Animadores Vocacionales

Acercar a los animadores vocaciones al testimonio de un santo del Siglo XX, caracterizado por su corazón apasionado por el Señor, por la Iglesia y por la transformación del mundo, fue el objetivode esta proyección en el Encuentro Nacional de Pastoral Vocacional que se realizóen la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) del 26 de febrero al 1o. de marzo. “Elapostolado específico de la Pastoral Vocacional no está descontextualizado de la realidad, se encarna en circunstancias muy particulares, donde se hace como un intermediario; por lo tanto, el testimonio de san Juan Pablo II está encarnado en una realidad específica de su tiempo, en la que surge como Luz”, señalóla hermana Carmen Alicia Villareal, religiosa Paulina, miembro del Equipo Nacional de Pastoral Vocacional, al referirse a la pertinencia de esta película como aporte al encuentro. Por su parte, elpadre Manuel Hernando Vega, director Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la CEC, precisó que “san Juan Pablo II ha influido en el corazón y la vida de muchos de los actuales animadores vocacionales, su magisterio aún nos inspira y proyecta a renovar esfuerzos a la hora de salir, ver y llamar a otros al servicio de la Iglesia”.

Con el objetivo de definir el horizonte de la pastoral vocacional en Colombia, a partir del actual Magisterio de la Iglesia y los aportes de los encuentros regionales, del 26 de febrero al 1 de marzo, se realizará el Encuentro Anual de Animadores Vocacionales en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Durante el encuentro se analizará cómo consolidar la organización nacional, regional y diocesana de la Pastoral Vocacional; se profundizará en el mensaje del Papa Francisco a los sacerdotes, seminaristas y religiosos en su visita a Colombia; se planteará desde la Nueva Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis y el documento preparatorio al sínodo de los jóvenes. Este evento también permitirá ver el horizonte actual de la pastoral vocacional y se desarrollará el plan de formación en pastoral vocacional, con miras al diplomado ofrecido por la Uniminuto, Fundación Psigreco y la Conferencia Episcopal de Colombia. "Nos queda como tarea plantear entre todos, los criterios necesarios y suficientes que nos ayuden a acercar la realidad que hemos descrito, al ideal que nos hemos propuesto en cada una de las regiones del país", señala la convocatoria a este evento. Para participar de este evento deben registrarse en el formulario o recabar más información al teléfono: PBX:(57-1) 4 37 55 40 Extensión 246 Cargando...

Así lo recordó el responsable de la sección de Animación Vocacional del episcopado, monseñor Guillermo Orozco Montoya, tras concluir el Encuentro Nacional de Animadores Vocacionales donde se trató el tema de la Antropología de la vocación cristiana y realidad de la pastoral vocacional. Monseñor Orozco Montoya, quien también es obispo de Girardota, subrayó que la primera tarea de la Pastoral Vocacional es orientar a los jóvenes hacia Cristo, no sólo a través de dinámicas, sino principalmente por medio del testimonio personal de conversión. Entrevista Monseñor Guillermo Orozco Montoya Advirtió que si un animador vocacional no es discípulo del Señor y testigo de su amor corre el riesgo de convertirse en un funcionario religioso. En este marco aseguró que el perfil del animador vocacional debe caracterizarse por ser un excelente discípulo, ser un modelo y ejemplo de vida, tener facilidad para llegar a los jóvenes y conocer su mundo, pensamiento, cultura y lenguaje. Al ser consultado acerca de la realidad de las vocaciones, el obispo refutó la percepción que existe sobre una crisis en las vocaciones y más bien apuntó a que la crisis está en los animadores vocacionales. El prelado explicó que esta crisis se ve reflejada cuando los llamados a animar las vocaciones no son testigos y discípulos que cautiven. “La responsabilidad de la animación vocacional recae en todos los que hemos sido llamados. El primer animador vocacional es el sacerdote, los religiosos y religiosas que deben ser testigos, discípulos que cautiven”, afirmó el prelado. En esta misma tónica aseguró que una de las debilidades que enfrenta la animación vocacional está en la ausencia de oración. “Hay un vacío en nosotros como creyentes y también como sacerdotes y religiosos que es grave y delicada que es la ausencia de oración”, puntualizó el prelado.