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cruz de la paz

Jue 17 Mar 2022

Obispos peregrinan a Arauca y expresan solidaridad con la Iglesia y sus comunidades

Entre el 14 y el 16 de marzo, se reunieron en la Diócesis de Arauca los obispos que conforman la provincia eclesiástica de Nueva Pamplona. El propósito de la visita fue manifestar el apoyo y cercanía al obispo de esta jurisdicción, monseñor Jaime Cristóbal Abril González, a la Iglesia y la comunidad en general de este territorio, que viene siendo golpeada por la violencia. Monseñor Jorge Alberto Ossa, arzobispo de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona, expresó que esta visita manifiesta la cercanía, fraternidad y compromiso por la paz, que Iglesia tiene para con el pueblo araucano que sufre el flagelo de la violencia. “La provincia eclesiástica de Nueva Pamplona fue a visitar al hermano obispo, Jaime Cristóbal Abril González, para expresarle nuestra fraternidad, nuestra unión en la Iglesia de hermanos en el episcopado, nuestra oración y ferviente compromiso por la paz, para que él y el pueblo de Arauca sientan que la Iglesia es una familia, que cuando un miembro sufre, sufre con él y que cuando está alegre, celebra con él”, afirmó el prelado. Con el fin de acompañar y visitar a las comunidades, los obispos hicieron un itinerario por los municipios de Arauca, Tame, Fortul, Saravena y Arauquita. Haciendo presencia en el Santuario Mariano Diocesano «La Negrita de la Cordillera, del Piedemonte y la Sabana», donde realizaron el Santo Rosario por la paz; además durante el trayecto estuvieron en las parroquias de Nuestra Señora de la Asunción en Tame, Nuestra Señora del Carmen de la Esmeralda, en Fortul y San Lorenzo de Arauquita, en Aruauquita; Finalmente hicieron un recorrido por el sector del dique del río Arauca, y visitaron los albergues de migrantes (SEDAMI) que tiene la pastoral social diocesana. Este peregrinaje estuvo acompañado con la réplica de la conocida “Cruz de la Paz” que reviste gran valor, pues representa los 60 años de hermandad entre la diócesis alemana de Aquisgrán (Aachen) y la Iglesia Colombiana. Esta Cruz tiene una particular importancia social e histórica porque está asociada a peregrinaciones y actividades que han contribuido a consolidar la paz en Aquisgrán, amenazada por la violencia y la guerra. En este contexto dijo el arzobispo de Nueva Pamplona: “Queremos con este signo de la Cruz, expresar allí, que el Señor sigue cargando con el dolor y el sufrimiento del pueblo araucano y de Colombia (…) Nosotros les expresamos esa íntima unión y les decimos que el Señor está allí y sigue cargando con nuestras debilidades y flaquezas, pero que nos llama a que nos dejemos reconciliar con él y con el hermano”. El prelado advirtió que esta visita fue un peregrinaje para orar y suplicar la paz de estos territorios, “no es una manifestación, ni reclamos de acuerdos, sino un compromiso porque en primer lugar la paz es un don de Dios y en segundo, un compromiso del cristiano”. Obispo de Arauca agradece gesto de cercanía de sus hermanos en el episcopado Por su parte, monseñor Jaime Cristóbal Abril González, obispo de la Diócesis de Arauca calificó esta visita de los obispos como un signo de esperanza y fraternidad para alcanzar la paz en esta región tan golpeada. Expresó su agradecimiento hacia sus hermanos obispos, el clero, religiosas y fieles que hicieron posible el desarrollo de esta peregrinación. “Fue una visita muy significativa, muy especial, de fraternidad, de cercanía y un testimonio, desde la unidad en la fe, de oración por la paz. Fue una expresión de solidaridad para con todas las personas que, de manera particular, a lo largo de este año 2022 han tenido que sufrir a causa de la violencia”. Agregó que, “ojalá estos signos nos sigan uniendo como realidad de provincia y nos sigan impulsando en nuestra labor evangelizadora”, por lo que pidió de manera especial la intercesión de María Santísima, en la advocación de la Negrita de la Cordillera del Piedemonte y La Sabana; de Santa Bárbara, patrona de Arauca; y del beato mártir, Jesús Emilio Jaramillo Monsalve. Finalmente, observó que es su deseo y el del pueblo araucano, que este gesto de solidaridad, sea un “testimonio del llamado a aquellas organizaciones violentas para que ojalá cesen su accionar, se permitan el respeto del Derecho Internacional Humanitario, que obviamente, parte del respeto a la vida y a la dignidad de toda persona. El llamado es a buscar caminos realmente de reconciliación y de paz entre todos”, puntualizó. Asistieron a esta reunión los señores obispos de la provincia eclesiástica de Nueva Pamplona: monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, arzobispo de Nueva Pamplona; monseñor José Libardo Garcés Monsalve obispo de Cúcuta; y monseñor Israel Bravo Cortés, obispo de Tibú. Les acompañó espiritualmente monseñor Luis Gabriel Ramírez Díaz, obispo de Ocaña, quien por dificultades de desplazamiento no pudo asistir a la reunión.