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Cauca

Lun 8 Abr 2024

Falleció el padre Ezio Roattino, misionero italiano que acompañó durante cuatro décadas al pueblo Nasa

El pasado jueves, 4 de abril, a sus 87 años de edad, de los cuales estuvo 40 en Colombia, acompañando y sirviendo al pueblo indígena Nasa en el departamento del Cauca, falleció el padre italiano Ezio Roattino, misionero de la Consolata. Así da a conocer la noticia y los principales rasgos de su misión el padre Julio Caldeira, hermano de comunidad:El misionero pal (padre en idioma nasayuwe) Ezio Roattino, nacido en 1936, en Isola d’Istria, en aquel entonces territorio italiano y actualmente Eslovenia, falleció en Italia en la tarde del 4 de abril de 2024. Este destacado misionero de la Consolata, que podemos considerar “italo-americano-nasa”, vivió cinco décadas en América Latina, acompañando diversas realidades, especialmente junto al pueblo indígena Nasa, en Colombia. Junto a ellos, aprendió el perfecto el Nasa Yuwe, y colaboró en la traducción de materiales y de la Biblia a este idioma. Su dedicación a la misión en América Latina, gran amor al Evangelio y a la Virgen de Guadalupe, lo hizo “asumir el apellido” Guadalupe.Misionero y hermano de los pueblos indígenasConoció y compartió el trabajo pastoral del padre Álvaro Ulcué, primer sacerdote indígena Nasa asesinado en 1984, y el padre Antonio Bonanomi, misionero de la Consolata fallecido en 2018, cuyo legado sigue impulsando desde la parroquia San Juan Bautista, de Toribío – Cauca.El jesuita P. Alfredo Fierro, quien conoció y trabajó con Roattino recuerda que él fue “un hombre profundamente comprometido con el pueblo Nasa. Lo recuerdo especialmente en el entierro de Álvaro Ulcue dónde nos indignamos por la homilía del obispo que no dijo nada sobre Álvaro. Entonces P. Ezio, en el cementerio cuando lo estábamos enterrando, hizo la verdadera homilía. ¡Gran hombre y misionero!”Por donde andaba llevaba consigo la Biblia latinoamericana que perteneció al P. Álvaro Ulcué, la cruz de tau (símbolo de los “pequeños” y de que “somos todos hermanos”) y el anillo de tucum, elaborado en la Amazonía brasileña y promocionado por otro gran hombre de Dios, monseñor Pedro Casaldáliga. P. Roattino decía que “este anillo muestra que yo me casé; me casé con una causa y esa causa son los indígenas colombianos, brasileños y amazónicos”.Espiritualidad encarnada y vivaOtro punto marcante de la vida del P. Ezio Guadalupe fue su espiritualidad, demostrada en el encuentro cotidiano con el Señor, con la meditación de la Palabra de Dios, en el rezo de la Liturgia de las Horas, en la Eucaristía vivida y celebrada todos los días, y en el encuentro con sus hermanos del pueblo Nasa. Padre Armando Olaya, misionero de la Consolata y su gran amigo de vida y misión, afirma que él “vio la presencia del Resucitado particularmente en el pueblo Nasa y CREYO, y por eso se decidió a caminar, con ellos. compartiendo aquello que llevaba en su mente y en su corazón. P. Ezio, contemplativo de la Palabra de Dios, la saboreaba, la rumiaba, la hacía vida”.En comunicado de condolencia por el fallecimiento del Pal Ezio, las autoridades ancestrales del Cabildo Indígena Nasa de Caldono, Cauca, “lamentan profundamente el sensible fallecimiento de nuestro hermano y misionero Ezio Guadalupe Roattino”, quien “dejó en nosotros una huella inolvidable, un sacerdote íntegro que demostró su amor incondicional hacia los más humildes y necesitados, defensor de los derechos humanos de las personas más necesitadas”.En el mensaje recuerdan que él “recorrió cada uno de los rincones de los territorios indígenas y en ese andar aprendió el idioma Nasa Yuwe y realizaba las ceremonias religiosas en lengua Nasa. Siempre se caracterizó por su humildad y su don de servicio hacia el prójimo”. Concluyen diciendo que “en estos momentos se ha reencontrado con su hermano Álvaro Ulcué Chocué Nasa Pal, con quien tuvo una bella amistad y compartió su vida sacerdotal en las parroquias del Cauca”.Breve biografíaP. Ezio Roattino, hijo de Giovanni y Bernardi Maria Roattino, nació el 19 de noviembre de 1935 en Isola d’Istria, en aquel tiempo Italia y actualmente Eslovenia.Ingresó a la comunidad de los Misioneros de la Consolata, donde realizó su profesión religiosa el 02 de octubre de 1961. Fue ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1964, dedicando sus primeros años a los estudios complementarios y acompañamiento de los seminaristas de la congregación en Roma.En 1971 parte para aquella que será su gran amor misionero: América. Estuvo en las “favelas” en Río de Janeiro, Brasil, y después llegó a Colombia, donde actuó en la pastoral en Tocaima (Cundinamarca), como Superior Provincial, hasta llegar a Toribio, Caldono, Santander de Quilichao y otros pueblos del Cauca, donde vivió y dedicó su gran servicio, como hermano, junto al pueblo Nasa hasta 2022, cuando regresó a Italia para cuidar de su salud.En estas 4 décadas junto al pueblo Nasa, fueron también de compartir, en breves periodos, con otras experiencias misioneras en Nicaragua, Roraima (Brasil) y como formador en Londres (Inglaterra) y Martín Coronado (Argentina). Falleció en la Comunidad de los misioneros de la Consolata mayores en Alpignano, norte de Italia, en la tarde del 4 de abril de 2024."El pensamiento sin acción es vacío; la acción sin pensamiento es ciega; el pensamiento y la acción sin Espíritu, es muerte", es una de sus frases destacadas. En la certeza de que este hermano mayor descansa en paz junto al Señor, a quien amó y sirvió con espíritu evangélico e indígena, esperamos mantener vivo su legado, reflexiones interiores y compartir misionero. Gracias por todo y ahora "vuela alto", querido Pal Ezio "Guadalupe" Roattino.

