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pueblos indígenas

Mar 2 Ago 2022

Episcopado resalta ejemplo de resiliencia de comunidad Rrom presente en Colombia

Al celebrarse este 2 de agosto a nivel mundial el 78º aniversario del Día del Holocausto del Pueblo Gitano, que se vivió durante la Segunda Guerra Mundial, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Departamento de Animación Misionera y el área de Etnias, ha querido recordar y saludar de manera especial a la minoría étnica conocida como comunidad de Rrom, que significa “pueblo” o “persona” en el idioma Rromaní. A través de un mensaje el padre Omer Giraldo, director del área de Etnias del episcopado agradeció al Pueblo Gitano de Colombia por sus ejemplos de resiliencia a lo largo de su historia como parte de la nacionalidad colombiana. “La Iglesia colombiana desde la Conferencia Episcopal se une al Pueblo Rrom en Colombia, reconociendo su colombianidad por su presencia ya centenaria en nuestro país, sus deseos y luchas por fortalecer y defender su identidad étnica y cultural, sus derechos como etnia minoritaria, sus manifestaciones artísticas, sus formas de vida, usos y costumbres y su dignidad como pueblo (…) Gracias querido Pueblo Gitano de Colombia por sus profundas lecciones de resiliencia a lo largo de su historia como parte de la nacionalidad colombiana”. LEER ARTÍCULO COMPLETO HOMENAJE AL PUEBLO GITANO DE COLOMBIA Día de la Memoria del Holocausto de los Gitanos El 2 de agosto de 1944 es la fecha reconocida por una resolución del Parlamento Europeo del año 2015 como la fecha final de la liquidación de los “campos de gitanos” de Auschwitz. Conocida en el idioma alemán como la “Zigeunernatch”, “La Noche de los Gitanos”, el 1 de agosto de 1944, se realizó la matanza de cerca de 4.300 miembros de las minorías étnicas de los Sinti y los Rromaníes, variantes culturales de las etnias gitanas, durante la II Guerra Mundial; quienes fueron incinerados en las cámaras de gases, como parte de la campaña Nazi, en su intento por exterminar el Pueblo Gitano de Alemania. Se estima, según cálculos recientes, que entre 250.000 y 500.000 gitanos fueron asesinados durante el Holocausto Nazi. La Iglesia Católica en Colombia, a través del Centro de Animación Misionera de la Conferencia Episcopal y el área de ETNIAS, rinde un especial homenaje al Pueblo Gitano de Colombia con ocasión de esta importante conmemoración, unida de corazón al dolor del pueblo gitano esparcido en muchas naciones del mundo. Junto a esta reconocida fecha del 2 de agosto, es importante recordar que el Día internacional de Pueblo Gitano se celebra el 8 de abril. El pasado mes de abril se celebraron los 32 años de la declaración oficial de dicha fecha en el Cuarto Congreso Mundial Romaní, realizado en 1990 en Serock, Polonia. Ana Dalila Gómez Bahoz, gitana colombiana y considerada una de las 100 mujeres más influyentes del mundo, es coordinadora general de la organización PROROM y consejera distrital del pueblo gitano en Bogotá. En diálogo con ella nos dijo que la matanza del 1 de agosto de 1944 es reconocida en su cultura como “Mudardimos” que significa “genocidio” en la lengua Rromaní de los gitanos del mundo entero. Expresó que la limpieza étnica en el Holocausto Nazi superó el millón de gitanos asesinados. A su vez agradeció el gesto de la Iglesia colombiana de solidaridad con el pueblo gitano de Colombia. Hablando sobre la presencia de los gitanos en Colombia dijo que “existen comunidades de gitanos, llamadas Kompañy, o Kumpanias, repartidas en diversas regiones como Bogotá, Sahagún y San Pelayo, en Córdoba; Sampués, en Sucre, Sabanalarga, Envigado, Girón, Cúcuta, Tolima y Pasto”, este último, el único lugar del país donde aún viven en carpas. Según el último censo del Dane, son 4.858 los gitanos que viven en Colombia, aunque para