Lun 3 Feb 2025
Obispos colombianos inician su CXVIII Asamblea Plenaria “anclados en la esperanza” frente a los desafíos que vive el país
Este lunes, 3 de febrero, con una Eucaristía presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, los obispos colombianos dieron inicio a su CXVIII Asamblea Plenaria. Durante la celebración, el Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia convocó a sus hermanos a tener una fe combativa y resistente; y a renovarse en la fraternidad misionera con Jesús para ir a evangelizar a la “otra orilla” de ambientes desconocidos, distintos a los eclesiales, acudiendo siempre a la humanidad.“Señor, danos valentía de corazón porque los obispos esperamos en ti”, expresó el purpurado al finalizar su homilía.Posteriormente, en su discurso inaugural monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, destacó la importancia de vivir la sinodalidad, fortalecer la esperanza y asumir con audacia la misión evangelizadora en medio de los múltiples desafíos sociales y eclesiales que vive Colombia.Al referirse a la situación actual del país y al trabajo que realizarán al respecto durante esta Asamblea, el Presidente del Episcopado ratificó que, como pastores, renuevan su compromiso de continuar en el servicio a la reconciliación y a la paz de Colombia, favoreciendo todos los esfuerzos que den alivio y esperanza a las comunidades. Además, hizo un importante llamado al Gobierno Nacional, a los diferentes actores institucionales y a los grupos armados:“Proponemos, tanto al Gobierno Nacional como a los distintos actores convocados en las Mesas de Diálogo y a los países acompañantes y garantes, la construcción de un marco ético que garantice el respeto a la vida, a los derechos humanos, al derecho internacional humanitario y dé claridad y seguridad sobre el propósito de la paz que se quiere alcanzar”.En este sentido, monseñor Múnera evocó también el llamado que ha hecho el papa Francisco en diversas ocasiones al país: “nos ha insistido en no ahorrar esfuerzos en esta tarea y recientemente, en su discurso al cuerpo diplomático, en el Vaticano, el 9 de enero de este año, nos reiteró este llamado: “Duele también constatar que permanecen, especialmente en el continente americano, varios contextos políticos de enfrentamiento político y social […]. Pienso en Colombia, donde confío que con la ayuda de todos se pueda superar la multiplicidad de los conflictos que lastiman al país desde hace demasiado tiempo””.Sinodalidad: un estilo de vida eclesialEl presidente del Episcopado inició su mensaje recordó los dos grandes acontecimientos que marcaron el horizonte de la Iglesia en 2024: la conclusión del Sínodo sobre la Sinodalidad y la apertura del Jubileo Ordinario de la Esperanza. Citando al Santo Padre, subrayó: “la Iglesia sinodal para la misión necesita que las palabras compartidas vayan acompañadas por hechos. Este es el camino”.El presidente del Episcopado Colombiano enfatizó en el sentido profundo de la sinodalidad. Se refirió a ella como un estilo de vida eclesial que debe suscitar nuevas experiencias de comunión, participación y misión. “La sinodalidad actualiza la misión y nos invita a definir modos concretos para vivirla en nuestras Iglesias locales y en las provincias eclesiásticas”, afirmó.La esperanza como brújula en tiempos difícilesEn segundo lugar, monseñor Múnera se refirió al Jubileo de la Esperanza convocado por el papa Francisco; recordó la urgencia de ser “peregrinos de esperanza” en un mundo marcado por la guerra, la pobreza y la exclusión. Destacó que el primer signo de esperanza debe ser la paz, especialmente en un país como Colombia, sumergido en conflictos históricos.“El Papa nos pide ofrecer signos tangibles de esperanza a los más vulnerables: los privados de libertad, los enfermos, los jóvenes, los migrantes, los ancianos y los pobres”, señaló, recordando que las obras de misericordia son también obras de esperanza.Una Iglesia en salida misioneraInspirado en el XIII Congreso Nacional Misionero celebrado en julio de 2024, el Centenario Misionero de la Iglesia Colombiana, monseñor Francisco Múnera también hizo un llamado a redescubrir la pasión por la misión. “Seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra”, citó, subrayando la urgencia de ser “misioneros aquí, allí, allá y más allá de nuestras fronteras”.El Arzobispo pidió fortalecer la misión ad gentes en las Iglesias particulares, especialmente en las periferias geográficas, culturales y existenciales. “La Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción”, recordó, citando las palabras del papa Benedicto XVI en Aparecida, las mismas que el papa Francisco evocó en Evangelii Gaudium. Además, destacó la importancia de los movimientos apostólicos y la cooperación entre las provincias eclesiásticas para enviar equipos misioneros integrados por laicos, consagrados y ministros ordenados.Reconciliación, paz y cuidado de la casa común: signos concretos de esperanzaJunto al llamado por la reconciliación y la paz, monseñor Múnera destacó el papel de la Iglesia en la promoción de la conversión ecológica, inspirada en la encíclica Laudato si’. “Podemos ser promotores de participación ciudadana, educación para el cuidado, diálogo y alianzas en el ámbito del cuidado de la casa común”, señaló.“Anclados en la esperanza”Al finalizar su mensaje de instalación, monseñor Múnera invitó a los obispos a mantenerse anclados en la esperanza, mirando a Cristo como centro de su ministerio.“La esperanza cristiana nos asegura que, ante la muerte, la vida no termina, sino que se transforma”, afirmó, citando la Bula Spes Non Confundit con la que el papa Francisco convocó el Jubileo 2025.El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia concluyó su alocució encomendando el trabajo de la Asamblea a la Virgen María, “testigo más alto de la esperanza”. Recordó que, desde santuarios como el de Chiquinquirá, Ella ofrece fortaleza y consolación a la Iglesia en Colombia.Con este llamado a la sinodalidad, la esperanza y la misión, y con la esperanza de Cristo en el horizonte, esta CXVIII Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano será un espacio clave para definir el rumbo de la Iglesia en el país en los próximos años.Vea a continuación la transmisión de la Eucaristía inaugural presidida por el Cardenal Luis José Rueda Aparicio: