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Vie 20 Jun 2025

Tags: obispo auxiliar de bogotá , nuevo obispo auxiliar para la arquidiócesis de bogotá , arquidiócesis de Bogotá , iglesia colombiana , conferencia episcopal de colombia , obispos colombianos

El Papa León XIV designa nuevo Obispo Auxiliar para la Arquidiócesis de Bogotá: Pbro. Germán Humberto Barbosa Mora

El Papa León XIV designó al padre Germán Humberto Barbosa Mora, de la Diócesis de Engativá, como nuevo obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá. El presbítero cuenta con más de dos décadas de ministerio, sólida preparación teológica y una importante experiencia en la formación de nuevos sacerdotes y en la educación universitaria. Ahora, junto a monseñor Alejandro Díaz García y a monseñor Edwin Raúl Vanegas Cuervo, apoyará al cardenal Luis José Rueda Aparicio en la misión de pastorear la Sede Primada de Colombia.El padre Barbosa Mora nació en la capital colombiana el 24 de diciembre de 1974; ingresó al Seminario Mayor de Bogotá, donde completó su formación y fue ordenado sacerdote el 2 de diciembre del año 2000. Desde entonces, su vida ha estado marcada por el servicio en distintas parroquias y roles de liderazgo eclesial. En 2003, con la creación de la Diócesis de Engativá, quedó incardinado en esta nueva jurisdicción, donde ha desarrollado gran parte de su labor pastoral.El presbítero cursó estudios de licenciatura y doctorado en teología moral en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde realizó su tesis sobre la dimensión ética de las redes sociales en las relaciones interpersonales.Ha asumido un rol activo en la formación de sacerdotes y de diáconos permanentes; ejerció como formador y Delegado de Animación Vocacional en el Seminario Mayor de Bogotá (2017-2019) y como Director de la Casa Seminario San Lorenzo en Cota (2020-2023). Además, ha sido docente en la Universidad San Buenaventura, la Unimonserrate, la Unicervantes y la Universidad de Santo Tomás.Desde 2019, el padre Germán Humberto Barbosa se desempeña como Vicario Episcopal de la Vicaría Nuestra Señora del Rosario y miembro del Consejo Episcopal de la Diócesis de Engativá, desde donde ha contribuido en la toma de decisiones pastorales. Actualmente, es párroco de La Divina Gracia, templo ubicado en Suba (2023-2025).Biografía:El Padre Germán Humberto Barbosa Mora, nació en la ciudad de Bogotá, el 24de diciembre de 1974. Tras terminar sus estudios de secundaria ingresó al Seminario Mayor de Bogotá, donde culminó su formación y fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Bogotá el 2 de diciembre de 2000.En el 2003, con la erección de la Diócesis de Engativá, el Padre Germán Humberto quedó incardinado en dicha jurisdicción eclesiástica.Ha tenido los siguientes encargos pastorales:-Vicario Parroquial de la Parroquia “S. Juan Bautista de la Estrada” (2001).-Párroco de la Parroquia “Nuestra Señora de Copacabana” (2002 - 2005).-Estudios en la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma (2005 - 2007).-Párroco de la Parroquia “Nuestra Señora del Rosario”, Cota (2007 - 2011).-Párroco de la Catedral de Engativá “San Juan Bautista de la Estrada” (2011 -2013). -Doctorado en Teología Moral en la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma (2013 - 2016).-Formador y Delegado de Animación Vocacional en el Seminario Mayor de Bogotá (2017 - 2019). -Vicario Episcopal de la Vicaría “Nuestra Señora del Rosario” y Miembro del Consejo Episcopal de la Diócesis de Engativá (2019 - 2025).-Director de la Casa Seminario San Lorenzo en Cota (2020 - 2023).-Párroco de la Parroquia “La Divina Gracia” en Suba (2023 - 2025).El 20 de junio de 2025, el Papa León XIV lo nombra Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá, asignándole la sede titular de Uzalensis.

Jue 19 Jun 2025

Tags: XVII Congreso Internacional de Teología Moral , Fundación Universitaria San Alfonso , iglesia colombiana , IA , teología moral

¿Cómo abordar dilemas sobre IA, crisis medioambiental, conflicto y género desde la teología moral? Expertos lo analizarán en el XVII Congreso Internacional de la FUSA

Los dilemas morales que plantean la inteligencia artificial, los debates sobre género, la crisis ambiental y los conflictos armados serán los ejes centrales del XVII Congreso Internacional de Teología Moral, organizado por la Fundación Universitaria San Alfonso (FUSA) los días 20 y 21 de agosto de 2025. Desde 1984, la FUSA ha promovido estos congresos como espacios de diálogo entre la fe y los problemas sociales. En esta oportunidad, el evento, que se realizará de forma presencial en el auditorio principal de la Cámara de Comercio de Bogotá y contará con transmisión virtual, reunirá a teólogos, filósofos y especialistas en bioética, moral social, género y política de Argentina, España e Italia. Analizarán, desde una perspectiva católica, cómo responder a los grandes desafíos éticos de la sociedad contemporánea. Los invitados son:Antonio Fidalgo C.Ss. R. (Argentina), Pontificia Academia Alfonsiana de Roma.María Martha Cúneo (Argentina) Pontificia Universidad Católica Argentina
Virginia Azouy (Argentina) Pontificia Universidad Católica Argentina.Javier Bernabé Fraguas (España) Universidad Complutense de Madrid.P. Martín Carbajo Núñez, ofm (España) Pontificia Academia Alfonsiana de Roma.Giovanni del Missier (Italia) Pontificia Academia Alfonsiana de Roma.Andrea Pizzichini (Italia) Pontificia Academia Alfonsiana de Roma.Marco Schrage Comencini (Italia) Pontificia Academia Alfonsiana de Roma.Acceso gratuito con inscripción previaEl congreso está dirigido especialmente a sacerdotes, religiosos, laicos y líderes sociales, y aunque no tiene costo, los interesados deben registrarse previamente para garantizar su participación. Dicha inscripción se puede realizar aquí.*Para quienes quieran adquirir la certificación y el libro de memorias, la universidad cobrará un valor simbólico.

Mié 18 Jun 2025

Tags: Hermana Inés Arango Velásquez , hermanas terciarias capuchinas de la sagrada familia , terciarias capuchinas en colombia , religiosas colombianas , iglesia colombiana , conferencia episcopal de colombia

La religiosa colombiana Inés Arango, defensora de la Amazonía y de los indígenas, avanza hacia los altares

El pasado 22 de mayo, el papa León XIV firmó el decreto que autoriza iniciar el proceso que conducirá a la beatificación de la religiosa colombiana Inés Arango Velásquez, Terciaria Capuchina de la Sagrada Familia. Se trata de un hecho histórico para la Iglesia en Colombia; su muerte representa la fe audaz de una generación de misioneros que entregaron su vida por los más pobres y olvidados. El Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia comparte un minidocumental que narra algunos de los hechos más representativos de este testimonio, que se anticipó al llamado del papa Francisco en Laudato Si'.La hermana Inés, conocida como‘María Nieves de Medellín’, fue asesinada el21 de julio de 1987en la selva amazónica del Ecuador, junto al obispo españolAlejandro Labaka, por miembros de la tributagaeri, un pueblo indígena amenazado por la explotación petrolera.En la casa de la congregación en Bogotá (Provincia Madre del Buen Pastor), la hermana Lilia Barrera, superiora, explica lo que ha significado esta noticia para ellas y recuerda algunas de las virtudes de la hermana Inés:“Para nosotros ha sido una alegría, una sorpresa. Siempre fue una mujer sencilla, humilde, que quiso estar con los más olvidados, con los últimos, con los más vulnerables. Eso es parte de nuestro carisma: estar con ellos. ¿Qué nos está diciendo Dios con estas experiencias? Es un compromiso que debe ser permanente”.Una familia de fe y vocación misioneraInés nació enMedellín el 6 de abril de 1937, en el seno de una familia profundamente católica. Fue la penúltima de12 hermanos, dos de los cuales también se consagraron como terciarias capuchinas:Fabiola (97 años)yCecilia (90 años), esta última vive en Bogotá y aún aporta mucho a su comunidad llevando labores de contabilidad.También en su familia ha habido varios sacerdotes, principalmente franciscanos. Uno de ellos, fue monseñor José de Jesús Arango Velásquez, quien ejerció como primer Prefecto Apostólico de Guapi (1954 – 1970). Según lo narra el Vicariato, allí, monseñor Arango llevó con alegría, entrega y optimismo “el mensaje de paz y bien a negros, mestizos e indígenas, desde los límites del Naya y Yurumangui en el rio Micay, hasta el sur occidente del municipio de guapi, límites con Nariño”.Pocos días después de recibir esta noticia, también visitamos en el Colegio María Inmaculada de Bogotá a la hermana Cecilia. Así recordó la vocación de su hermana Inés, ahora venerable:“La vocación misionera de Inés surgió desde niña. Como mi hermana mayor era capuchina, seguimos su ejemplo. Inés, desde chiquita, decía que quería ser misionera...En octubre, que es el mes de las misiones, con sus alumnas, salía a la calle y hacía retenes para recoger dinero, para mandar para las misiones. Todo el tiempo fue trabajando por las misiones hasta que logró llegar allá”.La misión en la Amazonía: Entrega de amor, entrega de vidaInés tomó los hábitos a los 17 años de edad. Durante mucho tiempo dictó clases en diversas escuelas de los departamentos del Tolima, Córdoba y Antioquia.En 1977, finalmente, su sueño se hizo realidad: la religiosa llegó a la selva ecuatoriana para evangelizar a loshuaorani, un pueblo indígena aislado. Junto a monseñor Labaka, trabajó durante10 añosen labores de alfabetización, defensa de derechos y promoción cultural.Observando un álbum de fotos con algunos recuerdos de su misión recolectados durante todos estos años por la congregación, la hermana Lilia Barrera destaca su alegría y libertad al estar allí:“Siempre la verás muy sonriente. Lo que le hacía brillar los ojos era estar con ellos. Fue una mujer libre, pero también obediente. Soñaba con ser misionera, pero estuvo 21 años en la educación. Cuando Dios le abrió el camino, lo abrazó con pasión”.La religiosa colombiana y el obispo capuchino decidieron ir al encuentro de los tagaeri, otro grupo indígena de la zona, hasta el momento no contactado. Sabían del riesgo que podían correr, pero decidieron tomarlo; querían acercarse para acompañar, evangelizar y mediar para evitar un posible conflicto mayor entre los nativos y los petroleros que invadían su territorio.El6 de julio de 1987, los misioneros partieron desdela ciudad de Cocahacia la zona del ríoTiguino, donde se sabía que los tagaeri estaban desplazándose. Llevaban pocas provisiones y algunos regalos, como señal de paz. El20 de julio llegaron cerca de un campamento tagaeri. Pasaron la noche en hamacas, rezando y preparándose para el encuentro.Al amanecer del 21 de julio, los tagaeri rodearon a la hermana Inés y monseñor Labaka, salieron con las manos en alto, mostrando que no llevaban armas, pero el uso de un helicóptero vinculado a una empresa petrolera para tal desplazamiento habría provocado la confusión y posterior agresión por parte de la tribu. Atacaron primero a monseñor Labaka. Cuentan que, al intentar socorrerlo, la religiosa terminó también perdiendo la vida.Su cuerpo fue traspasado por cuatro lanzas que miden 3 metros y medio. Una de ellas, reposa en la capilla de la casa provincial de su congregación en Bogotá y otra en el convento de Medellín, donde han construido un museo en su memoria.Tres días después sus cuerpos fueron hallados por un grupo de misioneros y militares. Los enterraron enCoca, donde hoy son recordados como mártires de la selva. Ceciliarelata el dolor de la pérdida de su hermana:“Fue un doble martirio: ver cómo mataron a monseñor y luego a ella. Para nosotros fue muy duro. Yo estuve en el entierro… los cadáveres estaban muy lastimados”.Un testimonio que inspira vocaciones y defensa de la AmazoníaSu legado sigue vivo. En Ecuador, cada mes de julio se realizan marchas en memoria de ambos misioneros, exigiendo protección para la Amazonía y sus pueblos.La hermana Liliaseñala:“El movimiento alrededor de ellos ha logrado reducir la tala y cuidar más la reserva. Socialmente, su lucha sigue vigente”.En vida, Inés inspiró vocaciones, como la dehermana Emperatriz Morocho, quien conoció a la religiosa en su colegio:“Ella nos decía: ‘¿Por qué no hay misioneras ecuatorianas en su propio país?’. Su ejemplo fue una luz para mí. Me escribía cada mes, animándome. Era una mujer feliz, que amaba la misión y encontraba a Jesús en los más pobres”.Tras ofrecer su vida, la congregación también espera que este este reconocimiento sobre la hermana Inés, se convierta en semilla de vocaciones para el mundo; para que muchos otros puedan decir sí a Cristo, anunciando el Evangelio y permaneciendo cerca de los más necesitados.“Yo creo que en este momento en la Iglesia necesita de personas que se entreguen a los demás en la misión, donde estén religiosos, laicos o incluso que no estén muy con la Iglesia. Se den cuenta de la necesidad de personas que se entreguen a los demás”, expresa la hermana Cecilia.Hacia la beatificación: Un llamado a la entrega radicalCon este decreto, la Iglesia reconoce las virtudes heroicas de la hermana Inés. Mientras avanza el proceso de beatificación, su historia sigue interpelando a la Iglesia y al mundo sobre laecología integral, lajusticia socialy elamor radical por los más vulnerables. La hermana Liliareflexiona: “Como María al pie de la cruz, Inés vivió un dolor profundo, pero con la paz de quien entrega todo por amor. Hoy nos invita a seguir su camino”.Un testimonio que se anticipó a Laudato Si'La vida y muerte de la hermana Inés cobran especial relevancia a la luz de laencíclica Laudato Si'del Papa Francisco. Tres décadas antes de que el Pontífice alertara sobre el "grito de la tierra y el grito de los pobres" (LS 49), esta misionera ya encarnaba esaecología integralque une la defensa de los pueblos originarios con el cuidado de la Casa Común. Su opción por vivir entre los huaorani - renunciando a seguridades y aprendiendo su lengua - refleja ese "diálogo de saberes" que hoy propone la Iglesia (LS 138), mientras su muerte se convierte en profecía contra un modelo de desarrollo que sacrifica culturas y ecosistemas. Como señala el numeral 16 de la encíclica: "los más frágiles son doblemente perjudicados", realidad que la hermana Inés denunció con su vida y selló con su sangre.Más de un siglo en Colombia: la huella capuchina que transforma fronteras de exclusiónLas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, fundadas en España durante el pontificado del Papa León XIII hacen presencia en Colombia desde 1905. Desarrollan su misión apostólica desde la pastoral educativa, de salud, programas de acogida; y diferentes obras eclesiales y sociales en favor de la promoción de la mujer, de los migrantes, la justicia, la paz y, por supuesto, la salvaguarda de la creación.Unos años después de la llegada de las primeras misioneras a Puerto Colombia, se establecieron en la Alta Guajira; en los internados de Aremasain (1910) y de Nazaret (1914). Este último es un hogar ancestral de los niños wayuu, ubicado en el corregimiento que lleva su mismo nombre, aún es regentado por las capuchinas. Con el apoyo de la Diócesis de Riohacha, su misión se convierte en signo de esperanza para cientos de niños que habitan Uribia, la capital indígena de Colombia, que aún hoy, en medio de la pobreza y las limitaciones, pareciera ser “la tierra del olvido”.Vea la pieza audiovisual a continuación:
Opinión
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Mar 17 Jun 2025

Política y ética

Por Mons. Ricardo Tobón Restrepo - Estamos viviendo un momento preocupante en nuestro país. Hay incertidumbre política, se difunde un inaceptable lenguaje de odio, se está incrementando peligrosamente la violencia en varias regiones, se percibe un debilitamiento de la Fuerza Pública, se presentan dificultades en la estabilidad fiscal, se abren puertas a la impunidad en nombre de la paz, no cesan las acciones del narcotráfico, se quiere desconocer o degradar el Estado de Derecho, se resquebraja la unidad nacional, el sistema democrático puede estar en peligro, se van acumulando el resentimiento y el miedo.

 

 

Esta situación obliga a pensar en el sentido y la forma de hacer política. Toda persona humana tiene conciencia política porque necesita vivir con otros el razonamiento, el encuentro, el intercambio, la proyección al futuro y la reconciliación. Esto implica acordar un plan común y dirimir las diferencias con el diálogo y no con la violencia. Se requiere renunciar a los deseos, intereses y proyectos propios para optar por el bien común, respetando los derechos de los demás. No puede entenderse la política como un negocio o una  plataforma de poder, sino como un servicio que conlleva la cooperación de todos.

 

 

Cuando esto no se da, vienen la inequidad social, la corrupción, la desorientación de la juventud, el incremento de corrientes migratorias, la desintegración de las instituciones, la violencia en múltiples formas, la pobreza. A la raíz, se puede constatar siempre la arrogancia de los que se sienten superiores, los intereses mezquinos que venden la conciencia y la verdad por cualquier ventaja económica, el egoísmo que genera las desigualdades sociales, la falta de formación socio-política para ver lo mejor y lo que es posible realizar y, finalmente, la falta de compromiso de todos.

 

 

Es lamentable que, frente a la realidad política, con frecuencia los ciudadanos nos marginemos o nos resignemos. Pericles decía que quien no participa en la vida de la ciudad no es una persona pacífica sino inútil. El peor analfabeto, para Bertolt Brech, es el analfabeto político: no sabe siquiera que el costo de la vida depende de decisiones políticas. Maquiavelo, por su parte, advirtió que si no hay ciudadanos capaces de vigilar, resistir e implicarse en la búsqueda del bien común, la república muere y se convierte en el lugar donde unos pocos dominan y todos los demás sirven.

 

 

En efecto, se llega a un país que no sabe a dónde va ni cómo debe dirigir su camino, que depende de la veleidad del gobierno de turno siempre queriendo inventar en su período todo de nuevo. Así se puede caer en propuestas improvisadas para cambiar arbitrariamente el paradigma de la política y de la economía, para destruir la institucionalidad y aun para afectar el sistema democrático. Este inadecuado proceso puede traer también el cansancio y el agotamiento del pueblo que conduce, aunque sea un suicidio, a aceptar alternativas improvisadas sin medir realmente sus alcances y consecuencias.

 

 

Es preciso cuidar una verdadera forma de hacer política sobre la base de la justicia social, los valores fundamentales y la convivencia pacífica. La comunidad, a través de partidos sólidos y de movimientos sociales bien orientados, tiene que asumir la vigilancia y la participación ciudadana a fin de defender la dignidad de las personas, la libertad, la verdad, la justicia, el bien común y conducir un comportamiento político marcado por la moral. El desprecio de la ética lleva a una relación promiscua entre los intereses públicos y privados, que siempre genera escándalos de corrupción, mentira y diversas formas de violencia.

 

 

El momento que estamos viviendo en Colombia exige reflexionar a fondo y tomar decisiones con lucidez y coraje. No puede ser hora de un lenguaje incendiario y de odio o de seguir la actitud mecánica de quien se margina o de quien se irrita y mata. Es necesario buscar dónde están las equivocaciones y qué debemos hacer de un modo concreto. Hay que reforzar la construcción moral que afiance el orden social en valores fundamentales, respaldar las personas íntegras y los proyectos válidos para el país, no dejarnos llevar del miedo o la apatía. Urge cuidar la democracia, la institucionalidad y la unidad nacional.  Este es un momento en que es necesario orar mucho, fomentar un serio compromiso político y mantener la cordura y la esperanza.

 

 

+ Ricardo Tobón Restrepo
 Arzobispo de Medellín

 

Mar 17 Jun 2025

“Hagan esto en memoria mía” (1Cor 11, 24)

Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Avanzando en el desarrollo del Plan de Evangelización de nuestra Diócesis, hacemos nuestro el mandato del Señor a la misión que nos dice: Sean mis testigos (Hch 1, 8) y para este mes de junio, “Compartan con el necesitado”, con el momento significativo del Corpus Christi, el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Solemnidad que celebramos el próximo domingo, recordando que Jesús se nos da como alimento que nos lleva a la vida eterna: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día” (Jn 6, 54). La eucaristía es el alimento de la vida, que en esta tierra nos da fortaleza para cumplir con nuestra misión y en la eternidad nos da la salvación.

 

 

El sacramento de salvación por excelencia es el misterio pascual, que tiene su expresión sacramental en la eucaristía, del cual nace la Iglesia, ya que la Iglesia es Cuerpo de Cristo, porque Cristo ha entregado su cuerpo y su sangre para alimentarnos y llegar a ser uno con Él, “el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: ‘Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía’. Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: ‘Este cáliz es la nueva alianza en mi Sangre; hagan esto cada vez que lo beban, en memoria mía’ (1Cor 11, 23 - 25).

 

 

El don de la eucaristía ha sido entregado por Jesús en la última cena, cuando también regaló a la Iglesia el don del sacerdocio y el mandamiento del amor. El memorial de la eucaristía está en estrecha relación con el don del sacerdocio ministerial, cuya institución la Iglesia ha visto vinculada en el mandato del Señor “Hagan esto en memoria mía” (1Cor 11, 25); de tal manera, que son los sacerdotes quienes actualizan ese memorial eucarístico de generación en generación, porque, “la eucaristía es la principal y central razón de ser del sacramento del sacerdocio, nacido efectivamente en el momento de la institución de la eucaristía y a la vez que ella” (Ecclesia De Eucharistia, 31).

 

 

La eucaristía es el memorial del Señor, de su pasión, muerte y resurrección, un don hecho de una vez para siempre, que se viene actualizando a lo largo de la historia, donde sucede el sacrificio del Señor que se nos da como alimento y nos entrega la salvación. Así lo expresa san Juan Pablo II: “Cuando la Iglesia celebra la eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de su Señor, se hace realmente presente este acontecimiento central de Salvación y se realiza la obra de nuestra redención” (Ibid, 11).

 

 

Con esto entendemos que la eucaristía es el don más precioso y más sublime que recibimos cuando comulgamos, porque es el mismo Jesucristo que se nos da como alimento, es la entrega de todo su ser por la salvación de todos nosotros. Así lo enseña san Juan Pablo II: “La Iglesia ha recibido la eucaristía de Cristo, su Señor, no sólo como un don entre otros muchos, aunque sea muy valioso, sino como el don por excelencia, porque es don de sí mismo, de su persona en su santa humanidad y, además, de su obra de salvación. Ésta no queda relegada al pasado, pues todo lo que Cristo es y todo lo que hizo y padeció por los hombres participa de la eternidad divina y domina así todos los tiempos” (Ibid). De tal manera, que un cristiano no tiene que confundirse buscando apariciones, comprando aceites o llenándose de cosas superficiales. En la eucaristía encontramos lo más sublime, a Jesucristo mismo que nos salva.

 

 

La Iglesia tiene como centro a Jesucristo que desde el sacrificio redentor en la cruz, nos ofrece su perdón y reconciliación, para que limpios de corazón podamos llegar hasta el Padre que espera el regreso del hijo que se ha perdido, para acogerlo en la gran fiesta del banquete celestial, que se realiza en esta tierra en cada eucaristía. San Juan Pablo II nos lo enseña cuando afirma: “El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la eucaristía son un único sacrificio. La misa hace presente el sacrificio de la Cruz. La naturaleza sacrificial del misterio eucarístico no puede ser entendida, como algo aparte, independiente de la Cruz o con una referencia indirecta al sacrificio del Calvario” (Ibid, 12).

 

 

Así pues, todos los creyentes entendemos que eucaristía y Crucificado forman una unidad, cuando participamos de la eucaristía adoramos a Jesucristo presente en el altar y levantamos la mirada y contemplamos el Crucificado y ahí entendemos todo el misterio pascual de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Ahí comprendemos el sacrificio redentor, la entrega total de su vida por cada uno de nosotros.

 

 

Es muy importante contemplar la unidad que se da en el presbiterio entre altar y crucificado, porque allí está un solo Señor, Jesucristo ofreciéndose por la salvación de todos. Por esto, en el presbiterio siempre se ha de tener en el centro un Crucificado y no una imagen de un santo, ni tampoco ninguna devoción, ni advocación especial. Allí se tendrá la síntesis del sacrificio redentor, que es Jesús Crucificado, que con el altar eucarístico forman una perfecta unidad, de donde brota la oración contemplativa del creyente, de rodillas frente al Santísimo Sacramento, adorando la eucaristía y mirando, abrazando y contemplando el Crucificado. 

 


Oremos todos los días de rodillas frente al Santísimo Sacramento, adorando la eucaristía y contemplando el Crucificado, pidiendo que podamos dar a la eucaristía todo el relieve que merece, poniendo todo el esmero por vivir la eucaristía con la mayor dignidad posible. Que, al celebrar el Corpus Christi, podamos tomar conciencia de la grandeza del don que se nos ha dado en la eucaristía. Que la Santísima Virgen María y el Glorioso Patriarca San José que custodiaron a Nuestro Señor Jesucristo, alcancen del Señor para nosotros la gracia de contemplar y adorar la eucaristía con fervor espiritual. 

 

 

En unión de oraciones, reciban mi bendición. 

 


+José Libardo Garcés Monsalve 
Obispo de la Diócesis de Cúcuta
 

Mar 10 Jun 2025

Carta pastoral del Arzobispo de Cali: "Hacia una paz desarmada y desarmante"

 

Por Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - En los momentos difíciles que estamos viviendo en Colombia, no puede ser más oportuna esta frase del papa León XIV, dicha en el balcón de la Basílica de San Pedro en su primera bendición Urbi et Orbi el día de su elección el 8 de mayo de 2025, pues se convierte en un clamoroso llamado para que seamos capaces de desarmar los corazones, las manos y la palabra.

 

Un llamado a la esperanza.

 

Como arzobispo metropolitano de Cali, siento el deber pastoral de compartir estas sencillas reflexiones cargadas de esperanza, para que la Palabra de Dios logre permear las mentes y los corazones de todos, de manera que seamos capaces de afrontar esta dolorosa realidad, que es solo la punta del iceberg de lo que desde hace tiempo estamos viviendo en nuestro territorio. 


Digo esto porque hasta el mes de enero de 2025 son más de 2.437 las muertes violentas de ciudadanos colombianos, según el Instituto de medicina legal y ciencias forenses, de los cuales 1.232 son homicidios y 231 suicidios. En este mes se dice que la cifra está cerca de 400 víctimas por encima del promedio mensual. Un dato no menor es que hasta finales de abril de 2025, se han registrado 123 feminicidios y se constata el incremento de los atentados contra las personas LGBTI. Es decir, el drama de la violencia y la muerte está presente desde hace años en nuestro país, solo que el atentado de una persona pública, precandidato a la presidencia, hace más visible y acuciante el problema, puesto que trae a la memoria también nuestra historia de dolor.

 

En nuestras comunidades parroquiales, y en buena parte de los municipios del Valle del Cauca, sin hablar de los territorios del sur occidente colombiano, podemos percibir un sentir de inseguridad y de temor en buena parte de la población. Sobre todo los jóvenes están siendo víctimas primarias del flagelo de la muerte o la utilización para actos delictivos, como el adolescente de catorce años que empuña su arma para atentar contra un ser humano, según dijo con angustia “para llevar a dinero a su familia”. Duelen estos testimonios para darnos cuenta de lo bajo a lo que estamos llegando como sociedad.

 

Esto, sumado a la pobreza, el desempleo, el hambre, el narcotráfico, la corrupción y las incertidumbres de índole político, hace que se vayan acrecentando sentimientos de desesperanza y miedo.

 

Necesidad de salir de la espiral de violencia.

 

Es duro reconocer que, desde el inicio de la historia de la humanidad las personas han sido violentas. Comienza con el fratricidio de Caín contra su hermano Abel (Gn. I, 8); los relatos de muerte y guerras del Antiguo Testamento son muestra de esta violencia. A Jesús le tocó formar a sus discípulos para la paz. En alguna ocasión en que iban camino de Jerusalén y no fueron recibidos en Samaría, “los discípulos de Jesús, Santiago y Juan, le dijeron: ¿quieres que mandemos que caiga fuego del cielo y los destruya? Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió” (Lc. 9, 53-55). Luego, cuando estaban en el huerto de Getsemaní, “uno de los que estaban con Jesús tomó su espada, la desenvainó e hirió al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja. Jesús, entonces, lo reprendió: ¡vuelve tu espada a su lugar!, pues todos los que empuñan espada, a espada morirán” (Mt, 26, 52).

 

Por esto mismo, el énfasis de Jesús en su trabajo evangelizador, tuvo como centro el mandamiento del amor. “Este es mi mandamiento: ámense los unos a los otros como yo los he amado” (Jn. 15, 12) les dijo y nos lo sigue diciendo con ardor. No era un mandamiento nuevo per sé. Es el mismo mandamiento que tiene su raíz más profunda en la conciencia del ser humano, como referente clave de Dios en cada corazón, que está llamado a reconocerla y ser capaz y dejarse guiar por ella. Pero ¡cómo estamos de distantes de esto!. El ser humano, el de ayer y el hoy, está sumido, se ha dejado dominar, por lo que San Pablo denomina las obras de la carne, contrarias a los frutos del Espíritu (cfr. Gal. 5, 16 – 26).

 

Ya el papa León XIV en su homilía de inicio del ministerio petrino, el 18 de mayo de 2025, decía que “en nuestro tiempo, vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres. Y nosotros queremos ser, dentro de esta masa, una pequeña levadura de unidad, de comunión y de fraternidad. Nosotros queremos decirle al mundo, con humildad y alegría: ¡miren a Cristo! ¡Acérquense a Él! ¡Acojan su Palabra que ilumina y consuela! Escuchen su propuesta de amor para formar su única familia: en el único Cristo nosotros somos uno”.

 

Este llamado del Papa lo hago propio, e invito a todos los colombianos, a quienes hacen parte de la Arquidiócesis de Cali, a quienes me dirijo inicialmente en esta Carta Pastoral, a que seamos auténticamente humanos, es decir, personas con un corazón de carne capaz de amar, de perdonar, de respetar la diferencia, de dialogar; con un corazón humilde para acoger al otro y sus ideas.

 

Recuperar el valor de la ética.

Un aspecto que estamos llamados a poner nuevamente sobre la mesa, es el compromiso ético de todos. Desde el más simple ciudadano de a pie, hasta quienes están al frente de los gobiernos en todos los estadios de sus funciones en la vida pública o privada, debemos recuperar una ética que nos permita avanzar por caminos de paz y de reconciliación.

 

Es necesario que todos asumamos el compromiso de poner en práctica la llamada ética de los mínimos, que para nosotros los cristianos debe ser la ética de los máximos animada por el amor, de forma que la convivencia ciudadana sea pacífica y propicie el entendimiento y el desarrollo integral de todos. Por tanto, es fundamental que se retome el respeto de la legalidad y la legítima autoridad; que nadie se abrogue el derecho de tomar justicia por mano propia; que los derechos humanos sean siempre respetados; que se consolide y valore el estado de derecho constitucional; que el diálogo y la concertación primen sobre los actos de violencia y discriminación.

 

Qué importante que tomáramos todos conciencia de que un buen cristiano debe ser un excelente ciudadano. Recuperemos los principios básicos de una ética del respeto, de la valoración de la vida, de los bienes y de la casa común, que va más allá de los credos religiosos, ideológicos o políticos, que hace posible que avancemos en lo que San Pablo VI denominaba la “civilización del amor”.

 

Por una conciencia ética valiente.

 

Los clamores de tantos invitando a la pacificación y moderación de las manos, de las acciones y del lenguaje, servirán sin duda a la reconstrucción del tejido social, roto. Que estos clamores sean leídos y acogidos como el despertar de una conciencia ética valiente, animada por el deseo de convertirse, es decir, de rehacer el camino por la senda de la fraternidad y de la paz. 


El libro de los Proverbios dirá que es necesario “con todo cuidado vigilar el corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida. Apartar de él las palabras perversas y alejar de los labios la maldad” (4, 23-24), como una forma de alcanzar la meta de la unidad. Es el corazón el centro de todo nuestro actuar, como lo afirmará el papa Francisco en su encíclica Dilexit nos, sobre el Corazón de Jesús. “En este mundo líquido es necesario hablar nuevamente del corazón, apuntar hacia allí donde toda persona, de toda clase y condición, hace su síntesis”.

 

(n. 9). Y eso nos está faltando. Hay que volver al corazón de carne que nos hace más humanos. Porque no lo hacemos, la ética desaparece y el amor se convierte en una connivencia egoísta que destruye almas y cuerpos. Somos capaces de ser mejores seres humanos, y María, Madre de la Iglesia y Madre de todos, está a nuestro lado para lograr este soñado fin.

 

Con María caminamos en la esperanza.

 

Escribo esta Carta en la memoria litúrgica de María, Madre de la Iglesia. Esta celebración nos propone como texto evangélico el de San Juan en el capítulo 19: “Junto a la cruz de Jesús estaban también su madre y cerca de ella el discípulo que Él tanto amaba. Jesús le dice: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre” (Jn. 19, 25-27).

 

Sin duda que para María fue el momento más de duro de su vida. Estaba abrazada a la cruz de su Hijo que, siendo víctima inocente, se ofrecía por todos. Ella sabía que era Dios, y que seguro habría de resucitar. Pero esto tampoco le menguaba su pesar, ni secaba sus lágrimas. En el máximo de su dolor, nos es entregada como madre, para que su dolor se convirtiera en consuelo para quienes sufrimos toda clase de penas, como las que actualmente experimenta Colombia y el mundo entero. Ella es la mujer fuerte que acompañó a la Iglesia naciente en la oración, animándola a ser fiel a su Hijo y a no perder nunca la esperanza.

 

En el Corazón Eucarístico de Jesús tenemos vida.

 

Los exhorto para que pongamos la mirada en el corazón de Jesús “que nos amó hasta el extremo” (Jn. 13,1), y que nos dijo con ternura, “vengan a mi todos los que están cansados y agobiados, y yo les haré descansar” (Mt. 11, 28). Estas palabras de consuelo nos deben animar a no dejarnos dominar por la desesperanza y a fortalecer las iniciativas adecuadas para superar juntos los momentos de prueba y de dolor.

 

El domingo 22 de junio celebramos la solemnidad de Corpus Christi. La Eucaristía es la fuente y el culmen de la vida cristiana. Es el sacramento de la unidad, de la fraternidad, de la solidaridad, del perdón. Es también el sacramento que nos alienta en los momentos de fragilidad. Por eso pido a todos los párrocos de la Arquidiócesis de Cali, que dispongan para ese día una importante procesión, de manera que todas las parroquias llenen las calles de sus barrios con el suave olor de Cristo Eucaristía que pasa bendiciendo casas, negocios y, sobre todo personas que creen y esperan en la fuerza sanadora y redentora de este sacramento de salvación. Será también una especial oportunidad para dar un sentido clamor por la paz que todos anhelamos. Nuestro aporte como Iglesia será hacer una y mil veces el llamado a acoger la paz que Cristo nos da.

 

Acoger la paz de Cristo resucitado.

 

Con el papa León XIV, intitulé esta Carta Pastoral y con su palabra llena de confianza en Dios y animadora de “la esperanza que no defrauda” (Rm. 5,5), la termino: “Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada y una paz desarmante, humilde y perseverante. Proviene de Dios, Dios que nos ama a todos incondicionalmente”.

 

Que nadie se sienta excluido de este amor y, que todos seamos perseverantes en superar las diferencias con altura, con respeto y con la confianza en que es caminando juntos, como haremos de Cali, de Valle del Cauca y de Colombia, una familia que mira el futuro con ilusión, sin miedo. 


Que la bendición del Dios Uno y Trino, llegue a todos.

 


+Luis Fernando Rodríguez Velásquez 
Arzobispo de Cali 
9 de junio de 2025. 
Memoria de María, Madre de la Iglesia. 

Mar 3 Jun 2025

¿Dónde quedaría la Patria Potestad de los padres de familia?

Por Mons. Miguel Fernando González Mariño- Respecto a la Resolución 309 del Ministerio de Salud de Colombia. Luego de la lectura y análisis de la Resolución 309 de 2025 del Ministerio de Salud y Protección Social, publicada el 20 de febrero, que tiene por finalidad impartir «lineamientos para garantizar la participación en la toma de decisiones en salud y el ejercicio de la autonomía progresiva y contextual de niños, niñas y adolescentes, a través del asentimiento pediátrico y el proceso de consentimiento informado», en las atenciones en salud, veo con preocupación que en esta Resolución, usando el argumento del interés superior del niño, se menoscaba y se pone en segundo plano el derecho-deber fundamental de los padres de familia a ejercer su custodia permanente tomando decisiones sobre el tipo de educación y de estilo de vida saludable para sus hijos, como parte del ejercicio del derecho de libertad de enseñanza. 

 


Los padres de familia son los protagonistas en el auténtico desarrollo personal de los menores de edad, especialmente teniendo en cuenta su fragilidad en estas etapas del desarrollo como son la infancia, la niñez y la adolescencia. La experiencia y los estudios sobre el proceso del desarrollo humano explican ampliamente los cambios fuertes que se dan en la preadolescencia y adolescencia que causan profunda inestabilidad y crisis de identidad en las personas, que perturban el ejercicio de la capacidad de tomar decisiones suficientemente informadas y conscientes Especial atención y análisis se debe hacer sobre el Anexo de la norma, que en nuestro parecer desborda la misma Resolución indicando ámbitos concretos en los cuales se invadirá la vida de las familias sustrayendo a los niños, niñas y adolescentes de la protección y custodia por parte de sus padres en temas tan delicados como la salud y las decisiones en ámbitos como el crecimiento armónico e integral en la sexualidad. No se trata de oponer al camino de crecimiento y paulatina madurez de los menores, el deber que tienen los padres de familia, por la Patria Potestad, de custodiar y proteger a sus hijos, sino de reconocer que el crecimiento de los menores no se puede dar sin el concurso necesario de los padres.

 


Por ello, me permito recordar que la Patria Potestad es sobre todo un derecho de los niños, porque:
1.    Los niños tienen derecho a la protección de la familia, ésta es el primer entorno protector para los niños, y tiene la responsabilidad de garantizar su bienestar y desarrollo, como lo dispone la Constitución política de Colombia en los artículos 42 y 44. La familia es el núcleo fundamental de la sociedad porque constituye el origen y fundamento de las relaciones sociales. La familia no es sólo un lugar de afectos, sino una relación social que genera el desarrollo de la sociedad, incluyendo valores y normas de convivencia. La familia actúa como un modelo de vida y un espacio para la formación de personas con carácter ético, contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa y humana.  

 


2.    La Corte Constitucional en la sentencia C-1003 de 2007 señaló que la Patria Potestad o Potestad Parental es intrasmisible, irrenunciable, imprescriptible, temporal y comprende la representación de hijo menor. Por lo cual no se puede sustraer a los Padres o dejarlos como actores secundarios en un rol de emitir un “consentimiento sustituto” en materia de salud de sus hijos, como lo dispone la Resolución. Por lo anterior, el mejor modo de amparar los derechos de los menores es salvaguardar los derechos de la familia pues ellos están en el centro de la vida familiar ya que todos los derechos de la familia son derechos de los niños. La familia es la comunidad en la que, desde la infancia, se aprenden los valores morales y a ejercer con responsabilidad la libertad, hay que ofrecerle los medios para que ella desempeñe su vocación educativa con idoneidad y así contribuya al bien superior de los menores de edad.

 

 

3.    Los derechos de la familia y de los padres no son concesiones del Estado, ni corresponden a una exigencia ética de un momento histórico determinado, sino que son derechos preferentes por ser la familia, una institución natural constituyente del ser de la persona humana y anterior al Estado. Los derechos de la familia son también derechos naturales que manifiestan su estructura jurídica fundamental.

 

 

4.    Es un avance y un cambio positivo el proceso por el cual hemos pasado de considerar a los niños, niñas y adolescente como sujetos de derechos y por tanto la necesidad de continuar transformando pautas de crianza y de educación de los hijos de tipo autoritario y sin tomar en consideración de manera progresiva y prudente el parecer de los menores. Pero esto no significa desconocer su necesidad de guía, orientación, acompañamiento especialmente en las dimensiones más sensibles de su desarrollo y personalidad como lo son la salud y la educación. La «autonomía progresiva contextual de niños y adolescentes» reconoce la capacidad creciente de los menores para ejercer sus derechos y asumir responsabilidades, mientras que la Patria Potestad de los padres implica la obligación y el derecho de velar por su bienestar y desarrollo. Ambos conceptos se complementan, buscando la mejor forma de equilibrar la protección parental con la creciente autonomía del menor, por ello privilegiar uno en menoscabo de otro, vulnera los derechos integrales de los niños, niñas y adolescentes.  

 

 

En la búsqueda para que los menores de edad tengan un rol activo en las decisiones relacionadas con su atención médica, según su desarrollo y madurez, preocupa cómo se define el nivel de madurez del menor para tomar decisiones, especialmente aquellas de alta complejidad y aquellas que afectan de manera permanente en su identidad y desarrollo personal. El papel de los padres de familia es fundamental porque ellos tienen el derecho-deber de cuidar, proteger y custodiar el bien del menor, en este caso el bien de la salud y de su desarrollo personal.

 

 

5.    El Estado y las instituciones sociales tienen como misión favorecer, apoyar y propender a que los padres de familia desarrollen su vocación en favor de los menores. Ninguna institución puede suplantar o reemplazar a la familia en esta su tarea primera y primordial. La tarea del Estado está mediada por los principios de la corresponsabilidad y subsidiariedad. Así en virtud de la subsidiariedad el Estado debe garantizar, promover y fomentar la subjetividad de la institución familiar y el papel de protagonista que ella tiene en la vida social. El Estado debe permitir que la familia realice la misión que le corresponde. La tarea del Estado es respetar y complementar la misión de la familia. Por lo que surge la pregunta, si se tuvo en cuenta la participación y el parecer de las organizaciones de padres de familia y de la educación, en la elaboración de esta Resolución, que los afecta en sus derechos y los deja en un rol secundario como educadores de sus hijos.

 


En este marco, la familia juega un papel esencial, ya que es el primer entorno de amor, protección y formación. Fortalecerla no sólo garantiza los derechos de los niños, sino también el futuro de una sociedad más justa y solidaria, como lo ha afirmado el Papa León XIV, en su discurso al cuerpo diplomático el pasado 16 de mayo, la familia «bien pequeña, es cierto, pero verdadera sociedad y más antigua que cualquiera otra; por ello, es tarea de quien tiene responsabilidad de gobierno aplicarse para construir sociedades civiles armónicas y pacíficas. Esto puede realizarse sobre todo invirtiendo en la familia».

 


Finalmente, me permito hacer un reconocimiento a los padres de familia que con entrega y generosidad se esfuerzan por buscar el mejor bien para sus hijos: la salud, la educación y el crecimiento humano y espiritual.  

 


+Miguel Fernando González Mariño
Obispo de El Espinal
Presidente de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia
 

La iglesia en Colombia
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Mié 18 Jun 2025

Obras Misionales Pontificas de Colombia acompaña la formación misionera en Panamá

En el marco del Primer Encuentro Nacional de la Pontificia Unión Misional (PUM), que se desarrolla del 17 al 19 de junio en Panamá, las Obras Misionales Pontificias (OMP) de Colombia se suman activamente a una serie de jornadas formativas dirigidas a obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas y animadores de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM). El objetivo de este espacio es claro: revitalizar el compromiso misionero y renovar el ardor evangelizador de la Iglesia local.


El padre Samir de Jesús García Valencia, Director Nacional de las OMP de Colombia y Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal de Misiones, participa como expositor principal, aportando su experiencia y visión pastoral a este proceso formativo. Su presencia refleja el espíritu de comunión misionera entre las Iglesias del continente y refuerza el papel de la PUM como alma y dinamismo de toda acción evangelizadora.


El itinerario de formación se extiende por tres diócesis panameñas:


•    17 de junio: Diócesis de Chitré – Capilla Nuestra Señora del Carmen, en Los Canelos.
•    18 de junio: Diócesis de Penonomé – Comunidad Cristo Sembrador.
•    19 de junio: Arquidiócesis de Panamá – Casa Monte Alverna.


Las jornadas proponen una espiritualidad misionera con enfoque sinodal, subrayando que la misión no es un apéndice de la pastoral, sino su núcleo esencial. A través de dinámicas formativas y momentos de oración, se anima a los participantes a redescubrir la identidad de la PUM como fuerza interior que anima, une y proyecta la misión de la Iglesia en todos sus ámbitos.


Desde Panamá, OMP Colombia celebra la oportunidad de fortalecer los procesos formativos misioneros y reafirma su compromiso con una Iglesia en salida, donde cada bautizado asuma con alegría, profundidad y convicción su vocación evangelizadora.
 

Lun 19 Mayo 2025

El clero del Valle del Cauca renovó su esperanza durante Jubileo celebrado en Buga

 

La Basílica del Señor de los Milagros fue el escenario central del Jubileo que reunió en Buga a cerca de 500 consagrados, entre obispos, sacerdotes, diáconos y seminaristas, de la Arquidiócesis de Cali, y de las Diócesis de Buga, Cartago, Palmira y Buenaventura; un encuentro de comunión, fraternidad, compromiso misionero y esperanza. 


La jornada, enmarcada en el Jubileo de la Esperanza, inició con una liturgia penitencial presidida por monseñor Rodrigo Gallego Trujillo, obispo de Palmira, quien invitó a los presentes a mantener viva la esperanza en el ministerio sacerdotal y a ser portadores de esperanza para el pueblo fiel de Dios.


Peregrinación y Eucaristía: Un llamado a la esencialidad

 

Meditando el Santo Rosario, los participantes peregrinaron hacia la Basílica, donde celebraron la Santa Misa presidida por monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali. En su homilía, el prelado destacó tres ejes clave:


1. La prioridad del anuncio de Cristo: "Nuestra felicidad está en ser servidores, no protagonistas. El pueblo necesita el Pan de Vida, no solo pan material", afirmó.


2. El Jubileo como oportunidad de conversión: Exhortó a purificar "las huellas del pecado" mediante la confesión y a volver al amor primero de la vocación.


3. Unidad y esperanza en el nuevo pontificado: Celebró el pontificado del Papa León XIV, enfatizando su llamado a la santidad y la misión en continuidad con el magisterio de la Iglesia. 
  


Además, el Arzobispo de Cali exhortó a los sacerdotes, diáconos y seminaristas a reavivar el ardor pastoral y ser artesanos de esperanza en un mundo fragmentado. 


  
Culminación en fraternidad

 

El Jubileo del Clero y de los Seminaristas de la Provincia Eclesiástica de Cali finalizó con actividades culturales y de integración en el Seminario Mayor Los Doce Apóstoles de Buga que reforzaron el sentido de familia eclesial en el Valle del Cauca.  
 

 Vea los mejores momentos a continuación: 

 

 

 

Vie 16 Mayo 2025

La Arquidiócesis de Ibagué está de fiesta jubilar: 125 años viviendo la fe en comunidad y uniendo al Tolima en esperanza

 

La Iglesia en el Tolima vive días de fiesta al conmemorar los 125 años de la creación de la Diócesis de Ibagué y los 50 años de su elevación a Arquidiócesis Metropolitana, hitos que han marcado su trayectoria espiritual y social en la región. Con una serie de actividades litúrgicas, culturales y comunitarias, la Arquidiócesis busca renovar la fe de sus fieles y honrar su legado histórico.


Fides et historia: los pontífices que empezaron a escribir esta travesía


Los orígenes de la jurisdicción eclesiástica en el Tolima se remontan a 1894, cuando el papa León XIII erigió la Diócesis del Tolima, con sede en Neiva, y nombró a monseñor Esteban Rojas Tovar como su primer obispo. Sin embargo, en 1900, el mismo pontífice reorganizó el territorio y creó las diócesis de Garzón e Ibagué, esta última bajo el liderazgo de monseñor Ismael Perdomo Borrero, quien gobernó hasta 1923. Desde entonces, ocho obispos —y luego arzobispos— han guiado esta Iglesia particular, que en 1974 fue elevada al rango de Arquidiócesis Metropolitana por el papa Pablo VI.


Su actual arzobispo, monseñor Orlando Roa Barbosa, destacó la importancia de este jubileo:


“Teniendo presentes los 130 años de la creación de la Diócesis del Tolima, 125 años de la creación de la Diócesis de Ibagué y 50 años de su elevación a Arquidiócesis Metropolitana, deseo que estos trascendentales acontecimientos eclesiales sean el motivo del Jubileo Particular de la Arquidiócesis de Ibagué, que vincula también a toda la Provincia Eclesiástica según el juicio ponderado de sus pastores diocesanos”.


Agenda de celebración: fe, cultura y comunión


Aunque la conmemoración inició el 13 de mayo con una exposición histórica en la Curia Arzobispal, los eventos centrales se desarrollarán entre el 17 y el 20 de mayo, con participación de autoridades eclesiásticas nacionales y locales:


•    17 de mayo: Un desfile de bandas marciales recorrerá el centro de Ibagué, desde el parque Andrés López de Galarza hasta el Seminario Mayor María Inmaculada, donde se llevará a cabo el Jubileo de los niños y jóvenes.


•    18 de mayo: Las parroquias celebrarán misas en honor a la Inmaculada Concepción, patrona de la Arquidiócesis.


•    19 de mayo: El Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, se reunirá con sacerdotes de la Provincia Eclesiástica (Ibagué, Neiva, Garzón, Espinal y Líbano-Honda), seguido de un Concierto de Gala en el Teatro Tolima.


•    20 de mayo: La Eucaristía central, presidida por 25 obispos, entre ellos, el cardenal Rubén Salazar Gómez, y 200 sacerdotes, cerrará el jubileo en la Catedral Metropolitana.


Un jubileo en clave de esperanza


Monseñor Roa vinculó esta celebración con el Año de la Oración 2024 y el próximo Jubileo Ordinario 2025, convocado por el papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de la Esperanza”:


“No podría haber un mejor contexto porque, en primer lugar, todo debe ser fruto de la oración, es decir, del encuentro personal con Jesucristo, y todo debe ser movido por ‘la esperanza que no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos ha dado’ (Rm 5,5)”.


Además de estas actividades festivas, desde mayo de 2024, la Arquidiócesis ha impulsado prácticas de caridad, retiros espirituales y proyectos de evangelización para fortalecer la fe de las comunidades y la unidad eclesial.


Un legado que perdura


Con más de un siglo de historia, la Arquidiócesis de Ibagué sigue siendo un referente de vida pastoral y compromiso social en el centro del país. Este jubileo no solo mira al pasado, sino que proyecta su misión hacia el futuro, arraigada en la oración, la esperanza y la comunión.

 

 

 

 

Vie 9 Mayo 2025

Tercer Rosario Nacional: “Colombia en el corazón de María”

El próximo martes 13 de mayo a las 11:00 a. m., se llevará a cabo el Tercer Rosario Nacional bajo el lema “Colombia en el corazón de María”, una convocatoria espiritual que busca unir a los fieles del país en oración por las familias colombianas.

 

El evento tendrá lugar en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, santuario mariano nacional, y será transmitido por distintos medios de comunicación a nivel nacional e internacional.

 

La iniciativa es organizada por el Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora de Chiquinquirá, el movimiento Lazos de Amor Mariano y la Familia Religiosa Fricydim - Mater Fátima, con el objetivo de fortalecer los lazos de fe y esperanza en el marco del Jubileo de la Esperanza convocado por el papa Francisco para el año 2025.

 

En un contexto marcado por desafíos sociales y espirituales, esta jornada busca ser un espacio de encuentro con Dios y de unión entre los colombianos. Los organizadores extienden una invitación fraterna a obispos, sacerdotes, comunidades religiosas, movimientos eclesiales, medios de comunicación y, especialmente, a las familias, a participar de este acto de fe como peregrinos de esperanza, gracia, perdón y caridad.

 

Para más información y detalles sobre cómo participar activamente en la jornada, se pueden consultar las redes sociales oficiales del evento: @materfatima_col. Además, está disponible el comunicado de prensa con la invitación oficial al Rosario Nacional.

 

¡Colombia en el corazón de María!

 

La iglesia en el mundo
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Mar 21 Feb 2023

Mensaje para la Cuaresma 2023: ‘Ascesis cuaresmal, un camino sinodal’

Desde el Vaticano el cardenal Micheal Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, presentó el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2023, bajo el título “Ascesis cuaresmal, un camino sinodal”.


La “transfiguración” personal y eclesial es el objetivo del camino ascético de Cuaresma, y también del proceso sinodal, que propone el Pontífice en su mensaje y para ello se vale del Evangelio de la Transfiguración del Señor que se proclama el segundo domingo de este tiempo litúrgico para reivindicar “el método y el estilo” de una Iglesia sinodal.


El proceso sinodal parece a menudo un camino arduo, lo que a veces nos puede desalentar. Pero lo que nos espera al final es sin duda algo maravilloso y sorprendente, que nos ayudará a comprender mejor la voluntad de Dios y nuestra misión al servicio de su Reino”.


La penitencia de Cuaresma -escribe el pontífice- es un compromiso, sostenido por la gracia, para superar nuestra falta de fe y nuestra resistencia a seguir a Jesús en el camino de la cruz”.


Esto requiere esfuerzo, sacrificio y concentración, que son también requisitos para el Camino Sinodal; y por eso podemos decir que “nuestro camino cuaresmal es 'sinodal' ya que lo hacemos juntos por el mismo camino, como discípulos del único Maestro”.


Tanto en el camino litúrgico como en el camino del Sínodo, la Iglesia no hace otra cosa que entrar cada vez más profunda y plenamente en el misterio de Cristo Salvador”.


Al igual que el viaje de los discípulos al Monte Tabor, el papa Francisco reconoce que el proceso sinodal puede parecer arduo y llevar al desánimo.


Sin embargo, dice que “lo que nos espera al final es sin duda algo maravilloso y asombroso, que nos ayudará a comprender mejor la voluntad de Dios y nuestra misión en el mundo”.

 



LEER MENSAJE DE CUARESMA 2023
 


 

Jue 2 Feb 2023

Los cinco “ingredientes” que sugiere el Papa a los jóvenes congoleños

Este jueves 2 de febrero el Papa Francisco ha tenido un encuentro con los jóvenes de la República Democrática del Congo, en el Estadio de los Mártires en Kinsasa y les ha sugerido algunos “ingredientes para el futuro” que pueden asociarse a los dedos de la mano.
 

El Pontífice se ha centrado en la fuerza de las manos y les ha pedido que “miren sus manos y abran las palmas” para después recordarles que Dios ha puesto en sus manos el don de la vida, el futuro de la sociedad y de este gran país. “Hermano, hermana, ¿tus manos te parecen pequeñas y débiles, vacías e inadecuadas para tareas tan grandes? Quisiera llamar tu atención sobre un detalle: todas las manos son similares, pero ninguna es igual a la otra, por eso eres un tesoro único, irrepetible e incomparable. Nadie en la historia puede sustituirte” ha asegurado.
 

Después, les ha hecho reflexionar a través de dos preguntas: “¿para qué sirven mis manos?, ¿para construir o para destruir, para dar o para acaparar, para amar o para odiar?”, subrayando que pueden “apretar la mano y cerrarla y se vuelve un puño” o pueden “abrirla y ponerla a disposición de Dios y de los demás”. Para que comprendan mejor sus palabras, el Papa les ha aconsejado cinco “ingredientes para el futuro”, que pueden asociar a los dedos de la mano. Se trata de cinco consejos “para distinguir las prioridades entre todas esas voces persuasivas que circulan”.
 

El dedo pulgar corresponde a la oración
El Papa ha iniciado con el dedo pulgar, el dedo más cercano al corazón, a quien corresponde “la oración”. “La oración puede parecer una realidad abstracta, lejana de los problemas tangibles. Sin embargo, es el primer ingrediente, el más esencial, porque nosotros solos no somos capaces. No somos omnipotentes y, cuando alguien cree que es así, fracasa miserablemente”. Por eso, Francisco les ha pedido “enraizarse en la oración, en la escucha de la Palabra de Dios, que nos permite crecer cada día en profundidad, dar fruto y transformar la contaminación que respiramos en oxígeno vital”.
 

En este sentido, les recuerda que no tienen que dirigirse a Jesús “como a un ser lejano y distante al que hay que tenerle miedo”, sino “como al mejor de los amigos, que dio la vida por ti. Él te conoce, cree en ti y te ama, siempre”. También les ha pedido “no tener miedo de tomar entre las manos el crucifijo y apretarlo contra el pecho, derramando las lágrimas sobre Jesús. Grítale las esperanzas de tu corazón, confíale los secretos más íntimos de la vida: la persona que amas, las heridas que llevas dentro, los sueños que tienes en el corazón”, pues “quien reza supera el miedo y se hace cargo de su propio futuro”.
 

El dedo índice corresponde a la comunidad
A continuación, Papa pone la mirada en el segundo dedo, el índice. “Con este indicamos algo a los demás. Los otros, la comunidad, este es el segundo ingrediente”. En este segundo punto, Francisco les ha pedido a los jóvenes congoleños que no dejen que su juventud se estropee por la soledad y el aislamiento y siempre permanezcan juntos, pues solo así “serán felices” “porque la comunidad es el camino para estar bien consigo mismo, para ser fieles a la propia llamada”.
 

Las decisiones individualistas, en cambio, al principio parecen atrayentes, pero después sólo dejan un gran vacío interior. Piensen en la droga; te esconde de los demás, de la verdadera vida, para hacerte sentir omnipotente, pero al final te encuentras despojado de todo. Piensen también en la dependencia del ocultismo y de la brujería, que te atrapan en las garras del miedo, de la venganza y de la rabia. No se dejen encantar por esos falsos paraísos egoístas, construidos en base a la apariencia, los beneficios fáciles o unas religiosidades desviadas”.
 

El Papa también les ha pedido que se cuiden de la tentación de señalar a alguien con el dedo y de excluir a otro porque tenga un origen distinto al de ellos, pues se corre el riesgo de que “primero se crea en los prejuicios sobre los demás, después se justifique el odio y, por tanto, la violencia, y al final nos encontramos en medio de la guerra”.
 

Además, ha hecho una clara observación sobre el riesgo que se corre hoy en día de quedar atrapados en las redes sociales: “La virtualidad no basta. No podemos conformarnos con el mero interactuar con personas lejanas e incluso falsas. La vida no se escoge tocando la pantalla con el dedo. Es triste ver jóvenes que están horas frente a un teléfono. Después de que contemplaran tanto tiempo la pantalla, los miras a la cara y ves que no sonríen, la mirada está cansada y aburrida. Nada ni nadie puede sustituir la fuerza del grupo, la luz de los ojos, la alegría de compartir”.
 

El dedo medio corresponde a la honestidad
Ahora es el momento de explicar el dedo medio, que, como ha dicho el Papa, “se eleva por encima de los otros casi para recordarnos algo imprescindible: la honestidad”. “Aprende bien estas dos palabras. Honestidad, y lo contrario: corrupción. A veces se oye decir: "Pero si es una buena persona, trabaja bien, sabe llevar bien las cosas... pero es un corrupto...". Las dos cosas no van juntas” advierte.
 

En este sentido, el Santo Padre ha querido hablarles también del cáncer de la corrupción: “Algunas personas son buenas, inteligentes, pero corruptas” y les pregunta: ¿Una persona corrupta es honesta o no?”. “No a la corrupción. Pas de corruption. Todos juntos decimos: "¡Pas de corruption!" ha exclamado.
 

El dedo anular corresponde al perdón
El Pontífice también ha hecho mención al cuarto dedo, el anular. “En él se ponen los anillos nupciales. Pero, si lo piensan, el anular es también el dedo más débil, el que cuesta más trabajo levantar. Nos recuerda que las grandes metas de la vida, el amor en primer lugar, pasan a través de la fragilidad, el esfuerzo y las dificultades”. Pero – pregunta a los jóvenes – “en nuestra fragilidad, en las crisis, ¿cuál es la fuerza que nos permite seguir adelante? El perdón”. “Perdonar quiere decir saber empezar de nuevo. Perdonar no significa olvidar el pasado, pero no resignarse a que se repita” asegura.
 

En este sentido, el Papa explica que para crear un futuro nuevo “necesitamos dar y recibir perdón”. “Ahora os pido un favor: guardemos todos un minuto de silencio y pensemos cada uno en las personas que nos han ofendido. Y en este silencio, ante Dios, perdonémosles” les ha pedido a los jóvenes reunidos en el estadio.
 

El dedo meñique corresponde al servicio
Por último, el Papa señala el último dedo, el más pequeño, el “meñique” al que corresponde con el servicio.  “Es precisamente la pequeñez, el hacerse pequeño, lo que atrae a Dios. ¿Sabes una cosa? Esta es una regla de vida, para cada uno de nosotros, escúchala: El que sirve se hace pequeño”.
 

Al final de su discurso les ha pedido que “no se desanimen nunca”: “Cuando estés triste, cuando estés desanimado, toma el Evangelio y mira a Jesús, él te dará fuerzas”.


Fuente: Vatican News

Vie 20 Ene 2023

Cebitepal abre inscripciones para diplomados y cursos del año 2023

El centro de formación de la Iglesia Católica Cebitepal desea continuar ofreciendo propuestas académicas, atendiendo así,  las necesidades de actualización en parroquias, obispados, Conferencias Episcopales, instituciones educativas y comunidades de América Latina y Caribe.


Es por ello que, para estos primeros meses del año, abrió las inscripciones ofreciendo una gran variedad de temas que constituyen en sí misma una excelente oportunidad para agentes de pastoral social, jóvenes y líderes jóvenes, sacerdotes, laicos y laicas, religiosas y religiosos.



Los 14 cursos y diplomados son:


Campamento virtual juvenil
Doctrina Social de la Iglesia. Por el camino del Tata Vasco de Quiroga
Derechos Humanos y las “3 T”
Evangelio de Marcos
Liderazgos juveniles. Para la transformación social.
Pastoral Juvenil Participativa. Con enfoque vocacional.
Construcción de Paz y Transformación Social de conflictos
La Palabra de Dios. Fuente de la Vida y la Misión de la Iglesia.
De la Tierra a la Mesa. Crecimiento para campesinos y comunidades.
Formación para Matrimonios orientadores familiares
ADICCIONES: Rumbo a una Pastoral Latinoamericana
Pastoral Juvenil para Líderes
La Ciudad, espacio para la iniciación Cristiana
El Evangelio Escondido



Los itinerarios de formación que ofrecen están adaptados al contexto de las regiones de los participantes, abordando temáticas prioritarias en la formación de agentes de pastoral a nivel continental.


En el Cebitepal las bases sobre las que se planea la oferta educativa son el Magisterio Latinoamericano, particularmente el del Papa Francisco, y los cuatro sueños de Querida Amazonia: social, cultural, ecológico y eclesial.


Inscripciones
Los interesados podrán inscribirse a través del correo electrónico [email protected] o comunicarse a través de la línea telefónica (+57) 3226800541


El Cebitepal
Es el centro de formación del Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM que realiza su misión desde un espíritu de comunión y participación, mediante la docencia, la investigación y diversos servicios, con los rasgos propios de la teología y la metodología latinoamericana.


Acceda a la Programación 2023 completa del Centro de Formación Cebitepal cliqueando AQUÍ 

Jue 19 Ene 2023

Quinto Rosario Mundial: por la inocencia de los niños del mundo

Mater Fátima, en unión con el movimiento mariano Theotokos y la diócesis de Yakima (Estados Unidos), convocan a unirse el próximo 20 de febrero al rezo del Santo Rosario en la memoria litúrgica de los santos Francisco y Jacinta Marto, con el lema: "Por la inocencia de los niños del mundo". La intención de este rezo es en defensa y preservación de la inocencia de los niños.

 

El obispo de Yakima, monseñor Joseph J. Tyson, presidirá el Rosario desde la catedral de San Pablo, que será transmitido en vivo por televisión, radio y redes sociales. Los niños presentarán a Jesús, a través de la Santísima Virgen María, la intención de que en el mundo se cultive, defienda y preserve la inocencia de todos los niños. 
 

Además el Santo Rosario se ofrecerá por la conversión de los pecadores y el triunfo del Inmaculado Corazón de María; por las familias, núcleo de la sociedad y semillero de vocaciones; por el papa y su misión de guiar, como pastor universal a la Iglesia Católica; y por los misioneros, para que el fuego del Espíritu Santo los lleve a evangelizar en todos los rincones del mundo.
 

El programa del 5° Rosario Mundial contempla la preparación de 33 días para niños y adultos, que consistirá en una serie de oraciones, charlas formativas y meditaciones en vivo impartidas por el padre Héctor Ramírez. La preparación se inicia hoy, 18 de enero. Al terminar este camino espiritual, el 20 de febrero se hará la consagración de sus vidas a los Corazones de Jesús y de María.
 

Cualquier persona, desde cualquier parte del mundo, puede unirse a través de los canales de YouTube Mater Fátima Español y Consagraciones Mater Fátima y en Facebook Mater Fátima Español y Mater Fátima Consagraciones
 

Para unirse a un grupo de whatsapp / telegram se podrá ingresar a través de los siguientes enlaces: Grupo Whatsapp, Canal de Telegram, Misioneritos.
 

Todo el material descargable (manuales, flyers editables y oraciones) está disponible en www.materfatima.org, para quien desee invitar a su parroquia, comunidad o santuario a vivir el 5° Rosario Mundial.
 



¿Qué es Mater Fátima?
Surge en 2017 como una iniciativa de un grupo de católicos que quieren hacer, como decía la Virgen a sor Lucía, conocer y amar el Corazón Inmaculado de María y ya Dios se encargará de dar a todas esas personas, familias, países, diócesis, sacerdotes, obispos, etc., todas las gracias que Ella prometió en ese santo lugar. 



 

Episcopado al día
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Vie 20 Jun 2025

El Papa León XIV designa nuevo Obispo Auxiliar para la Arquidiócesis de Bogotá: Pbro. Germán Humberto Barbosa Mora

 

El Papa León XIV designó al padre Germán Humberto Barbosa Mora, de la Diócesis de Engativá, como nuevo obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá. El presbítero cuenta con más de dos décadas de ministerio, sólida preparación teológica y una importante experiencia en la formación de nuevos sacerdotes y en la educación universitaria. Ahora, junto a monseñor Alejandro Díaz García y a monseñor Edwin Raúl Vanegas Cuervo, apoyará al cardenal Luis José Rueda Aparicio en la misión de pastorear la Sede Primada de Colombia. 

 

El padre Barbosa Mora nació en la capital colombiana el 24 de diciembre de 1974; ingresó al Seminario Mayor de Bogotá, donde completó su formación y fue ordenado sacerdote el 2 de diciembre del año 2000. Desde entonces, su vida ha estado marcada por el servicio en distintas parroquias y roles de liderazgo eclesial. En 2003, con la creación de la Diócesis de Engativá, quedó incardinado en esta nueva jurisdicción, donde ha desarrollado gran parte de su labor pastoral.


El presbítero cursó estudios de licenciatura y doctorado en teología moral en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde realizó su tesis sobre la dimensión ética de las redes sociales en las relaciones interpersonales. 

 

Ha asumido un rol activo en la formación de sacerdotes y de diáconos permanentes; ejerció como formador y Delegado de Animación Vocacional en el Seminario Mayor de Bogotá (2017-2019) y como Director de la Casa Seminario San Lorenzo en Cota (2020-2023). Además, ha sido docente en la Universidad San Buenaventura, la Unimonserrate, la Unicervantes y la Universidad de Santo Tomás.

 

Desde 2019, el padre Germán Humberto Barbosa se desempeña como Vicario Episcopal de la Vicaría Nuestra Señora del Rosario y miembro del Consejo Episcopal de la Diócesis de Engativá, desde donde ha contribuido en la toma de decisiones pastorales. Actualmente, es párroco de La Divina Gracia, templo ubicado en Suba (2023-2025). 
 

 

Biografía:

 

El Padre Germán Humberto Barbosa Mora, nació en la ciudad de Bogotá, el 24 de diciembre de 1974. Tras terminar sus estudios de secundaria ingresó al Seminario Mayor de Bogotá, donde culminó su formación y fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Bogotá el 2 de diciembre de 2000. 


En el 2003, con la erección de la Diócesis de Engativá, el Padre Germán Humberto quedó incardinado en dicha jurisdicción eclesiástica. 
 


Ha tenido los siguientes encargos pastorales:

 

-Vicario Parroquial de la Parroquia “S. Juan Bautista de la Estrada” (2001).
-Párroco de la Parroquia “Nuestra Señora de Copacabana” (2002 - 2005).
-Estudios en la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma (2005 - 2007).
-Párroco de la Parroquia “Nuestra Señora del Rosario”, Cota (2007 - 2011).
-Párroco de la Catedral de Engativá “San Juan Bautista de la Estrada” (2011 -2013).        
-Doctorado en Teología Moral en la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma (2013 - 2016).
-Formador y Delegado de Animación Vocacional en el Seminario Mayor de Bogotá (2017 - 2019).   
-Vicario Episcopal de la Vicaría “Nuestra Señora del Rosario” y Miembro del Consejo Episcopal de la Diócesis de Engativá (2019 - 2025).
-Director de la Casa Seminario San Lorenzo en Cota (2020 - 2023).
-Párroco de la Parroquia “La Divina Gracia” en Suba (2023 - 2025).


 
El 20 de junio de 2025, el Papa León XIV lo nombra Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá, asignándole la sede titular de Uzalensis. 
 

Sáb 14 Jun 2025

El Papa León XIV designa Vicario Apostólico para Guapi: Pbro. Alfonso García López

 

El Papa León XIV designó al padre Alfonso García López, sacerdote de la Diócesis de Istmina–Tadó, como nuevo Vicario Apostólico de Guapi (Cauca). Su nombramiento se da tras una trayectoria de 27 años de servicio pastoral en diversas comunidades del sur del departamento del Chocó, experiencia en formación sacerdotal y una destacada trayectoria académica en diversas áreas teológicas y administrativas.


El padre Alfonso García, nacido el 23 de febrero de 1971, fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1998 por el entonces obispo de Istmina-Tadó, monseñor Alonso Llano Ruíz. Cursó sus estudios básicos en el Seminario Menor de Istmina y los superiores en el Seminario Mayor San Pío X de la misma diócesis.


Su formación incluye una licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa (Universidad Católica de Oriente, 2000), una especialización en Pedagogía y Didáctica (2002), una especialización teológica con énfasis en Formación Sacerdotal en el  Instituto Teológico-Pastoral para América Latina (2005), una maestría en Administración de Empresas y Negocios Internacionales (Universidad Phoenix, EE. UU., 2011) y una especialización en Estudios Bíblicos (Universidad Uniclaretiana, 2012). 


En su labor pastoral, se ha desempeñado como párroco en varias comunidades la Diócesis de Istmina-Tadó, entre ellas, Santa Rita de Casia (Río Iró), San Roque (Juradó) e Inmaculado Corazón de María (Bahía Cupica). También ejecutó roles formativos: rector y vice-rector del Seminario Mayor San Pío X (2002-2003; 2006-2008), y responsable de Pastoral Universitaria (2009-2010). Fue párroco de la Catedral San Pablo Apóstol (2011-2018) y, recientemente, de la parroquia Espíritu Santo (2024).


Desde 2018 hasta la actualidad, ejerció como vicario general, exorcista, moderador de la curia y delegado de Pastoral Sacerdotal en su diócesis.


El Vicariato Apostólico de Guapi es una jurisdicción eclesiástica con amplia presencia de comunidades afrocolombianas e indígenas, así como con múltiples desafíos sociales vinculados al conflicto armado y la pobreza. La nueva misión episcopal encomendada por el Papa León XIV al padre García López, con amplia experiencia en zonas de difícil acceso y formación en gestión, podría representar un importante signo de esperanza para el fortalecimiento de la labor pastoral de la Iglesia Católica en esta zona del país.

 

Biografía


El padre Alfonso García López nació en Juradó (Chocó) el 23 de febrero de 1971.

 

Fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1998, por S.E. Mons. Alonso Llano Ruíz, entonces Obispo de Istmina - Tadó.

 

Cursó sus estudios de bachillerato en el Seminario Menor de Istmina, posteriormente filosofía y teología en el Seminario Mayor San Pío X de la Diócesis de Istmina – Tadó.

 

Obtuvo la Licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa en la Universidad Católica de Oriente - Rionegro, Antioquia - (2000); en el 2002 realizó la Especialización en Pedagogía y Didáctica de la misma Universidad; en el 2011 la Maestría en Administración de Empresas y Negocios Internacionales con la Universidad Phoenix, Arizona (EE. UU) y, en 2012, la Especialización en Estudios Bíblicos ante la Universidad Uniclaretiana.

 

Ha tenido los siguientes encargos pastorales:

 

-    Párroco de Santa Rita de Casia, Río Iró (1998 - 2000).
-    Párroco de San Roque, Juradó (2000 - 2001).
-    Párroco del Inmaculado Corazón de María, Bahía Cupica, Bahía         Solano (2001 – 2002).
-    Vice-Rector del Seminario Mayor Diocesano San Pío X y, luego, Rector del mismo (2002 - 2003).
-    Estudiante de especialización Teológica con énfasis en Formación Sacerdotal en el ITEPAL (2004 – 2005).
-    Vice-Rector del Seminario Mayor Diocesano San Pío X (2006 – 2008).
-    Responsable diocesano de Pastoral Universitaria, Adscrito a la Parroquia de la Catedral San Pablo Apóstol de Istmina (2009 – 2010).
-    Párroco de la Catedral San Pablo Apóstol de Istmina (2011 – 2018).
-    Vicario General, Exorcista, Moderador de la Curia Diocesana, Delegado de Pastoral Sacerdotal y Formación Permanente del Clero, desde 2018 hasta la fecha.
-    Párroco de la parroquia Espíritu Santo de Istmina (2024).

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El 14 de junio de 2025, el Papa León XIV lo nombra Vicario Apostólico del Vicariato Apostólico de Guapi.
 

Vie 13 Jun 2025

"Ninguna causa justa se ratifica a partir de la sangre”: Arzobispo de Popayán llama a la acción y a la unidad ante violencia en el suroccidente de Colombia

 

A través de un mensaje cargado de dolor pero también de esperanza, el arzobispo de Popayán, monseñor Omar Alberto Sánchez, se pronuncia sobre la grave crisis de orden público que vive el departamento del Cauca y el suroccidente colombiano, donde la escalada de violencia ha dejado víctimas mortales, heridos y comunidades en zozobra.

 

El prelado hace un llamado a "despertar" como sociedad, sin acusaciones, pero con una clara convocatoria a la acción: 

 

"No es una voz de acusación, sino una voz que convoca a un despertar de una sociedad que tiene un compromiso pendiente con el futuro", afirmó.

 

Un rechazo claro a la violencia

Monseñor Omar Sánchez es contundente al señalar que la violencia no es el camino: "Ninguna causa justa se ratifica a partir de la sangre. Una causa que tenga que pasar por lo violento y por la sangre es ya una causa muerta". Además, recuerda que el Cauca "está ávido de soluciones" y reafirma el derecho de las comunidades a la paz.

 

Llamado a líderes y sociedad civil

El Arzobispo de Popayán dirige su mensaje a múltiples actores: desde las víctimas y sus familias –especialmente las de las siete personas fallecidas en los recientes hechos– hasta los líderes sociales, gobernantes y educadores, a quienes instó a no rendirse: "Necesitamos afirmarnos en la esperanza y en la necesidad de no quedar derrumbados, sino activos para el futuro".

 

El prelado también pide una "acción humanitaria de alto nivel" y llama la atención sobre la indiferencia

 

"Si no alzamos la bandera por la vida, cualquier otra bandera parece posible. La bandera de la sociedad civil necesariamente debe ser la vida", enfatiza.

 

Un mensaje para las víctimas: "No están solos"

Monseñor Omar Sánchez se dirige directamente a quienes sufren las consecuencias del conflicto: "Siéntanse acompañados, no estamos derrotados en la esperanza". Asegura que, aunque el dolor es profundo, "en este territorio hay capacidad de poder seguir adelante". 
 

 

Vea el mensaje del Arzobispo de Popayán a continuación:

 

Mar 10 Jun 2025

Arzobispo de Cali pide cese urgente de la violencia en el Valle y Cauca, y presenta propuesta de paz en carta pastoral

 

A través de un mensaje en video, el arzobispo de Cali, monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, pide detener la escalada de violencia que afecta al Valle del Cauca y el Cauca, tras los más de 12 atentados que, en un solo día, se han registrado en esas regiones del país, y que han dejado varias personas muertas, otras heridas y locales destruidos.

 

Bajo el título “Hacia una paz desarmada y desarmante” —el mismo de una carta pastoral enviada por monseñor Rodríguez este 10 de junio a todos los miembros de su arquidiócesis —, el prelado pide a los actores armados y a la sociedad en general “cesar de una vez por todas los actos violentos” y acoger el mensaje de reconciliación del Evangelio: “Mi paz les dejo, mi paz les doy”.

 

“Que seamos capaces de dar pasos hacia una ética valiente para poder encontrar los caminos que nos ayuden a solucionar los conflictos”, afirma el Arzobispo. Además, insta a “desarmar los corazones, las armas y la palabra”, reconociéndose hermanos, aún en la diferencia.

 

Con tono de urgencia y en alusión al periodo de violencia que marcó a Colombia en los años 90, recuerda que la región “no puede vivir lo que hace más de 30 años se vivió”. Insiste en que “el dolor pasado no puede repetirse hoy” y pide que termine “toda escalada de violencia” y que los ciudadanos sean “instrumentos de paz y reconciliación”.

 

El mensaje fue grabado en la Parroquia de la Santísima Trinidad en Cali, desde donde el arzobispo lo definió como un llamado a la “esperanza” y la “fortaleza”, extendiendo una bendición en nombre de la Santísima Trinidad.

 

La carta pastoral: clamor ante la violencia y ruta para una paz desarmada

 

En la carta pastoral, evocando al papa León XIV, el arzobispo desarrolla una reflexión profunda sobre la crisis de violencia en esa y muchas otras regiones del país y propone caminos concretos para construir una paz sostenible. Entre los puntos clave del documento se destacan:

 

- Rechazo total a la violencia: El texto denuncia que los ataques armados, las amenazas y las retaliaciones solo generan más sufrimiento, especialmente en las comunidades más vulnerables.

 

- Llamado al diálogo: Insiste en que la solución no está en la confrontación, sino en “una ética valiente” que permita negociaciones serias, incluyendo a todos los sectores sociales.

 

- Desarme integral: No solo de las armas, sino también de los discursos de odio y las acciones que deshumanizan al otro.

 

- Memoria histórica: Advierte que “el dolor pasado no puede repetirse”, en referencia a los años más críticos del conflicto en la región, e insta a aprender de los errores.

 

- Compromiso de la Iglesia: Recuerda la disponibilidad de la Iglesia para ser facilitadora de espacios de reconciliación y acompañamiento a las víctimas. 

 

Vea el mensaje a continuación: 

 

 

 

Noticias de los departamentos del SPEC
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| Mié 18 Jun 2025

Obras Misionales Pontificas de Colombia acompaña la formación misionera en Panamá

En el marco del Primer Encuentro Nacional de la Pontificia Unión Misional (PUM), que se desarrolla del 17 al 19 de junio en Panamá, las Obras Misionales Pontificias (OMP) de Colombia se suman activamente a una serie de jornadas formativas dirigidas a obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas y animadores de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM). El objetivo de este espacio es claro: revitalizar el compromiso misionero y renovar el ardor evangelizador de la Iglesia local.


El padre Samir de Jesús García Valencia, Director Nacional de las OMP de Colombia y Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal de Misiones, participa como expositor principal, aportando su experiencia y visión pastoral a este proceso formativo. Su presencia refleja el espíritu de comunión misionera entre las Iglesias del continente y refuerza el papel de la PUM como alma y dinamismo de toda acción evangelizadora.


El itinerario de formación se extiende por tres diócesis panameñas:


•    17 de junio: Diócesis de Chitré – Capilla Nuestra Señora del Carmen, en Los Canelos.
•    18 de junio: Diócesis de Penonomé – Comunidad Cristo Sembrador.
•    19 de junio: Arquidiócesis de Panamá – Casa Monte Alverna.


Las jornadas proponen una espiritualidad misionera con enfoque sinodal, subrayando que la misión no es un apéndice de la pastoral, sino su núcleo esencial. A través de dinámicas formativas y momentos de oración, se anima a los participantes a redescubrir la identidad de la PUM como fuerza interior que anima, une y proyecta la misión de la Iglesia en todos sus ámbitos.


Desde Panamá, OMP Colombia celebra la oportunidad de fortalecer los procesos formativos misioneros y reafirma su compromiso con una Iglesia en salida, donde cada bautizado asuma con alegría, profundidad y convicción su vocación evangelizadora.
 

| Vie 13 Jun 2025

Catequistas del suroccidente colombiano profundizan en su misión frente a los desafíos actuales

 

En un ambiente de esperanza y compromiso, y a pesar de las tensiones sociales que se viven actualmente en el Valle del Cauca y el Cauca, 55 catequistas de la región suroccidente del país participaron en el primer Encuentro Regional de Catequistas del año, realizado los días 11 y 12 de junio en la casa de retiros Jesús Antonio Becerra, en la ciudad de Palmira.


La jornada, convocada con el objetivo de fortalecer los lazos de comunión entre quienes tienen la misión de transmitir la fe, contó con la presencia de monseñor Rodrigo Gallego, obispo de Palmira, y del padre Francisco León Oquendo, director de Catequesis del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC).


Durante el encuentro, los participantes reflexionaron de manera sinodal sobre la aplicación del Directorio para la Catequesis en las prácticas pastorales de las distintas jurisdicciones eclesiásticas de la región, conformada por las provincias eclesiásticas de Cali y Popayán.


¿Qué es el Directorio para la Catequesis?


El Directorio para la Catequesis, aprobado por el Papa Francisco el 23 de marzo de 2020, continúa la línea de sus predecesores: el Directorio Catequístico General promulgado por Pablo VI en 1971 y el Directorio General para la Catequesis publicado por Juan Pablo II en 1997.


Cada uno de estos documentos ha respondido a los desafíos de la catequesis en su respectivo contexto histórico, buscando actualizar el Magisterio de la Iglesia. Entre el primer y el segundo Directorio transcurrieron 26 años, y entre el segundo y el actual, 23. Esta secuencia refleja la necesidad de afrontar la dinámica cambiante de la historia, atendiendo especialmente a los desafíos contemporáneos.


El nuevo Directorio pone especial énfasis en dos realidades culturales actuales: el impacto de la cultura digital y la globalización, que exigen una mirada renovada por parte de la Iglesia en su labor evangelizadora.

 


Un llamado a la formación y al compromiso


El Departamento de Catequesis del SPEC ha identificado la necesidad urgente de retomar el estudio y difusión de este documento, tanto para iluminar los procesos formativos como para responder al desconocimiento que aún persiste entre muchos agentes pastorales responsables de la catequesis en las distintas jurisdicciones.


Este departamento tiene como misión “promover procesos de iniciación cristiana para fortalecer el discipulado misionero, mediante el diseño de itinerarios formativos de inspiración catecumenal”, una tarea que requiere formación continua, discernimiento comunitario y apertura a los signos de los tiempos.

| Vie 30 Mayo 2025

Del 8 al 15 de junio: Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2025

Del 8 al 15 de junio de 2025, la Iglesia Católica celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, una iniciativa ecuménica que este año se desarrolla bajo el lema: «¿Crees esto?» (Jn 11, 26).

Esta semana representa un tiempo privilegiado para que los cristianos de distintas confesiones se unan en oración, respondiendo al deseo de Jesús: “Que todos sean uno” (Jn 17, 21).

 

Una invitación al diálogo y a la unidad

 

La Comisión Episcopal para la Promoción de la Unidad y del Diálogo Interreligioso (PUD) de la Conferencia Episcopal de Colombia, encargada de fomentar el diálogo ecuménico e interreligioso, lidera esta iniciativa. Su labor incluye el acercamiento a Iglesias cristianas históricas, así como a comunidades protestantes, pentecostales, carismáticas y evangélicas. Además, promueve el diálogo interreligioso con comunidades judías, musulmanas y de espiritualidades orientales.

La Semana de Oración es una de las principales acciones que fortalece estos vínculos de fraternidad y oración común.

 

Materiales para la oración en comunidad

 

Con el fin de facilitar la vivencia de esta jornada, la Comisión Episcopal comparte un subsidio litúrgico adaptado para Colombia, elaborado por el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias.

El material ofrece ocho reflexiones temáticas para cada día:

  • Día 1: La paternidad y el cuidado de Dios que rige el universo
  • Día 2: La creación como obra de Dios
  • Día 3: La encarnación del Hijo
  • Día 4: El misterio pascual: pasión, muerte y resurrección de Jesús
  • Día 5: El Espíritu Santo, dador de vida y alegría
  • Día 6: La Iglesia: comunidad de fieles
  • Día 7: El bautismo en la muerte y resurrección del Señor
  • Día 8: A la espera del Reino y de la vida futura

 

Historia de una semana que une

La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos nació como una respuesta a la necesidad de rezar juntos por la reconciliación entre las Iglesias. Desde 1968, el material que guía esta celebración es elaborado de manera conjunta por el Consejo Mundial de Iglesias y el Pontificio Consejo (hoy Dicasterio) para la Promoción de la Unidad de los cristianos.

El movimiento ecuménico moderno tiene sus raíces en figuras como el sacerdote Paul Couturier, pionero de esta Semana de Oración, quien propuso a los cristianos de distintas denominaciones orar juntos por la unidad deseada por Cristo.

Uno de los momentos más relevantes del ecumenismo reciente fue la firma del Acuerdo de Augsburgo en 1999, en el que católicos y luteranos lograron consensos históricos sobre la doctrina de la justificación. Desde entonces, otras Iglesias y comunidades cristianas se han sumado al acuerdo, fortaleciendo el camino hacia la unidad visible de la Iglesia.

Más que un gesto simbólico

El ecumenismo no es solo un gesto de cortesía entre religiones: es un compromiso con la reconciliación, con el respeto por la diversidad y con la construcción de una Iglesia más unida, como signo creíble del Evangelio.

Durante esta semana, las parroquias, comunidades religiosas y movimientos laicales están invitados a organizar momentos de oración, encuentros fraternos y espacios de formación que fortalezcan el espíritu de unidad.

 

 

 

 

 

| Jue 29 Mayo 2025

“Necesitamos comunicadores que enciendan esperanza, no que alimenten el miedo”: Mons. Juan Carlos Cárdenas

En el marco de la LIX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el próximo 1 de junio, e inspirado en el Papa Francisco, monseñor Juan Carlos Cárdenas, obispo de Pasto y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicaciones, dirigió un videomensaje a Colombia, enfatizando la necesidad de una comunicación que construya esperanza y unidad en medio de un mundo marcado por la polarización y la desinformación. 

 

La jornada, que este año se enmarca en el Jubileo 2025, lleva como lema “Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones” (cf. 1 P 3,15-16), tomado del mensaje del Papa Francisco publicado el pasado 24 de enero, memoria de san Francisco de Sales, patrono de los comunicadores. 

 

Un llamado a desarmar la comunicación 

 

Monseñor Cárdenas inició su mensaje señalando: “Hoy más que nunca necesitamos comunicadores que enciendan esperanza, no que alimenten el miedo”. En un contexto donde “el ruido, la división y la desinformación” predominan, la Iglesia hace un llamado a purificar el lenguaje y promover una comunicación que humanice. 

 

Citando al Papa Francisco, el presidente de Comisión Episcopal de Comunicaciones recordó tres claves fundamentales: 

 

1. Desarmar la comunicación: “Hoy muchas palabras hieren las redes sociales y en los medios se siembra miedo o se activan enfrentamientos. Comunicar como cristianos es usar palabras que sanen, que acerquen, que humanicen”. 

 

2. Dar razón de la esperanza: “El mundo no necesita solo ideas, necesita testigos creíbles. Comunicar bien no es hablar bonito, sino vivir de manera que otros se pregunten: ¿Por qué somos así? Y entonces podamos decir: porque creemos en el amor de Cristo”.

 

3. Sembrar comunión: “Comunicar es construir puentes, es tender la mano, es contar historias verdaderas que hagan arder el corazón, como Jesús en Emaús. Soñemos con una comunicación que nos haga compañeros de camino”.

 

Acciones concretas para las comunidades

 

Ante la pregunta “¿Cómo vivir esta jornada en las comunidades de fe sin anular la creatividad de todos?”, monseñor Cárdenas propuso cuatro acciones: 

 

1. Hacer una oración especial por los comunicadores y medios locales. 

2. Invitar a jóvenes a compartir noticias de esperanza e inspiradoras en las redes. 

3. Crear un pequeño video parroquial con historias que edifiquen e inspiren. 

4. Reflexionar en comunidad sobre cómo nos comunicamos entre nosotros. 

 

El obispo concluyó con un llamado a vivir la comunicación como un acto de fe: “En este Año Jubilar, comuniquemos con mansedumbre, respeto y fe, sembrando semillas de esperanza en cada palabra”. 

 

Con este mensaje, la Iglesia reafirma su compromiso con una comunicación que, lejos de dividir, anime, una y dé testimonio del amor de Cristo en un mundo que clama por esperanza. 

 

Nota: Se anexa un subsidio litúrgico para animar la Jornada de las Comunicaciones Sociales durante las Eucaristías del Domingo, 1 de junio, Solemnidad de la Ascensión del Señor.

 

 

 

Vea el mensaje de monseñor Juan Carlos Cárdenas a continuación: