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¿Esperar en algo o en Alguien? Claves bíblicas para no perder la esperanza en el nuevo episodio de Diálogos en el Atrio
Jue 13 Mar 2025

Este miércoles, 12 de marzo, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) lanzó el segundo episodio de su videopodcast 'Diálogos en el Atrio' en el marco de la temporada ‘Caminando en Esperanza’. En esta ocasión, el invitado especial al diálogo es el padre Francisco León Oquendo Góez, director del Departamento de Catequesis y Animación Bíblica de la CEC. El padre Oquendo habla sobre “La esperanza en la Biblia y en los Padres de la Iglesia”, a partir del artículo que escribió para el libro ‘Caminar en Esperanza’, publicado por la Conferencia Episcopal.El episodio, de 35 minutos de duración, ofrece una reflexión profunda y cercana sobre cómo la esperanza, como virtud teologal, atraviesa la Sagrada Escritura y el magisterio de los Padres de la Iglesia, iluminando la vida de los creyentes en medio de las adversidades.Entre los temas protagonistas del episodio, se destacan:La esperanza como certeza confiadaEl padre Francisco Oquendo define la esperanza desde la Biblia como una “certeza confiada”, basada en la promesa de Dios.“Todos los grandes hombres y mujeres de la Biblia vivieron animados por esta certeza que les provenía de una fuente común: la promesa de Dios”, explica.El presbítero destaca que esta promesa no se limita a lo temporal, sino que se extiende a la eternidad, lo que convierte la esperanza en una fuerza transformadora incluso en los momentos más oscuros.La esperanza en medio de la adversidadEn un contexto como el colombiano, marcado por desafíos sociales, políticos y humanos, el padre Francisco subraya que la esperanza brilla con mayor intensidad en la oscuridad.“La esperanza es una luz que brilla tanto más fuerte cuanto más oscuro es el momento que la persona o el pueblo de Dios vive”, afirma.Cita ejemplos bíblicos como el Libro de Job, donde el protagonista, a pesar de perderlo todo, nunca pierde la esperanza en Dios: “Yo sé que mi Redentor vive” (Job 19,25).Las mujeres: heroínas de la esperanza, empezando por la Virgen MaríaEl sacerdote resalta el papel de las mujeres en la Biblia como modelos de esperanza. Menciona a Rut, quien, en medio de su desesperanza, declara: “Para mí hay esperanza”; a Judit, quien salva a su pueblo confiando en que Dios es el “Salvador de los desesperados”; y a Ester, quien intercede por su pueblo con la certeza de que Dios escucha el clamor de los angustiados.Sobre la Virgen María, el padre Francisco la llama “el modelo de esperanza por excelencia”, destaca su disposición a servir como expresión máxima de su esperanza y recuerda la necesidad de seguir su ejemplo.La esperanza de los cristianos es en “Alguien”, no en algoUno de los momentos más contundentes del episodio es cuando el padre Francisco explica que la esperanza cristiana no se centra en cosas materiales, sino en alguien: Dios.“Esperar en algo es muy propio de una sociedad consumista. Nosotros esperamos en alguien, esperamos en Dios”, afirma. Citando a San Agustín, recuerda que “cuando decimos Dios, decimos toda nuestra esperanza”. Además, resalta que Jesucristo es llamado “esperanza nuestra” en el Nuevo Testamento y que los Padres de la Iglesia lo denominaron “la esperanza perfecta”.La esperanza frente al sufrimiento y la muerteEn este diálogo, el padre Francisco también profundiza sobre la relación entre el sufrimiento y la esperanza, señalando que esta última es la que da sentido al dolor. “La esperanza es la luz que muestra un rumbo en medio del sufrimiento”, expresa.Cita el Libro de las Lamentaciones, donde se lee: “Es bueno en silencio esperar en el Señor” (y el Libro de los Macabeos, donde los mártires enfrentan la muerte con la certeza de la resurrección.“Lo único que puede iluminar el sendero oscuro de la muerte es la esperanza”, reafirma el padre Oquendo.La esperanza como camino a la felicidadEl sacerdote también vincula la esperanza con la felicidad, citando el Salmo 42: “Espera en Dios, que volverás a alabarlo, salud de mi rostro, Dios mío”. Explica que la esperanza conduce a la felicidad, mientras que las “pequeñas esperanzas” o “falsas esperanzas” pueden alejarnos de ella.“Una sociedad con déficit de esperanza se está desviando del camino que nos puede llevar a la felicidad”, advierte el Director del Departamento de Catequesis y Animación Bíblica.Episodio disponible a través de Youtube y FacebookEn este segundo episodio de ‘Diálogos en el Atrio’, los espectadores podrán encontrar no solo una reflexión con enfoque bíblico y teológico muy amena, sino también herramientas prácticas para vivir la esperanza en su cotidianidad, especialmente en un contexto como el colombiano, donde esta virtud es más necesaria que nunca.El episodio está disponible en el canal de YouTube y en la página de Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia. Además, los interesados en profundizar en estos temas pueden adquirir el libro ‘Caminar en Esperanza’ en la librería de la Conferencia Episcopal o en las librerías San Pablo del país.Vea el episodio a continuación:

