el que Jesucristo, Luz del mundo, mediante el Cirio Pascual encendido del Pregón Pascual, vence toda oscuridad, tiniebla, pecado y, sobre todo, vence la muerte con su Resurrección. Otro aspecto que muestra el Evangelio, es que la ceguera no es simplemente física, sino que hay una ceguera espiritual, que impide ver la obra de Dios, que obstaculiza la fe, mediante el increencia; por ello, el evangelista san Juan también va a indicar este contraste entre los ciegos que no ven, aunque vean físicamente, pero que, en realidad, están ciegos, porque no creen en la obra de Dios, que vence las tinieblas del mundo. La otra forma pedagógica que usa el Evangelista San Juan es la narrativa de la espiral. En el capítulo nueve, se va mostrando de una manera progresiva, en un crescendo, la forma cómo se va realizando un itinerario de fe de una persona que no conoce al Señor, porque era ciego, hasta el punto de ser interrogado sobre él y su identidad, y desde dentro va emergiendo la forma como va creciendo el conocimiento del Señor desde lo físico hasta lo espiritual. Al principio, el ciego de nacimiento ignoraba la identidad de quién era Jesús, y poco a poco va pasando por pruebas de interrogatorios, que empuja a la persona a buscar, saber dar respuesta a quienes le preguntan; y así, paulatinamente, indicar que se trata de un profeta, da cuenta con sus palabras, que es el Señor, y finalmente, capaz de manifestar que es discípulo, de confesar que cree en el Señor y postrarse ante Él, asumiendo las consecuencias de ser expulsado de la sinagoga. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Las lecturas de este domingo invitan, tanto personal como comunitariamente, a revisar cuáles son aquellas tinieblas, oscuridades, pecados que impiden ver la Luz de Cristo, manifestada en cada uno de nosotros desde el Bautismo. Los textos sagrados invitan a hacer un recorrido progresivo de nuestra historia de fe. Identificar los momentos, en que, de manera ciega, ignorábamos, desconocíamos, o no veíamos las obras de Dios en nuestra vida. Instantes de la vida de desolación, oscuridad y hasta crisis y pérdida de la fe. La Palabra de Dios, invita, sin ambages, a no quedarse en las tinieblas, a identificar esos instantes de oscuridad, en donde la luz, puede vencer las tinieblas, en dónde Jesucristo está rompiendo los moldes de nuestros egoísmos y pecados y está ungiendo nuestro barro, haciendo nuevas creaturas e invitando a que renovemos nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor. El Evangelio nos invita a que busquemos en la Iglesia la piscina probática, dónde lavarnos; la fuente bautismal, donde como manantial de agua viva nos brinda la oportunidad de verlo, sentirlo, experimentarlo en nuestra vida; pero también, de confesar su nombre, sin miedo a que seamos rechazados. El mundo de hoy se debate entre las tinieblas y la luz. Los cristianos de hoy serán, con su testimonio de vida, quienes puedan mostrar al mundo la vida nueva que Jesucristo realiza en la comunidad, mediante la alegría del Evangelio, la fe de poder creer en Él, y la esperanza de poder brindar al mundo desahuciado, razones para seguir esperando mediante la vivencia fraterna del amor. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Pedimos al Señor que podamos ser discípulos misioneros al encuentro de Jesucristo vivo y resucitado, mediante el compromiso misionero de ser instrumentos de salvación, catequistas, lectores, ministros de la Eucaristía, evangelizadores, laicos comprometidos en la misión de la Iglesia, para llevar al mundo sumido en las tinieblas, la luz de Jesucristo. Que podamos iluminar las tinieblas, ayudar a la humanidad a quitarse las escamas que le impiden ver al Señor; que podamos confesar nuestra fe, sin miedos al qué dirán, que podamos llevar a otros hermanos a la fe, que ayudemos encontrar la luz de Jesucristo a muchas personas que carecen de sentido en sus vidas, porque no han encontrado la forma que Jesucristo les ilumine sus tinieblas. Le pedimos al Señor que seamos instrumentos de luz mediante las buenas obras de misericordia. _______________________ Recomendaciones prácticas: • Hoy se permite el sonido de los instrumentos musicales y el altar se puede adornar con flores. • En este domingo se celebra el segundo escrutinio de preparación para el Bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia Pascual, a los sacramentos de Iniciación Cristiana, usando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las pp. 803-804 del Misal Romano. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos y hermanas bienvenidos a esta Eucaristía donde Jesucristo, Luz del mundo, ilumina nuestras vidas con su Palabra y alimenta nuestra alma con su cuerpo y sangre, restaurándonos y haciendo de nosotros nuevas creaturas para la misión y el envío. Vivamos con fe y alegría este encuentro con el Señor. Monición a la Liturgia de la Palabra Como oyentes atentos de la Palabra, acojamos con gozo el mensaje del Señor que abre los ojos de nuestra fe, limpia la ceguera de nuestras tinieblas y nos invita a ser reflejos de su Luz. Escuchemos con atención la Palabra del Señor. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Al Señor de la gran misericordia dirijamos ahora nuestras intenciones en bien de cuantos hoy se acogen a su bondad. A cada una de las plegarias unámonos diciendo: R. Ilumínanos, Señor con la Gracia de Tu Espíritu. 1. Te pedimos Dios Padre, que renueves a la Iglesia con el soplo de tu Espíritu y la purifiques con las aguas del bautismo; para que podamos ser instrumentos de tu luz ante el mundo. 2. Te pedimos Dios padre, por los gobernantes de las naciones, para que, abriendo sus ojos a las necesidades de los pobres, enfermos y desplazados, puedan atender y ayudar al progreso de sus pueblos. 3. Te pedimos Dios Padre, por nuestra comunidad parroquial para que, fortaleciendo su fe, alentando su esperanza y enciendo su amor, atienda las penurias de los más necesitados. 4. Te pedimos Dios Padre, por los enfermos, que se encuentran en las clínicas y hospitales, los que se encuentran solos y abandonados, para que muevas hacia ellos el corazón de sus familiares y demás hermanos. 5. Te pedimos Dios Padre, por cada uno de nosotros que participamos en esta Eucaristía, para que abras nuestros ojos, renueves nuestras vidas, y con tu Luz podamos iluminar nuestras tinieblas del pecado y del egoísmo. Oración conclusiva Atiende benigno, Señor estas súplicas que te presentamos, Por mediación de Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.  

