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católico

Vie 3 Ene 2020

¡Él se llama Carlos Calero!

El comunicador social Carlos Calero es un hombre de fe, confía en la misericordia de Dios y considera la familia “como el regalo más grande que Dios le puede entregar a una persona.” Casado con Paulina Ceballos, y padre de Sofía y Carlos, el talentoso presentador del programa de Caracol Televisión “Yo me llamo”, llegó a Bogotá hace 31 años con el deseo de formarse como comunicador social y abrirse camino profesional en la capital del país. ¡Y lo logró! Afirma que los momentos difíciles los afronta aceptando la voluntad de Dios. Comenta que él y su familia son creyentes, participan de la Eucaristía y rezan el santo rosario. “Desde muy niño he sentido la presencia de Dios en mi corazón y en mi vida”, expresa con alegría. De paso por la sede del episcopado, Calero nos compartió su mensaje de año nuevo para los colombianos, en el que resalta la importancia de “la reconciliación, el perdón y la esperanza”, como pilares para que Colombia avance en este 2020 hacia un mejor futuro.

Jue 18 Feb 2016

En marzo se realizará Encuentro Nacional de Educadores

El Departamento de Educación, Cultura y Universidades organiza el Encuentro Nacional de Educadores y Delegados diocesanos de educación que tendrá como tema: “La educación par el 20/20, en el mundo digital, educadores para una nueva cultura”. El encuentro se realizará los días 7,8 y 9 de marzo en instalaciones de la Universidad Católica Sede 4, ubicada en la carrera 13 con calle 47, Bogotá. El aporte por participante será de $ 200 mil pesos; los cuales cubrirán alimentación durante el evento y material. En este evento también se presentarán insumos para revisar y actualizar el Directorio Nacional de Pastoral Educativa. [icon class='fa fa-volume-up' link='']DESCARGA LA CARTA DE INVITACIÓN[/icon] [icon class='fa fa-volume-up' link='']DESCARGA LA PROGRAMACIÓN[/icon]

Mar 16 Feb 2016

Católicos y Judíos por una fe incluyente y dialogante

La Conferencia Episcopal de Colombia y la Confederación de Comunidades Judías de Colombia este 16 de febrero celebrarán un acto de conmemoración de los 50 años de la declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano Segundo. 'Este acto recordará como las relaciones entre ambas comunidades han cambiado radicalmente y de forma positiva', afirmó el padre Pedro Mercado Cepeda, director del departamento de Promoción, Unidad y el Diálogo y Secretario Adjunto Encargado paras las Relaciones con el Estado. Entrevista: Padre Pedro Mercado Cepeda El sacerdote al hacer una evaluación de las importancia del Concilio Vaticano en el campo interreligioso afirmó que esta declaración ha llevado a cuestionarnos, a destacar al otro, respetar y valorar las enormes riquezas de las tradiciones espirituales. 'El cristianismo se profundiza a través de las raíces judías', aseguró. También, ha calificado de 'connaturales' las relaciones entre ambas comunidades. 'Tenemos nuestros grandes amores que son Jesucristo, María y los apóstoles que eran judíos', subrayó el sacerdote. El padre Mercado Cepeda también ha hecho referencia al peligro del radicalismo en las religiones. Sobre este punto afirmó que no sólo el radicalismo Islámico es peligroso para la sociedad, sino todo tipo de expresiones de intolerancia. 'El mensaje de perdón que el Papa Juan Pablo II nos ha compartido también es válido para nuestros días. Nunca más la violencia será el camino para proclamar la fe', aseguró. Finalmente comentó que los retos entre ambas comunidades es la de profundizar en la fe incluyente, el trabajo para construir una espiritualidad de perdón y paz y siguiendo la línea del papa Francisco realizar un ecumenismo de oración en el diálogo. La conmemoración de los 50 años de Nostra Aetate se realizará en instalaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia a las 8 pm. Mayores informes [email protected] - Teléfono 6254377

Mar 13 Oct 2015

¿Divorcio católico?

Escrito por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo La ligereza y el sensacionalismo con los que algunos medios de comunicación acostumbran manejar la información ha causado, a partir del Motu Proprio Mitis Iudex Dominus Iesus del Papa Francisco, no pocas fantasías y suposiciones sobre la doctrina y la práctica de la Iglesia Católica con relación al matrimonio. Muchas personas han quedado con preguntas como éstas: ¿Han variado las disposiciones de la Iglesia sobre el matrimonio? ¿Ahora se pueden anular los matrimonios contraídos? ¿La necesidad de responder a la realidad de hoy ha llevado a la Iglesia a establecer una especie de "divorcio express"? Es bueno, entonces, aclarar que la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio, que viene desde Cristo, se mantiene. La nulidad de los matrimonios no se concede sino que se declara cuando se comprueba que existe desde el momento de la celebración. Por tanto, lo que el Papa ha establecido ahora es una reforma en el proceso para estudiar y declarar la nulidad de aquellos matrimonios que, por falta de consentimiento, por defecto de forma canónica o por algún impedimento, no fueron realmente válidos. Esta reforma, de otra parte, se esperaba porque la habían propuesto varios canonistas y la había pedido el Sínodo del año pasado. Desde el comienzo de su documento, el Papa subraya que este nuevo procedimiento deja a salvo "el principio de la indisolubilidad del matrimonio". El matrimonio católico sigue siendo una realidad que se configura, como dijo Jesús, con lo que Dios ha establecido desde "el principio"; no deja de ser el sacramento en el que los esposos reciben la vocación de entregarse para siempre el uno al otro, como Cristo, que amó y se entregó por la Iglesia. De ninguna manera se puede pensar que la Iglesia reconoce ahora un matrimonio temporal o menos estable. El Papa quiere hacer más ágiles los procesos para declarar la nulidad a fin de ayudar a las necesidades de las parejas cuya convivencia se hace difícil ya que no ha habido un matrimonio válido y verdadero, pues se han casado sin clara consciencia de lo que hacían, o sin la debida libertad, o con una idea falsa o incompleta del sacramento. En estos casos es normal que las parejas se pregunten si hay alguna salida para rehacer su vida o si deben cargar para siempre y con grave daño su error, su pecado, su ligereza, o las situaciones que viciaron la validez de su matrimonio. Esta reforma no es, entonces, para multiplicar los motivos que favorecen la nulidad de los matrimonios, sino para favorecer la agilidad de los procesos. El Papa no ha tomado la vía administrativa, sino que ha mantenido la vía judicial, como lo explicó en el regreso de su reciente viaje apostólico a Estados Unidos, para tutelar con el orden judicial la verdad y seriedad del vínculo matrimonial, ya que el hombre no puede separar lo que Dios ha unido. El que sea suficiente una sola instancia, manteniendo siempre el derecho de apelación, que puede llegar hasta la Santa Sede, no afecta la formalidad y prudencia de los juicios. Ahora puede ser necesario recibir algunas precisiones de tipo jurídico de parte de los Dicasterios Romanos y ciertas orientaciones de la Conferencia Episcopal para adecuar los tribunales y sus servicios a fin de que, actuando con plazos más cortos, los jueces puedan, después de serios análisis de las pruebas y los testimonios, llegar a la certeza moral que, en último término, exige dictar una sentencia. Junto a esto, es necesario, dada la confusión que se ha creado, que los sacerdotes ofrezcan una paciente y adecuada atención a los esposos que tienen dificultades para no mandarlos directamente al tribunal sino para ayudarles en un primer discernimiento que les dé los criterios precisos con que deben proceder. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín