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Red mundial de oración por el papa

Mar 30 Ene 2024

El papa Francisco pide oración y compromiso con quienes sufren enfermedades terminales

El papa Francisco pide a la Iglesia Universal que, en el mes de febrero, de manera especial, ore y reflexione sobre la necesidad de acompañar a los enfermos terminales. La petición se dio a conocer en el video publicado este martes 30 de enero a través de la Red Mundial de Oración del Papa.El llamado coincide con la celebración de la XXXI Jornada Mundial del Enfermo que se llevará a cabo el próximo domingo 11 de febrero y que tendrá como lema «Cuida de él». La compasión como ejercicio sinodal de sanación.“A veces no pueden hablar, a veces pensamos que no nos conocen, pero si les tomamos la mano, entendemos que están en sintonía”, expresa el Santo Padre.En su mensaje, el pontífice hace énfasis en que “incurable” e “in-cuidable”, no significan lo mismo. “Curar si es posible, cuidar siempre”, añade haciendo referencia a San Juan Pablo II, quien en 1992 instituyó esta jornada, en memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes.El papa Francisco recuerda la importancia de que las personas que sufren a causa de estas condiciones de salud reciban siempre los cuidados y el acompañamiento necesarios, tanto a nivel médico, como humano, psicológico y espiritual. Para esto, afirma, se necesita un verdadero compromiso. También se refiere a la necesidad de apoyar a las familias, pues su rol en este tipo de situaciones, es decisivo.A propósito de los cuidados paliativos, el Santo Padre refiere que “garantizan al paciente no solo la atención médica, sino también un acompañamiento humano y cercano”.Vea a continuación el videomensaje del papa Francisco:

Jue 31 Ago 2023

Para septiembre: el papa Francisco pide acoger y orar por las personas que "viven al margen"

“¿Cómo hemos podido llegar a este nivel de indiferencia?”. Esta es la pregunta que plantea el papa Francisco en el Video del Papa del mes de septiembre, en el que, a través de la Red Mundial de Oración del Papa, pide rezar “por las personas que viven al margen” de la sociedad, es decir, por quienes padecen a causa de situaciones de pobreza, dependencias, enfermedades psíquicas o minusvalías.“Una persona sin techo, que muere en la calle, nunca va a aparecer en la primera página de los buscadores de internet o de los noticieros”, constata en Santo Padre.Ante la “cultura del descarte”, “cultura de la acogida”“¿Cómo dejamos que la ‘cultura del descarte’, en la que millones de hombres y mujeres no valen nada frente a los beneficios económicos, domine nuestras vidas, nuestras ciudades, nuestro modo de vivir?”, sigue preguntándose el pontífice. Además, con tristeza reconoce: “Se nos va a endurecer el cuello de tanto mirar al otro lado para no ver esta situación".“Centrémonos en la acogida (...) En acoger a todas las personas que lo necesitan. La ‘cultura de la acogida’, de recibir, de dar techo, de dar hogar, de dar amor, de dar calidez humana”, exhorta el Santo Padre. Así mismo, pide a todos los creyentes que se movilicen con la oración “para que las personas que viven al margen de la sociedad, en condiciones de vida infrahumanas, no sean olvidadas por las instituciones y nunca sean descartadas”.Acoger es más que ayudarA propósito de este video del Santo Padre para el mes de septiembre, el Cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, quien visitó Colombia en abril del presente año, afirma: “El papa Francisco conoce el poder educativo de la oración y a través de él nos invita a desarrollar una cultura de la acogida". Agrega también que "la oración saca a la luz lo que está oculto en el corazón. Por eso, los que viven en los márgenes, como invisibles, deben encontrar espacio en nuestra oración, están en el corazón de la Iglesia: un corazón de carne y no de piedra. Un corazón de piedra descarta, un corazón de carne acoge”."La piedra descartada por los constructores se ha convertido en piedra angular; este mensaje sigue siendo fuerte y creíble si aún hoy damos la palabra a los descartados, si reconocemos la dignidad indeleble de quienes han sido crucificados por una economía despiadada, el acoso o la indiferencia. Acoger es más que ayudar: es poner al otro a nuestro nivel, redescubrir a una hermana o a un hermano que habíamos perdido. En la oración nos convertimos en miembros de un solo Cuerpo”, explica el cardenal Czerny.