el Proceso Organizativo del Pueblo Rom (Prorom) la cifra ya superó los ocho mil. Ana Dalila expresó que la organización PROROM tiene como objetivo “cambiar nuestra imagen social, mostrándonos como personas reales, no estereotipadas”. La palabra “gitano” proviene del término “egiptano”, pues en la Edad Media se generó la creencia errónea de que provenían de Egipto. Los gitanos llegaron a España en el siglo XV en tiempos de Isabel y Fernando, los reyes católicos. Su política que quería la homogeneidad de la sociedad española generó el odio y la indiscriminación hacia el pueblo gitano. La verdadera historia de los gitanos o también conocidos como “romaníes”, “zíngalos” o “Pueblo Rrom”, es que provienen de un pueblo indo ario nómade, al norte del subcontinente indio, del siglo IX de nuestra era. Aunque no hay una cifra precisa del censo gitano a nivel mundial se estima que oscila entre 12 y 20 millones de personas esparcidos en muchos países del mundo, aunque nunca se han identificado con un territorio o país. Es por esto que no anhelan una patria lejana, ni tienen el concepto de soberanía nacional o territorial y se caracterizan por la transmisión oral de su cultura, pues carecen de textos sagrados o referenciales. Las principales características del pueblo Rrom, afirma Ana Dalila, son: Gastronomía propia, danza, música, justicia propia, lengua y saberes ancestrales. Es importante resaltar que, según la tradición gitana, no tienen una creencia religiosa común, sino que adaptan la religión dominante del lugar donde llegan. En Colombia la mayoría de los miembros del pueblo Rrom son católicos. Los católicos gitanos del mundo entero tienen como patrón al beato Ceferino Giménez Malla. Conviene resaltar que el 2 de agosto la Iglesia celebra la memoria del Beato CEFERINO, gitano fusilado en Barbastro, España, en 1936 por intentar salvar a un sacerdote. Fue el sacerdote milanés, Mario Riboldi, fallecido en junio de 2021, apóstol de los gitanos en Italia y Europa, quien descubrió la figura de Ceferino Giménez e impulsó con vitalidad su postulación para la beatificación, hasta que San Juan Pablo II le beatificó en Roma el 4 de mayo de 1997. Vatican News escribió: “Al inicio de la guerra civil española, en los últimos días de julio de 1936, (Ceferino) fue detenido por salir en defensa de un sacerdote que arrastraban por las calles de Barbastro para llevarlo a la cárcel, y por llevar un rosario en el bolsillo. Le ofrecieron la libertad si dejaba de rezar el rosario. Prefirió permanecer en la prisión y afrontar el martirio. En la madrugada del 8 de agosto de 1936, lo fusilaron junto a las tapias del cementerio de Barbastro. Murió con el rosario en la mano, mientras gritaba su fe: «Viva Cristo Rey»” . Nos recuerda el Cardenal Peter Turkson, exprefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, en su mensaje para la memoria del Beato Ceferino del 2 de agosto de 2021: “En la vida del “Pelé”, como es conocido popularmente por los gitanos, se encuentran reflejados los valores centrales de la vida cristiana. Era conocido por su vida de oración, por su caridad constante; tenía también un don natural para el consejo”. La Iglesia colombiana desde la Conferencia Episcopal se une al Pueblo Rrom en Colombia, reconociendo su colombianidad por su presencia ya centenaria en nuestro país, sus deseos y luchas por fortalecer y defender su identidad étnica y cultural, sus derechos como etnia minoritaria, sus manifestaciones artísticas, sus formas de vida, usos y costumbres y su dignidad como pueblo. Gracias querido Pueblo Gitano de Colombia por sus profundas lecciones de resiliencia a lo largo de su historia como parte de la nacionalidad colombiana. Padre Omer Giraldo R. MXY Director área de ETNIAS y del IMA, Instituto Misionero de Antropología Del Centro de Animación Misionera de la CEC

Vie 15 Jul 2022

Tercera versión Escuela de Derechos Humanos de la REPAM

La Red Eclesial Panamazónica (REPAM), a través del núcleo de Derechos Humanos e Incidencia Internacional, inició el pasado 4 julio de 2022 en Manaos (Brasil) la tercera edición de la Escuela de Promoción de los Derechos Humanos (DD.HH.), que se extenderá hasta el 29 de julio. Este proyecto cuyo principal objetivo es “proporcionar herramientas educativas que ayuden a formalizar las denuncias sobre violaciones de derechos humanos ocurridas en el territorio amazónico”, reúne en esta ocasión a 24 líderes de pueblos indígenas y comunidades tradicionales de Perú, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Colombia y Brasil. Por Colombia hay representación de San Vicente del Caguán y Leticia en la frontera. Los módulos de los contenidos se elaboraron a partir de la escucha y desde las necesidades concretas de los territorios. Ellos son los protagonistas, los que marcan y construyen los caminos de la Escuela. Durante la primera semana, los facilitadores del Equipo Itinerante, con toda su experiencia y metodología, contextualizaron la realidad Panamazónica desde la cosmovisión de los pueblos y los proyectos extractivos que imperan en estos territorios, reflexionando y discerniendo sus diversas problemáticas. Compartir la lucha y la realidad Dentro de la metodología de trabajo, se asignó a cada pareja la presentación de los casos de violaciones de los derechos humanos en sus territorios: - Bolivia: Presentó sobre la invasión de territorios indígenas por parte de grandes y pequeñas empresas extractivas. - Ecuador: Mostró la realidad de los ríos tras el vertido de crudo en el río Coca. - Colombia: Habló sobre la deforestación en la Amazonia colombiana y cómo afecta al bienestar de las comunidades. - Brasil: destacaron las luchas por mantener los territorios tradicionales de los afrodescendientes en Rondonia, por permanecer en el asentamiento de Jatobá, en Roraima, y los conflictos en las aldeas de Maraguap, Amazonas. - Perú: Hablaron sobre el proyecto de una hidrovía que impactará a la comunidad indígena Kocama y la lucha por el territorio de la comunidad de Puerto Novo. - Venezuela: Señaló la disputa por el control territorial, las amenazas de la minería y la tala ilegales en los territorios indígenas. - Triple Frontera: Presentó sobre la explotación y trata sexual de niños y adolescentes, un problema que ha sido observado en las regiones del Perú, Colombia y Brasil. Las mujeres son la resistencia Para concluir el primer módulo, el Núcleo de Mujeres de la REPAM, deja un mensaje, "la última frontera de resistencia son las mujeres", y añade: "Somos territorio. Nada es fácil para una mujer en la comunidad. La voz es una burla. Nos expresamos bien o mal, pero nuestros sentimientos están ahí. La necesidad y el sufrimiento nos hizo organizarnos. Primero sin voz ni voto, sólo para escuchar. Hemos empezado a sembrar como cuando uno siembra una semilla. Estamos germinando... nos animan los representantes peruanos". La edición de este año de la Escuela contó con el mayor número de mujeres y entre ellas se destaca por primera vez una representante de comunidades afrodescendientes, quien a su vez dejó un mensaje de resistencia: "Mis padres fueron esclavos, mi familia son descendientes de esclavos. Vivimos con más miedo. Nosotros pasamos por eso también (por asesinatos). La gente tiene que resistir, luchar por sus derechos. Nuestra lucha es por todos, por los que no tienen". Frases que resuenan cuando relatan el proceso de lucha por la titulación (el reconocimiento legal de su territorio) de su comunidad a lo largo de 13 años. Escuela de Derechos Humanos El objetivo de la Escuela de Derechos Humanos es recoger todos los dolores, esperanzas y recomendaciones para seguir construyendo y luchando con los pueblos y comunidades. Por ello, se quiere compartir todas estas reflexiones e invitarles a formar parte de esta Red y a buscar alternativas de lucha a partir de sus propuestas. Dentro de la metodología de trabajo, en la primera semana, los grupos tuvieron la oportunidad de contextualizar y compartir la realidad de su territorio e identificar los principales problemas que agravan la situación de desigualdad y crisis en la Panamazonía. Esta segunda semana es la Semana de los Derechos Humanos. Los territorios serán habilitados por los principales instrumentos internacionales y cómo pueden ser los caminos para la exigibilidad de los derechos vulnerados. LA REPAM La Red Eclesial Panamazónica (REPAM) es un organismo eclesial nacido como resultado del camino recorrido por la Iglesia Católica en la Amazonia. Fue fundado en 2014 por el Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas/os, Cáritas América Latina y el Caribe, y la Comisión para la Amazonia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB). Como Red, cultiva, cuida y fortalece procesos horizontales con los pueblos y organizaciones eclesiales y sociales de la Amazonía y de otros territorios, promoviendo encuentros comprometidos y sensibles, pero que también son capaces de mover otras esferas de concientización e incidencia. Fuente: Comunicaciones REPAM

Jue 13 Ago 2020

Los pueblos indígenas en tiempos de covid-19

Por: Mons. Fernando Chica Arellano - El día 9 de agosto se celebra, como cada año, el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Hablamos de unos 476 millones de personas que habitan en 90 países, representando el 6,75% de la población mundial. Sus condiciones de vida están marcadas por la exclusión, la discriminación y la pobreza; por mencionar un único dato, las estadísticas oficiales indican que las poblaciones indígenas tienen una probabilidad tres veces más alta de vivir en pobreza extrema que el resto de sus connacionales. ¿Cuál es la situación de los pueblos indígenas en medio de la pandemia de covid-19?. Sin querer ser exhaustivo, es importante recordar, en primer lugar, que a lo largo de la historia hemos conocido numerosos episodios en los que una epidemia de tipo vírico o bacteriano ha diezmado la población indígena, debido a que no existen las mismas defensas en los diversos grupos humanos. El caso más conocido y dramático tuvo lugar en la América de los siglos XVI y XVII, cuando la viruela, el sarampión, la gripe, el tifus, la peste bubónica y otras enfermedades infecciosas esquilmaron la población local, en un grado incluso más intenso que las guerras de conquista o la explotación laboral. A mediados del siglo XX, un brote de sarampión redujo al pueblo Yanomaní, en Venezuela y Brasil, a un tercio de su población previa. También en estos tiempos de covid-19 hay unos riesgos específicos para estas poblaciones tan vulnerables. La crisis sanitaria de covid-19 se entrelaza con una crisis social, como hemos visto en muchas zonas del planeta. En este caso, particularmente, constatamos que a las dificultades epidemiológicas (especialmente agudas en el caso de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario o "no contactados") se suman una serie de graves limitaciones estructurales, que afectan tanto a los pueblos originarios que viven en las zonas rurales como a los indígenas urbanos. Se trata de realidades tan básicas como el acceso a agua limpia y sancamiento, el sostenimiento de los medios tradicionales de subsistencia (por ejemplo, en el pueblo de Ruanda) o la ausencia de una cobertura sanitaria (por ejemplo, entre los Navajos de Estados Unidos). La pandemia de coronavirus está mostrando la importancia de articular correctamente los diversos niveles de atención médica. Mientras los pueblos indígenas sufran de malnutrición y no puedan ejercer la soberanía alimentaria, es claro que quedarán muy debilitados para hacer frente a cualquier enfermedad. Los fallos estructurales y el abandono sistemático de las poblaciones indígenas amazónicas por parte de los diversos estados se han puesto de manifiesto de modo dramático en esta coyuntura. A este respecto, cabe señalar que la Iglesia en territorio amazónico está escribiendo bellas páginas de solidaridad para salir al encuentro de los enfermos por covid-19, sobre todo entre los indígenas. De acuerdo con los datos de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), a finales del pasado mes de julio, había 27.517 personas de pueblos indígenas contagiadas por covid-19, de las 1.108 habían fallecido. Unos 190 pueblos o nacionalidades indígenas han sido afectados por la pandemia en los nueve países que conforman la Panamazonía. De manera particular, se está viendo cómo el coronavirus golpea a los indígenas ancianos, como en otras zonas del planeta, privando así de una fuente irremplazable de sabiduría ancestral. Cabe destacar, entre otros muchos nombres, el fallecimiento por covid-19 en el Perú del líder del pueblo Awajún Santiago Manuin, activo colaborador con la Iglesia local, que fue recibido por el Papa Francisco en el encuentro con los pueblos de la Amazonía, en enero de 2018. En medio de toda esta dolorosa situación, debemos subrayar la resiliencia de los pueblos indígenas, que es precisamente la temática escogida por las Naciones Unidas para la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas en 2020. Ante una patología tan novedosa como la covid-19, para la que no existe aún un tratamiento que permita curar la enfermedad, resulta muy conveniente controlar de manera temprana los síntomas. En este ámbito, se han constatado iniciativas exitosas con prácticas de medicina tradicional entre los pueblos indígenas de Canadá, Colombia, Nepal y Congo, entre otros. Otra iniciativa relevante tiene que ver con el ritual tradicional del "KrohYee" (cierre de la aldea) entre el pueblo Karen de Tailandia, que se ha recuperado en el contexto de convid-19. Prácticas semejantes se han realizado en Malasia, Bangladesh y en diversos países de América Latina. Resulta evidente la importancia que tiene, para ello, el derecho a la autodeterminación de los pueblos indígenas y el derecho efectivo al territorio integral ancestral. El Papa Francisco, en su exhortación apostólica Querida Amazonía, escribió: "Nuestro sueño es el de una Amazonía que integre y promueva a todos sus habitantes para que puedan consolidar un ‘buen vivir’. Pero hace falta un grito profético una ardua tarea por los más pobres" (n. 8). Y en el número 52 añadió: "Si el llamado de Dios necesita de una escucha atenta del clamor de los pobres y de la tierra al mismo tiempo, para nosotros el grito de la Amazonía al Creador, es semejante al grito del Pueblo de Dios en Egipto (cf. Ex 3,7). Es un grito de esclavitud y abandono, que clama por la libertad". La celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas en estos tiempos de covid-19, supone, para todos nosotros, una llamada a escuchar este grito y a responder a él con nuestra plegaria humilde y nuestra solidaridad activa. Mons. Fernando Chica Arellano Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO

Mié 14 Ago 2019

“Vivimos una urgencia ecológica, ambiental, humana y social”: Mons. Henao

Durante un encuentro con la prensa, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, describió los tres aspectos que marcan la ruta de análisis y estudio del Pre-Sínodo de la Amazonía, que por estos días se realiza en la ciudad de Bogotá. En primer lugar, mencionó la importancia de relevar el papel que cumplen las comunidades que habitan la Amazonía, como son los indígenas, campesinos, comunidad afro población en general que ayudan a cuidar la Amazonía y a preservar su enorme biodiversidad. Segundo, poner sobre la mesa los grandes temas de agotamiento de la biodiversidad, como son la deforestación, la erosión y la gran amenaza que existe sobre la selva del Amazonas que es el pulmón del mundo. Explicó que los presentes a este Pre-Sínodo vienen a ofrecer sus voluntades para unir esfuerzos y trabajar de forma mancomunada en la conservación de la Amazonía y en la preservación de la biodiversidad. Preocupaciones y desafíos para la Iglesia en la Amazonía Monseñor resaltó la riqueza que Colombia tiene frente a otros países de la región en materia de biodiversidad, advirtiendo las amenazas que se están dando sobre ella por la enorme deforestación que está destruyendo la sostenibilidad de la Amazonía y la responsabilidad que se deja a las próximas generaciones. “Descubrimos que es necesario plantearse en serio todo lo que es la actividad de la tala y quema de bosques, porque tras de cada árbol se suma una posibilidad de extinción de la Amazonía (…) Nosotros encontramos que se requiere en la Amazonía unos planes concretos de ordenamiento territorial que sean capaces de garantizar la sostenibilidad de estos territorios (…) Se requiere asociar a las comunidades indígenas en un proyecto a largo plazo para que sean capaces de darle vida a unos planes sostenibles, que sean amigables con la ecología y el medio ambiente. Aquí también las comunidades campesinas y pobladores juegan un papel muy importante en este campo”. El directivo de la Pastoral Social, también hizo énfasis en algunas de las problemáticas que afectan la Amazonía. Actividades ilícitas y descontroladas como el narcotráfico, la minería desordenada, y el control territorial “todo esto va en contravía de lo que es la ecología, vemos que la Amazonía vive un tiempo de urgencia de conservación, este es un tiempo apremiante para dar respuesta (…) Queremos decir claramente, que vivimos una urgencia ecológica, ambiental, humana y social”. Así mismo, se refirió a las amenazas y asesinatos de líderes indígenas, que este año muestra unas cifras alarmantes. “Muchos líderes de la Amazonía han sido asesinados y otros amenazados. Las comunidades indígenas en particular en zonas como el Guainía o Puerto Carreño viven bajo condiciones de extrema pobreza y hambruna, además de las amenazas severas que padecen por parte de grupos ilegales”. Al respecto, expresó la disponibilidad y cercanía que la Iglesia siempre ha tenido con las comunidades indígenas para acompañarlas y ofrecerles una asistencia humanitaria en todos los aspectos. Hizo además un llamado para que se brinden las medidas de protección especiales a estas comunidades “hay que ir al fondo de cuáles son las problemáticas que enfrentan estas poblaciones, aquí hay un tema de criminalidad, pero también de sostenibilidad de la paz en Colombia, de sostenibilidad de un proyecto de nación y por tanto la respuesta tiene que ser muy de fondo”. “Tenemos en cierto sentido claro, el accionar de grupos armados ilegales y criminales, pero por otro lado tenemos todo un desafío de lo que significa la territorialidad, que le ha sido reconocida a las comunidades indígenas y afros, pero que hoy están siendo fuertemente amenazadas (…) El llamado al Gobierno y a la sociedad es para articular mucho más los esfuerzos y activar todas las instancias que existen y que vienen de los acuerdos de paz, para que las entidades debidamente coordinadas den una respuesta definitiva y contundente frente a esta problemática”. Acciones de la Iglesia frente al cuidado de la Amazonía Monseñor Henao Gaviria explicó que, con el objetivo de animar el cuidado de la Casa Común, la Iglesia ha conformado la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), que unida a campesinos, indígenas y autoridades, vienen trabajando para dar soluciones a las grandes problemáticas que enfrenta la Amazonía colombiana. “Nuestro aporte es elevar la conciencia, pero también hacer seguimiento a los planes de desarrollo que se ofrecen, fiscalizar que realmente se ejecuten de forma amigable y coherente con la protección del medio ambiente. Existen proyectos de minería y otros, que deben ser dialogados pasando por la consulta y escucha de los pueblos que habitan la Amazonía, con ellos se debe trabajar para poder ver las mejores maneras de efectuar el desarrollo”, puntualizó el directivo. Cabe recordar que el episcopado colombiano tendrá una representación de 16 obispos, que participarán en octubre en el próximo Sínodo de la Amazonía, convocado por el Papa Francisco en Roma, allí los prelados presentarán un documento que será el aporte de Colombia, y que reflejará el trabajo de una Iglesia comprometida con la conservación de la Amazonía.

Lun 12 Ago 2019

Iglesia en Puerto Carreño pide se respete la vida de líderes indígenas

En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Carreño, monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, rechazó las amenazas que se vienen dando contra líderes indígenas y Asociaciones Tradicionales Indígenas del Vichada y Orinoco. "Rechazamos las amenazas contra la vida humana de cualquier persona, e invitamos a las autoridades del orden Nacional, Departamental y Municipal, a buscar la manera de prevenir cualquier acción que atente contra la vida humana y perturbe la paz y la tranquilidad de nuestra región", afirmó. En su mensaje, el obispo dijo que ante las constantes amenazas contra los lìderes índigenas, era prudente suspenden los eventos culturales, programados para hoy 9 de agosto, que buscaban "preservar y vigorizar la cultura y las identidades específicas de cada pueblo" "Ante las constantes amenazas de las cuales han sido objeto algunos líderes indígenas de la Asociación de Cabildos y Autoridades Tradicionales Indígenas del Vichada y Orinoco, considero pertinente suspender las actividades conmemorativas del Día Internacional de los Pueblos Indígenas", señala el comunicado. Finalmente, invitó a todos los fieles del vicariato para que se unan en oración y perdir al “Príncipe de la Paz”, que reine pronto en este territorio la paz y la concordia. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 10 Ago 2018

Iglesia conmemoró el Día internacional de los pueblos indígenas

Con el rezo del Santo Rosario, los frailes dominicos de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y la comunidad Chiquinquireña, recibieron a los más de quinientos representantes indígenas que llegaron a la ciudad para conmemorar el día internacional de los pueblos indígenas a los pies de la Reina y Patrona de Colombia. Este 9 de agosto, hacia las 11:00 de la mañana arribaron a Chiquinquirá más de doce buses que transportaron, desde Bogotá, a los delegados de algunas comunidades indígenas que están asentadas en la capital del país producto del desplazamiento forzado y la violencia que se vive en sus territorios. Como peregrinos caminaron junto a la imagen de Nuestra Señora del Rosario, hasta llegar al Santuario Mariano para la eucaristía solemne que fue presidida por Monseñor Medardo de Jesús Henao del Río, obispo del Vicariato Apostólico de Mitú. En su homilía monseñor Medardo remembró el acontecimiento de la renovación como un hecho ocurrido en tierras ancestrales donde por mucho tiempo se maltrató y se vulneró los derechos de las comunidades de la época. “Pero el lienzo de Nuestra Señora aún se ve borroso cuando nuestra casa común es amenazada por explotación ilegal, cuando muchos de nuestros hermanos indígenas son desplazados por la violencia y cuando sus líderes son asesinados por buscar el bien común”, manifestó el prelado. Sumado a esto, el prelado denunció que un gran número de indígenas no cuentan con un servicio de salud adecuado y que son humillados en su persona por el simple hecho de venir de un origen ancestral. Resaltó el papel de algunos santos, como San Bartolomé de Casas, que ha luchado por la renovación del pueblo indígena y pidió a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá que, así como ella tomo sus colores esa mañana de 1586, que así también renueve el esplendor de los humildes y sencillos que son los elegidos de Dios. Como mensaje final, monseñor Medardo invitó a los indígenas, congregados en la Basílica, a que se sientan orgullosos de sus raíces, y a los jóvenes les pidió respetar y promulgar las tradiciones de sus padres y abuelos. La cultura, otra protagonista El acto religioso fue animado por los cantos étnicos y culturales de la comunidad indígena Embera Chamí, coro de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, más conocida como la iglesia del Voto Nacional de Bogotá, que con instrumentos y bailes típicos rindieron homenaje a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Una vez culminada la eucaristía, los más de quinientos invitados fueron recibidos por los grupos apostólicos del Santuario Mariano Nacional en la sede de la Universidad Santo Tomás para compartir un plato de sopa caliente e intercambiar experiencias culturales y sociales. Este evento contó con la participación de comunidades Embera chamí, Embera catío, Embera dobida y Siapidara, Tucana, Guanana, Cubea, Quechua, Muisca, Pijao, lnga, Kamsá, Nassa yube, Waunam, Curripacos, Piapocos, Senú, Piratañuya y Luitota, todos ellos del territorio colombiano. Este acontecimiento quedará escrito para siempre en el libro de las peregrinaciones a la Basílica de Chiquinquirá como una de la más importantes, pues así como María se mostró hace 400 años a una humilde indígena y a su hijo, ahora ellos vinieron hasta su casa para mostrarse ante Ella y consagrar sus raíces ancestrales. Fuente: Of. de comunicaciones Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá