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cementerio

Mar 27 Oct 2015

Cien años del cementerio católico Calancala

Con orgullo la Arquidiócesis de Barranquilla celebrará el primer centenario de su Cementerio Calancala, reconocido a nivel nacional por su impecable administración. La conmemoración se realizará con una eucaristía presidida por el arzobispo de Barranquilla, monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, el próximo lunes 2 de noviembre, a las 10 a.m. en la capilla Cristo Redentor del campo santo. Hace un centenar de años en Barranquilla un grupo de hombres llevados por el deseo de que los católicos tuvieran un lugar propio donde enterrar a sus muertos, como sí podían hacerlo otras denominaciones religiosas en la ciudad, conformaron una junta autorizada por el Arzobispo de Cartagena, monseñor Pedro Adán Brioschi y el padre Valiente para construir en un terreno donado por los herederos de Manuel María Bula en el camino viejo a Juan Mina lo que hoy es el Cementerio Católico Calancala. La obra fue inaugurada el 24 de octubre de 1915 con el primer entierro, el de la señora Sabina Atilano, natural de Baranoa, tumba a la que hoy muchos se acercan en una religiosidad popular a pedir intercesión milagrosa. El campo santo durante muchos años tuvo inconvenientes salubres y administrativos, llevándolo a un notorio deterioro; fue hasta junio de 2002, bajo el liderazgo del arzobispo de ese entonces en Barranquilla, monseñor Rubén Salazar Gómez que tomó un rumbo distinto, muy positivo, y se conformó una nueva junta católica diocesana, nombrando como director al padre Manuel Domingo Arteaga Arias, quien aún sigue en el mismo cargo de manera ejemplar. El resto del campo santo cuenta actualmente con un horno moderno para cremación de residuos, una gran cantidad de árboles, baterías sanitarias, sala de autopsias remodelada y con nuevos instrumentos quirúrgicos, modernas oficinas y se remodeló la capilla.