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líderes sociales

Mar 15 Mar 2022

Diócesis de Cúcuta y Tibú rechazan actos violentos contra misiones humanitarias

Ante los hechos de violencia contra líderes sociales en los municipios de Sardinata y Bucarasica, las Diócesis de Cúcuta y Tibú, alzaron su voz de rechazo frente a cualquier acción que atente contra la vida y la dignidad de cualquier persona. “nos duelen los hechos violentos que se presentaron en los últimos días en los municipios de Sardinata, Bucarasica y Tibú, donde tiene incidencia el proyecto: PARTICICIPACIÓN Y AUTODETERMINACIÓN POLÍTICA SOCIAL Y ECONÓMICA PARA LA TRASFORMACIÓN POLÍTICA PACÍFICA DE CONFLICTOS EN EL CATATUMBO, COLOMBIA-FASE III “PARTICIPAZ” (…) que trajeron como consecuencia la muerte del líder social Arquímedes Rivera Remolina, dejando también herido al líder social Jesús Emel Ochoa, ofrecemos a sus familias nuestra oración, condolencia y solidaridad”. En un comunicado, hacen ver como los grupos armados al margen de la ley siguen atemorizando a las comunidades en las zonas del Norte de Santander, causando dolor en las familias que se ven afectadas por los constantes atentandos, secuestros, desplazamientos, paros armados, entre otros. Hacen un llamado a todos los actores para que se busquen caminos de diálogo y se preste la atención necesaria a esta problemática. “Las Iglesias particulares de Cúcuta y Tibú invitan a los actores armados al respeto a la vida, los Derechos Humanos, al Derecho Internacional Humanitario; y a través del diálogo y el consenso, encontrar los caminos para la convivencia, el perdón, la reconciliación y la paz. De igual manera, hacemos un llamado a las autoridades competentes al esclarecimiento de estos hechos de violencia y a proporcionar la seguridad y confianza suficientes, para que las misiones humanitrias no sean víctimas de atentandos”

Jue 3 Feb 2022

Iglesia revela grandes preocupaciones por el conflicto en Arauca

Tras sostener una reunión en Bogotá el pasado 22 de enero con una comisión de líderes provenientes del departamento de Arauca, el padre Darío Echeverri, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), entrega un informe sobre la crítica situación social y humanitaria que vive esa región del país y da a conocer detalles de las principales preocupaciones y peticiones que tienen actualmente sus comunidades. “Tienen temor de que el departamento de Arauca se esté convirtiendo en un laboratorio para el conflicto armado; tienen temor de que haya intereses de Colombia y del extranjero por hacer de este un lugar donde se privilegie la confrontación Colombia - Venezuela con utilización y con otros intereses extraños y mezquinos”, ha dicho el sacerdote. Conozca todos los detalles en el siguiente video

Mar 25 Ene 2022

Cebitepal ofrece Diplomado: “Construcción de Paz y Transformación Social”

