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migrantes venezolanos

Vie 6 Mayo 2022

Con 112 graduandos finaliza en Cúcuta cuarto curso de ‘Medios de vida sostenible’

El proyecto ‘Medios de vida sostenible’ de la Diócesis de Cúcuta que capacita en modistería, confección y costura básica, a migrantes venezolanos y colombianos retornados, graduó su cuarta promoción, gracias al apoyo de Adveniat. El pasado sábado 30 de abril se realizó la ceremonia de graduación, donde 112 graduandos recibieron de manos del Obispo de esta Iglesia Particular, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, el diploma que certifica que cumplieron satisfactoriamente las 160 horas del curso, en las instalaciones del Centro de Formación Beato Luis Variara. Monseñor aseguró que son muchas “cabezas de hogar”, las personas que han aprovechado la oportunidad de recibir una formación adecuada, y que hoy día les permiten tener su propio emprendimiento o mejores posibilidades laborales. Por su parte, Walter Antelís, coordinador del proyecto, manifestó que esta iniciativa “ha revolucionado” la visión de muchos migrantes, quienes encontraron en la Iglesia Católica que peregrina en la jurisdicción eclesiástica de Cúcuta, el apoyo necesario para “resarcir sus sueños” y buscar la mejor manera de llevar el sustento a sus hogares. Con esta cuarta promoción, ya son 320 los beneficiarios de ‘Medios de vida sostenible’; en esta ocasión, de los 112 graduandos seis fueron hombres, que se animaron a instruirse en el arte de la modistería. Fuente: Centro de comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta

Jue 17 Mar 2022

Arquidiócesis de Ibagué ofrece ayuda alimentaria y psicosocial a migrantes

La Pastoral Social de la Arquidiócesis de Ibagué, impulsada por la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (ABACO), a través del proyecto de fortalecimiento - Atención a Migrantes, entrega atención alimentaria a 150 jefes de hogar de la población venezolana. Este proyecto contempla tres fases, que se desarrollarán a lo largo de 8 meses, durante este tiempo la población migrante que no cuenta con la posibilidad de cubrir sus necesidades básicas, recibirá ayuda alimentaria, asistencia y apoyo psicosocial. Según lo explica Maryory Saavedra, coordinadora del área psicosocial, de la Arquidiócesis de Ibagué, luego de "un estudio y visitas domiciliarias por parte del equipo de la Pastoral Social, se pudieron identificar las necesidades de esta población que, a través de esta importante alianza con ABACO, logra fortalecer los lazos solidarios con 150 hermanos migrantes, que han sido beneficiados a través de este importante proyecto". Es importante resaltar que este proyecto impulsado por ABACO, tiene como aliado al Banco Arquidiocesano de Alimentos de Ibagué y su objetivo está centrado en enfocar estas ayudas alimentarias en la población migrante que reside en la ciudad de Ibagué. Maryory Saavedra, coordinadora del área psicosocial, de la Arquidiócesis de Ibagué

Mié 30 Jun 2021

Colombianos y venezolanos unidos en campaña ambiental en Pasto

El territorio de Remolino es un corregimiento perteneciente al municipio de Taminango, en el Departamento de Nariño. Famoso por su clima caliente, un atractivo turístico para visitantes y residentes que continuamente llegan a este lugar para disfrutar de las caudalosas aguas del río Río Juanambú. Aunque el Departamento de Nariño no es frontera con Venezuela, si limita al sur con Ecuador, uno de los tantos destinos escogidos por la población venezolana para establecerse y de esta manera huir de la crisis social y política de su país. Precisamente, el corregimiento de Remolino, por encontrarse sobre la vía Panamericana que conecta a los dos países, es paso obligatorio para los migrantes venezolanos que optan por ir hacia el vecino país, aunque, en su recorrido algunos han elegido quedarse a vivir en el territorio. Según datos entregados por la alcaldía de Taminango, actualmente el municipio cuenta con la presencia de 300 ciudadanos provenientes de Venezuela con vocación de permanencia, de los cuales 210 se encuentran establecidos en Remolino, pues debido a su reconocimiento como destino turístico, es lugar de oportunidades laborales para la población venezolana, por lo menos así lo ven los migrantes que han llegado al corregimiento. En este contexto, la Pastoral Social – Cáritas Pasto, en el marco del proyecto Asistencia en Salud y Wash a Familias Afectadas por la Crisis Migratoria Venezolana en Colombia, en trabajo conjunto con la alcaldía municipal, los líderes y lideresas y la población migrante del corregimiento, realizaron una jornada de limpieza comunitaria y remoción de escombros del caño del sector de Remolino Centro. En este lugar funciona actualmente la desembocadura de aguas negras y estaba siendo utilizado como botadero de basura, lo que a su vez produjo una crisis de salud ambiental entre los habitantes debido a la generación de malos olores, presencia de mosquitos y roedores. “Nosotros hemos venido trabajando con la comunidad de Remolino desde el mes de enero de 2020 cuando inició el proyecto. Lo que estamos haciendo a través de estas jornadas ambientales y de recolección de escombros, es mejorar las condiciones de salud e higiene para las personas de este sector”, manifestó Mónica Helena Prado, coordinadora del proyecto Asistencia en Salud y WASH a familias afectadas la crisis migratoria venezolana en Colombia de la Pastoral Social – Cáritas Arauca. Estas jornadas de limpieza ambiental se realizan con el fin de mejorar la calidad de vida, no solo de los migrantes y refugiados, sino de la comunidad en general. Sumado a esto, se busca reducir y controlar la cantidad de vectores que puedan ser causantes de enfermedades. Como resultado de la actividad, se logró la recolección de más de 40 bolsas de basura que fueron debidamente clasificadas y llevadas al lugar de reciclaje de residuos sólidos en el municipio. Asimismo, se logró la limpieza del caño del sector de Remolino Centro en su totalidad. Estas acciones permitieron mejorar y establecer entornos seguros para la salud de los habitantes del sector. Un ejemplo de trabajo en equipo sin fronteras. La jornada contó con la participación de aproximadamente 70 personas, entre las cuales se encontraban ciudadanos colombianos y venezolanos, que trabajaron en conjunto para embellecer, rescatar la imagen del sector y devolverle la funcionalidad al desagüe del caño, pues debido a la cantidad de basura, las aguas negras se estaban depositando en el sector. “Yo llevo viviendo dos años en Remolino y aparte de haber trabajado por el medio ambiente, lo que más resalto de estas jornadas es que colombianos y venezolanos trabajamos en unión por el bienestar de todos. Tenemos que seguir realizando este tipo de actividades que fortalecen los lazos entre todos”, señaló José Leonardo Vicent, migrante venezolano. Esta es la segunda jornada de limpieza comunitaria y remoción de escombros que realiza la Pastoral Social – Cáritas Pasto en el marco del programa de salud ambiental, cuyos resultados han sido positivos, especialmente para la población migrante venezolana, pues estas actividades no solo contribuyen a mejorar su calidad de vida, sino a crear ambientes de convivencia en las comunidades de acogida. En Pasto se tiene previsto la realización de dos jornadas de limpieza más; la próxima de ellas será en el Parque Toledo del municipio, donde desde ya se está invitando a la comunidad para que asista a esta actividad y de esta manera trabajar por rescatar la fuente hídrica que pasa por este sector. Fuente: Of. comunicaciones SNPS

Mié 16 Jun 2021

Diócesis de Cúcuta inaugura nuevo centro de formación en el Asilo Andresen

La Diócesis de Cúcuta, encaminada a fortalecer día a día el proceso evangelizador en medio del contexto cultural y social complejo en el que se encuentra esta jurisdicción eclesiástica, marcada, sobre todo, por un fenómeno migratorio próximo a cumplir seis años, continúa promoviendo y acogiendo a los hermanos más necesitados. En medio de la pandemia, la fe no aísla a los servidores de esta Iglesia Particular, que buscan la manera de salir al encuentro con las personas más vulnerables. Precisamente, desde la Fundación Pía Autónoma Asilo Andresen, cada uno de los meses desde que se decretó la emergencia sanitaria en el país, ha entregado mercados y paquetes de higiene a las familias de los niños beneficiarios tanto del Asilo, como del Centro de Caridad de Ayuda Infantil 'La Niña María', este último proyecto tuvo que ser suspendido, pero a los hogares de los niños, ha seguido llegando la ayuda alimentaria por parte de la Iglesia Católica. En este segundo semestre del año 2021, gracias al impulso de monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Administrador Apostólico de la Diócesis de Cúcuta, de reactivar todas las acciones pastorales y evangelizadoras, el Asilo Andresen inició un nuevo proyecto, con la coordinación de su representante legal, el padre José Elver Rojas Herrera y los sacerdotes Omar Leonardo Arias Quijano, capellán del Asilo, y Germán Omar Hernández Pinto, administrador; se trata de una obra social, orientada a ser centro de formación para los padres de las 180 familias ya caracterizadas, los cuales son migrantes venezolanos y colombianos retornados, quienes tendrán la oportunidad de tener mayores posibilidades de obtener un sustento económico. Delicias ‘La Niña María’ Este es el nombre que se le ha dado a la panadería del Asilo Andresen, y de esta manera, se materializa el centro de formación que la Diócesis de Cúcuta quiere brindarles a estos padres de familia, quienes serán capacitados en panadería, repostería y cocina, donde descubrirán de forma muy práctica, que ellos pueden iniciar sus propios negocios, “sin que los limite la falsa creencia de que, para ello, se requiere gran inversión de dinero”, así lo asegura el chef y formador del proyecto, Luis Gerardo Molano. Por su parte, el padre Omar Arias, expresa que este es el modo de “enseñarlos a pescar”. Además, la visión del proyecto, es que este sea auto sostenible, y lo producido por los aprendices, pueda así mismo, ser comercializado. Inicialmente, se inscribieron 80 personas, de las cuales se seleccionaron 36 participantes, quienes serán divididos en tres grupos (para evitar contagios y propagación de COVID-19 en el desarrollo del aprendizaje). Las clases se realizarán los días lunes, martes y miércoles, durante seis semanas. Este primer ciclo de formación tendrá una duración de 72 horas, iniciando el próximo martes 15 de junio. Los módulos y toda la metodología fueron organizados por el chef y la hermana Liliana del Carmen Chacón Madrid, Agustina Recoleta del Corazón de Jesús. Los participantes aprenderán el arte de la panadería y a cocinar productos de la región: churros, arepas, empanadas, y alimentos que garanticen un fácil emprendimiento sin mayores recursos. Delicias ‘La Niña María’, también quiere destacarse en la producción de una línea especial saludable, iniciando con la elaboración de un pan completamente libre de grasas y azúcar, pero considerablemente agradable al paladar. Otro de las tareas que se proyectó para la panadería, es que, con las comidas que se elaboren, se organicen kits alimenticios, para ser llevados a la caseta que la Diócesis de Cúcuta tiene ubicada en el kilómetro 2, vía a Los Vados (municipio de Los Patios), la cual por precepto del señor Obispo, será re-abierta de forma permanente, para atender a los migrantes caminantes. Cabe destacar, que esta iniciativa arrancará gracias a donaciones y con limitados recursos, pero aún hacen falta más implementos y materia prima, para poder aumentar la cantidad de cupos en los cursos. Se espera que, gracias a la Divina Providencia y la caridad de Cristo, Delicias ‘La Niña María’, pueda crecer y recibir muchas más familias, para cambiar sus realidades, por sueños cumplidos y la esperanza de salir adelante. Fuente: Centro de comunicaciones Diócesis de Cúcuta

Vie 11 Jun 2021

Asistencia en salud, agua, saneamiento e higiene a familias venezolanas

Desde el 2015, Venezuela viene enfrentando una crisis económica, social y política debido a varios factores que han desencadenado un desplazamiento masivo de ciudadanos venezolanos durante los últimos años. Según Migración Colombia, hasta el 31 de enero de 2021, en el país se encontraban 1.742.927 migrantes venezolanos, de los cuales 759.584 se encuentra en condición regular y 983.343 en condición irregular. El ambiente en el que vive gran parte de la población migrante en Colombia es lamentable, esta situación está catalogada a nivel mundial como crisis humanitaria. Además de la falta de acceso a ofertas de empleo, a la vivienda digna y a la alimentación básica; se suman las dificultades para acceder a la atención en salud y a elementos de higiene básicos, aspectos que han acentuado la crisis migratoria por la que están atravesando. La situación en Colombia Aunque varios departamentos del país cuentan con una presencia significativa de migrantes venezolanos, las zonas fronterizas de Arauca, Vichada y Nariño (frontera con Ecuador), llaman especialmente la atención, ya que, a diferencia de otros territorios nacionales, por décadas estas regiones han tenido que padecer un sin número de desafíos económicos estructurales, desastres naturales y conflictos violentos. Migración Colombia reporta que, hasta el 31 de enero de este año, 44.851 migrantes se encontraban en Arauca, 14.523 en el departamento de Nariño, seguido de Vichada con 4.555. Por lo cual, estas zonas se enfrentan a mayor presión sobre sus recursos y servicios limitados al intentar cubrir las necesidades de la población migrante con intención de permanencia, población en tránsito, colombianos retornados y otras comunidades en situación de vulnerabilidad. La situación es aún más problemática en estos momentos de emergencia sanitaria por COVID -19, agravante de la salud pública a nivel mundial. Según la información recolectada en la línea de base del proyecto Asistencia en Salud y WASH a Familias Afectadas por la Crisis Migratoria Venezolana en Colombia, realizado por el Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombiana (SNPS-CC), se entrevistaron a 210 familias (766 personas) de estas tres regiones del país y se evidenció que la población migrante enfrenta grandes barreras en de acceso a salud, agua, higiene y saneamiento básico, aspectos que impiden que mejore su calidad de vida y digna expuestos a riesgos que atentan contra su salud física y emocional. Barreras para los migrantes y refugiados Atención en salud El acceso a un sistema de salud que pueda satisfacer las necesidades básicas de migrantes y refugiados, es un derecho que está tipificado en diferentes constituciones a nivel mundial y en todos los convenios internacionales de protección a la población migrante. Colombia no es ajena a este tipo de reglamentaciones, pues como Estado perteneciente al DIH tiene como obligación velar para que este derecho se cumpla a cabalidad. Sin embargo, dentro de la información suministrada por el SNPS-CC, se encontró que el 78% (163) de las familias encuestadas en los tres territorios, mencionó haberse encontrado con barreras para la atención en salud, de las cuales el 53% (113) reconoció que fue por falta de documentación, el 39% (81) por falta de dinero y el 27% (56) por falta de acceso a transporte. Los datos revelan que, en Arauca (39) y Nariño (47) la dificultad con mayor incidencia es el dinero, esto es asociado a la distancia a los centros de atención desde las comunidades, mientras que en Vichada identificaron la documentación como barrera principal (43), ya que, el sistema de salud colombiano solo permite una atención a los migrantes indocumentados por urgencias. Por último, cabe resaltar que el 73% (154) de las familias encuestadas comentó no estar afiliada al sistema de salud colombiano, el 21% (45) tiene uno o varios familiares afiliados, y sólo el 5% (11) registro estar todo el grupo familiar dentro del sistema de salud. Salud ambiental, higiene y saneamiento básico. Si bien el acceso a salud es una limitante para la población migrante, esta se podría evitar si no padecieran de distintos tipos de enfermedades que, en su gran mayoría, dependen de sus condiciones de habitabilidad, pues un alto porcentaje de familias venezolanas no cuentan con acceso a agua potable para consumo humano, con un servicio de recolección de basuras por parte de empresas públicas y desconocen que un mal manejo de residuos sólidos puede provocar la proliferación de vectores que transmiten enfermedades e infecciones a la población. El 32% (68) mencionó haberse encontrado enfermo por dolor de estómago y diarrea, y el 2% (4) haber contraído enfermedades transmitidas por vectores, como chikungunya, zika, malaria, entre otros. El 47% (99) de las familias encuestadas reportaron no tener acceso a agua las 24 horas del día los 7 días de la semana, de estos el 70% (69) reportó consumir agua del grifo y el 30% (30) comentó extraerla de pozos profundos. Es cierto, que el panorama para los más de 60.000 migrantes venezolanos que se encuentran en estas tres regiones del país es desolador, también es cierto que desde diferentes organizaciones e instituciones se está trabajando en conjunto para romper esas barreras que les impide tener una mejor calidad de vida. Acciones solidarias y trabajo en equipo para una mejor calidad de vida Teniendo en cuenta esta realidad, desde febrero de 2019 la Iglesia Católica en Colombia a través del SNPS-CC en conjunto con la Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero USAID/OFDA, inició la implementación de un programa propuesto en dos fases de intervención. Durante la primera Fase se atendieron a más de 12,000 migrantes venezolanos en 4 departamentos del país con asistencia en salud, dinero en efectivo y agua, saneamiento e higiene (WASH). Ahora, el proyecto Asistencia en salud y agua, saneamiento e higiene a familias afectadas por la crisis migratoria venezolana en Colombia en su segunda fase y en apoyo con la agencia BHA/USAID, tiene como objetivo, al finalizar el mes de agosto de 2021, llegar a más de 10.500 personas, facilitando el acceso a servicios de salud y mejorando las prácticas de higiene de la población migrante venezolana, colombianos en situación de vulnerabilidad y las comunidades de acogida. Acciones como la remisión a servicios médicos mediante la gestión de casos y vías de remisión eficaces, entregas de subsidios de transporte para el traslado a los centros médicos, campañas de salud ambiental y talleres en promoción de la higiene donde se sensibiliza a la población sobre las consecuencias del mal manejo de las basuras y su adecuada gestión, reciclando, reutilizando y reduciendo, son algunas de las acciones que ya se están implementado en estos tres departamentos. Se debe seguir trabajando para romper barreras A la falta de acceso a un sistema de salud y de un ambiente de habitabilidad digno que pueda evitar la generación de enfermedades, hay que sumarle que la población venezolana se enfrenta a otras problemáticas como explotación sexual, explotación laboral, convivencia familiar, desescolarización, regularización, entre otras, información arrojada por el estudio en terreno realizado por el SNPS-CC. Por esta razón, la Iglesia Católica colombiana seguirá uniendo esfuerzos en pro de darle continuidad a las acciones humanitarias que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de la población migrante que se encuentra en el territorio nacional, pues vivir en condiciones dignas en otro país es un derecho que por inherencia les pertenece. Finalmente, el SNPS-CC invita a todas las instituciones, organizaciones y entidades locales, gubernamentales, nacionales e internacionales, a continuar trabajando no sólo por los migrantes y refugiados, sino por la población colombiana en condición en vulnerabilidad, para romper esas barreras que les impiden gozar de un ambiente de vida dingo e igualitario.

Mié 2 Jun 2021

Migrantes venezolanos en Puerto Carreño necesitan de manos solidarias

Puerto Carreño-Vichada, el lugar donde nace el sol que alumbra a Colombia, como lo dicen sus habitantes. Es uno de los lugares del país que cuenta con el mayor número de migrantes venezolanos en tránsito, es decir, que entran y salen constantemente del territorio nacional debido a la extensa frontera entre los dos países. Según lo registran autoridades de Puerto Carreño, aproximadamente entre 300 y 500 ciudadanos venezolanos están circulando diariamente por el municipio en búsqueda del sustento diario y/o permanencia. Según Migración Colombia, a 31 de enero de 2021, el departamento contaba con 4.555 ciudadanos venezolanos distribuidos de la siguiente manera: el municipio de Santa Rosalía con 10 migrantes, seguido de La Primavera con 116 y Cumaribo con 352, por último, la capital del departamento, Puerto Carreño, cuenta con la población venezolana más alta, 4,077 ciudadanos. El padre Gabriel Flórez, director de la Pastoral Social del Vicariato Apostólico de Puerto Carreño, manifiesta que la situación de la población migrante en la jurisdicción es crítica. El municipio no sólo cuenta con la presencia de ciudadanos venezolanos raizales, sino con comunidades indígenas del vecino país que se han asentado en las periferias del territorio en condiciones lamentables, pues se encuentran viviendo en casas improvisadas construidas por ellos mismos en materiales como plástico, tabla o lata de zinc, expuestos a las inclemencias del clima y a una serie de factores que afectan su salud. Ninguno de estos hogares cuenta con acceso a los servicios básicos de agua potable, servicio de recolección de basuras o alcantarillado, que les permitan tener una condición de vida digna. A causa de esto, la gran mayoría de los migrantes, especialmente los niños y niñas presentan todo tipo de enfermedades, entre ellas diarreicas e infecciosas. “Muchas familias migrantes llegan a este municipio fronterizo en condiciones de vulnerabilidad altísimas. Con muy poco dinero, sin un documento de regularidad que les permita trabajar para poder sostener a sus familias, que incluyen niños y bebés de brazos. Adicionalmente su estado de habitabilidad es el principal generador de enfermedades físicas y psicológicas, lo que agudiza aún más su situación crítica”, manifiesta Reynaldo Díaz Alarcón, coordinador y promotor WASH del proyecto Asistencia en Salud y WASH a familias afectadas por la crisis migratoria en Colombia. Un proyecto solidario La Iglesia Católica en Colombia, a través de la Pastoral Social en Puerto Carreño, desde el año 2017, ha trabajado arduamente en pro del bienestar de la comunidad migrante venezolana con el fin de disminuir las barreras que les impiden tener una mejor calidad de vida. Al igual que en Arauca y Pasto, el proyecto Asistencia en Salud y WASH a familias afectadas por la crisis migratoria en Colombia, ha identificado hogares en condición de vulnerabilidad para beneficiarlas en dos sectores de atención: el primero es salud, que busca facilitar el acceso a información, remisión de casos a entidades sanitarias y la entrega de subsidios de transporte para el desplazamiento a citas médicas por enfermedad, controles prenatales, controles de crecimiento, odontología, entre otros servicios. El segundo sector comprende agua, saneamiento e higiene (WASH) que ha venido realizando diferentes talleres enfocados en promoción de la higiene, desinfección y almacenamiento de agua, control de vectores y manejo de residuos sólidos. De los cuales se estarían realizando alrededor de 30 talleres que tienen el objetivo de mejorar las condiciones de higiene de las familias a través de proveerles conocimientos en las temáticas mencionadas. A la fecha, aproximadamente 1.800 migrantes venezolanos entre niños, hombres, mujeres y adultos mayores, se han visto beneficiados a través de estos dos sectores de atención del proyecto. En temas relacionados con atención a salud han sido atendidas 600 personas y en línea WASH 400 individuos han logrado participar activamente de los talleres en promoción de la higiene. La Pastoral Social de Puerto Carreño continuará con la ejecución del proyecto hasta el mes de agosto. Durante estos meses seguirá con la realización de talleres, atención en salud y, se espera para el mes de mayo, la entrega de kits de higiene a la población priorizada. Se debe seguir trabajando, sirviendo y acogiendo El padre Flórez hace especial énfasis sobre la grave situación por la que están atravesando la gran mayoría de ciudadanos venezolanos, especialmente aquellos que se encuentran en las zonas rurales del municipio, y aunque el proyecto ha contribuido en gran medida a mitigar su condición de vulnerabilidad, la situación continúa siendo crítica y lamentable. Asimismo, señala que es urgente pensar en la implementación de soluciones de fondo para que la población migrante, particularmente la que se encuentra en el Departamento de Vichada pueda acceder a mejores condiciones de vida. Como es una vivienda digna que cuente con los servicios básicos que permitan mejorar su calidad de vida y de esta manera reducir su vulnerabilidad. Por su parte, la Iglesia Católica en Colombia, a través de la Pastoral Social de Puerto Carreño y en trabajo conjunto con diferentes instituciones y organizaciones nacionales e internacionales, continuará sirviendo y acogiendo a la población venezolana con el fin de brindar una mano solidaria que contribuya a proveer asistencia humanitaria. Fuente: Of. de comunicaciones del Secretariado Nacional de Pastoral Social SNPS

Jue 6 Mayo 2021

Iglesia católica en Colombia continúa apoyando crisis migratoria en Arauquita

Con el fin de acoger y apoyar a la población migrante venezolana desplazada en el municipio de Arauquita, la Iglesia católica en Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana y la Pastoral Social en Arauca, continúa realizando acciones solidarias para solventar la crisis migratoria. El pasado 21 de marzo en horas de la madrugada, se registró el desplazamiento masivo de ciudadanos venezolanos provenientes del Estado de Apure. El río Arauca fue testigo del paso de más 5.000 migrantes que se vieron obligados a dejar su país a causa de los disparos y las detonaciones de artefactos explosivos que se desencadenaron en el territorio, producto de un enfrentamiento armado entre la Fuerza Aérea Nacional Bolivariana y contra un Grupo Delictivo Organizado (GDO). Según lo reportó el Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos en su último informe entregado el 23 de abril, a la fecha se registran 5.409 migrantes que han ido llegando al territorio y que han sido alojados en tres grandes albergues, cada uno con capacidad aproximada para unas 500 personas. Otra parte de la población se encuentra en alojamientos satélites (casas de familias) donde han sido acogidos por los habitantes del municipio, quienes, en un gesto de solidaridad, han compartido sus hogares para afrontar la situación que están viviendo. “Yo me encontraba viviendo en la Victoria, Estado de Apure. Por la situación, ya llevo un mes en Colombia, específicamente en Arauquita, en el asentamiento los Vencedores donde un pariente muy amablementenos brindó un apoyo; a raíz de la situación en la que nos encontrábamos salimos de allá con máxima urgencia. En la casa donde estamos vivimos cinco familias sin enseres, ni siquiera una colchoneta, pero por lo menos con un techo donde cobijarnos, aunque con muchas necesidades. No nos podemos regresar porque no nos dan garantías de estar en nuestro territorio, por eso debemos permanecer aquí, en Colombia”, señala Esperanza González, migrante venezolana. La Iglesia católica, a través de la Pastoral Social – Cáritas Arauca, ha estado continuamente trabajando en conjunto con instituciones locales, nacionales e internacionales para ayudar a esta población que recientemente ha llegado a Arauquita. A pesar del apoyo, la emergencia social aún persiste y puede ir en aumento. “Desde que inició esta situación concreta de la migración masiva a causa de este conflicto armado en el Estado de Apure, nosotros hemos estado apoyando a las instituciones en el sentido de tratar de focalizar o caracterizar a la población migrante que está llegando al país para determinar en qué lugares están, cuál es la situación en la que se encuentran, qué necesidades prioritarias existen y poder así canalizar esas necesidades hacia las instituciones”, manifiesta el Padre Laureano Daza– director de la Pastoral Social – Cáritas Arauca. Esta no es la primera vez que la Iglesia ha estado presente en acciones en pro del bienestar de la población migrante en el municipio. La Pastoral Social – Cáritas Arauca, en respuesta a esta situación, ha contado con el soporte del proyecto “Asistencia en Salud y WASH a familias afectadas por la crisis migratoria venezolana en Colombia”, financiado con recursos de BHA/USAID. En una primera jornada se han priorizado sectores como Vencedores y Bella Vista, lugares donde se albergan más de 120 familias migrantes. Durante el mes de abril se ha brindado atención en salud donde se realizaron 80 referenciaciones y se entregaron auxilios de transporte con el fin de facilitar el acceso a dicho sistema. Estas jornadas han contado con la participación de adultos mayores, niños menores de 3 años, mujeres embarazadas y lactantes, atendidos por parte de personal médico en servicios como salud oral, atención psicológica y medicina general. Así mismo, se dio inicio a una estrategia de Promoción en la Higiene, donde ya se han realizado tres talleres, con la participación de 30 personas por jornada, durante los cuales se trabajaron temas relacionados con la gestión y manejo de residuos sólidos comunitarios, lavado de manos y manipulación de alimentos, almacenamiento y tratamiento de agua, medidas de prevención y uso de elementos para disminuir los riesgos de contagio por COVID-19, prevención de enfermedades asociadas. Todo esto con el fin de generar un impacto positivo que permita crear una concientización a fin de mejorar la calidad de vida de las comunidades intervenidas. Otras de las acciones que están por realizarse desde la Pastoral Social en Arauquita ante esta crisis migratoria, es la distribución de artículos de higiene que van a ser entregados de acuerdo a la edad y la necesidad de la población. La estrategia de la Iglesia a través del SNPS-CC para dar respuesta a la Emergencia Desde que inició la emergencia, la Pastoral Social – Cáritas Arauca, ha promovido acciones para acompañar a la poblacióna través de las tres parroquias que se encuentran en Arauquita, impulsando campañas de sensibilización con la comunidad para la recolección de ropa en buen estado, productos agrícolas y ayuda monetaria. “Nosotros a través de los campesinos y con la ayuda de estos comités parroquiales, hacemos llegar estas ayudas a cada uno de los albergues. Esas donaciones que se han recibido por parte de los habitantes de las zonas rurales son de gran apoyo para el sostenimiento de las familias, ya que esto nos permite complementar en cierta medida las acciones para dar respuesta a la emergencia humanitaria”, Padre Laureano Daza el director de la Pastoral Social – Cáritas Arauca. Además, desde el SNPS-CC se han gestionado acciones para dar respuesta a la emergencia a través del Servicio Nacional de Emergencias y otros aliados, con el fin de brindar kits de albergue, alimentación, cash y otras ayudas prioritarias. Se tiene previsto que la emergencia se extenderá, por esta razón la Iglesia motiva a las organizaciones para que sigan dando respuesta a aquellas personas que se encuentran en el departamento de Arauca. Con el fin de seguir sustentado a las familias migrantes, las personas que deseen sumarse a esta acción solidaria, pueden acercarse a las parroquias o la Diócesis de Arauca a través del señor Obispo, apoyando esta labor humanitaria llevando ropa en buen estado, comida, productos agrícolas o apoyo monetario para continuar con el sostenimiento de los albergues. La Iglesia continuará haciendo un llamado a la solidaridad en apoyo a la causa de la situación de emergencia que están viviendo las familias en Arauquita. Fuente: Oficina de comunicaciones de SNPS

Jue 29 Abr 2021

Obispos de Colombia y Venezuela preocupados por situación de frontera

Frente al difícil drama que se padece en la frontera de Venezuela y Colombia, especialmente en el Estado de Apure y en el Departamento de Arauca, donde un número creciente de comunidades están padeciendo el desplazamiento transnacional por diversas circunstancias, la Iglesias de estos dos países se unen para manifestar su preocupación y cercanía con la población afectada. Es así como en un comunicado firmado por las directivas de las Conferencias Episcopales de ambos países, los prelados exponen en seis puntos sus consideraciones frente a esta problemática que se acrecienta cada vez más y que afecta a la población más vulnerable. Afirman que este conflicto que se vive en la frontera pone en peligro la paz de ambas naciones y desestabiliza la convivencia ciudadana, por lo que hacen un llamado urgente a las autoridades de estos países para que se avance con soluciones de fondo "eficaces, dialogadas y concertadas, frente a la problemática que se vive a lo largo de la frontera, siempre anteponiendo a cualquier otro interés el respeto de la dignidad humana y de los derechos de las personas". Así mismo, expresan su solidaridad y cercanía de acompañamiento a las personas que se han visto afectadas teniendo que cruzar la frontera hacia territorio colombiano y hacen un llamado a las autoridades competentes para que se propicien las condiciones que permitan a las personas permanecer en su territorio o regresar a él. "Con sentido de comunión eclesial, ratificamos nuestra solidaridad con las diócesis de Arauca y Guasdualito. Sus obispos, unidos a sus presbíteros, religiosos, laicos y grupos de pastoral social están dando un decidido testimonio de fraternidad, acompañamiento, defensa y dignificación de quienes más sufren por esta situación que viven en sus territorios". Por otra parte, agradecen las muestras de afecto y ayuda humanitaria que organismos nacionales e internacionales, así como personas naturales, comunidades católicas y de otras confesiones religiosas ofrecen a los migrantes y desplazados. "También resaltamos las manifestaciones cotidianas de solidaridad que se dan entre nuestros pueblos y que son testimonio de los vínculos estrechos que nos han unido a lo largo de toda nuestra historia". Finalmente, hacen un llamado a la comunidad internacional para que se prosiga con los esfuerzos de articular acciones que beneficien a las poblaciones migrantes y desplazadas. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]