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catequesis papa francisco

Jue 12 Ene 2023

Catequesis del Papa Francisco: La misión es el oxígeno de la vida cristiana

En la Audiencia General el Papa Francisco comenzó un nuevo ciclo de catequesis dedicado a la "pasión por la evangelización". Y afirmó que el anuncio gozoso del Evangelio hasta los confines de la tierra es una dimensión vital para la Iglesia, partiendo cada uno de su propio ambiente, sin proselitismos sino por atracción, como enseñaba Benedicto XVI. Irradiar la luz de Cristo hasta los confines de la tierra El Santo Padre introdujo su reflexión afirmando que es "un tema urgente y decisivo para la vida cristiana" y para la Iglesia, que nace misionera y está llamada a ser "testigo contagioso de Jesús”, que se extiende para “irradiar su luz hasta los confines de la tierra" (...) “Cuando esta dimensión se pierde, la comunidad se enferma, se cierra en sí misma y se atrofia”. Además, Francisco aclaró que ser misionero no significa hacer proselitismo, puesto que evangelización y proselitismo son cosas distintas. La misión, oxígeno de la vida cristiana El deseo de salir y llegar a los demás a los que hay que anunciar el Evangelio, observó a continuación el Pontífice, puede borrarse. Y destacó que a veces parece eclipsarse. Pero cuando la vida cristiana pierde de vista el horizonte del anuncio, enferma: se encierra en sí misma, se vuelve autorreferencial, se atrofia. Sin celo apostólico, la fe se marchita. “La misión, en cambio, es el oxígeno de la vida cristiana: la vigoriza y la purifica”. Además, el Santo Padre explicó que el objetivo de estas catequesis será el de "reavivar el fuego que el Espíritu Santo quiere hacer arder siempre en nosotros". De ahí que se halla referido a un episodio tomado del Evangelio: la llamada del apóstol Mateo. La conversión de Mateo “Hoy reflexionamos sobre la conversión de Mateo, en particular sobre tres elementos que podemos distinguir en este relato del Evangelio. Todo comenzó cuando Jesús vio a un hombre, Mateo, y no lo juzgó por lo que hacía – era un publicano – sino por su realidad íntima, con sus virtudes y sus defectos”. En efecto – prosiguió explicando el Pontífice – Jesús ve en aquel publicano despreciado por todos por considerarlo "un colaborador, un traidor del pueblo", a “un hombre”. “Al llamarlo, Mateo se levantó, dejó su puesto de autoridad y sus seguridades, y se puso a disposición de Jesús, en una actitud de servicio a los demás. Después de su conversión, Mateo no se fue a un lugar lejano e idílico, sino que regresó a su casa. Al volver, ya no era el mismo. El encuentro con Jesús lo había cambiado, convirtiéndolo en un auténtico testigo de la alegría del Evangelio”. ¿Cómo miramos a los demás? El Obispo de Roma sugirió preguntar: ¿cómo miramos a los demás? Y exclamó: “¡Cuántas veces vemos sus defectos y no sus necesidades; cuántas veces etiquetamos a las personas por lo que hacen o piensan! Incluso como cristianos nos decimos: ¿es de los nuestros o no es de los nuestros? Esta no es la mirada de Jesús”. “Él mira siempre a cada persona con misericordia y predilección. Y los cristianos están llamados a hacer como Cristo, mirando como Él especialmente a los llamados lejanos”. De manera que Mateo se puso en marcha, pero ¿para hacer qué?, se pregunta el Papa. Nos inclinaríamos a pensar en quién sabe qué nuevas experiencias, y en cambio el futuro discípulo regresa a su propia casa para preparar, como narra el Evangelio de Lucas, "un gran banquete", en el que "participa una gran multitud de publicanos, gente como él". Y el Francisco comentó: Mateo vuelve a su entorno, pero vuelve cambiado y con Jesús. Su celo apostólico no comienza en un lugar nuevo, puro e ideal, sino allí donde vive, con la gente que conoce. He aquí el mensaje para nosotros: no tenemos que esperar a ser perfectos y haber recorrido un largo camino detrás de Jesús para dar testimonio de Él; nuestro anuncio comienza hoy, allí donde vivimos. Y no comienza tratando de convencer a los demás, sino testimoniando cada día la belleza del Amor que nos ha mirado y nos ha levantado. Como decía Benedicto XVI El Santo Padre también recordó una expresión de su predecesor, Benedicto XVI, que decía al respecto: "La Iglesia no hace proselitismo. Se desarrolla más bien por atracción". Y es a "este testimonio atrayente y gozoso", concluyó Francisco, la meta a la que nos conduce el amor de Jesús. Fuente: Vatican News

Mié 23 Feb 2022

Francisco: Los ancianos son el “nuevo pueblo” condenado al descarte

Durante la Audiencia General de este miércoles 23 de febrero, el Papa Francisco inició una serie de catequesis sobre el sentido y el valor de la vejez asegurando que “es una de las cuestiones más urgentes que la familia humana está llamada a afrontar en este tiempo”. Recordó que es urgente dedicarle tiempo a esta reflexión, sobre todo en un mundo donde los ancianos son ignorados y relegados a una "inercia de supervivencia", cuando son indispensables para que los jóvenes puedan ensanchar sus horizontes y abrir caminos hacia el futuro. La exaltación de la juventud ha sido un icono de los totalitarismos dominantes del siglo XX. Esta contundente afirmación del Papa Francisco en su catequesis de este miércoles revela como la cultura dominante, hoy, tiene un único modelo en el joven-adulto, ensimismado en su propia juventud, mientras el “nuevo pueblo” de los ancianos es descartado como “un peso" por la sociedad. “Junto a las migraciones, la vejez es una de las cuestiones más urgentes que la familia humana está llamada a afrontar en este tiempo. No se trata solo de un cambio cuantitativo; está en juego la unidad de las edades de la vida: es decir, el real punto de referencia para la compresión y el aprecio de la vida humana en su totalidad”, advirtió el Pontífice. En la pandemia ni siquiera los vimos morir En su Audiencia General en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Santo Padre inicia así un nuevo ciclo de catequesis dedicadas al sentido y el valor de la vejez, inspirado en el pasaje bíblico del profeta Joel (Jl 3,1-2.5), que exalta en los sueños de los ancianos la visión de futuro para los jóvenes. En su reflexión, Francisco constata que nunca antes en la historia de la humanidad la población anciana había sido tan numerosa y que la longevidad se ha masificado en amplias regiones del mundo, al punto de sobrepasar el equilibrio entre la infancia distribuida en pequeñas dosis, por un invierno demográfico, y la vejez. Sin embargo, el riesgo de ser descartados es aún más acuciante porque los ancianos son vistos a menudo como “un peso”. “En la dramática primera fase de la pandemia fueron ellos los que pagaron el precio más alto. Ya eran la parte más débil y descuidada: no los mirábamos demasiado en vida, ni siquiera los vimos morir”, lamentó el Pontífice. La vejez no es la pérdida del sentido de la vida Este desequilibro entre las nuevas y viejas generaciones proviene, a decir de Papa, de “la cultura dominante que tiene como modelo único al joven-adulto, es decir, un individuo hecho a sí mismo que permanece siempre joven”, mientras que la vejez es considerada simplemente como el “vaciamiento y pérdida” del sentido de la vida. “La exaltación de la juventud como única edad digna de encarnar el ideal humano, unida al desprecio de la vejez vista como fragilidad, degradación, discapacidad, ha sido el icono dominante de los totalitarismos del siglo XX”, enfatizó el Pontífice. No obstante, al recordar que la prolongación de la vida incide de forma estructural en la historia de los individuos, de las familias y de las sociedades, Francisco se preguntó cómo en las culturas llamadas “desarrolladas”, la vejez tiene poca incidencia, no es reconocida y su cuidado se limita a planes de asistencia y no a proyectos de vida en un período que abarca casi un tercio de la existencia humana. “Esto es un vacío de pensamiento, imaginación, creatividad. La juventud es hermosa, pero la eterna juventud es una alucinación muy peligrosa. Ser ancianos es tan importante – y hermoso – como ser jóvenes”, agregó el Papa. La melancolía del anciano vs la pantalla de un smartphone “La alianza entre las generaciones, que devuelve al ser humano todas las edades de la vida, es nuestro don perdido”, continuó diciendo el Santo Padre al explicar que la profecía de Joel vincula a jóvenes y ancianos, pues si estos últimos no se dejan inspirar por el Espíritu Santo y entierran su pasado y sus sueños, los jóvenes no lograrán vivir el presente y tener una visión de futuro. “Si los abuelos se repliegan en sus melancolías, los jóvenes se encorvarán aún más en su smartphone. La pantalla puede también permanecer encendida, pero la vida se apaga antes de tiempo”, advirtió Francisco, sin dejar de señalar que durante la pandemia esta dependencia se ha agudizado. No abandonarse a la inercia de la supervivencia El Santo Padre concluyó su catequesis alentando a los ancianos a vivir la vejez como un “don de sentido de la vida” y no que se consuman como en una “inercia de su supervivencia". “La vejez, si no es restituida a la dignidad de una vida humanamente digna, está destinada a cerrarse en un abatimiento que quita amor a todos”. Y este, añadió el Pontífice, es el desafío de humanidad y de civilización requiere nuestro compromiso y la ayuda de Dios. Fuente: Vatican News Video: Rome Reports ✅ ATENCIÓN | Durante la Audiencia General de este miércoles 23 de febrero, el Papa Francisco inició una serie de catequesis sobre el sentido y el valor de la vejez + Inf. AQUÍ ➡️ https://acortar.link/UUlYtA