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Convocadas por la Conferencia Episcopal, Iglesias cristianas unen esfuerzos en Colombia para conmemorar los 1700 años del Concilio de Nicea
Mié 12 Mar 2025

Bajo el propósito de seguir fortaleciendo los lazos de hermandad en las relaciones ecuménicas y proyectar la celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2025 en Colombia, que se realizará en el mes de junio, comenzando el domingo 8 con la Solemnidad de Pentecostés y terminando el domingo 13 con la Solemnidad de la Santísima Trinidad, el pasado mes de febrero se llevó a cabo el primer encuentro del Comité Ecuménico de la Conferencia Episcopal de Colombia en este año 2025.En este Comité, presidido por monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, obispo de Riohacha y presidente de la Comisión Episcopal de Promoción de la Unidad y el Diálogo, participan ocho iglesias cristianas históricas: Iglesia Ortodoxa Griega, Presbiteriana, Metodista, Siro-Ortodoxa, Episcopal de Comunión Anglicana, Luterana de Alemania, Evangélica Luterana de Colombia y Cristiana Menonita.Este año se conmemoran los 1700 años del primer Concilio Ecuménico Cristiano celebrado en Nicea, cerca de Constantinopla, en el año 325 d.C.. Esta conmemoración ofrece una oportunidad única para reflexionar y celebrar la fe común de los cristianos, expresada en el Credo formulado durante este Concilio; una fe que permanece viva y fecunda en nuestros días. Justamente la celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2025, será una invitación especial a retornar a esta herencia común y profundizar en la fe que une a todos los cristianos.En contextoEn el ecumenismo se busca restaurar la unidad de todos los cristianos. En él, nos dice el Concilio Vaticano II en el Decreto Unitatis Redintegratio, participan los que invocan al Dios Trino y confiesan a Jesucristo como Señor y salvador, y esto lo hacen no solamente por separado, sino también reunidos en asambleas en las que conocieron el Evangelio y a las que cada grupo llama Iglesia suya y de Dios. Casi todos, aunque de modo diverso, suspiran por una Iglesia de Dios única y visible, que sea verdaderamente universal y enviada a todo el mundo, para que el mundo se convierta al Evangelio y se salve para gloria de Dios.En la Conferencia Episcopal de Colombia, el trabajo por el dialogó ecuménico, es coordinado desde el Departamento de Promoción de la Unidad y el Diálogo, bajo la dirección de la Comisión Episcopal para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y del Diálogo Interreligioso (PUD). Además de monseñor Francisco Ceballos, esta comisión está integrada por: monseñor José de Jesús Quintero Díaz, vicario apostólico de Leticia; monseñor Juan Manuel Toro Vallejo, obispo de Girardota; y por el padre Luis Alfonso Urrego Monsalve, administrador diocesano de Santa Rosa de Osos. El director actual del departamento es el padre Carlos Guillermo Arias Jiménez.

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“Cuidadores Indígenas de la Amazonía”: una iniciativa que hace vida las enseñanzas del papa Francisco por el cuidado de la Casa Común y la fraternidad
Mar 11 Mar 2025

Gracias a una alianza entre el Vicariato Apostólico de Inírida y la Corporación Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO), 41 líderes, lideresas, sabedores y jóvenes indígenas del departamento del Guainía recibieron formación para fortalecer sus conocimientos y habilidades frente a la protección de este importante territorio, así como sus lazos de convivencia comunitaria. El proceso pedagógico, adelantado bajo el liderazgo de monseñor Joselito Carreño Quiñones, obispo de Inírida, y gracias al apoyo económico de ADVENIAT, se desarrolló a través de cuatro “Encuentros de Intercambio de Saberes”. Estos espacios no solo permitieron el diálogo entre la tradición indígena, la perspectiva occidental y el enfoque espiritual, sino que también fomentaron la aplicación de conocimientos ancestrales en iniciativas ambientales y comunitarias.Una iniciativa inspirada en los llamados del papa FranciscoInspirados en la Exhortación Apostólica Postsinodal “Querida Amazonía”, los encuentros rescataron la visión del Santo Padre sobre la Amazonía como un “misterio sagrado” y un espacio interconectado geográfica y culturalmente. Los participantes dialogaron sobre temas como la lengua, las tradiciones, el ambiente, el territorio y la organización social, integrando saberes ancestrales con prácticas modernas para el cuidado ambiental.Durante la ceremonia de clausura, celebrada el pasado 21 de febrero, monseñor Joselito Carreño destacó la importancia de este proceso: “Es una alegría y esperanza para el Vicariato Apostólico de Inírida y para todos los que hemos acompañado este camino de aprendizaje. Celebramos el esfuerzo, la dedicación y el compromiso de estos 41 guardianes de la Casa Común”.Otro de los logros más significativos del proyecto fue el fortalecimiento de los lazos fraternales entre las etnias participantes: los Puinave y los Cubeo. Desde ese intercambio de saberes, se rescataron usos, costumbres y tradiciones, lo que no solo enriquece la identidad cultural de estas comunidades, sino que también promueve la armonía con el entorno natural. Un enfoque comunitario que, sin lugar a duda, refleja el llamado del papa Francisco a construir una sociedad basada en la fraternidad y el diálogo.Conozca más detalles de la iniciativa a través del informe audiovisual elaborado por el equipo de comunicaciones del Vicariato Apostólico de Inírida:

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Iglesia colombiana apuesta por la formación integral y el testimonio de vida para animar las vocaciones en el Año Santo de la Esperanza
Lun 10 Mar 2025

En este Año Santo 2025, la Iglesia colombiana apostará por el fortalecimiento de sus procesos de animación vocacional desde tres enfoques centrales: fomentar, cada vez más, su articulación con las demás pastorales; facilitar y motivar procesos de formación integral entre los animadores; y generar mayor conciencia de que su testimonio de vida es la principal motivación para que los jóvenes con inquietud, decidan entregar su vida a Cristo y asumir la misión de evangelización.Estas fueron las conclusiones centrales a las que llegaron las 130 personas, entre sacerdotes, religiosas y laicos, presentes en el Encuentro Nacional de Animadores de Pastoral Vocacional 2025, desarrollado del 24 al 27 de febrero bajo el lema “vive, discierne y peregrina tu vocación con esperanza”. La reunión fue convocada en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) por los departamentos de Ministerios Ordenados, Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.De los 130 participantes, 48 representaban a las arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos del país, y 45 a diferentes comunidades religiosas. Además, el encuentro contó con la compañía y animación del vicepresidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Tunja, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, quien compartió herramientas muy prácticas sobre el discernimiento en general, el discernimiento espiritual y el discernimiento vocacional.Estuvo también presente el obispo de Magangué y miembro de la Comisión Episcopal de Ministerios Ordenados, monseñor Ariel Lascarro Tapia, quien los convocó a luchar “contra corriente” en este mundo, donde las vocaciones representan también un gran desafío para todo agente de pastoral en la Iglesia de hoy.El padre Fidel Oñoro, sacerdote eudista, también animó la reflexión y el trabajo de los participantes durante el encuentro. “Con su pasión y su amor por la Sagrada Escritura, nos hizo degustar una vez más la Palabra de Dios en torno a la figura del Buen Pastor; del pastor que acompaña y cómo el animador vocacional también está llamado a acompañar, a escuchar, a estar cerca, a animar, a perfumar, a ayudar, a descubrir ese valor de cada ser humano”, así lo explicó el padre Juan Manuel Beltrán Urrea, director de los departamentos organizadores en la CEC.Además, el padre Hernán Alzate, sacerdote jesuita, psicólogo clínico, compartió a los animadores criterios para realizar el acompañamiento personal. De acuerdo con el padre Juan Manuel, los motivó acompañar desde la responsabilidad, la reciprocidad, la apertura y el estar disponibles a dedicarle tiempo a la “pastoral del oído”, en la que tanto ha insistido el papa Francisco.“Las vocaciones no nos las inventamos. Dios es el que llama y a todos nos ha llamado. Y en este momento habrá niños, bebés que están en el vientre materno y ya Dios está soñando con ellos y los está llamando a una vocación especial. La tarea nuestra de animadores es ayudar a descubrir esas vocaciones y la principal manera de nosotros ayudar a descubrir estas vocaciones es con nuestra misma vida, con nuestro testimonio atrayendo. Porque, como diría el papa Francisco, la Iglesia no hace proselitismo, nosotros atraemos con nuestra vida y con nuestros con nuestro testimonio”, precisó el padre Beltrán.Durante el encuentro se evidenció también la necesidad de que los animadores puedan estar siempre acompañados por los demás agentes, obispos y pastorales. Además, fomentar su acceso a una formación integral que, a su vez, les permita sentirse animados y preparados para dicha misión. Según lo mencionado durante el encuentro, la apuesta debe ser por una formación que no solo implique la los aspectos intelectuales o pastorales donde conozcan técnicas de discernimiento a aplicar, sino que cobije toda la persona del animador: sus afectos y emociones.“La primera etapa en la que hay que trabajar es la formación permanente. Necesitamos que los animadores de la pastoral vocacional se sientan animados. Y ese ánimo viene del Espíritu Santo y viene de las mediaciones que él pone y de las oportunidades de seguir creciendo en formación de aquí”, precisó el padre Juan Manuel.Precisamente, sobre esas posibilidades de formación, el padre Beltrán refirió que en las próximas semanas, desde ese departamento en el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano se ofrecerá un Diplomado en Pastoral Vocacional.Durante el encuentro también se vivió un momento muy especial de Jubileo. Los participantes peregrinaron juntos hasta el Santuario de Nuestra Señora de la Peña, Patrona de Las Vocaciones. Allí celebraron la Eucaristía presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, quien también motivó esta misión.Al cierre del evento y a propósito de este Año Santo de la Esperanza, uno de los participantes, el padre Jorge Andrés Zuluaga Mazo, delegado de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, destacó el protagonismo de las vocaciones en la Iglesia, no desde una ilusión, sino desde una esperanza viva. Afirmó que “las vocaciones son la esperanza de la Iglesia…El nombre de la fe, el nombre de los jóvenes es el nombre de la esperanza en la Iglesia”.Conozca más detalles y vea los momentos más destacados, a través del informe audiovosual del evento:

 
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“Cuidadores Indígenas de la Amazonía”: una iniciativa que hace vida las enseñanzas del papa Francisco por el cuidado de la Casa Común y la fraternidad