Mar 12 Mar 2024

Obispos de Cauca y Nariño piden desescalar el conflicto y brindar atención humanitaria urgente a sus comunidades

A través de un comunicado conjunto, la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y los obispos de los departamentos de Cauca y Nariño hacen un llamado urgente a los actores armados y a las autoridades para que se desescale el conflicto que tanto daño está causando en estas regiones del sur del país. Asimismo, piden facilitar la atención humanitaria para sus comunidades.“El terror que causa el fuego de las armas, la muerte y daño en la integridad física y emocional, el desarraigo de la tierra, los desplazamientos y confinamientos, las minas antipersonales, la ruptura del tejido comunitario, las afectaciones a los ecosistemas, son hechos que lamentamos. Exhortamos a que se terminen, para no lastimar en el corazón de los pueblos el frágil pero esperanzador brote de una vida en paz”, enfatizan los prelados en su mensaje.En el mensaje, que busca hacer eco de las voces atemorizadas de las comunidades que pastorean, los obispos de las diócesis de Ipiales, Tumaco y Pasto; de los vicariatos apostólicos de Guapi y Tierradentro; así como el arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, afirman que los esfuerzos que actualmente se están haciendo por buscar la paz, deben verse reflejados en tranquilidad, seguridad y justicia para los territorios. El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, junto a su secretario general y obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, respaldan esta petición.“Nuestro Dios, hoy vuelve a repetir: «Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo…, ya conozco sus sufrimientos» (Ex 3, 7). Así nos exhorta, como a Moisés, a disponer nuestras capacidades y esfuerzos en la construcción de la paz; que estas semillas germinen y encuentren condiciones que favorezcan su implantación y crecimiento; que sus frutos en el presente y hacia el futuro aseguren a todos, la posibilidad del desarrollo humano integral”, afirman en el comunicado.

Mié 26 Jul 2023

"La guerra nos mandó un mensaje directo y quisimos responderlo con el lenguaje de la paz": Arzobispo de Popayán

Entre el 16 y el 22 de julio, más de 600 laicos y 90 sacerdotes participaron en la Semana de la Misión que recorrió nueve parroquias de la Arquidiócesis de Popayán. Una actividad que la jurisdicción realiza anualmente y que, en esta oportunidad, bajo el liderazgo de monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, se desarrolló bajo el lema “Con Jesús y con María, el Cauca tiene vida”. La misión tenía como propósito central llevar esperanza, a través del anuncio Kerigmático de amor y salvación, puerta a puerta, a comunidades urbanas y rurales del departamento. Un mensaje necesario en medio de las dificultades que vive este territorio por causa del conflicto armado, así lo indicó la arquidiócesis. Monseñor Omar Alberto explicó que se trató de una misión con una respuesta "extraordinaria" por parte de las comunidades. “Se sorprenden de ver llegar misioneros a sus veredas, los acogen, los reciben",precisó el arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. En el marco de esta misión arquidiocesana, monseñor Sánchez junto a varios de sus sacerdotes, a manera de acción significativa, presidió una Eucaristía por la vida y por la pazen la Parroquia San Lorenzo del municipio de Caldono, localidad en la que el pasado 2 de julio un diácono y un laico sufrieron un grave atentado contra su vida. El arzobispo dio a conocer que fue una celebración especial llena de alegría y convicción por la defensa de la vida. “Entendimos perfectamente que la guerra nos mandó un mensaje directo y quisimos responderlo con el lenguaje de la paz, con la invitación al diálogo. Entendimos que la muerte nos mandó un mensaje porque atentó contra dos personas nuestras que milagrosamente se salvaron y por eso respondemos con la vida”, afirmó. Monseñor Sánchez Cubillos indicó también que, con esta visita, en la que también se realizó una marcha por la vida por las principales calles de este municipio, pudieron “profesar la fe de una religión que se construye a partir del perdón y la reconciliación con las palabras del mismo Jesús en la Cruz: “Perdónalos porque no saben lo que hacen””. Para el arzobispo de Popayán este tipo de acciones permiten repotenciar de manera efectiva la misión en esa Iglesia particular. "Iremos construyendo, cada vez más, estructura misionera, más vocación de enfoque misionero y, por supuesto, una renovación de nuestras comunidades de fe", precisó.

Lun 29 Mayo 2023

Un año brindando esperanza a personas migrantes y desplazadas en el Cauca

Hasta la fecha, cerca de 900 personas han sido beneficiadas de esta obra caritativa que fue inaugurada por la Iglesia el 26 de mayo del 2022 en Piendamó, corregimiento de Tunía, departamento del Cauca, bajo el propósito central de contar con un espacio para brindar acogida y ayuda humanitaria a la población desplazada del territorio y a migrantes venezolanos en tránsito por la zona. Uno de los principios esenciales de la Casa de Atención a los Migrantes San José de la Arquidiócesis de Popayán es poder brindar atención integral. Por ello, los beneficiados reciben, además de albergue temporal, alimentación, atención médica primaria, acompañamiento espiritual y apoyo emocional. Esto, gracias a las alianzas de cooperación que han logrado establecer con organizaciones locales, agencias gubernamentales y actores de la sociedad civil. De acuerdo con el padre Brayan Manquillo Solarte, delegado arquidiocesano para la Pastoral Migrante, el personal de apoyo de la casa, así como los voluntarios que prestan su servicio allí, han trabajado incansablemente para garantizar que cada individuo sea recibido con dignidad y respeto. “Estamos enormemente agradecidos por la oportunidad de servir y brindar apoyo a aquellos que más lo necesitan. Para nosotros ha sido un sueño que poco a poco hemos ido construyendo con el esfuerzo de los párrocos, de las comunidades religiosas y laicos comprometidos”, agregó el presbítero. Según lo ha informado esta Iglesia particular, además de proporcionar refugio físico, la casa de paso ha desempeñado un papel crucial en la creación de un sentido de comunidad y pertenencia para aquellos que se encuentran lejos de sus hogares. A través de talleres, actividades recreativas y grupos de apoyo, se ha fomentado el intercambio cultural y la resiliencia entre los residentes de la casa.

Sáb 25 Mar 2023

Semana por la vida 2023: Dejar a un lado la indiferencia y asumir un compromiso con su cuidado

En el marco de la 'Semana por la vida 2023' que promueve entre el 19 y el 26 de marzo la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC, envió un mensaje de reflexión a todos los caucanos, invitándolos a interiorizar en la responsabilidad que cada ser humano tiene con la integridad y vida de las personas. De acuerdo con el prelado, esta importante región del suroccidente del país se ha visto seriamente afectada por una especie de cultura y drama de la muerte. “El año pasado contamos más de 776 muertos y los índices crecen este año en el Cauca. Estamos lastimando la naturaleza y los seres humanos en los entornos familiares generando amenazas a la integridad humana, estamos causando demasiadas muertes sistemáticas en el entorno de un departamento que es bello por lo demás”, precisó monseñor Sánchez. Siendo enfático en que todos en Colombia estamos llamados a ser obreros y trabajadores por la vida, el arzobispo dijo que la celebración de esta semana nos da una oportunidad para dejar a un lado la indiferencia y asumir este compromiso, defendiéndola donde esté en riesgo y promoviéndola donde necesita ser revitalizada. Agregó también que “la vida encierra en sí misma un misterio enorme y quien no se detiene a pensar el valor y el sentido de ese misterio puede banalizar su concepto”. Este es el mensaje del Arzobispo de Popayán: Para conocer detalles de la Semana por la vida 2023, ingrese AQUÍ.

Jue 12 Ene 2023

Arquidiócesis de Popayán llama a la solidaridad con damnificados de Rosas en Cauca

La Arquidiócesis de Popayán, ha pedido la solidaridad con las más de 200 familias que lo han perdido todo por causa de los deslizamientos que se presentaron en una amplia zona del sector Rosas, en Cauca. En un mensaje firmado por el padre Libardo Emiro Bermeo Velasco, vicario general de la Arquidiócesis de Popayán, se pide a la comunidad llevar a las parroquias de esta Jurisdicción ayudas como alimentos no perecederos, frazadas, colchonetas, ropa y calzado en buen estado, que permitan aliviar en algo las necesidades más apremiantes de las familias damnificadas. “Sus aportes los pueden hacer llegar a sus parroquias desde donde se los va a hacer llegar a la parroquia de Rosas que, de acuerdo al censo de las familias necesitadas les hará entrega de esas ayudas”. Igualmente, recordando la frase de san Pablo quien llamaba a "la gran procesión de la caridad", se invita a los párrocos motivar a sus comunidades para que esta ayuda sea generosa. “Que una vez más ‘demos desde nuestra pobreza’ y mostremos que le creemos a Jesucristo cuando, según San Pablo, afirmó que ‘Hay más alegría en dar que en recibir’”, concluye la misiva.

Vie 2 Abr 2021

Arzobispo de Popayán: “Queremos vestir al Cauca de Blanco”

Frente a la compleja situación que se vive actualmente en el municipio de Argelia y otras regiones del Cauca, donde la violencia y el desplazamiento de la población no da tregua, el arzobispo de Popayán, monseñor Omar Sánchez Cubillos, ha convocado a todos los caucanos para que este domingo 04 de abril, se unan en un gesto de paz vistiendo prendas blancas, izando banderas blancas o portando un signo blanco. Monseñor Sánchez Cubillos, desde el municipio de Argelia, en visita pastoral para acompañar a las comunidades y a través de un video mensaje, hizo un llamado a sus sacerdotes y les animó para que promuevan en las comunidades esta expresión simbólica del uso del color blanco, que busca mostrar a todos los actores que en estos territorios se quiere la paz y la reconciliación. “A todo el presbiterio quiero extenderles desde aquí desde Argelia, en esta coyuntura dolorosa para Argelia, El Plateado, El Corinto y el Cauca, hacerles una invitación y llamarlos a una acción muy fuerte, queremos vestir al Cauca de Blanco, queremos mostrar a través de un signo que añoramos la paz, que tenemos derecho a ella y que invocamos por ella. El prelado al hacer esta invitación al clero, les exhortó igualmente para que animen y comprometan a las comunidades de las parroquias a que se hagan partícipes con este signo. “Esta es una iniciativa muy valiosa no podemos permitir que nuestro silencio, finalmente se vuelva resignación, hagamos este signo juntos (…) Que no nos de miedo decir que nuestros sueños tienen que ver con la paz”. A esta iniciativa se unieron igualmente Belsy Cerón Mosquera, gestora social de Argelia-Cauca, quien invitó a la solidaridad y a caminar en un proceso educativo por la paz; el padre Nilton Cesar Ramírez, párroco de Argelia, animó a trabajar unidos con las comunidades para fortalecer la paz; el padre Víctor Arboleda, párroco de El Plateado, invitó a mantener viva la esperanza y a mostrar un gesto de unidad; el padre Sebastián Barrera, sacerdote de la arquidiócesis, se dirigió a los sacerdotes que han pasado por estas tierras del Cauca, pidiéndoles seguir con el compromiso de continuar extendiendo la alegría del Evangelio; y finalmente Jhonnatan Patiño Cerón, Alcalde municipal de Argelia, quien afirmó “desde nuestro territorio queremos que en el Cauca y en todo Colombia resucite la paz”.

Vie 16 Oct 2020

Arzobispo electo de Popayán, entre la nostalgia y la alegría

Para monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo electo de Popayán, su nombramiento es un nuevo envío que el Señor le hace y lo recibe en obediencia. “Desde la perspectiva de la fe interpretamos el querer de Dios, porque cada nombramiento al servicio del pueblo de Dios es siempre una llamada, una renovación vocacional, un nuevo envío que el Señor nos hace (…) así que, el Papa Francisco expresa esa llamada en la tarea que hoy me encomienda y con obediencia la acepto”, aseveró. Reconoce el desafío que le espera, al aceptar con humildad y sencillez no tener mayor conocimiento de estos territorios payaneses y caucanos, diferente a lo que se habla de ellos a través de los medios de comunicación. “Tengo que ser franco, porque solo conozco lo que a través de los medios se percibe de Popayán y del Cauca; estoy seguro de la calidez de su gente, de su rica cultura, de todos los matices que tienen con las comunidades indígenas y el mundo afro y de esa expresión de fe tan honrosa y bella que hay en estos territorios”. En este contexto, admite su temor por empezar a caminar en estos territorios nuevos para él, pero pide la paciencia de cada uno de sus habitantes para irse adaptando y poder ofrecer así lo mejor de su servicio pastoral a las comunidades. “En obediencia al Papa Francisco estoy en disponibilidad para acompañar, hacer presencia y estar en medio de esa nueva comunidad que el Señor me confía, por lo cual suplico de todos ustedes su oración y paciencia para que podamos hacer las adaptaciones en el camino que iniciamos juntos(…)Tardaré un par de meses, pero nos daremos el espacio y el tiempo para conocernos, compartir y aprender a interpretar el territorio y poder desde lo que esté a mi alcance servirlo con todas mis fuerzas con el deseo de hacer la voluntad del Señor”. El prelado observa que este, como otros territorios en Colombia padece el dolor, mantiene problemasy situaciones complejas, pero también reconoce que hay grandes potenciales de los que dijo está ansioso de poder disfrutar “porque cada territorio tiene unas riquezas de las que uno se nutre y en las que seguramente se podrá aportar (…) Estaré en un territorio pluricultural, en un territorio con lesiones, como donde estoy viviendo actualmente, que tienen grandes ausencias de procesos sólidos, que van consolidando salidas a los problemas de manera pertinente (…) Espero pues que todo lo que pueda aportar sea de utilidad para este territorio del Cauca y para todo lo que significa esta arquidiócesis tan importante para el país”. Tender puentes de diálogo y escucha No se atreve a hacer aproximaciones de lo que podría faltarle al Cauca en materia de reconciliación, pues considera que hablar de un territorio supone haber vivido en él. Anota que prefiere percibirlo de quienes lo han trabajado, sufrido y construido. Además, apunta que desea primero llegar a escuchar y tender puentes de diálogo con el fin de poder ir leyendo e interpretando estas realidades. “Son muchas las heridas que los territorios con estas características deben sanar, por ahora solo me aproximo a un deseo muy grande de ayudar en lo que esté a mi alcance. Estoy seguro que tendremos que sumar en la dirección de lo que signifique reconciliar a este país y, por su puesto, si el Cauca hace su tarea, le suma muchísimo a un país que hoy mira hacia esta región con preocupación”, puntualizó. “Estoy en duelo de dejar una comunidad que aprendí a querer” Reconoce la tristeza que le da dejar los territorios de la diócesis de Tibú, que a lo largo de 9 años pastoreó, región que no es ajena a unas problemáticas sociales complejas y donde la violencia también se ensaña contra la población. Señala que extrañará su gente, sus comunidades, su clero ylos procesos que se vienen adelantando. “Por ahora estoy en el duelo de dejar una comunidad que uno aprende a querer a pesar de que tiene tantas dificultades, quizás por eso uno se apega o se aferra y de consecuencia también va a ser doloroso para mí partir de aquí, ya tendré el tiempo de recomponerme, de poner todo mi corazón y mis fuerzas en este nuevo caminar pastoral”. “Tengo la alegría de llegar a una Iglesia viva” Así mismo, expresa que lo llena de confianza y alegría el saber que llega a una jurisdicción donde hay una Iglesia viva en la fe y en procesos. “Tengo la alegría de saber que hay una Iglesia muy viva y pertinente en el territorio, eso me llena de confianza para poder empezar un ministerio tan exigente como el que el Papa me ha confiado. (…) Sé que hay un presbiterio muy comprometido, una Iglesia muy consolidada y unascomunidades muy fuertes, estoy seguro que tendremos que sumar fuerzas en la dirección de lo que signifique reconciliar esta región”. Finalmente, extendió un saludo y la bendición sobre todo el pueblo payanés, suplicando de ellos sus oraciones para que el tiempo que el Señor le tenga en estos territorios, sean fructíferos. “Un saludo muy especial a todo el pueblo payanés. Los abrazo desde Tibú con la esperanza de que al llegar nos podamos encontrar, sentirnos como un solo pueblo y que me hagan parte de sus comunidades. Suplico su oración por mí y mi ministerio, de mi parte pido a Dios que bendiga esa tierra del cauca y a Popayán”.