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consagración a colombia

Lun 4 Jul 2022

Los colombianos renovaron su consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Con la asistencia de miles de fieles católicos que siguieron la celebración de esta festividad tanto de manera presencial como a través de los diferentes medios de comunicación, se llevó a cabo la renovación de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús en el marco de su solemnidad. Desde la Catedral Primada, monseñor Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y Primado de Colombia, abordó tres puntos importantes: el amor de Jesús nos busca, el amor de Jesús nos carga sobre sus hombros y, por último, el amor de Jesús nos reconcilia desde la familia y en la sociedad. “Es una iniciativa de amor divino que nos busca cuando estamos dispersos y heridos. Nos carga sobre sus hombros en un gesto de ternura que cura todas nuestras enfermedades y, como si fuera poco, nos reconcilia entregando la vida en el altar de la cruz por cada uno”, manifestó el prelado. Instó en que el Señor está buscando a las familias, está buscando a todos en Colombia para reunirlos con el objetivo de ponerle fin a la destrucción entre unos y otros y de esta manera lograr habitar en el corazón de Jesús como hermanos “todos lo días de la vida por años sin término”. En el segundo punto de su reflexión dirigida a Colombia, el presidente de la Conferencia Episcopal manifestó que Jesús carga en sus hombros a toda la humanidad y lo hace como el pastor que va y busca a la oveja perdida y la recibe con ternura sobre sus hombros. Dijo que, todos han sido destinatarios de la ternura de Dios y en distintos momentos de la vida, el Señor busca a sus hijos en cada instante con la palabra proclamada, con los sacramentos, con las obras de evangelización que se realizan en cada parroquia. “Cuando Él nos encuentra venda nuestras heridas y nos cura con el aceite del consuelo y con el vino de la esperanza. No nos corrige a latigazos, Él no es así con nosotros, no nos humilla, ni nos golpea para mostrar que Él es poderoso y que es santo y que nosotros somos miserables en el pecado. Él no nos trata según nuestras culpas. Cuando nos encuentra nos lleva sobre sus hombros en la cruz, en la cruz de Jesús, el hijo de Dios”, aseveró el arzobispo. Debemos construir fraternidad, comunión y unidad Como punto importante invitó a toda Colombia a poner el hombro para construir fraternidad, comunión y unidad. Los que tienen salud ponen el hombro para que los enfermos sean atendidos sean acompañados y, si es posible, sean curados. Los que tienen conocimientos avanzados y buena cultura, ponen el hombro para que, aquellos que no tienen la posibilidad de educación reciban un buen sistema educativo en nuestros pueblos que les permita ser mejores seres humanos, mejores ciudadanos, mejores cristianos.Los que tienen posibilidad de generar empleo en Colombia ponen el hombro para que muchas familias rurales y urbanas puedan tener un trabajo dignoy que sea un trabajo justamente remunerado para conseguir así una liberación; la liberación de las esclavitudes y de las angustias para que cada familia tenga el pan material de cada día. Invitamos al diálogo reconciliador Como último punto y especialmente orientado al perdón, monseñor Rueda Aparicio exhortó al pueblo colombiano a tener un diálogo reconciliador, que pide hacer silencio para escuchar la historia del otro para no responder agresivamente.Invitó a la conversión y a la realización de una vida nueva, especialmente para aquellas personas que se encuentran lejanas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida, pensando en modo particular en aquellos hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal en Colombia. “En nuestras ciudades, en los territorios que nos están escuchando, que nos están viendo y hacen parte de algún grupo criminal, lo correcto, cualquiera que este sea, por su bien, les pido cambiar de vida,se lo pido en el nombre del Hijo de Dios. Él nunca rechaza un pecador. No nos rechaza, nos acepta, nos sana, nos levanta, nos salva, nos acompaña. Por favor, tomando las palabras del Papa, no caigan en la terrible trampa de pensar que la vida depende del dinero y que ante el dinero todo el resto se vuelve carente de valor y dignidad incluso la vida nuestra y la vida de los demás, eso es sólo una ilusión.No llevamos el dinero con nosotros al más allá, el dinero no le da la verdadera felicidad ni a su familia, ni a Colombia, ni a la humanidad.La violencia usada para amasar fortunas que escurren sangre no convierte a nadie en poderoso ni en inmortalpara todos tarde o temprano llega el juicio de Dios”,aseveró el Primado de Colombia. Luego de este sentido mensaje se llevo a cabo la renovación de la consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús y se oró ante la imagen por las familias, los servidores de la salud, los ancianos, los niños y las tantas necesidades que padece el país. Transmisión grabada en vivo en:https://fb.watch/dRRzh913c1/