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diócesis cucuta

Mié 20 Abr 2022

“¡Es Verdad, el Señor ha Resucitado!” (Lc 24, 34)

Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Con esta fórmula el evan­gelista Lucas resume el acontecimiento decisivo que contiene toda nuestra fe, toda nuestra esperanza y la razón de ser de la caridad, que se tiene que hacer real en nuestra vida cristia­na en este día en que celebramos la resurrección del Señor. La pro­clamación de la Resurrección de Jesús, es fundamental para dar ci­miento a la fe, tal como lo señaló el Apóstol san Pablo: “Si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes no tiene sentido y siguen aún sumidos en sus pecados” (1 Cor 15, 17). La Resurrección de Jesucristo es la revelación suprema, la mani­festación decisiva para decirle al mundo que no reina el mal, ni el odio, ni la venganza, sino que rei­na Jesucristo Resucitado que ha venido a traernos amor, perdón, reconciliación, paz y una vida renovada en Él, para que todos tengamos la vida eterna. Si Cris­to no hubiese resucitado realmen­te, no habría tampoco esperanza verdadera y firme para el hombre, porque todo habría acabado con el vacío de la muerte y la soledad de la tumba. Pero realmente ha resu­citado, tal como lo atestiguan los evangelistas: “Ustedes no teman; sé que buscan a Jesús, el Cruci­ficado. No está aquí, ha Resuci­tado como lo había dicho” (Mt 28, 5 - 6). Él es la fuente de la ver­dadera vida, la luz que ilumina las tinieblas, el camino que nos lleva a la salvación. Nuestro caminar diario tiene que conducirnos a un encuentro perso­nal con Jesucristo vivo y Resuci­tado, “que me amó y se entregó por mí” (Gal 3, 20), y ahora Resu­citado vive y tiene en su poder las llaves de la muerte y del abismo, para rescatarnos del mal que nos conduce a la muerte y darnos la verdadera vida, la gracia de Dios que nos renueva desde dentro con una vida nueva, para así conver­tirnos en misioneros del Señor Resucitado, según su mandato a los discípulos: “vayan y hagan discípulos a todos los pueblos y bau­tícenlos para con­sagrarlos al Padre, al Hijo y al Espíri­tu Santo, enseñán­doles a poner por obra todo lo que les he mandado. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fi­nal de los tiempos” (Mt 28, 19 - 20). Así lo entendieron los primeros discípulos que vieron a Jesucris­to y lo palparon Resucitado. Pe­dro, los Apóstoles y los discípulos comprendieron perfectamente que su misión consistía en ser testigos de la Resurrección de Cristo, por­que de este acontecimiento único y sorprendente dependería la fe en Él y la difusión de su mensaje de salvación. También nosotros en el momento presente somos testigos de Cristo Resucitado, que como bautizados estamos llamados a llevar a cabo la misma misión de Cristo que ha venido a traer per­dón, reconciliación y paz. La primera palabra de Jesús para los discípulos fue de paz y solo esa palabra fue suficiente para que se llenaran de alegría y todos los miedos, dudas e incertidumbres que tenían quedaran atrás y se convirtieran en fuente de espe­ranza para muchos que estaban atentos al mensaje de salvación. Un mensaje de paz que contiene la misericordia y el perdón del Padre Celestial. Con este mensaje los discípulos fueron enviados a anunciar la misericordia y el per­dón: “A quienes les perdonen los pecados les quedan perdona­dos” (Jn 20, 23), de­jando la paz a todos, porque no puede exis­tir paz más intensa en el corazón que sen­tirse perdonado. Esa realidad renueva toda la vida, para que siga­mos adelante en este esfuerzo misionero de comunicar a Jesucris­to Resucitado. Dejemos a un lado nuestras amarguras, resentimientos y tristezas. Ore­mos por nuestros enemigos, per­donemos de corazón a quien nos ha ofendido y pidamos perdón por las ofensas que hemos hecho a nuestros hermanos. Deseemos la santidad, porque Dios hace nuevas todas las cosas. No temamos, no tengamos preocupación alguna, estamos en las manos de Dios. La Eucaristía que vivimos con fervor es nuestro alimento, es la esperan­za y la fortaleza que nos conforta en la tribulación y una vez forta­lecidos, queremos transmitir esa vida nueva con mucho entusiasmo a nuestros hermanos, a nuestra fa­milia, porque “¡Es verdad, el Se­ñor ha Resucitado!” (Lc 24, 34). La esperanza en la resurrección debe ser fuente de consuelo, de paz y fortaleza ante las dificulta­des, ante el sufrimiento físico o moral, cuando surgen las contra­riedades, los problemas familia­res, cuando vivimos momentos de cruz. Un cristiano no puede vivir como aquel que ni cree, ni espera. Porque Jesucristo ha Resucitado, nosotros creemos y esperamos en la vida eterna, en la que viviremos dichosos con Cristo y con todos los santos. Necesitamos esforzar­nos constantemente para estar más cerca de Jesús. Tenemos esta posi­bilidad gracias a su Resurrección. Podemos sentir como san Pablo, que dijo: “Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí” (Gál 2, 20). Los animo a que sigamos ade­lante, en ambiente de alegría pas­cual y gozo por la Resurrección del Señor. Que la oración pascual nos ayude a seguir a Jesús Resu­citado con un corazón abierto a su gracia y a dar frutos de fe, espe­ranza y caridad para con los más necesitados y siempre puestos en las manos de Nuestro Señor Jesu­cristo, que es nuestra esperanza y bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María y del glo­rioso Patriarca san José, que nos protegen. En unión de oraciones, sigamos adelante. Reciban mi bendición. + José Libardo Garcés Monsalve Obispo de la Diócesis de Cúcuta

Lun 10 Dic 2018

Diócesis de Cúcuta exaltada por su liderazgo en el cambio social

Mejores líderes del País, premio otorgado por la Revista Semana, fue el reconocimiento que recibió esta Iglesia Particular, el 6 de diciembre, en Bogotá. Consolidar un modelo humanitario para población venezolana migrante en la frontera con Cúcuta, fue el motivo de esta distinción que según, los organizadores del evento, “más que un premio, significa un reconocimiento al emprendimiento de un actor”, en los diferentes escenarios sociales en beneficio de las comunidades. Al recibir la distinción, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de Cúcuta, enfatizó que "esta es una obra de la Iglesia, que ante tantos escándalos muestra otra cara de la fe y su compromiso con los más necesitados". El obispo, en repetidas ocasiones ha señalado que “como Iglesia Diocesana, con sacerdotes, religiosos y religiosas, movimientos apostólicos y fieles laicos de las diferentes parroquias, nos atrevimos a esta locura (…) hemos traducido el Evangelio en amor hecho vida y en caridad que se abaja hasta los más necesitados”. Por su parte, el padre David Caña durante la ceremonia de premiación manifestó: "esta es una obra de fe, que empezó por una olla con la que empezamos a repartir comida caliente a nuestros hermanos que cruzaban la frontera con la ilusión de encontrar alimentos". Finalmente, en un comunicado, la Diócesis de Cúcuta ha precisado que “continuará sirviendo con amor, atendiendo a los más pobres y necesitados, a los migrantes venezolanos, ofreciendo cada día con mayor generosidad un plato de comida; atendiendo con sencillez, con humildad, sabiendo que la caridad de Cristo nos apremia”. Si usted desea hacer parte de este servicio ayudando a la Casa de Paso Divina Providencia, que atiende a población venezolana migrante, puede aportar a través de una consignación con las siguientes coordenadas bancarias: Código Swift: COLOCOBM (en caso que le pidan 11 dígitos indicar que se agreguen tres X, es decir, queda COLOCOBMXXX). A nombre de: Diócesis de Cúcuta NIT: 890500597-1 Dirección Av 1 # 27-131 San Rafael. Cuenta de Ahorros Bancolombia: 08865722720 Correo electrónico: [email protected]

Vie 30 Nov 2018

Diario Portafolio exalta gestión social y humanitaria de sacerdotes cucuteños

La distinción entregada a los sacerdotes David Caña Pérez y Francesco Bortignon, quienes lideran las obras diocesanas: Casa de Paso ‘Divina Providencia’ y Centro de Migraciones, respectivamente, se constituye en un reconocimiento al servicio solidario que la Diócesis de Cúcuta, animada por su obispo Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, ha brindado a los migrantes venezolanos. El padre Bortignon, misionero scalabriniano, desde el Centro de Migraciones, ha atendido con caridad a los venezolanos desde el año 2016. Por su parte, el padre David, en la Casa de Paso, desde el año 2017 a la fecha, con el apoyo de voluntarios, empresarios, comunidades parroquiales y gente de buena voluntad a nivel nacional e internacional, ha entregado más de 750.000 almuerzos a quienes atraviesan la frontera, siendo prioridad los niños, mujeres y ancianos. En el Centro de Migraciones de la Diócesis de Cúcuta se le ha brindado hospedaje, actividades lúdicas y servicios médicos a cerca de 5.000 personas en un año. “Nosotros vivimos la caridad desde la acción de fe, desde el Evangelio, desde nuestra identidad como cristianos, porque la misión de un cristiano es amar y servir y pues Dios nos ha permitido ser reconocidos ante esa realidad. Por eso, vamos a seguir trabajando para continuar dando fruto en nuestras comunidades, haciendo posible que la caridad se viva en Cúcuta”, señaló el padre David Caña durante la entrega del reconocimiento en la ciudad de Bogotá. El evento contó con la participación del Presidente de la República, Iván Duque y de los grandes empresarios de Colombia, ante los que se presentó la compleja situación que viven los migrantes venezolanos en la frontera y las acciones humanitarias que la Diócesis lidera con el objetivo de mitigar el hambre de los migrantes, a través de comedores que las parroquias han dispuesto, de la Casa de Paso, el Centro de Migraciones y de las ayudas recibidas por los fieles y organizaciones nacionales e internacionales que se vinculan para aportar, motivados por la generosidad y misericordia que se practica en esta Iglesia Particular. El sacerdote también explicó por qué la Casa de Paso ‘Divina Providencia’ está ubicada a un kilómetro del Puente Internacional Simón Bolívar, que conecta con San Antonio del Táchira, Venezuela: “Porque todavía el hermano venezolano tiene una oportunidad de habitar su país, en cuanto a la vivienda. Por la situación de la moneda al cambiarla, allí no pagan servicio de luz ni agua, no pagan ninguna de esas prioridades que nosotros sí pagamos en Colombia; es decir, si una familia venezolana desea vivir dignamente en nuestro país o a cualquier parte fuera de Venezuela necesita un promedio de 900.000 pesos o 300 dólares, por eso la Casa de Paso es gran bendición para ellos, porque los hermanos llegan a la Casa a buscar el alimento y retornan otra vez para Venezuela”. Premios Portafolio 2018 destaca a personas y empresas del país que promueven el desarrollo económico y/o social. En esta oportunidad el galardón se otorgó en la categoría ‘Personas excepcionales trabajando por la comunidad’.

Mié 17 Oct 2018

Cúcuta da la bienvenida a Nuestra Señora de Fátima de Portugal

La Diócesis de Cúcuta dio la bienvenida en el aeropuerto internacional Camilo Daza, a la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima en la tarde de este 16 de octubre, que estará peregrinando hasta el sábado 20 de octubre, recorriendo las vicarías, decanatos y parroquias de la Diócesis. La Virgen llega a una zona golpeada por una grave crisis humanitaria, social y económica, pero trae consigo un mensaje de esperanza para sus fieles. A su llegada, el Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, expresó que la imagen peregrina trasmite reconciliación y le encomienda a ella la defensa de la vida humana, los enfermos, los ancianos y los tristes; una especial intención manifestó Monseñor hacía Nuestra Señora de Fátima, y es, por el pueblo venezolano. Mons. Víctor, junto a sacerdotes, diáconos, seminaristas y fieles recibieron a la Reina del cielo y emprendieron con ella una caravana, custodiada por la Policía Nacional y la Policía de Tránsito, Bomberos, en la que la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima hizo su primera visita al Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde de manera especial los niños enfermos se acercaron a ella y se rezó el Santo Rosario por los enfermos y necesidades de sus familias. La caravana culminó en la Catedral San José, allí se oró nuevamente con el Santo Rosario y se celebró su llegada a Cúcuta con la Santa Misa, presidida por Monseñor Víctor Manuel Ochoa, quien insistió en que la presencia de la Virgen es una ocasión especial para asumir tres actitudes: la oración, como experiencia de encuentro con Dios, una actitud constante de silencio. Conversión, una llamada a revisar nuestra vida en un compromiso vital de servir a Dios. Penitencia, como un reconocernos pecadores para entregarnos a Dios. “Que estas actitudes sean la experiencia para el encuentro con Dios”, dijo Monseñor iniciando su homilía en la Sagrada Eucaristía. Cuanta falta nos hace la oración, una actitud de coloquio con Dios, una actitud constante de atención a las enseñanzas del Señor”, afirmó Monseñor y recalcó que la principal enseñanza de Fátima es la oración. Por otra parte, el padre Freddy Ochoa, Vicario de Pastoral, manifestó su regocijo en este día, el cual lo declaró “muy importante para la Diócesis de Cúcuta”, porque “este es un tiempo de gracia, un tiempo privilegiado, la Santísima Virgen nos invita a la conversión, a forjar caminos de paz, a orar juntos y particularmente en este mes, un mes dedicado al Santo Rosario por la obra misionera de la Iglesia”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Ver programación[/icon]

Lun 3 Sep 2018

Feria de la Solidaridad abre la Semana por la Paz 2018 en Cúcuta

Con la Feria de la Solidaridad, la Diócesis de Cúcuta dio apertura a la celebración de la Semana por la Paz 2018, que en este año se vive bajo el lema: “Hay vida, hay esperanza, sigamos coloreando la paz”. La invitación es a trabajar y reflexionar en toda obra que fortalezca la construcción de paz. En la parroquia Visitación de Nuestra Señora, en el barrio Divina Pastora, se congregaron fieles; agentes de pastoral; la Corporación de Servicio Pastoral Social (Cospas); el Banco de Alimentos; la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR); la Defensoría del Pueblo; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF); instituciones educativas; el Ejército Nacional y diferentes delegaciones de las comunidades donde hay incidencia por parte de la Pastoral Social diocesana; donde se mostraron las diferentes iniciativas y expresiones culturales y de trabajo que contribuyen desde las comunidades a la reconciliación y la edificación de la paz. El evento inició a las 9:00 a.m. con la conferencia de integración comunitaria, por parte de la Universidad Simón Bolívar (Unisimón). La jornada se desarrolló en medio de espacios de integración familiar y social, con presentaciones culturales, asesoría jurídica a cargo de la Unisimón y la Universidad Libre, y exposiciones del trabajo realizado con impacto social en comunidades vulnerables. Durante la Feria, se dio además, una brigada de corte de cabello para quienes quisieran aprovechar de este beneficio. Por su parte, el padre Abimael Bacca, director de la Pastoral Social de la Diócesis de Cúcuta, manifestó: “Esta semana es para colorear la paz, favoreciendo la integración y la solidaridad entre las comunidades”. También expresó que se necesita “un sentido grande de misericordia con el humano en medio de las complejas problemáticas”. El padre Abimael destacó vivir esta semana recordando las palabras que regala el Papa Francisco: “acoger, proteger, promover, integrar, para valorar y respetar al otro en su vida y dignidad”. Finalmente, el Defensor del Pueblo de Norte de Santander, Jorge Alberto Villamizar, recalcó la necesidad de perdonar para “construir y colorear la paz”. La Feria de la Solidaridad logró uno de sus objetivos, el cual era integrar a la población colombiana y venezolana, presentes en esta zona de frontera y asistentes a la apertura de la Semana por la Paz 2018, donde la fraternidad fue la protagonista.

Jue 16 Ago 2018

Cucutá celebró el Foro Regional por la Educación Católica

Por estos días se realizó en la ciudad de Cúcuta el Foro Regional por la Educación Católica, con el lema:“Artífices y formadores de humanidad para dar vida”, el mismo estuvo bajo la coordinación del departamento de Educación y Culturasde la Conferencia Episcopal. Con la celebración de la Sagrada Eucaristía, presidida por el Obispo de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, concelebrada por Monseñor Camilo Castrillón, Obispo de la Diócesis de Barrancabermeja y miembro de la Comisión Episcopal de Educación y Culturas, inició la jornada. Además de los Obispos de Cúcuta y Barrancabermeja, el Foro contó con las ponencias del padre Luis Carlos González Gómez, director del Departamento de Educación y Culturas de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC); el Licenciado Diego Cruz López, asesor teológico de la Comisión de Educación y Culturas de la CEC. El auditorio del colegio La Salle tuvo como público a sacerdotes delegados de las diferentes delegaciones de los Santanderes, religiosos, laicos y docentes. En este sexto Foro de Educación Regional, de una serie de ocho eventos, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, expuso la primera ponencia, destacando que en Cúcuta el programa pastoral se ejecuta “En la Escuela de Jesús”, es un don porque se quiere cumplir con la tarea del encuentro que el Papa Francisco ha venido sembrando en la Iglesia. “La escuela es uno de los dones preciosos de la comunidad humana y nosotros agregamos algo más, formamos niños y jóvenes con valores, principios éticos, con fe”, afirmó Monseñor, dando la bienvenida a este Foro donde “se quieren ofrecer elementos antropológicos, pedagógicos y teológicos para los docentes de educación religiosa escolar, pero también para todos los involucrados en la tarea educativa en favor de los niños y jóvenes”. Monseñor Ochoa hizo énfasis en los nuevos tiempos, sometidos a cambios profundos en orden cultural y sobre todo tecnológico, pero ante lo cual, el hombre y la Iglesia tiene el poder de formar al hombre del mañana. Un claro ejemplo de evangelización en los tiempos modernos, lo dio el Obispo de esta Iglesia particular de Cúcuta, al relatar lo sucedido en una de sus Eucaristías, el jueves santo de este año, 2.700 personas presenciaron la Santa Misa en la Catedral san José de Cúcuta, mientras en transmisión en vivo por la red social Facebook, estaban viendo en vivo 47.000 usuarios y otros 147.000 compartieron la publicación. Son cifras que ayudan a entender el plan de Dios y a “sentirnos privilegiados de hacer parte de esta transformación, de vivir la fe, vivir una experiencia religiosa; tenemos que llevar a los niños y jóvenes de hoy a que en medio de ese conocimiento puedan completar su vida con la fe en Jesucristo”. Concluyó Monseñor Víctor Manuel. Por otra parte, Monseñor Camilo Castrillón, dirigió la conferencia hacía tres temas que nunca deben perderse en el horizonte de los educadores: la religión, la ética y la catequesis mistagógica. “La realidad humana no se construye sobre modelos ideológicos, las relaciones humanas dependen en gran medida de las decisiones libres y responsables de los sujetos implicados en ella y esto tiene que ver directamente en la educación”. Explicó Monseñor Castrillón. Este Foro Regional por la Educación Católica, tiene como lema: “Artífices y formadores de humanidad para dar vida”, el cual es apoyado también por la Confederación Nacional Católica de Educación (Conaced) y Ediciones Santa María. Para finalizar la primera parte de la jornada, el padre Luis Carlos González Gómez, director de Educación y Culturas de la CEC, habló sobre la Identidad en la Escuela Católica. Según el padre, “ya no estamos en una época de cambios sino en un cambio de época, de transformaciones culturales, sociales, económicas, políticas y religiosas”. El padre González afirma que se debe ser asertivo en la propuesta educativa, porque esta época es sensible a ser corrupta donde “llamamos bueno lo que es malo, malo que es bueno”, esto no lleva al hombre a una vida plenamente humana.

Jue 9 Ago 2018

Embajadora de EE.UU ante la ONU visita Casa ‘Divina Providencia’ en Cúcuta

La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, la mañana del miércoles 8 de agosto arribó a Cúcuta, Norte de Santander, para acercarse a la frontera colombo-venezolana y percibir la realidad de los efectos causados por la crisis humanitaria derivada del vecino país. A la Casa de Paso Divina Providencia de la Diócesis de Cúcuta, ubicada en La Parada, Villa del Rosario, llegó la comitiva de esta dependencia del gobierno estadounidense, donde se reunieron con el Obispo de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, quien los acompañó a recorrer la Casa y vivir de cerca esta situación. Ante lo observado, Haley afirmó que “Lo que hace Colombia, cuidar a sus hermanos y hermanas es muy importante”, destacando la labor que ha ejecutado la Iglesia colombiana para mitigar este fenómeno de migración masiva, que trae consigo hambre y enfermedades, entre otros. La funcionaria del gobierno de Donald Trump, aseveró duras críticas contra el gobierno venezolano, dice que el mundo tiene que darse cuenta que Maduro (el presidente de Venezuela) “es un dictador”. También afirmó: "los miles de inmigrantes eran profesionales, esa nación era exitosa pero todo eso desapareció… los Estados Unidos va a seguir trabajando para que quienes huyen tengan una mejor calidad de vida". Su compromiso como embajadora está centrado en visibilizar esta situación y asimismo proyectar acciones concretas que desde el gobierno de su país pueda ayudar para que esta situación disminuya y finalmente se termina. Finalizada la visita a la Casa de Paso, la comitiva se dirigió al puente Internacional Simón Bolívar para observar el drama que diariamente viven los venezolanos al cruzar la frontera y emprender una odisea dirigiéndose a otros países en busca de un mejor futuro.

Lun 9 Jul 2018

Diócesis de Cúcuta dona 250.000 hostias a Venezuela

La Diócesis de Cúcuta que viene sirviendo a los migrantes venezolanos en la Casa de Paso ‘Divina Providencia’, donde se distribuyen diariamente más de 2.000 almuerzos, se acercó al puente internacional Simón Bolívar (La Parada, Villa del Rosario), para donar a las Diócesis fronterizas 250.000 hostias, ante la escasez que se vive en el vecino país y la crisis política y social que se acentúa cada día más. Gracias a la generosidad de esta Iglesia particular, de Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, se provee a Venezuela la materia prima para la celebración de la eucaristía, debido a la carencia del Pan para la consagración y participación plena y activa de los fieles en este Sacramento. Este gesto de solidaridad, que se suma a las acciones pastorales, materiales y espirituales de ayuda a la población venezolana, llega hasta las Diócesis de Barinas (estado de Barinas) y de Guanare (estado Portuguesa de Venezuela). Ante la crisis, es importante responder también a las necesidades de la Iglesia, para colmar de fe a quienes pasan en estos momentos por situaciones de intranquilidad. También el pasado 28 de marzo, Monseñor Víctor hizo entrega de 250.000 hostias, para que los hermanos de Venezuela pudieran celebrar las eucaristías correspondientes a la Semana Mayor.