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tiempo de adviento

Lun 2 Dic 2024

Adviento: tiempo de conversión y esperanza

Por Pbro. Gerardo Andrés Guayacán Cruz - El Adviento es uno de los períodos más significativos del calendario litúrgico cristiano. No solo marca el inicio del año litúrgico, sino que nos invita a una profunda reflexión teológica sobre el misterio de la Encarnación y la segunda venida de Cristo.La palabra "Adviento" proviene del latín adventus, que significa "venida", y se refiere a la espera de la venida de Cristo, tanto en su nacimiento en Belén como en su prometido regreso al final de los tiempos, la Parusía.El núcleo teológico del Adviento se encuentra en la celebración del misterio de la Encarnación. En el corazón de la fe cristiana, se halla la afirmación de que Dios, en su infinita misericordia, se hizo carne en la persona de Jesús. La Encarnación no es solo un evento histórico, sino un acto de salvación universal, en el que el Dios mismo se hace Hombre para redimir a la humanidad del pecado y la muerte.Este misterio tiene dos profundas implicaciones teológicas. Primero, destaca la gracia de Dios: el Salvador no llega como un rey imponente, sino como un niño frágil nacido en la pobreza, revelando que el amor de Dios no tiene fronteras y se ofrece gratuitamente a todos. Segundo, la Encarnación señala la unión de lo divino y lo humano en la persona de Cristo, (la unión hipostática de Cristo, verdadero Dios y verdadero Hombre).Además de su vínculo con la primera venida de Cristo, el Adviento también nos introduce en una dimensión escatológica. El término escatología, en la teología cristiana, se refiere a la Parusía, o segunda venida de Cristo al final de los tiempos. En el Adviento, se profundiza en la expectativa escatológica, recordando que la venida de Cristo no se limita a su nacimiento en Belén, sino que apunta a su regreso en gloria para juzgar a vivos y muertos. El Adviento, por tanto, es una invitación a vivir en tensión entre “el ya y el todavía no” de la salvación.En la lectura de los textos bíblicos de Adviento, especialmente los del Evangelio de Mateo, Marcos y Lucas, se subraya la necesidad de estar vigilantes y preparados para la venida definitiva del Señor. Los evangelios nos recuerdan que, así como el pueblo de Israel aguardaba al Mesías, los cristianos debemos vivir como si la venida de Cristo pudiera ocurrir en cualquier momento. Esta esperanza escatológica no es motivo de temor, sino de aliento, pues los cristianos sabemos que, con la segunda venida, se consumará el Reino de Dios, un Reino de justicia, paz y bienaventuranza eterna.Uno de los aspectos más profundos de este tiempo litúrgico es el de la Esperanza. Esta virtud no solo nos hace mirar al pasado, hacia el nacimiento del Señor, sino también hacia el futuro, hacia la esperanza de su regreso glorioso. El Adviento nos recuerda que nuestra vida cristiana es una constante espera de esa promesa, y nos anima a vivir con la certeza de que la victoria final de Dios es nuestra esperanza.La esperanza cristiana es activa y transformadora. No es una espera pasiva o resignada, sino una espera que nos mueve a vivir de acuerdo con los valores del Evangelio, a ser agentes de paz, justicia y amor en un mundo que tanto lo necesita. En este sentido, el Adviento es también un tiempo para recordar que somos llamados a colaborar en la construcción del Reino de Dios aquí y ahora.El Adviento es también tiempo de conversión. La figura de Juan el Bautista, que aparece en los evangelios de este tiempo litúrgico, nos recuerda la necesidad de "preparar el camino del Señor". Juan predicaba una conversión radical: arrepentirse de los pecados y hacer que nuestros corazones estén preparados para recibir al Salvador.El llamado a la conversión durante estos días siguientes, es un llamado a abrir nuestras vidas a la acción de Dios, a permitir que Él entre en nuestro ser y nos transforme. Es un tiempo para sanar las heridas del alma, para reconciliarnos con Dios y con los demás, y para dejar atrás todo lo que nos aleja de Él.La Iglesia nos recuerda que la salvación es una obra iniciada en la Encarnación y que es una realidad viva en nuestra vida cotidiana. Que este Adviento sea un momento para renovar nuestra fe, para abrir nuestro corazón a Cristo y para vivir en la esperanza de la venida del Señor.Que éste sea un tiempo especialmente gozoso, con esa alegría incontenida de quien está esperando a alguien sumamente amado, sumamente deseado.Pbro. Gerardo Andrés Guayacán CruzSacerdote de la Diócesis de Duitama-Sogamoso