El Centro Bíblico Teológico para América Latina y el Caribe (Cebitepal), dependiente del Concejo Episcopal Latinoamericano Celam, ofrecerá desde el 1 de febrero al 25 de marzo de 2022, el diplomado: "Construcción de Paz y Transformación Social". Será un espacio de formación y reflexión dirigido a los agentes pastorales, líderes sociales y "operadores de paz", que busca ofrecer "fundamentos y herramientas para la generación de paz en conflictos y realidades de profunda violencia". Se realizará los martes y jueves en el horario 6:30 a 8:00 p.m. hora de Colombia, en la modalidad: Virtual sincrónico, con el fin de favorecer la comunión y la sinodalidad. Los docentes de la diplomatura serán profesionales de distintas nacionalidades: Miguel Ricardo Gómez, de Ecuador (Coordinador); Rosa Inés Floriano, de Colombia; Richard Jones, de El Salvador; y Tom Barnat, Ecuador. Más información [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon] A propósito del este Diplomado, la oficina de prensa del Consejo Episcopal Latinoamericano. Celam, sostuvo un dialogó con Rosa Inés Floriano Carrera, especialista en Doctrina Social de la Iglesia y animadora institucional del Secretariado Nacional Pastoral Social, en proceso de doble titulación como Magíster en Investigación Integrativa del Pensamiento Complejo a las Ciencias Humanas y Sociales, y candidata a Doctorado en Pensamiento Complejo aplicado a las Ciencias Sociales, quien habló sobre temas: paz y conflicto; esperanza y solidaridad; cultura del encuentro; y capacidad de resiliencia. ENTREVISTA ¿Por qué hace falta estudiar para construir la paz, Rosa? Porque el mundo de hoy está cada vez más atrapado en una cultura del desencuentro, del egoísmo, del descarte y de la indiferencia; con lo cual la convivencia se pone a prueba. Necesitamos recuperar la esperanza y la capacidad de hacer de la convivencia un modelo de sociedad donde la “Amistad Social” sea el pegamento que nos permita a todas y todos, sin exclusión alguna, coexistir corresponsable y solidariamente, en pleno respeto de las diferencias y con capacidad de transformar positivamente los conflictos desde un sistema de relaciones justo, fraterno y equitativo. Es lo que el Papa Francisco nos propone como “La cultura del encuentro”. La humanidad vive (desde siempre) en tensión permanente entre la convivencia pacífica y las luchas por la tierra, los alimentos, la escalada en el poder global. ¿Aplica esta descripción para la vida de nuestros países latinoamericanos y caribeños, algo de esto pasa en nuestros ambientes? Efectivamente. Donde haya coexistencia las tensiones y los conflictos son parte de la misma; sin embargo, los seres humanos necesitamos desaprender patrones que nos llevan a tramitar de manera negativa dichos conflictos y tensiones para dar paso a formas Noviolentas de construir escenarios de debate y de transformación de dichas tensiones en oportunidades o soluciones duraderas. En la región América Latina y el Caribe, vivimos tiempos de particular complejidad. Entre la polarización política, las crecientes brechas por las desigualdades económicas, la exclusión de cada vez más sectores de la sociedad, las víctimas de abuso, xenofobia, explotación, migración forzada, entre otros; nos arrastran a espirales prolongados y complejos de violencia que demandan respuestas integrales, multinivel y con un esfuerzo enorme de establecer relaciones estratégicas que sumen voluntades a distinto nivel en distinto tipo de respuesta para alcanzar cambios de corto y largo plazo. A esto es que le llamamos transformación de conflictos y construcción de paz. ¿Cuáles son los motivos de lucha actualmente? Esta es una respuesta muy difícil porque no es una única respuesta. Se lucha básicamente por motivos de escasez de recursos, incompatibilidad de intereses y por conflictos de poder. Esto aplica desde la vida familiar hasta las naciones y conflictos internacionales. ¿Qué potencial positivo ve en nuestros pueblos americanos, que pueden arrimar esperanza en la solución pacífica de la variedad de conflictos que atravesamos? Los pueblos latinoamericanos y caribeños tenemos una impresionante capacidad de resiliencia, pese a todas las dificultades que afrontamos, tenemos siempre la alegría como instrumento para sobreponernos y seguir adelante. Lo que realmente necesitamos es convencernos de que el camino es la Noviolencia activa; que no podemos esperar que los cambios lleguen milagrosamente, desde afuera o será instaurada por la victoria sobre los malos. Tal como lo invita el Papa Francisco en Fratelli Tutti, la paz es una artesanía difícil y compleja, pero empieza en lo pequeño y desde dentro del corazón del ser humano. Nos exige convicción más que expectativas, no exige corresponsabilidad en la tarea desde lo local, lo cotidiano y el mejor escenario es trabajar en las relaciones, las interpersonales, las culturales, económicas, políticas y con la creación. El punto de partida: aquellas que tenemos a nuestro alcance y las que no lo están, solo trabajando con otros actores podremos lograr mayor potencial transformador. En la construcción de la paz, ¿es un plus ser católicos, creer en Jesús, apropiarnos y encarnar el Evangelio en su sentido más puro y esencial? Por supuesto. Si somos fieles al Evangelio de Jesús, la Noviolencia activa es el camino más coherente para vivir nuestra fe. El cristianismo realmente está llamado a realizar la comunión en las realidades temporales, una comunión que tiene como frutos la paz y la justicia que derriba todos aquellos muros que nos dividen y hace de la humanidad una sola familia cuidadora de la vida y de la casa común. La tradición cristiana muestra siempre, desde las primeras comunidades cristianas, una búsqueda incansable por hacer presente en la convivencia humana, a ejemplo de la familia trinitaria, la comunión. Podemos ver en las cartas pastorales de los discípulos a aquellas primeras comunidades una serie de recomendaciones y herramientas para llevar a la vida comunitaria la armonía, la comunión construida sobre la base del amor cristiano. ¿Qué rol le otorga a la posibilidad del perdón entre quienes se enfrentan? El perdón es un proceso. Brota del corazón de la víctima por obra de Dios. No es algo que se puede decretar o tiene receta alguna. Se puede acompañar, pero es un proceso al interior del corazón de cada ser humano y que no se concede porque el victimario o quien ha infringido violencia lo merezca; sino porque la víctima necesita liberarse y retomar su proyecto de vida recordando su experiencia sin dolor. Por eso el perdón es, ante todo, un proceso de sanación interior que se trabaja en el propio corazón y brota en forma de perdón para abrirle paso a la obra reconciliadora de Dios en la experiencia humana. ¿Cómo se asume esa posibilidad? ¿Cómo es la búsqueda de acuerdos en los que todos ceden? ¿Se produce como un olvido del conflicto dando una vuelta de página, como una elaboración (aunque dolorosa) de los desencuentros con la puesta en palabras de nuevos registros de los vivido, apuntando a la reconciliación? Asumiendo que el valor del perdón no se contrapone a la Justicia; por el contrario, son valores complementarios que hacen posible la reconciliación: “La verdad y la misericordia se abrazan, la justicia y la paz se besan” (Cfr. Salmo 85, 10). La reconciliación es la experiencia que emerge del trabajo integrado por la verdad, el perdón, la justicia y la paz. ¿Qué peso tiene en la resolución de conflictos antiguos —de larga data— la responsabilidad intergeneracional a la par de las nuevas miradas que puedan ir sumando las nuevas generaciones sobre los mismos? Existen innumerables experiencias de pueblos o comunidades que han estado sometidos por generaciones enteras a conflictos prolongados y hacer conciencia de que mientras más tiempo dejamos avanzar los espirales de violencia, más tiempo nos va a tomar salir de dicha realidad. Sin embargo, para que mañana alguna generación pueda cosechar frutos de paz, hoy alguien tiene que empezar la siembra. Los conflictos prolongados van minando la capacidad de confiar entre los vecinos y hasta entre las mismas familias; va legitimando el uso de la fuerza como mecanismo de supervivencia; escala a patrones de relacionamiento, a las estructuras y se tiende a establecer y perpetuarse en los sistemas o modelos de vida (economías de guerra en lugar de economías de paz; doctrinas de seguridad en lugar de políticas de Estado favorables a la paz; etc.). Pero, aunque lleguemos a esas dinámicas tan estructurales y complejas no significa que no se puedan cambiar. La clave está en trabajar con una visión amplia, aunque concentremos nuestros esfuerzos en lo que tenemos a nuestro alcance y aprender a trabajar con otros para lograr mayor impacto en la transformación a distinto nivel. “Construcción de Paz y Transformación Social” es el título del Diplomado del que usted forma parte como Cuerpo Docente y que se inicia el próximo 1 de febrero organizado por Cebitepal #FormaciónCelam, Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del Celam (CEPRAP) y Cáritas ALC, dirigido especialmente a agentes de pastoral, líderes sociales y agentes de paz. ¿De qué se trata y cuáles son los carriles conceptuales que andarán sus diplomandos? Esta propuesta formativa es el producto de la práctica reflexiva y caminos de aprendizaje sobre diversas prácticas y experiencias en el camino de la construcción de la paz. Nos hemos encaminado por la visión de la Transformación Social de Conflictos y construcción de paz que integra herramientas de resolución pacífica, diálogo social, enfoque de Derechos Humanos y marcos temporales de más largo alcance que nos permitan resolver problemas concretos de corto plazo mientras trabajamos por las transformaciones estructurales que toman más tiempo; a la par de buscar cambios que van desde las actitudes y comportamiento personales hasta los cambios de imaginarios sociales, en la cultura, los sistemas políticos y económicos que hacen posible no solo la convivencia pacífica entre comunidades sino condiciones estables para que la paz sea duradera.

Jue 18 Jun 2020

Iglesia en Inírida clama por el respeto a la vida de líderes sociales

Ante el incremento de asesinatos, atentados y amenazas contra los líderes sociales en toda Colombia y también en el Vicariato Apostólico de Inírida, presidido por monseñor Joselito Carreño Quiñones, el obispo prende las alarmas y hace un llamado al Gobierno y a las organizaciones de Derechos Humanos para que pongan sus ojos sobre estos territorios donde se han presentado tan lamentables crímenes. Exige el respeto por la vida de los líderes sociales, cuya tarea “es luchar y defender los derechos de las comunidades ubicadas en sectores marginados y que históricamente han sido excluidos”, así también, pide por salvaguardar la vida de todos los que se ven constantemente amenazados ante las innumerables violencias presentes en el territorio local y nacional. A través de un mensaje el prelado señala que tan solo en el primer trimestre del año las estadísticas arrojaban 36 líderes y defensores de derechos humanos asesinados en Colombia, pero aclara que esta cifra puede aumentar a 60 dado que hay muchos casos que no han sido verificados, información soportada según la Organización "Somos Defensores", asesinatos en: Guaviare, Meta y Vaupés. “Hoy, las amenazas se están materializando si tenemos en cuenta que, en 2017 fueron asesinados 20 líderes, en 2018 asesinados 46 y en 2019 asesinados 25 evidenciándose un descenso en esa fecha. Hoy 36 asesinatos de líderes es una cifra verdaderamente alarmante”, afirma. Evidencia como el asesinato selectivo de estos líderes sociales han sido perpetrados por sucesores del paramilitarismo, narcotraficantes, exploradores ilegales de minerales, excombatientes de la FARC y disidentes, los que desplazaron y ocuparon tierras de la población, todo a cuenta de oponerse a los intereses propios de estos grupos y por defender los territorios de las comunidades. Por ello, dice monseñor Carreño Quiñones “hay que sensibilizar al máximo la sociedad, desnaturalizar la violencia y no aceptarla más; porque cuando la sociedad calla, esa sociedad otorga (…) No se puede permitir que esos líderes comunitarios, asociados a la defensa de su territorio, de los derechos humanos y a la participación política de la comunidad en la exigencia de sus derechos, sigan siendo asesinados”. Así también en declaraciones a un medio nacional el prelado hizo un llamado a la sensibilización local y nacional “porque nos hemos ido anestesiando de tal manera de que esta realidad no nos está impactando y no nos estamos haciendo escuchar, especialmente por parte del Gobierno, que tiene la responsabilidad de salvaguardar y proteger la vida de todos los colombianos y no vemos acciones concretas y tangibles”. Finalmente, recuerda cómo la Iglesia viene insistiendo en la necesidad de crear una política pública nacional “para enfrentar esta amenaza, política, que incluya acciones de protección, de respuesta oportuna a las alertas y de presencia eficaz de las instituciones del estado en las comunidades más vulnerables”.

Mié 3 Jun 2020

Se requiere salir de la indiferencia ante las amenazas a líderes sociales: Mons. Henao

Al referirse al Informe sobre la situación de violencia en contra de los líderes sociales y excombatientes en 6 departamentos del suroriente colombiano, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, reiteró la preocupación ante “el incremento de la violencia y las amenazas contra líderes sociales, defensores de derechos humanos, organizaciones indígenas, acciones comunales y excombatientesde la guerrilla de las Farc que optaron por el camino de la reincorporación”. En este sentido, insistió en la urgencia de “salir del estado de indiferencia frente a las amenazas que viven los líderes sociales” y en la necesidad de atención y acciones integrales ante “la situación de los pueblos indígenas, por el abandono en el que se encuentran y por el alto estado de vulnerabilidad que están viviendo frente a los problemas de salud, las amenazas que representa las actuales circunstancias de la pandemia, pero también, presiones, violencia e intimidaciones que reciben desde distintos sectores”. Finalmente, precisó que la Pastoral Social continuará trabajando de manera muy intensa en la protección de las comunidades y en la garantía de sus derechos. Lea “Síntesis de Informe de Asesinatos a Líderes Sociales y Excombatientes - Regional Suroriente. Primer cuatrimestre del año 2020” aquí

Vie 1 Mayo 2020

Iglesia en el Cauca lamenta asesinato de líder social y su familia

Tras el asesinato de Álvaro Narváez Daza, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Bado en el municipio de Mercaderes al sur del Cauca y de su familia, el arzobispo electo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio expresó su tristeza por estos hechos que enlutan una vez más un hogar y a los caucanos. De otra parte, celebró el gesto de los 22 desmovilizados que hacían parte de las filas del ELN, con el ánimo de reintegrarse a la sociedad para servir y trabajar por la paz y la reconciliación, fue también enfático en expresar su rechazo por todos aquellos que aún sigue atentando contra la vida de los campesinos y líderes sociales. “Nos duele inmensamente que los violentos y los narcotraficantes, los que alzan las armas contra los campesinos y los líderes sociales, siguen asesinando en medio de las tinieblas”, afirmo el prelado. Al expresar su voz de consuelo a la familia y a la comunidad del Cauca por esta triste noticia, imploró del Señor “su amor misericordioso para que transforme el corazón de los violentos y les muestre el verdadero camino de la vida, la reconciliación y la paz”. Finalmente, reafirmó el compromiso de la Iglesia católica para seguir acompañando a las comunidades que sufren el flagelo de la violencia “estamos dispuestos a dar nuestra vida, a morir si es el caso por defender, anunciar el Reino y acompañar a nuestros pueblos que sufren”.

Lun 30 Dic 2019

Obispo agradece a quienes trabajan por la reconciliación del Pacífico

A pocos días de finalizar el 2019, Monseñor Orlando Olave Villanova, obispo de la diócesis de Tumaco, en un mensaje agradeció el compromiso de aquellas mujeres y hombres que con signos de vida, reconciliación y fe le han apostado a la mejora de estos territorios. “Agradecemos a Dios los diversos signos de vida, de reconciliación y de fe, de tantos hombres y mujeres que durante este año nos han ilusionado en que podemos entre todos construir un Pacífico Nariñense reconciliado y en paz (…) Agradecemos a Dios los distintos proyectos y procesos sociales que han sembrado organización y desarrollo en nuestras comunidades”, señala la misiva. En su mensaje, el prelado expresó algunos de los signos de dolor que padecen estos territorios del pacífico y que siguen siendo una constante: Los atentados violentos contra las comunidades; los altos índices de pobreza, marginación y abandono; y la inestabilidad política e ingobernabilidad de los municipios. El jerarca del pacífico pidió a las autoridades militares y de policía para que velen por la garantía y cuidado de los habitantes de estas regiones tan golpeadas por la violencia. Finalmente, hizo un llamado a todos los entes del Estado, comunidades, organizaciones y a la misma Iglesia, para que le sigan apostando con su trabajando por un mejor Pacífico Nariñense.

Jue 5 Sep 2019

“No más derramamiento de sangre”: Mons. Elkin Álvarez

Tras rechazar los hechos de violencia que se vienen presentando en el país, el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. Elkin Álvarez Botero, llamó la atención sobre la “grave situación” que se vive, donde líderes sociales y candidatos a los próximos comicios se enfrentan a amenazas contra su vida. “Como Iglesia recibimos con profundo dolor el asesinato de la candidata Karina García, de su madre y algunos líderes sociales en el departamento del Cauca (…) Nosotros hemos enviado un mensaje en días pasados con una invitación a evitar toda forma de violencia en las campañas políticas, pero este asesinato es una muestra de que estamos volviendo a esas formas de violencia que no nos dejan avanzar (…) Se tiene que acabar la violencia, no más derramamiento de sangre”, advirtió el prelado en una entrevista concedida a Aciprensa. De otra parte, insistió en que “tenemos que volver al valor de la vida como don de Dios. No solamente la de los líderes sociales, que es un dolor que mueran porque acaban con las esperanzas del país, sino todas las vidas humanas”. Finalmente, al referirse a las elecciones regionales en el país, el también obispo auxiliar de Medellín alentó a los candidatos a hacer “campañas políticas que se mantengan en una línea democrática que realmente ayude y no divida”. “El mensaje que queremos enviar a candidatos y electores es que no polaricemos más el país, que busquemos la unidad y hagamos una campaña democrática con altura”, señaló.