Mar 11 Mar 2025

Gracias a una alianza entre el Vicariato Apostólico de Inírida y la Corporación Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO), 41 líderes, lideresas, sabedores y jóvenes indígenas del departamento del Guainía recibieron formación para fortalecer sus conocimientos y habilidades frente a la protección de este importante territorio, así como sus lazos de convivencia comunitaria. El proceso pedagógico, adelantado bajo el liderazgo de monseñor Joselito Carreño Quiñones, obispo de Inírida, y gracias al apoyo económico de ADVENIAT, se desarrolló a través de cuatro “Encuentros de Intercambio de Saberes”. Estos espacios no solo permitieron el diálogo entre la tradición indígena, la perspectiva occidental y el enfoque espiritual, sino que también fomentaron la aplicación de conocimientos ancestrales en iniciativas ambientales y comunitarias.Una iniciativa inspirada en los llamados del papa FranciscoInspirados en la Exhortación Apostólica Postsinodal “Querida Amazonía”, los encuentros rescataron la visión del Santo Padre sobre la Amazonía como un “misterio sagrado” y un espacio interconectado geográfica y culturalmente. Los participantes dialogaron sobre temas como la lengua, las tradiciones, el ambiente, el territorio y la organización social, integrando saberes ancestrales con prácticas modernas para el cuidado ambiental.Durante la ceremonia de clausura, celebrada el pasado 21 de febrero, monseñor Joselito Carreño destacó la importancia de este proceso: “Es una alegría y esperanza para el Vicariato Apostólico de Inírida y para todos los que hemos acompañado este camino de aprendizaje. Celebramos el esfuerzo, la dedicación y el compromiso de estos 41 guardianes de la Casa Común”.Otro de los logros más significativos del proyecto fue el fortalecimiento de los lazos fraternales entre las etnias participantes: los Puinave y los Cubeo. Desde ese intercambio de saberes, se rescataron usos, costumbres y tradiciones, lo que no solo enriquece la identidad cultural de estas comunidades, sino que también promueve la armonía con el entorno natural. Un enfoque comunitario que, sin lugar a duda, refleja el llamado del papa Francisco a construir una sociedad basada en la fraternidad y el diálogo.Conozca más detalles de la iniciativa a través del informe audiovisual elaborado por el equipo de comunicaciones del Vicariato Apostólico de Inírida:

Jubileo 2025 en Colombia: las diócesis tienen todo listo para que los fieles experimenten este tiempo de gracia

Lun 20 Ene 2025

Con celebraciones eucarísticas presidas por los obispos y administradores diocesanos, desde el pasado 28 de diciembre de 2024, las 78 jurisdicciones eclesiásticas de Colombia, es decir, las diferentes diócesis, arquidiócesis y vicariatos apostólicos, han estado inaugurando el Año Jubilar convocado por el papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”. Este tiempo de gracia y renovación espiritual invita a los fieles a reflexionar, reconciliarse y fortalecer su relación con Dios a través de la oración, la penitencia y la acción concreta.Las jurisdicciones ya anunciaron los templos jubilaresA través de sus diferentes redes sociales y páginas web, cada Iglesia particular ha estado dando a conocer los templos designados por los obispos para ganar indulgencia plenaria durante este Jubileo de la Esperanza.Diferentes catedrales, santuarios y basílicas se convertirán en espacios de especial gracia espiritual, donde los fieles podrán experimentar a profundidad la misericordia de Dios; puntos de encuentro para fortalecer la fe, renovar la esperanza y caminar como verdaderos “Peregrinos de Esperanza”.Obtener la indulgencia plenaria significa la remisión total de las penas temporales causadas por los pecados ya confesados y perdonados, un don que requiere cumplir con condiciones específicas: confesión sacramental, comunión eucarística, oración por las intenciones del Papa y un acto de caridad o peregrinación.Un Año Santo para todosCada diócesis en Colombia ha programado actividades jubilares dirigidas a diversos miembros del pueblo de Dios, promoviendo la esperanza y la unidad, por lo que este Año Jubilar es una invitación directa a vivir con intensidad la fe y a llevar la luz de Cristo al mundo, transformando corazones y comunidades en instrumentos de paz y reconciliación.Cartagena: Luz de Esperanza que nace en los corazonesLa Arquidiócesis de Cartagena dio inicio al Jubileo el 29 de diciembre, día de la Sagrada Familia, con una multitudinaria peregrinación desde la Iglesia San Pedro Claver hasta la Catedral Basílica Santa Catalina de Alejandría. En este acto simbólico, los fieles caminaron con velas encendidas, liderados por monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de esa jurisdicción y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, quien acompañó una réplica de la Cruz del Cristo de la Expiración.Durante la Eucaristía de apertura, monseñor Múnera destacó la importancia de abrir “las puertas del corazón” para sanar heridas y vivir este tiempo como una oportunidad de reconciliación y justicia social.A propósito de la celebración, el padre Rafael Castillo, quien hasta diciembre de 2024 se desempeñó como Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, subrayó la necesidad de traducir la indulgencia en acciones concretas: “El Jubileo nos llama a construir una sociedad más justa y solidaria”.Sonsón-Rionegro: Lugares de graciaEn la Diócesis de Sonsón-Rionegro, el Jubileo comenzó con celebraciones en la Catedral Nuestra Señora de Chiquinquirá y la Concatedral San Nicolás el Magno. Monseñor Fidel León Cadavid Marín designó 10 lugares de peregrinación donde los fieles pueden obtener la indulgencia plenaria.Dentro de los jubileos específicos programados por la diócesis para diversos grupos, se incluyen encuentros con niños, jóvenes, sacerdotes y catequistas, fomentando la esperanza como valor esencial de la fe cristiana.Cúcuta: Una frontera de esperanzaLa Diócesis de Cúcuta, ubicada en la frontera colombo-venezolana, inauguró el Jubileo el pasado 11 de enero con una procesión por las principales calles del centro de la capital de Norte de Santander y una solemne Eucaristía en la Catedral San José, celebrada por el obispo monseñor José Libardo Garcés Monsalve y concelebrada por monseñor óscar Urbina Arzobispo emérito de Villavicencio.En su homilía, monseñor Garcés explicó que este Año Santo es una oportunidad para “limpiar los corazones” mediante la obtención de la indulgencia plenaria, la cual puede ganarse en siete templos asignados, como la Catedral San José y la Basílica Menor Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.El obispo enfatizó que la indulgencia no solo limpia la culpa del pecado, sino también las penas temporales asociadas, y animó a los fieles a vivir este don en tres dimensiones: personal, comunitaria y por los difuntos. “Todo esto debe dejar como fruto maduro una fe más intensa por Nuestro Señor Jesucristo que ha dado la vida por nosotros”, destacó monseñor Garcés.De manera particular, a propósito de la realidad de la frontera, la Diócesis de Cúcuta programó un Jubileo de Migrantes para el 15 de septiembre. Al respecto, el padre Jhainer Said Urbina, coordinador de un proyecto que adelanta esa Iglesia particular con población migrante, evocó las palabras del papa Benedicto XVI para la 99º Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado:“Como lo decía Benedicto XVI, “Fe y Esperanza forman un binomio inseparable en el corazón de muchísimos migrantes, puesto que en ellos anida el anhelo de una vida mejor. A lo que se une en muchas ocasiones el deseo de querer dejar atrás la desesperación de un futuro imposible de construir.” ¿Es posible construir un futuro? En eso consta la esperanza”.Medellín: "Nuestra esperanza es Dios"La Arquidiócesis de Medellín dio inicio al Año Santo con la celebración de la Eucaristía de apertura en la Catedral Metropolitana presidida por su arzobispo, monseñor Ricardo Tobón Restrepo. El prelado afirmó que “somos capaces de vivir en la esperanza, porque nuestra esperanza es Dios”.Este Año Santo, que culminará el 6 de enero de 2026, dejará una huella imborrable en los corazones de millones de colombianos.Las diferentes Iglesias particulares ya tienen todo dispuesto para que los fieles se unan.Vea el informe audiovisual a continuación:

Episcopado al día
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Obispo de Riohacha advierte grave crisis en La Guajira y llama al diálogo social urgente

Vie 7 Mar 2025

Con un llamado urgente a la unidad y al diálogo, monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, obispo de la Diócesis de Riohacha, pone sobre la mesa la grave crisis que atraviesa La Guajira. A través de un comunicado contundente, el prelado destaca la necesidad de lograr un “Gran Acuerdo por el Desarrollo”, que permita superar las divisiones sociopolíticas que los fractura hoy, así como construir un futuro próspero para este departamento, rico en recursos pero golpeado por la desigualdad, la corrupción y el abandono."La Guajira es una tierra bendecida con riquezas, pero también es una tierra que sufre. La crisis humanitaria, ambiental y política que vivimos nos exige actuar con urgencia", afirma en el mensaje monseñor Ceballos.En su mensaje, el Obispo de Riohacha pone en evidencia situaciones graves que los afectan, como la quiebra del agro, la industria, el turismo y el comercio, con la consecuente pérdida de la soberanía alimentaria. Además, la creciente desigualdad social y el clientelismo.Ante esta situación, el prelado anuncia que ha aceptado la invitación de algunas de organizaciones de la sociedad civil, como el Comité Cívico por la Dignidad de La Guajira y el Frente Amplio de Usuarios de los Servicios Públicos de La Guajira, que ya están avanzando en esta dirección , para facilitar y convocar muchos más actores a un diálogo social que priorice la búsqueda del bien común, respetando la pluralidad y la multiculturalidad de la región.A este diálogo están siendo convocados líderes políticos, comunidades étnicas, organizaciones sociales, gremios productivos, academia y medios de comunicación."No podemos seguir permitiendo que las divisiones y los intereses particulares nos impidan avanzar. Es hora de sentarnos a dialogar, de escucharnos y de trabajar juntos por el bien común", señala.De acuerdo con monseñor Francisco Ceballos, la Iglesia asume esta misión inspirada por el Evangelio, la Doctrina Social de la Iglesia, el Magisterio Social del papa Francisco y la preocupación del Santo Padre por la construcción de una cultura del encuentro que supere la indiferencia ante los que sufren y que haga posible el reconocimiento de la dignidad de cada persona humana.Em este llamado, el Obispo recuerda las palabras del Papa Francisco en su encíclicaFratelli Tutti, donde el pontífice destaca que el diálogo es el camino más adecuado para superar las diferencias y construir consensos."Este diálogo no es solo un método para resolver problemas, sino una oportunidad para fortalecer nuestras instituciones democráticas y construir una ciudadanía más activa y comprometida", explica monseñor Francisco Ceballos.El objetivo central de la propuesta es construir un Gran Acuerdo por el Desarrollo de La Guajira, que permita diversificar la economía, garantizar la soberanía alimentaria y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes."El futuro de La Guajira depende de nuestra capacidad para dialogar, escucharnos y trabajar juntos. Este es el momento de actuar", concluye el obispo.Escuche el comunicado en la voz de monseñor Francisco Ceballos:En este contexto, este jueves 6 de marzo, monseñor Ceballos acompañó una reunión celebrada en la Asamblea Departamental, donde participaron líderes representativos de la región, entre ellos, el presidente de la Asamblea, Daniel Ceballos; el exgobernador y exsenador Jorge Ballesteros; los diputados Olimpo Núñez, Mateo Luquez y Jorge Suárez; y el director ejecutivo del Comité Cívico por la Dignidad de La Guajira. Durante el encuentro, reflexionaron sobre los desafíos que enfrenta el departamento y la importancia de fortalecer los espacios de diálogo para impulsar la diversificación y modernización de la economía regional.Los participantes coincidieron en la necesidad de trabajar en unidad y reafirmaron su compromiso con iniciativas que promuevan el bienestar y la prosperidad de La Guajira.

Vida, paz, reconciliación, educación y libertad religiosa: temas del encuentro entre la Conferencia Episcopal y el presidente Gustavo Petro

Mié 5 Mar 2025

Cerca de hora y media duró la reunión de este martes 4 de marzo en la Casa de Nariño entre los integrantes de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y el presidente de la República, Gustavo Petro. Este fue el primer encuentro entre el mandatario y monseñor Francisco Javier Múnera Correa, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos y monseñor Germán Medina Acosta, luego de que en julio de 2024 fueran elegidos presidente, vicepresidente y secretario adjunto, respectivamente. El diálogo abordó temas cruciales para el país, como la paz, la reconciliación, la crisis humanitaria en varias regiones y el papel de la Iglesia en la construcción de un marco ético para los procesos de diálogo.Monseñor Francisco Múnera expresó que el encuentro se desarrolló bajo un clima muy cordial y receptivo. En el espacio también estuvieron presentes la Canciller Laura Sarabia y la Directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Angie Lizeth Rodríguez.Agendas del encuentroDe acuerdo con el presidente del Episcopado Colombiano y arzobispo de Cartagena, la reunión se desarrolló bajo dos agendas o dimensiones temáticas centrales: 1. Los compromisos y preocupaciones de la Iglesia alrededor de los temas asociados a la reconciliación y a la paz del país. 2. Otros temas de clave para la Iglesia, como los asociados a la vida, la familia, la educación religiosa escolar y la libertad religiosa.Presentación de la nueva Presidencia de la CEC y compromiso con la paz“Le manifestamos al señor Presidente nuestra disponibilidad para apoyar toda la tarea y el servicio que él y su Gobierno realizan, así como nuestras preocupaciones e inquietudes, que recogemos especialmente de nuestros hermanos obispos y del trabajo que realizamos en todo el país”, señaló monseñor Múnera.Monseñor Francisco destacó que la Iglesia ha sido un actor clave en los procesos de paz que se han adelantado en el país y que, en este caso, desde el inicio del Gobierno del presidente Gustavo Petro, cuando se le pidió a la anterior Presidencia de la CEC, encabezada por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, acompañar los esfuerzos de diálogo y reconciliación actuales, así se ha seguido haciendo.Preocupaciones por las comunidades y crisis humanitariasUno de los puntos centrales de la reunión fue la situación de las comunidades en regiones como el Catatumbo, el Chocó, el Cauca y otras zonas afectadas por el conflicto armado y la violencia. De acuerdo con el presidente del Episcopado, le expresaron al presidente Petro la urgencia de acciones concretas para aliviar el sufrimiento de estas poblaciones.“Le pusimos de relieve la importancia de tener en el centro a las comunidades y su sufrimiento, sus expectativas y sus esperanzas. Nuestro aporte a la paz y la reconciliación del país está en nombre de las comunidades a quienes servimos y a quienes nos debemos, y desde el Evangelio”, afirmó el presidente de la CEC.Además, los obispos plantearon la necesidad de un “marco ético de la paz” que guíe los diálogos con los actores armados ilegales.“Para nosotros como Iglesia, hay principios no negociables, como el respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario. Si esto no se respeta mínimamente, ¿qué sentido tiene hacer parte de una mesa de acompañamiento?”, cuestionó monseñor Múnera.Diálogo social y acciones concretasEl presidente de la CEC destacó que, además de los diálogos con los actores armados, es fundamental priorizar el diálogo social con las comunidades.“Encontramos que hay escenarios muy interesantes donde podemos aportar, no solo en las dinámicas de acción humanitaria, sino también en abrir perspectivas de esperanza”, dijo.En particular, se refirió a la crisis en el Catatumbo, donde se debe garantizar el retorno de las personas desplazadas por los enfrentamientos y amenazas y en la reconstrucción del tejido social.Vida, educación y libertad religiosaAdemás de los temas relacionados con la paz, los obispos plantearon al presidente Petro otras preocupaciones de la Iglesia, como la libertad religiosa y el derecho de los padres a escoger la educación religiosa para sus hijos.“Manifestamos la necesidad de generar interlocución en otros ámbitos, como la libertad religiosa de cultos, donde la Iglesia católica pueda tener un asiento más significativo, no para reclamar privilegios, sino para hacer valer los derechos que nos asisten como confesión”, explicó monseñor Múnera.También se abordaron temas relacionados con el cuidado del medio ambiente, en línea con los compromisos adquiridos durante la COP16 en Cali y, por supuesto, con el interés de la Iglesia por el cuidado de la casa común desde la ecología integral.“Nos duele ver que territorios como la Amazonía, la Orinoquía, el Chocó y el Pacífico están siendo destruidos por la minería ilegal, la siembra de coca y la explotación irracional”, expresó el arzobispo de Cartagena.Otros temas claveMonseñor Francisco Múnera afirmó que también le reconocieron al presidente Petro sus esfuerzos del Gobierno por avanzar en la equidad y la justicia, pero también haciendo un llamado a la serenidad y al diálogo.“Pedimos que las reformas necesarias se hagan en un mayor clima de serenidad. Esto requiere un gran esfuerzo de todos”, afirmó el Arzobispo de Cartagena.Además, reiteró la preocupación de la Iglesia por el reclutamiento de menores, los asesinatos de líderes sociales y los firmantes de la paz, así como por la destrucción de los recursos naturales.“A las puertas del tiempo cuaresmal, hacemos un llamado a la reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con los hermanos y con la casa común”, concluyó monseñor Múnera, subrayando el compromiso de la Iglesia con la construcción de un país más justo y en paz.Vea la declaración del Presidente del Episcopado Colombiano sobre el desarrollo de la reunión:

 
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