Mar 29 Nov 2022

Presidente del episcopado sugiere pistas sobre cómo vivir el Adviento

Para dar inicio al tiempo de Adviento, los directores y funcionarios del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), participaron este lunes 28 de noviembre, de una eucaristía presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Durante su homilía el prelado les animó a vivir este tiempo de gracia teniendo presente tres momentos especiales: El Adviento como esperanza de curación en la sociedad; el Advenimiento como luz para las familias; y un Adviento personal de puertas abiertas. El Adviento es la esperanza de sanación en la sociedad El prelado siguió su reflexión tomando las lecturas del día, animando a afianzar nuestra esperanza en que el Señor vendrá a curarnos, "no sabemos el día ni la hora, pero el viene a curar las heridas de la historia para darle plenitud". Dijo además que, el Adviento es la esperanza de curación, de liberación y de luz para nuestras vidas. "Ese Adviento de Dios, esa presencia de Dios que vendrá glorioso en plenitud, tendrá efecto y lugar primero en la sociedad". Exhortó a no adiestrarnos más para la guerra, antes bien dijo debemos "adiestremos para la reconciliación, para el diálogo, que nos adiestremos para manejar y gestionar nuestros conflictos, respetando la vida de los demás, es decir que no portemos armas, sino herramientas de trabajo para construirnos como sociedad". El Advenimiento del Señor son nuestras familias Monseñor Rueda afirmó que el tiempo de Adviento debe llevar a redescubrir a la familia como el lugar del Advenimiento, es decir, de la presencia gozosa del Señor en la historia familiar; y agregó que en todo hogar debe haber una luz que refleje ese amor de Cristo, que permita nuevas formas de relacionarse, nuevas formas de mirarse y acompañarse como familia. El Advenimiento de sanación personal Hacia el cierre de su mensaje, el directivo recordó que cada persona es una casa donde el Señor va a curar, como sanó al enfermo del centurión que nos sugiere el evangelio del día. “Cada uno de nosotros es una casa de puertas abiertas, si le abrimos las puertas de nuestro corazón y de nuestra vida, el Señor vendrá, él será luz, él estará en nuestra familia, estará en la sociedad, pero sobre todo estará en nuestra conciencia”. “El tiempo de Adviento nos llene a todos de bendiciones, que sus familias sean iluminadas por el amor del Señor en este tiempo que estamos iniciando y que el año litúrgico le dé a nuestra Iglesia y a todo el pueblo de Dios la alegría de caminar juntos, de caminar iluminados del Señor”, concluyó. Bendición de la corona de ADVIENTO Al comenzar este nuevo Año Litúrgico, monseñor Rueda Aparicio en unión con la comunidad cristiana presente, hizo una oración y bendijo la Corona con la que se inaugura también el tiempo de Adviento. Se encendió la primera vela que significa la vida, nuestra vida de gracia, y la esperanza de ser mejores y unirnos más como comunidad.

Lun 2 Dic 2019

Debemos despertar del sueño de la indiferencia: Papa Francisco

Al dar inicio al tiempo de Adviento, el Papa Francisco recordó que éste es un momento para acoger la venida de Jesús, que viene como mensajero de paz para indicar los caminos de Dios. Afirmó que, en el evangelio de este domingo, “Jesús nos exhorta a estar preparados para su venida”. Agregó, además, que “velar no significa tener los ojos materialmente abiertos, sino tener el corazón libre y orientado en la dirección correcta, es decir, dispuesto a donar y a servir”. “El sueño del que debemos despertar está constituido por la indiferencia, por la vanidad, por la incapacidad de instaurar relaciones genuinamente humanas, de hacerse cargo del hermano solo, abandonado o enfermo”, aseveró. En su comentario previo al rezo del Ángelus este domingo 1 de diciembre, primer domingo de Adviento, en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Pontífice dijo que “la espera de Jesús que viene debe traducirse, en un compromiso de vigilancia”. Vigilancia que también significa “estar atentos a nuestro prójimo en dificultad, a dejarnos interpelar por sus necesidades, sin esperar que él o ella nos pida ayuda, sino aprendiendo a prevenir, a anticipar, como Dios siempre hace con nosotros”. El Santo Padre concluyó su reflexión invocando a María, “la Virgen vigilante y Madre de la esperanza”, a fin de que “nos guíe en este camino, ayudándonos a dirigir nuestra mirada hacia la montaña del Señor, imagen de Jesucristo, que atrae a todos los hombres y a todos los pueblos hacia sí”. Audio: Vatican News Foto: Centro Televisivo del Vaticano

Sáb 30 Nov 2019

Adviento: tiempo de fe y esperanza

Al iniciar el tiempo de Adviento y el Año Litúrgico para la Iglesia Católica, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Popayán, ofreció algunas claves para vivir mejor este tiempo. El prelado recordó que el Adviento es un momento para que los católicos entren se preparen para el nacimiento del Emmanuel “Dios con nosotros”, por lo tanto, dijo, “es un tiempo para vivirlo en pequeñas comunidades y en las parroquias”. Así mismo, advirtió que el centro del Adviento, como de todo el Año Litúrgico, es Cristo. “Pero es Cristo esperado, es Cristo que nos toca el corazón y Él ha dicho: estoy a la puerta y llamo, si alguno me abre entraré y cenaremos juntos”, afirmó. Al contextualizar el tema del Adviento dentro del marco social, expuso que hombres y mujeres hoy necesitan de esperanza. “El Adviento es un tiempo para que nosotros nos encontremos, nos miremos, nos animemos unos a otros sabiendo que no estamos solos, que somos compañeros de camino unos de otros. Sabemos que tenemos una barca, que vamos llegando hacia ella y que es nuestra patria; ella llegará a buen puerto si nosotros somos hombres y mujeres de fe y esperanza”, advirtió.

Jue 28 Nov 2019

Subsidios litúrgicos para el Tiempo de Adviento

Una conveniente preparación, celebración y vivencia del Adviento, como disposición a la venida del Señor en el misterio de la Navidad, nos ayuda a tener una actitud de esperanza y vigilancia en la construcción del Reino de Dios que Él nos ha prometido, mientras esperamos la venida definitiva del Salvador. Es por esto que el Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia, con la colaboración del padre Diego Uribe C., ofrece los subsidios: [icon class='fa fa-download fa-2x'] Pregón y Vigilia de Adviento.[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x']Novenario en honor a la Inmaculada Concepción.[/icon]