Jue 9 Mar 2023

Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna

TERCER DOMINGO DE CUARESMA Marzo 12 de 2023 Primera Lectura: Éxodo 17,3-7 Salmo: 95(94),1-2.6-7ab.7c-9 Segunda Lectura: Romanos 5,1-2.5-8 Evangelio: Juan 4, 5-42 I. Orientaciones para la Predicación Introducción El Tercer domingo de cuaresma en la tradición catecumenal está vinculado al primer escrutinio de quienes van a ser bautizados en la Pascua y resplandece un tema muy bautismal para guiar la celebración: El agua se hace protagonista en la historia de la salvación. - El agua brotando de la roca es un signo del don y una respuesta a las necesidades de la peregrinación (primera lectura) - La ausencia de agua debe ser motivo de búsqueda y crecimiento, no un motivo de rebeldía y murmuración (salmo responsorial) - Agua y amor de Dios se reclaman para ser siempre derramados en la vida de quienes se abren a la acción de Dios. - Jesús es el agua viva que sacia y da sentido a la existencia (Evangelio). 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La peregrinación de un pueblo en camino de libertad, narrada en la primera lectura se vuelve la experiencia prototípica del inconforme que suele ver enorme los límites y muy pequeños los dones y bondades de Dios. El camino de la murmuración no resuelve nada con Dios, es el acto de confianza lo que produce resultados y la fe se vuelve acción que sacia la sed. El salmo 95 (94) es una clara respuesta a la primera lectura y un memorial continuo de que tentar a Dios y dudar no es el camino sino entrar por la voluntad del Señor. El camino de la conversación debe luchar contra el endurecimiento del corazón y en cuaresma este camino debe tomar formas concretas en un itinerario de acciones transformadoras. La segunda lectura presenta a la comunidad de Roma una realidad humana que puede ser de oscuridad pero que en el misterio pascual de Cristo se transforma y se vuelve una efusión de la gracia. Como el agua, el amor se derrama y da vida. El tercer domingo de la Cuaresma en el ciclo A, nos presenta la figura de Jesucristo como el Agua viva. Y nos pone en tónica de redescubrimiento del Bautismo. Hemos recorrido 2 domingos en los cuales hemos descubierto que los humanos tenemos la tentación a la puerta pero que igualmente el poder de Dios puede transfigurarnos y llevarnos a la experiencia de lo divino y a la certeza de la resurrección. Ahora, el camino cuaresmal nos dice que, sólo bebiendo de la fuente, que es Cristo, podemos vencer la duda y la tentación. El texto de la samaritana sigue siendo un texto catecumenal que se presenta en el movimiento del conocer de la mujer y en la auto - revelación de Jesús que finalmente se manifiesta como el agua viva, el agua corre y hace que en creyente brote esa misma agua. El movimiento del texto de este domingo empieza en el conocer y termina en el creer, pero esto pasa por la experiencia de Jesús: «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo». En este tercer domingo, nuestra experiencia recorre la suerte de Israel y clamamos nuevamente al Señor diciendo “Danos agua que beber” (primera lectura) pero lo hacemos recordando que nuestra fe no puede titubear en el camino (salmo) debido a que “el amor ha sido derramado en nosotros por el Espíritu que se nos ha dado” (segunda lectura) y así el culmen de todo es Cristo como agua viva (Evangelio). 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En una sociedad como la nuestra, con muchas ilusiones no alcanzadas y sueños no realizados, hay siempre la tentación de detener la marcha y hasta dudar de las promesas de Dios. La Palabra de Dios dice: “en el peligro grité al Señor y él me escuchó”, por eso hay que recordar siempre que el proceso de la fe no excluye las dificultades, sino que las interpreta y les da un sentido. En Cristo la humanidad haya una respuesta y un sentido. Proclamar que Jesús es el agua viva nos lleva a pensar que no podemos dejar de lado el agua viva que no se apaga y nos convierte en torrentes para los demás, por buscar riachuelos y pequeños estanques que nos prometen mucho y nos dejan sin esperanzas cumplidas. En Cuaresma la tentación no tiene la última palabra, es necesario dejarnos transfigurar para apagar definitivamente la sed. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El prefacio de la Samaritana es motivo de oración y nos relata que la sed produce un efecto fundamental en la persona “encender en ella el fuego del amor divino”. Es necesario un compromiso misionero que surge del encuentro con Jesús, es necesario salir a invitar para que otros vengan a ver y a escuchar. La sed debe ser saciada en el conocer: Conocer y ser conocidos por el Señor. Para contemplar, puede servir repetir siempre la frase del evangelio que define lo que ocurre en la vida del bautizado: “Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna” _________________________ Recomendaciones prácticas: • En este domingo se celebra el primer escrutinio de preparación para el bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia pascual a los sacramentos de la iniciación cristiana, usando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentra en las pp. 801-803 del Misal Romano. • Se debe recordar que la eucología de este domingo en el ciclo A tiene un prefacio propio. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La eucaristía de este domingo nos evoca un lugar, el pozo de Sicar y nos lleva al encuentro con el Señor, que sacia nuestra sed y nos reconforta en el camino. Dejemos que la acción del Resucitado sea una realidad en la vida de nuestra comunidad y oremos por los catecúmenos que recibirán el bautismo en la noche santa de la Pascua, para que juntos podamos descubrir que no hay otra fuente de vida distinta al Señor. Monición a la Liturgia de la Palabra El itinerario cuaresmal nos regala ahora una Palabra que refresca y da vida. El agua se presenta como un símbolo de la vida de Dios en una comunidad y la garantía de un Dios fiel a sus promesas. Escuchemos con fe. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Como el sol abrasador que trajo la sed, hoy presentamos nuestras ansiedades y esperanzas al Señor que siempre nos atiende. R. Sacia nuestra sed, Señor. 1. Para que El Papa Francisco y los ministros de la Iglesia sepan acompañar las esperanzas de la humanidad y ayuden a descubrir la púnica posibilidad de saciar la sed, que es Cristo, el Señor. Roguemos al Señor. 2. Para que en las naciones reine siempre la justicia y la paz y se busquen condiciones dignas para los hombres que tienen ansia de plenitud. Roguemos al Señor. 3. Para que, en medio del dolor y sufrimiento, el Señor apague la sed de quienes se ven agobiados y desesperanzados. Roguemos al Señor. 4. Para que el camino sinodal posibilite a toda la búsqueda de los intereses comunes y beneficie la humanidad, haciendo de la Iglesia un hospital de campaña que sea sensible a la sed que agobia a hombres y mujeres de las diferentes culturas, razas y credos. Roguemos al Señor. 5. Para que quienes celebramos esta liturgia veamos colmadas nuestras esperanzas y seamos fortalecidos en la fe que hace brotar agua de las peñas. Roguemos al Señor. Oración conclusiva Tú que eres nuestro Dios y Señor, recibe las oraciones que te presentamos y apaga la sed de nuestra peregrinación bajo la cruz de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén.  

Vie 3 Mar 2023

Su rostro resplandecía como el sol

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA Marzo 5 de 2023 Primera Lectura: Génesis 12, 1-4a Salmo: 33(32), 4-5.18-19. 20 y 22 Segunda Lectura: 2Timoteo 1, 8b-10 Evangelio: Mateo 17, 1-9. I. Orientaciones para la Predicación Introducción El camino cuaresmal en el ciclo A está marcado por un claro itinerario catecumenal que lleva a conectar la vida de la comunidad con la experiencia diaria, siempre tocada por la tentación (primera semana) pero llamada siempre a una transformación (segunda semana). De esta manera que el proceso catecumenal y la renovación bautismal para la que se prepara la comunidad cristiana y que se llevará a cabo en la Pascua parten un llamado concreto del Señor en dimensiones muy marcadas:  Toda llamada implica salir de sí mismo y de las propias seguridades para asumir un proyecto en el que el Señor traza el horizonte y la obediencia del llamado va concretando (primera lectura)  Toda esperanza se basa en la confianza de que Dios siempre cumple su palabra (Salmo responsorial)  La llamada del Señor es un camino de iluminación, como ocurre en el camino bautismal (segunda lectura)  Quien se deja llevar por el Señor y responde positivamente a su llamada, sabe que día a día su vida se transfigura y sigue un camino que le conduce a la experiencia gloriosa de la resurrección (Evangelio) 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El Texto del libro del Génesis enmarca la experiencia del llamado de Abraham en un continuo proceso de peregrinación, de salida y de búsqueda. La experiencia del llamado lleva a desposeerse y a ser motivo de bendición para los demás, de tal manera que la bendición es el resultado de la obediencia. El Salmo 33(32) canta la misericordia y fidelidad de Dios frente a quien sabe esperar. Toda esperanza se ancla en la certeza de que Dios cumple sus promesas y que su Palabra siempre se cumple. El texto de 2 Timoteo es una ayuda en el camino de este domingo porque configura la llamada con el misterio de la cruz. El hombre de Dios toma parte en el misterio pascual de Cristo y se configura de tal manera que su existencia se vuelve un resplandor del Evangelio, de la buena noticia de salvación. El centro de la liturgia de la Palabra lo ocupa en este domingo el texto de Mateo sobre la transfiguración del Señor. Mateo siguiendo el esquema del evangelista Marcos (9,2-10) presenta una reflexión sobre la misión de Jesús a partir de una experiencia judía de la revelación de Dios en el monte Sinaí y ahora muestra que esa revelación es Jesús mismo a quien se debe escuchar. Toda la narración habla de manifestación divina: un monte alto, rostro como el sol, vestidos blanquísimos, Moisés y Elías, nube, voz. En el segundo domingo de Cuaresma la liturgia de la Palabra nos recuerda que tenemos una vocación que trae bendición (primera lectura) y ello exige poder ver, contemplar y esperar (salmo responsorial) que Dios llama e ilumina (segunda lectura) y transforma radicalmente la existencia (Evangelio). El bautismo fue llamado en la antigüedad cristiana el sacramento de iluminación. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En el camino cuaresmal, el ascenso a la montaña santa de la Pascua está marcado por unas estaciones de abastecimiento muy concretas, que son las liturgias dominicales. De manera concreta, caminar significa hacer experiencia de salida y en cuaresma esa salida implica donación y entrega de sí. El camino sinodal reclama una comunidad dispuesta a ponerse en camino, una comunidad que se renueva y resplandece por la respuesta a la llamada del Señor. No todos caminan hoy bajo la cruz de Cristo, pero sí todos pueden ver el resplandor de quienes hemos decidido hacer experiencia de Cruz. Haremos camino siendo discípulos del Mesías crucificado, viviendo nuestro bautismo como iluminación y haciendo que todos puedan ver la gloria del Señor 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El prefacio de la misa de este día, nos insiste en que “por la pasión, se llega a la gloria de la resurrección” y eso nos lleva a dar gracias a Dios permanentemente al poder ver el resplandor de su rostro. Este misterio se refleja a la comunidad en una vida donada, en una cuaresma hecha camino y experiencia de peregrinación. Ver el resplandor del rostro me compromete con el pobre y el necesitado: Ayuno, oración y limosna tienen que ser verdaderamente pilares de vida cuaresmal y no solamente ideas bonitas de una predicación. Este domingo debe comprometer a la comunidad a dejar ver el resplandor del rostro de Dios a otros: caridad, fraternidad y diálogo. Una manera concreta de contemplar puede ser repetir siempre en la semana la frase que resuena del Evangelio: “Su rostro resplandecía como el sol” y hacer experiencia de vida esta frase. _______________________ Recomendaciones prácticas: • En este domingo II de cuaresma hay un llamado desde la oración colecta a ESCUCHAR la voz del Señor para poder contemplar. Una insistencia concreta de este día debe ser la escucha y atención a la Palabra proclamada. • Una propuesta pastoral en el camino sinodal puede hacer que haya experiencia de visita, de peregrinación, de salida de las comunidades a las periferias existenciales: el mundo del otro, del pobre, del marginado, del anciano, del que está en soledad, etc. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hoy, el Señor nos ha llamado a salir de nuestras seguridades y nos ha traído a esta celebración, como experiencia de subida al monte. Este segundo domingo de Cuaresma nos convoca junto al altar para ver resplandecer el rostro del Señor, pero gustando la grandeza de su amor en el memorial de su pasión, celebrado en la Eucaristía. Participemos con gozo de esta experiencia. Monición a la Liturgia de la Palabra Llamados a escuchar, hoy nos disponemos como comunidad a un camino de salida y de subida, a una configuración con Cristo crucificado. Dejemos que la Palabra hoy vaya haciendo su obra y nos prepare para renovar nuestra fe en la noche santa de la Pascua. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Subamos al Monte con el Señor y entreguemos nuestra plegaria para que podamos ser transfigurados y configurados como verdaderos discípulos. R. Haz brillar tu rostro sobre nosotros, Señor. 1. Que tu luz ilumine al Papa Francisco, a los obispos y ministros de la Iglesia para que siempre y en todo lugar sean signo de tu misericordia. Roguemos al Señor. 2. Que seamos una gran nación, bendecida en nuestros líderes y gobernantes, para que vivamos en la libertad y en la fidelidad de la fe. Roguemos al Señor. 3. Que tomemos parte en los padecimientos por el Evangelio y así seamos cercanos al pobre, al desvalido, al que vive en soledad y tristeza. Roguemos al Señor. 4. Que nosotros esperemos siempre en Señor y así fortalezcamos nuestros esfuerzos por hacer del camino sinodal una práctica permanente en la vida de la Iglesia. Roguemos al Señor. 5. Que podamos repetir siempre: “Qué bueno es que estemos aquí” y así seamos una asamblea contemplativa y comprometida con la transformación del mundo. Roguemos al Señor. Oración conclusiva Haz, Señor, que nunca temamos y podamos contemplar tu acción en el mundo para que a la luz de tu cruz podamos siempre responder con generosidad y capacidad a tu llamado. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R. Amén.

Mié 22 Feb 2023

Jesús ayuna cuarenta días y es tentado

PRIMER DOMINGO DE CUARESMA Febrero 26 de 2023 Primera Lectura: Génesis 2, 7-9; 3,1-7 Salmo: 51(50), 3-4.5-6a. 12-13.14 y 17 (R. cf. 3a) Segunda Lectura: Romanos 5, 12-19 Evangelio: Mateo 4, 1-11 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Iglesia, el miércoles pasado inició el camino cuaresmal con la imposición de la ceniza; así, en el primer domingo de cuaresma damos un primer paso hacia la pascua del Señor, con su testimonio como vencedor de las tentaciones. El silencio del Aleluya y del Gloria en la misa y la proclamación de la Palabra, nos preparan para hacer un camino cuaresmal, austero y, a la vez, muy profundo, en compañía del Señor Jesús; Él nos ayudara domingo tras domingo a disponer el corazón, para celebrar el acontecimiento redentor, que ofrece su vida en la cruz y resucita para nuestra salvación. Cada domingo de cuaresma será un escalón más en ese ascenso al monte santo de la pascua del Señor. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El libro del Génesis 2,7-9; 3,1-7 cuenta el origen del hombre, del pecado y la perdida de los dones originales con los que fue creada la humanidad. Hoy se nos narra cómo después de la gran obra creadora que Dios hizo, nos encontramos casi de inmediato con la división del corazón mediante el surgimiento de la tentación y el pecado. En la descripción del origen de todo lo que existe, incluida la humanidad misma, con un lenguaje lleno de sabiduría, como aquel detalle en que se recuerda que fuimos hechos de barro y que todos participamos de esa misma realidad de fragilidad. El texto señala cómo nuestros primeros padres fueros seducidos por el enemigo, quien les promete ser como dioses; el hombre alargando su mano y tomando del fruto prohibido, desobedece a la voluntad y querer de Dios. Las consecuencias de la desobediencia las contará las páginas que siguen del libro del Génesis. El salmo 50, nos invita a la oración y a la súplica de perdón: “misericordia, Señor, hemos pecado, crea en mi un corazón puro, renuévame por dentro”. Esta plegaria es con la que hoy la Iglesia, recoge nuestros sentimientos, puesto que, desde el origen de la humanidad hasta nuestros días, nos experimentamos débiles y pecadores, hechos todos del mismo barro. San Pablo en la carta a los Romanos 5,12-19 hace una especial conexión entre la primera lectura y el Evangelio, es decir entre Adán y Cristo. Las consecuencias del pecado del primer Adán, por la que vino la muerte y la condena, ha quedado superada por entero por el segundo Adán, Cristo Jesús, consiguiendo el perdón, venciendo la muerte, y rescatando a los hombres de todos los tiempos, de la muerte definitiva, empezando por el primer hombre, Adán. En el Evangelio de Mateo 4,1-11, Jesús después de ser bautizado, es llevado por el Espíritu para ser tentado, donde el tentador intenta desviarlo de su misión mesiánica. Pasados cuarenta días de ayuno, Jesús experimenta las tentaciones; esos cuarenta días nos recuerdan los cuarenta años del pueblo de Israel caminando en el desierto, superando diversas tentaciones y dificultades; en el contexto del desierto suceden las tentaciones. El demonio quiere que Jesús saque provecho para sí, de su condición mesiánica, “Si eres Hijo de Dios” … “tírate y Dios encargara a sus ángeles” … “todo esto te daré si te postras y me adoras proponiéndole a Jesús un mesianismo fácil, con prebendas y prestigio; sin embargo, Jesús sale victorioso al decirle: “No solo de pan vive el hombre…”, “No tentaras al Señor tu Dios” y “Al Señor tu Dios adorarás…”. Así, Jesús está listo para llevar a cabo su obra mesiánica, impulsado por el Espíritu, lleva consigo la Buena Noticia del Reinado de Dios. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Hoy debemos enfatizar que estos 40 días en los que vivimos la cuaresma, están íntimamente unidos a los 50 días de la pascua; es decir que tendremos 90 días para caminar con Jesús, recoger su mensaje, cambiar nuestra manera de pensar y convertirnos para participar con Él de su muerte; morir a la esclavitud del pecado y resucitar con Él a una vida nueva, de gracia y amor. A la luz de los textos litúrgicos de este domingo se puede acentuar el sentido de la cuaresma como preparación para la pascua del 2023, Hoy se inaugura ese camino hacia la pascua y nos indica el modo de vencer con Cristo las tentaciones; de tal modo que, pasando nuestra vida por el acontecimiento de la muerte del Señor, moriremos al pecado, al hombre viejo, y resucitaremos a una vida nueva, de gracia y salvación. Con esta perspectiva pascual, podemos entender el tiempo litúrgico de la cuaresma, más que un periodo estrictamente penitencial, en un tiempo de encuentro con el Señor; es un encuentro con sus actitudes y con su amor misericordioso, es decir, que la cuaresma son 40 días de gracia en los que experimentamos la fortaleza del Señor quien nos enseña en medio del desierto y con su Espíritu, a vencer la tentación y el pecado de nuestras vidas. Por una parte, Adán y Eva cedieron a la tentación, y por otra, el pueblo de Israel en su camino por el desierto y luego en la tierra prometida también cayeron en muchas tentaciones; con la persona de Jesús el adversario fue vencido y la tentación fue rechazada. La pregunta para nosotros es ¿cómo estamos enfrentando la tentación? Lo hacemos cómo Adán y Eva que desobedecieron a Dios o cómo el pueblo de la primera alianza, que se hizo indiferente e infiel a las promesas y al amor providente del Señor, o cómo Jesús que, en el desierto, después de 40 días de ayuno, enfrentó y venció con grandeza de espíritu al tentador. Ningún hombre está libre de la lucha entre las fuerzas del bien y del mal, entre la vida y la muerte por ello, debemos agudizar nuestros sentidos, nuestra fe, para evitar caer frente a las maniobras del maligno que disfraza el mal como si fuera algo bueno. Sin duda todos hemos sentido la debilidad del pecado, pero, quienes creemos en Jesús, también hemos experimentado la fuerza de su gracia y el poder de su Palabra, que con su entrega amorosa en la cruz y en su gloriosa resurrección, nos señala el camino que da vida eterna. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La Iglesia nos invita hoy a caminar juntos, de modo sinodal; ese camino no está libre de dificultades que nos hagan sufrir y dudar de la vocación a la santidad a la que fuimos llamados. Con seguridad, quienes hacen este camino en compañía de Jesús, tienden con mayor empeño, a buscar el bien y a luchar con dignidad y corazón valiente, contra las tentaciones y el pecado. Por desgracia muchos de nosotros, al igual que Adán y Eva, sedemos a la tentación y nos hacemos incapaces de contener la gracia que Dios nos otorga. Hoy la Iglesia nos regala este tiempo (cuaresma) para que, en la vivencia de las prácticas cuaresmales, se fortalezca nuestro espíritu y se consolide el Evangelio que nos hace capaces de descifrar lo que es bueno y agradable a Dios. Toda la vida de Jesús está dedicada a la lucha contra el mal; sabemos que esta escena no fue el único momento en el que el tentador quiso seducir el corazón del Señor; en la hora más difícil del ministerio del Señor, la muerte, Jesús tuvo la tentación de rechazar el cáliz de dolor que debía asumir para salvar al mundo y también venció; es decir, hasta el final supo hacer la voluntad de Dios nuestro Padre. Lo mismo pasa con nosotros, nunca vamos a dejar de tener tentaciones, lo importante es saber asumir con entereza de corazón la voluntad del Padre del cielo; “vencer” se hace todos los días pidiendo con fe la fortaleza que viene de lo alto. Finalmente, la cuaresma es la oportunidad que nos da la vida, para dar el paso de la muerte a la vida, de la esclavitud del pecado a la libertad de los hijos de Dios, es decir, que, durante el tiempo de la cuaresma y la pascua, estamos llamados a celebrarlo, con signos de conversión, de una autentica vida interior, de amor y servicio a los hermanos, sobre todo, de darle muerte al pecado para una vida nueva en Cristo resucitado. _______________________ Recomendaciones prácticas: • Este domingo se celebra el rito «de la elección» o «inscripción del nombre» para los catecúmenos que serán admitidos a los sacramentos de iniciación cristiana en la Vigilia Pascual, empleando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las páginas 799-800 del Misal Romano. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos hemos reunido para celebrar el día de Señor, escuchando su Palabra y participando de la fracción del pan. En esta celebración del primer domingo de cuaresma, iniciamos un camino hacia la pascua, marcado por la austeridad de los signos litúrgicos, las prácticas de cuaresma y un sincero espíritu de arrepentimiento de nuestros pecados, todo esto como preparación para la festiva celebración de la pascua del Señor. Que, al participar de esta Santa Misa, nos impregnemos de la actitud del Señor, que, venciendo la tentación, hoy da testimonio a todos los que creemos en Él, de fidelidad y obediencia al Padre del cielo. Participemos con alegría. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra de Dios en este domingo, nos señala a través del ejemplo de Jesús, el modo como debemos obedecer al Padre, haciendo gala de una decidida actitud humilde para vencer la tentación a fuerza del bien. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Pidamos al Padre del cielo que, al comenzar este camino de cuaresma, experimentemos en nuestros corazones arrepentidos su gracia y su misericordia. R. Oh Señor, escucha y ten piedad. 1. Por la Iglesia, para que se siga manteniendo firme ante las tentaciones de los poderes de este mundo. Oremos. 2. Por los ministros ordenados, para que, durante el camino de la cuaresma, reaviven en el corazón el compromiso de fidelidad y obediencia a Dios. Oremos. 3. Por los gobernantes para que el afán de poder y tener, no los lleve a despreciar a las personas y el bien común. Oremos. 4. Por los que sufren, para que, nuestra caridad y el pan de la Palabra, reavive en ellos la esperanza de tiempos mejores. Oremos. 5. Por quienes estamos aquí reunidos, para que, después de haber escuchado el Evangelio sepamos con Cristo, vencer la tentación. Oremos. Oración conclusiva Dios Padre, tú que conoces la fragilidad de la naturaleza humana, herida por el pecado de Adán, escucha las oraciones de tu pueblo para que, venciendo las tentaciones del maligno, seamos testimonio de verdadera conversión y fidelidad a tu mensaje. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.

Vie 17 Feb 2023

Amen a sus enemigos

SÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Febrero 19 de 2023 Primera Lectura: Levítico 19,1-2.17-18 Salmo: 103(102),1-2.3-4.8 y10.12-13 (R. 8a) Segunda Lectura: 1Corintios 3, 16-23 / Evangelio: Mateo 5,38-48 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Después de proclamar el “Sermón de la Montaña”, San Mateo agrupa una serie de enseñanzas de Jesús que permiten ver cómo los discípulos deben entender y practicar la ley. No hay nada de teoría en las palabras del Maestro, ni tampoco prescripciones realmente nuevas, en todo el sentido de la palabra, sino unos cuantos ejemplos para orientar de forma correcta la conducta concreta y cotidiana de los discípulos ante algunas situaciones que un código legislativo, como tal, no puede prever. Aquel faro que puede guiar siempre a las personas es la ley del amor. Y es verdad que es algo que ya suena repetitivo y hasta etéreo, pero en realidad, este pasaje bien asumido, es la verdadera característica del cristianismo. Jesús va más allá de lo prescrito por la ley de Moisés. Amar como amó Jesús, pidiendo por ellos en la cruz, es acercarse a la perfección de Dios, que es amor. Jesús en persona es la revelación suprema de esta santidad y de este amor infinito de Dios. El apóstol Pablo, ya en la segunda lectura, nos indica que si somos “templos habitados por el Espíritu” pertenecemos a Cristo y por Cristo de Dios y seremos capaces de superar nuestras tendencias muy humanas de venganza, odio, resentimientos, es decir, la “sabiduría de este mundo” para que nos habite la verdadera sabiduría del Espíritu por lo cual “todo es de ustedes, y ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios”. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? v. 38: “Ojo por ojo, diente por diente”. Es la ley del talión (tal-cual), que era común en la antigüedad y que tenía un propósito claro: limitar la venganza exagerada del más fuerte (cf. Gn 4, 23) y establecer así una cierta paridad. A nosotros nos parece una forma de justicia pasada de moda, pero no es así, también hoy vemos cómo hay venganzas exageradas por alguna falta cometida. Pero esto no resuelve el mal sino que lo duplica. v. 39: “Pero yo les digo”. Esta frase es el punto que hace la diferencia, porque Jesús invita a tener un punto de vista diferente, el de la “justicia excesiva del Padre” y solo esta puede romper la espiral de violencia que se genera con la venganza. En el trasfondo está la cruz de Cristo desde donde se perdona a aquellos que no saben lo que hacen. v. 39b: “Al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra”. Si la primera regla para vencer el mal es no devolver mal por mal, la segunda es la disponibilidad a “tolerarlo” que significa permitir algo que no gusta o no se aprueba del todo, es la capacidad de llevar los unos el peso de los otros. No es indiferencia frente al mal sino la fuerza de llevarlo sobre sí mismo. v. 40: “Al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto”. La tercera regla para vencer el mal es renunciar a tu derecho. En lugar de reivindicar sin amor tu túnica, has de estar dispuesto a renunciar incluso al manto. Es la desnudez de Cristo en la cruz, despojado de todo, por la salvación de la humanidad. v. 45: “Así serán hijos de su Padre del cielo”. Es actuar como lo que debemos ser desde el bautismo: hijos de Dios; es buscar la verdadera esencia del cristiano. v. 48: “Sean perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el cielo”. El hombre es imagen de Dios y será “templo del Espíritu” solamente si es como Él. Esta santidad no separa del mundo ni del pecador, sino que se transforma en compasión que se compromete en todas las situaciones, en misericordia que abraza en cada miseria. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? ¿Qué podemos hacer, como cristianos, ante la espiral de violencia que hoy azota nuestro país? ¿Cómo me pide actuar el Señor en el lugar donde Él me ha puesto para vivir el Evangelio? En el Antiguo Testamento ya la ley preveía una medida para substituir la violencia ciega y desenfrenada por una justa proporción entre la gravedad del crimen cometido y el daño causado con el castigo o la reparación. Jesús da un paso más adelante de la ley. No pide que nos comportemos como ingenuos ni mucho menos que nos inhibamos ante la injusticia y la violencia, pero sí nos invita a ser artífices de paz y reconciliación, estando incluso dispuestos a ceder algo de nosotros mimos con el fin de detener la violencia fratricida. También en este aspecto Jesús lleva la ley a plenitud en Él mismo. ¿Tiene sentido para nosotros hoy la afirmación de Jesús en el Evangelio: “Sean perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el cielo”? Jesús en persona es la revelación suprema de esta santidad y de este amor infinito de Dios. Él, el justo enviado al mundo, entregó su vida en la Cruz, por la salvación de los pecadores, Él fue el templo donde habitó el Espíritu de Dios para ser transparencia de Dios en el mundo. Si nos llamamos cristianos, ¿podemos en algo parecernos a Dios? ¿Si somos templo de Dios y el Espíritu de Dios nos habita, podemos en algo superar nuestras tendencias humanas para mirar el mundo desde la experiencia de Dios en nuestra vida? ¿Qué otra cosa entiendo por ser “templo de Dios y que el Espíritu de Dios me habite? 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? • Después de leer el texto anterior, hago una “pausa de contemplación”. • En un primer momento puedo imaginarme a Jesús que habla en el monte y proclama las bienaventuranzas. • Pido al Señor lo que deseo en este momento: ser “templo del Espíritu” para dejarme llenar por las actitudes de Cristo y tener como lema de la vida: llegar a “ser perfecto como el Padre”; particularmente pido comprender y vivir lo que Jesús dice acerca de la nueva justicia del Hijo. • Medito cada palabra de Jesús: veo cómo la vivió Él y como la vive en relación conmigo. ______________________ Recomendaciones prácticas: • En este día se puede entregar a los fieles una hoja que contenga cuatro cuadros horizontales y diez verticales. En los diez cuadros verticales se escriben los diez mandamientos. En los cuatro cuadros horizontales se hacen las siguientes preguntas: ¿Qué esclavitud quiere combatir este Mandamiento? ¿Qué valor quiere promover este Mandamiento? ¿Cómo vivo yo este Mandamiento? ¿Cómo vive el mundo este Mandamiento? Lo pueden entregar al domingo siguiente en la parroquia. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa En la liturgia de hoy, continuando con el “Sermón de la Montaña”, Jesús nos presenta su “nuevo mensaje” que es el mandamiento del amor, dándole una amplitud y una generosidad tales que hacen de este pasaje uno de los más característicos del cristianismo. La invitación a “ser templos del Espíritu” y “perfectos como el Padre celestial es perfecto”, significa que también a nosotros el Señor nos ofrece la esperanza de la plenitud que comienza con nuestro comportamiento en el tiempo presente y alcanza su plenitud en la eternidad. Monición a la Liturgia de la Palabra La primera lectura que contiene la invitación “serán santos porque yo, el Señor, su Dios soy santo” nos dice que la omnipotencia y la santidad van de la mano y Dios promulga sus Mandamientos en virtud de este doble título. Por esto es preciso cumplirlos para glorificar su autoridad y honrar su santidad. El salmo responsorial es la acción de gracias del pecador, que experimenta la alegría del perdón. La segunda lectura nos habla de “ser templos de Dios habitados por el Espíritu de Dios”: las divisiones, las rivalidades, y otras expresiones similares representan la condición humana que no es habitada por el Espíritu de Dios. También nos dice “ustedes son de Cristo” para recordarnos que desde el Bautismo somos hijos de Dios y debemos vivir nuestra vida según esta condición. El Evangelio nos presenta dos nuevos ejemplos de cómo el discípulo de Cristo debe asumir la Ley e ir, incluso, más allá de lo que la misma señala y así oponer el bien al mal. El Evangelio es un código de santidad que tiene su fuente en el Padre del cielo y que Jesús enseñó por medio de palabras y, de manera perfecta, a través de sus obras. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Hermanos y hermanas: Nosotros, que somos templo de Dios y morada del Espíritu Santo, oremos a Dios Padre por toda la humanidad, diciendo con fe: R. Bendice, Señor, a tu pueblo. 1. Por nuestra Diócesis de N. y cada una de sus parroquias, para que acojan sin temores la santidad que viene de Dios y en ellas reine el amor y el perdón, oremos al Señor. 2. Por los ministros que anuncian el Evangelio, para que lo hagan con palabras sencillas y oportunas y además lo pongan en práctica en la vida de cada día, oremos al Señor. 3. Por los que ejercen la autoridad en nuestra Patria, para que sean honestos en sus emprendimientos, en favor de todos los ciudadanos, oremos al Señor. 4. Por aquellos que alivian a los que sufren, para que sepan reconocer a Jesucristo en los pobres, en los humildes y en lo más débiles. Oremos al Señor. 5. Por nosotros aquí presentes en la casa de Dios, para que miremos a todas las personas como amigos y sepamos perdonar a quien nos ofende, oremos al Señor. Oración conclusiva Señor, Dios nuestro, que nos concedes mucho más de lo que nos atrevemos a pedir y esperar, danos un corazón confiado y atento a las sorpresas de tu amor. Por Jesucristo, Nuestro Señor. R. Amén.

Vie 10 Feb 2023

Voz del Pastor | 12 de febrero de 2023

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Mateo 5,20-22a.27-28.33-34a.37

Mié 8 Feb 2023

Así se dijo a los antiguos: pero yo les digo

SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Febrero 12 de 2023 Primera Lectura: Eclesiástico 15,16-21 Salmo: 119(118), 1-2.4-5.17-18.33-34 (R. cf. 33a) Segunda Lectura: 1Corintios 2, 6-10 Evangelio: Mateo 5, 17-37 I. Orientaciones para la Predicación Introducción A lo largo de estos domingos la liturgia continúa siendo inspirada por el “Sermón de la montaña”. San Mateo, en su Evangelio, apoyándose en abundantes citas bíblicas proclama en todo momento que, desde el origen hasta su Muerte y Resurrección, tanto en su enseñanza como en su comportamiento, Jesús lleva a cumplimiento el contenido de las Sagradas Escrituras. Para San Mateo la novedad de la Buena noticia y de la vida evangélica solo se entiende en la línea de la tradición de Moisés. Así lo podemos meditar en la primera lectura en donde se subraya que la Ley de Dios viene en nuestra ayuda para aumentar nuestra capacidad de discernimiento y saber distinguir, de manera inmediata y con toda certeza, entre el bien y el mal. Así mismo el salmo responsorial nos invita a sentir alegría al poder cumplir los Mandamientos de la Ley de Dios de todo corazón, en plena libertad, y así expresar cómo el amor de Dios nos habita. Asumir en nuestro corazón los Mandamientos de Dios, podríamos decir con San Pablo a los Corintios en la Segunda lectura, es tener con nosotros la sabiduría de Dios, que se recibe por la acción del Espíritu Santo que nos lleva a la comprensión del misterio de Dios. Este Espíritu Santo se recibe, especialmente, cuando entramos en oración. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? v. 17: “No he venido a abolir la ley y los profetas”, dice Jesús. En efecto la ley es buena y necesaria cuando esta promueve y hace crecer la vida y prohíbe aquello que atenta contra ella. Los profetas también apelan a ella, denuncian las transgresiones y prometen un corazón nuevo y un Espíritu nuevo, que nos haga caminar por el camino de Dios. “Sino a darle cumplimiento”, Jesús es el primero que, de palabra y de obra, da cumplimiento a la ley. Porque Él es la sabiduría encarnada que no solo cumple la ley sino que lleva a plenitud la alianza de Dios con su pueblo. v. 18: “Mientras dure el cielo y la tierra, no dejará de estar vigente ni una i o una tilde de la ley sin que todo suceda”, Jesús se presenta como el ejemplo de aquel que cumple la ley, no vino a abolir sino a dar cumplimiento. Y ¿Por qué cumple la ley? Porque hay amor en su corazón. Quien no ama ve en las normas algo que lo limita, pero quien ama ve en ellas la posibilidad de crecer en el respeto y amor al prójimo, a la sociedad, a la creación. v.20 “Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos”. Jesús pide a sus discípulos que su justicia supere aquella de los escribas y fariseos. No se trata de ser más rigurosos en la observancia de las reglas o más escrupulosos que los fariseos, sino que propone un salto de calidad: su justicia supera la de aquellos porque es la justicia de Dios que ustedes han recibido como un don, es la luz de Cristo y su potencia que ahora obran en su existencia y lo llevan a una autonomía (nomos significa ley), es decir, acoger la ley en el corazón como un don de Dios. v. 21: “Han oído que se dijo…pero yo les digo”. Hay una serie de enseñanzas de Jesús que complementan aquello que es dicho por la ley. Son cinco antítesis en el Evangelio de Mateo. Tres las encontramos en este domingo y dos en el siguiente. No son contraposiciones porque no dice, por ejemplo, que antes se prohibía matar (No matarás) y ahora Jesús dice: pueden matar. No se cambia la ley sino que se profundiza, se realiza e incluso el amor lleva a dar un paso más: “Yo les digo quien llame a su hermano imbécil responderá ante el Consejo”. Era necesario dar un paso adelante con respecto a la Torá de Israel y Jesús lo hace precisamente partiendo de ella: “ahora yo les digo”. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Estamos en un momento en el cual con mucha facilidad se puede perder el control de los instintos por los muchos estímulos que están fuera y dentro de nosotros, y después vienen los problemas que afectan no solo a quien hace el mal sino a toda la familia, a los hijos, a la sociedad. Por eso Jesús insiste: ante ciertas situaciones es necesario adherirnos a la ley y aún más al amor de Dios que nos habita. La pregunta que debemos hacernos es esta: ¿Es humanizante o deshumanizante la mentalidad de hoy que permite todo aquello que Jesús nos pide superar? ¿Nos ayuda a nosotros y a las personas a crecer en la dignidad? Jesús ahora, llevando a plenitud la ley y los profetas, nos ofrece los criterios para discernir entre aquello que es bueno de lo que es malo, entre lo que humaniza y lo que deshumaniza. Sobre los principios no se puede ceder porque no seríamos leales con las personas sino les indicamos el camino de Dios y las opciones de vida que nos ha enseñado el maestro Jesucristo. Pero al mismo tiempo se puede acompañar y comprender a quien se ha equivocado para que retome el camino de Dios. Se puede y se debe desaprobar todo aquello que deshumaniza a las personas, pero no se puede nunca juzgar y condenar a la persona que lo hace, sino que debe ser acompañada y ayudada. Jesús es el primero que vive el amor. Su justicia no es la de los escribas ni la de los fariseos: es la “excesiva del Hijo”, igual a la del Padre, que hace entrar en el reino. Los Mandamientos son una manera fácil y a la mano para tener criterios de discernimiento frente al mundo, pero la Iglesia no solo anuncia la ley sino todo el Evangelio que nos presenta la “justicia excesiva” del Hijo, que ama como el Padre y nos pide “ser perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el cielo” (Mt 5, 48). El amor que supera la ley no le hace mal a nadie y el amor es el pleno cumplimiento de la ley. Quien ama no ve en la ley una restricción sino una posibilidad de respetarse a sí mismo, al otro y a la creación. Quien ama va mucho más allá de lo que le pide la ley como, en efecto, es la propuesta de Jesús. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? • Después de leer el texto anterior, hago una “pausa de contemplación”. • En un primer momento puedo imaginarme a Jesús que habla en el monte y proclama las bienaventuranzas. • Pido al Señor lo que deseo en este momento: acoger en mi corazón la “justicia excesiva” como cumplimiento pleno de la ley. • Tomo el salmo 119 y voy meditando cada una de las frases y lo que ellas pueden suscitar en mi vida en estos momentos. _______________________ Recomendaciones prácticas: • En este día se puede entregar a los fieles, en un papel de media carta, una invitación a leer el Catecismo de la Iglesia Católica, señalando los números en donde se explican Las Bienaventuranzas y los Mandamientos que corresponden a la tercera parte del Catecismo: la vida en Cristo. Se puede estimular la lectura rifando algunos ejemplares del Catecismo de la Iglesia Católica impreso o poniendo sobre la ficha que se entrega la dirección o página de internet donde se encuentra. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La ley de Dios manifestada en el Antiguo testamento es un camino sabio y fácil para que podamos decidir entre el bien y el mal con libertad. Jesús respetó y mantuvo la ley de Moisés, pero, apelando al amor de Dios, pide dar un paso más superando solo la visión legalista del cumplimiento. Con varios ejemplos el Evangelio nos mostrará como Jesús lleva a plenitud los antiguos mandamientos que siguen vigentes para nosotros hoy. Vivamos este encuentro con Cristo, en la Eucaristía, abiertos a la novedad que hoy nos trae la presencia del Espíritu Santo. Monición a la Liturgia de la Palabra Ante las confusiones que generan hoy las diversas ideologías, muchas personas quedan perplejas cuando tienen que decidir sobre su actuación en la sociedad y, en algunas ocasiones, son incapaces de distinguir de manera inmediata, sobre el bien o el mal. Por eso la ley de Dios viene en su ayuda y así, iluminados por la sabiduría divina, están en condiciones de tomar libremente una buena decisión. El salmo nos invita a estar alegres por poder cumplir los Mandamientos con todo el corazón y en plena libertad para expresar nuestro amor a Dios. La segunda lectura nos dice que la sabiduría de Dios no puede ser comparada con la de los hombres pues esta es dada a cada uno por el Espíritu Santo que, además, nos abre a la comprensión de los misterios de Dios. En el Evangelio Jesús, revestido de la autoridad de Dios, nos enseña y revela una lectura y una práctica de los Mandamientos concorde con la intención profunda de Dios: “Han oído que se dijo…pero yo les digo”. La moral evangélica brota de un corazón que permanece “en continua conversión”. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos a Dios, Padre todopoderoso, para que nos ayude con su gracia a poner en práctica las palabras de Jesús, suplicando confiadamente: R. Escúchanos, Señor. 1. Por el Papa y por los obispos que profesan la fe apostólica, para que despierten en el corazón de los fieles y en quienes reciben la catequesis el deseo de vivir, desde ya, el Reino de Dios, oremos. 2. Por quienes tienen responsabilidades educativas para que sepan promover una cultura de pueblo de Dios, fundada en los Mandamientos de Dios, oremos. 3. Por los oprimidos y marginados, por los pobres, por los afligidos y por quienes sufren, para que encuentren alivio, consuelo y salud en Jesús, oremos. 4. Por las madres solteras y por los hogares separados, para que sientan, de parte de los cristianos, la acogida y la ayuda que necesitan. Oremos. 5. Por todos los aquí presentes en esta asamblea del domingo, día del Señor, que escuchamos las palabras de Jesús en el Evangelio, para que nuestra justicia supere la de los escribas y los fariseos, oremos. Oración conclusiva Señor, Dios omnipotente, graba en nosotros la Ley del amor y del perdón, para que seamos capaces de vivir conforme con el Evangelio de tu Hijo. Él que es Dios contigo en la unidad del Espíritu Santo. R. Amén.