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audiencia

Mié 14 Dic 2016

Papa Francisco: Navidad es acoger a un Dios que se hace niño

El Papa Francisco continuó con el nuevo ciclo de catequesis sobre la esperanza cristiana. Esta vez reflexionó sobre la cita de la Escritura “Qué bellos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz” y pidió ser hombres que den a conocer la Buena Noticia y la esperanza de un Niño que se hace hombre para salvar a la humanidad. “Viendo al pequeño Niño de Belén, los pequeños del mundo sabrán que la promesa se ha cumplido, el mensaje se ha realizado”. “Se necesita abrir el corazón a tanta pequeñez y a tanta maravilla. Es la maravilla de Navidad, a la que nos estamos preparando, con esperanza, en este tiempo de Adviento. Es la sorpresa de un Dios niño, de un Dios pobre, de un Dios débil, de un Dios que abandona su grandeza para hacerse cercano a cada uno de nosotros”. En el Aula Pablo VI del Vaticano, el Santo Padre recordó que “nos estamos acercando a la Navidad y el profeta Elías nos ayuda una vez más a abrirnos a la esperanza acogiendo la Buena Noticia de la venida de la salvación”. Francisco explicó que “al final del exilio de Babilonia” el pueblo de Israel tiene “la posibilidad de reencontrar a Dios y, en la fe, de reencontrarse a sí mismo”. “El Señor se hace cercano, y el ‘pequeño resto’ que en el exilio ha resistido en la fe, que ha atravesado la crisis y ha continuado creyendo y esperando también en medio de la oscuridad, ese ‘pequeño resto’ podrá ver las maravillas de Dios”. “¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio del bien!”. “Estas palabras de Isaías –dijo el Pontífice– hacen referencia al milagro de la paz, y lo hacen de un modo particular, poniendo la mirada no en el mensajero sino sobre sus pies que corren veloces”. El Santo Padre indicó que “el mensajero de paz corre, llevando el buen anuncio de liberación, de salvación y proclamando que Dios reina”. “Dios no ha abandonado a su pueblo y no se ha dejado derrotar por el mal porque Èl es fiel y su gracia es más grande que el pecado”, añadió. Francisco dijo luego que “el cumplimento de tanto amor será el mismo Reino de Jesús y de paz que nosotros celebramos con la Navidad y que se realiza definitivamente en la Pascua”. Este “es el motivo de nuestra esperanza”. A continuación, manifestó que cuando la fe se hace “fatigosa” y “viene la tentación de decir que nada tiene sentido” ahí se puede ver que “Dios está viniendo a realizar algo nuevo, a instaurar un reino de paz; Dios ha ‘desnudado su brazo’ y viene a llevar libertad y consuelo”. “El mal no triunfará para siempre, hay un final para el dolor, la desesperación es vencida”, subrayó. “Estamos llamados a ser hombres y mujeres de esperanza, colaborando a la venida de este Reino hecho de luz y destinado a todos”. El Papa invitó a anunciar la Buena Noticia de manera “urgente”, concluyó. Fuente: Agencia católica ACIPRENSA

Mié 22 Jun 2016

El Papa Francisco advierte que “el cristiano no excluye a nadie”

En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco se ha hecho acompañar de al menos 14 refugiados de África que lo esperaban a su llegada a los pies de las escaleras que llevan al estrado donde el Pontífice se sienta. Después de realizar el tradicional recorrido en papamóvil, Francisco se detuvo para bajar del mismo y se encontró con un grupo de refugiados que llevaban una pancarta en la que se leía “Los refugiados, por un futuro juntos” y que gritaban “Papa, Papa”. El papa Francisco no dudó y los invitó a subir con ellos hasta el palco, sentándose en el suelo, alrededor de él. Mientras leía la catequesis, el Pontífice improvisó unas palabras sobre estos refugiados: “Hoy me acompañan aquí estos chicos. Muchos piensan sobre ellos que es mejor que se hubieran quedado en su tierra. Pero allí sufrían mucho. Son nuestros refugiados, pero muchos los consideran excluidos. Por favor, ¡son nuestros hermanos!”. “El cristiano no excluye a nadie. Hace sitio a todos. Deja venir a todos”, agregó para continuar leyendo la catequesis. Francisco comentaba un pasaje del Evangelio en el que Jesús cura un leproso. “Jesús nos enseña a no tener miedo de tocar al pobre y al excluido, porque Él está en ellos”, explicó el Papa. “Tocar al pobre puede purificarnos de la hipocresía y hacernos inquietos por su condición”, aseguró. Fuente: ACIPRENSA

Mié 18 Mayo 2016

Francisco: "Ignorar a los pobres es despreciar a Dios"

El papa Francisco dedicó su catequesis en la audiencia pública de este miércoles a la relación entre la pobreza y la misericordia, y recordó que la misericordia de Dios con cada uno está estrechamente unida a la que nosotros tenemos con el prójimo. “Cuando falta nuestra misericordia con los demás, la de Dios no puede entrar en nuestro corazón cerrado. Dios quiere que lo amemos a través de aquellos que encontramos en nuestro camino”, sostuvo ante la multitud reunida en la Plaza San Pedro. El pontífice reflexionó sobre la parábola del rico Epulón y del pobre Lázaro, al señalar que “presenta dos modos de vivir que se contraponen”. “El rico disfruta de una vida de lujo y derroche; en cambio, Lázaro está a su puerta en la más absoluta indigencia, y es una llamada constante a la conversión del opulento, que este no acoge”, diferenció. “La situación se invirtió para ambos después de la muerte. El rico fue condenado a los tormentos del infierno, no por sus riquezas, sino por no compadecerse del pobre. En su desgracia, pidió ayuda a Abrahán, con quien estaba Lázaro. Pero su petición no pudo ser acogida, porque la puerta que separaba al rico del pobre en esta vida se había transformado después de la muerte en un gran abismo”, afirmó. El Papa explicó que esta parábola enseña que “la misericordia de Dios con nosotros está estrechamente unida a la nuestra con el prójimo; cuando falta nuestra misericordia con los demás, la de Dios no puede entrar en nuestro corazón cerrado. Dios quiere que lo amemos a través de aquellos que encontramos en nuestro camino”. Francisco saludó luego a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica, a quienes invitó a “no perder la oportunidad, que se presenta constantemente, de abrir la puerta del corazón al pobre y necesitado, y a reconocer en ellos el rostro misericordioso de Dios”. Fuente: Agencia AICA