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conflicto social

Mar 15 Jun 2021

“Semana Arquidiocesana” en Cali

A partir del 13 y hasta el 20 de junio, la Arquidiócesis de Cali celebrará la “Semana Arquidiocesana”, centrada en el compromiso con los enfermos y en la pastoral de la salud humana. Esta celebración se vivirá en un momento coyuntural generado, no solo por la pandemia de la Covid-19, sino además por la crisis de conflicto social que atraviesa, entre otras regiones, esta zona del país. La “Semana Arquidiocesana” es una celebración que se realiza desde hace siete años, y este será en el marco de la conmemoración del aniversario número 111 de la Arquidiócesis de Cali. Durante estos días se honra también a la Virgen de los Remedios como protectora y patrona de esta Iglesia particular y del Valle del Cauca. A partir de este objetivo, a lo largo de esta semana se realizará una serie de eventos orientados a la intervención comunitaria y de la salud de las comunidades más vulnerables. Para ayudar a encaminar esta jornada, el arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, ha querido ofrecer una reflexión, que contextualiza la realidad del tiempo de crisis que está viviendo la ciudad “sultana” y todo el Valle del Cauca, en materia social, política y económica. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 3 Nov 2017

Ecología con ética

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - Con sobrada razón, el Papa Francisco, sin dudas, se ha convertido en adalid de la defensa del medio ambiente. A partir de argumentos y convicciones con carga de profundidad, pues va más allá de cualquier interés ideológico, político o técnico, que no desconoce, ubica su llamado en una dimensión ética, respaldada en el humanismo cristiano, así como en una escala de valores que permite ubicar la cuestión ecológica en el lugar que corresponde, en cuanto favorable siempre a la dignidad humana y su desarrollo integral. Lo hace con humildad, sin querer “sentar cátedra” porque, como es su costumbre, escucha de buen grado, diferentes concepciones y enfoques en el manejo del medio ambiente, para llevar al discernimiento necesario en esta materia que cada vez toma mayor importancia en el mundo de hoy y que ya constituye fuente permanente de conflicto social y cultural. Su Carta Encíclica “Laudato Si” por su contenido sabio y pertinente, en una ruta que, para el honesto buscador de soluciones concretas a problemas de esta naturaleza, resulta ser luz para ver y criterio para actuar, en el momento de proponer o de tomar decisiones que afectan al medio ambiente sobre todo cuando se hace necesario conciliar lo técnico con lo ético. Este aporte del Santo Padre ayuda a crear una sólida cultura ecológica, pues de lo contrario, como él mismo lo manifiesta, ésta “no se puede reducir a una serie de respuestas urgentes y parciales a los problemas que van apareciendo en torno a la degradación del ambiente, el agotamiento de las reservas naturales y a la contaminación”. Y ella debe tomar la forma de “una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático” (cf. L.S. #111). Basta fijarnos en el capítulo tercero de la encíclica, donde plantea la raíz humana de la crisis ecológica actual, más allá de los síntomas en los que se manifiesta, para concentrarse, como Él lo sugiere, en el modelo tecnocrático predominante y en el puesto que ocupa la persona humana y su acción en el mundo. Este ejercicio no desconoce los avances tecnológicos y científicos que han abierto enormes posibilidades en favor de la humanidad, en la medida en que éstos son producto de la creatividad humana, regalo de Dios, los cuales, bien aplicados, han contribuido a entregar alternativas favorables para un desarrollo sostenible. Pero el problema se sitúa en el mal uso de la libertad, utilizando el poder cada vez más creciente, con la ausencia de una ética sólida y una espiritualidad que regulen el recto ejercicio de decisiones que favorezcan la dignidad y el bien integral de las personas, con detrimento especialmente de los pobres y excluidos, que al final son quienes más sufren las consecuencias. Concluimos, de esta reflexión, que la ética debe predominar sobre la técnica a la hora de resolver los problemas que se derivan de la intervención en el medio ambiente, llámese de carácter minero, forestal, de expansión urbana o de cualquier otra índole. Sin olvidar que el agua es parte integrante del derecho a la vida. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga