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diocesis de neiva

Vie 14 Abr 2023

Papa Francisco nombra obispo para la Diócesis de Neiva

El Santo Padre ha encargado esta misión episcopal a monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, quien se venía desempeñando, desde el año 2016, como titular de la Diócesis de Vélez. Así lo ha dado a conocer recientemente la Santa Sede a través de la Nunciatura Apostólica. Esta jurisdicción eclesiástica estaba siendo pastoreada por monseñor Froilán Tiberio Casas Ortiz desde el 21 de abril de 2012, tras el nombramiento recibido por parte de su Santidad Benedicto XVI. Hasta tanto el nuevo obispo tome posesión canónica, monseñor Casas Ortiz, asumirá el encargo de administrador apostólico de la diócesis. Por ahora, la Diócesis de Vélez tendrá sede vacante. En este caso, ambos prelados nacieron en el departamento de Boyacá y realizaron su formación filosófica y teológica en el Seminario Conciliar de la Arquidiócesis de Tunja. Biografía de monseñor Marco Antonio Merchán Ladino: Nació el 28 de abril de 1970 en el municipio de Monguí (Boyacá). Completó sus estudios de primaria y bachillerato en dicha localidad y, en seguida, ingresó en el Seminario Conciliar de la Arquidiócesis de Tunja, donde continuó su formación filosófica y teológica. Fue ordenado sacerdote el 23 de noviembre de 1996 para la Diócesis de Duitama-Sogamoso. Ante la Universidad Santo Tomás de Bogotá consiguió la Licenciatura en Filosofía y Ciencias Religiosas. En la Pontificia Universidad Lateranense, en Roma, obtuvo el Doctorado en Derecho Canónico. Durante su ministerio ha desempeñado los siguientes encargos: Capellán del Hogar Cándido Quintero en Duitama (1996-1997); Vicario parroquial en Nuestra Señora de Chiquinquirá en Sogamoso (1997); Capellán y Profesor en el “Instituto Integrado Guillermo León Valencia” (1997 - 2001); Delegado diocesano para la Pastoral Familiar (1997-2001); Vicario Judicial de la Diócesis de Duitama-Sogamoso (2006-2008); Párroco de Nuestra Señora del Rosario en Sogamoso (2006-2008); Párroco de la Catedral San Martín de Tours en Sogamoso (2008-2011); Vicario General de la Diócesis de Duitama-Sogamoso y Párroco en la Catedral San Lorenzo de Duitama (2011-2016). Fue además miembro del Colegio de Consultores y del Consejo Presbiteral, así como del Consejo de Asuntos Económicos, de la Diócesis de Duitama - Sogamoso. El 26 de octubre de 2016 fue nombrado Obispo de Vélez por el Papa Francisco. El 3 de diciembre de 2016 fue su ordenación episcopal. El 14 de abril de 2023 fue nombrado por el Papa Francisco Obispo de Neiva.

Jue 17 Ene 2019

Iglesia en Neiva promueve en niños y jóvenes el juego del Sí y el No

El Secretariado Diocesano de Pastoral Social de Neiva ideó un proyecto que busca prevenir la violencia juvenil y potenciar los talentos de los niños y niñas del barrio Cuarto Centenario, en la Comuna 6, y el asentamiento Brisas del Río, en la Comuna 1 de Neiva. En éste, 42 niños lograron aprender manualidades, danza, teatro y deporte. Las guerras internas, los fenómenos naturales y las crisis laborales hacen que muchos opten por salir de sus tierras y lleguen a padecer las penurias de las urbes. Este es el caso de los barrios y asentamientos de las comunas 6, 8, 9 y 10 de la capital huilense, allí, donde se concentra la mayor cantidad de residentes, es donde se agolpa la mayor pobreza de la ciudad y el Huila. Por esta razón el proyecto busca incentivar los proyectos de vida de los jóvenes y prevenir la violencia juvenil. Un sí al arte y no a las drogas Para María Vellanid Victoria Amaya, coordinadora general de la organización caritativa de la Diócesis de Neiva, el espacio es una especie de escuela de formación cultural, artística y deportiva, que vino para abrir oportunidades de vida en estos sectores donde abundan las drogas y la delincuencia. “El Programa es un tema que bien puede parecer algo cómico, pero es como el lenguaje del muchacho que se utiliza para decir que todo a través de un juego del arte y la cultura se pueden lograr cosas interesantes. ‘Únete al Juego del Sí y el No’ es decirle sí al bienestar, si a nuevas oportunidades, si al arte, si a la cultura. El no, es no a las drogas, no a la delincuencia, no a la prostitución infantil”, explicó. El proyecto se adelantó entre los meses de julio y diciembre de 2018, periodo en el que tres facilitadores de disciplinas y áreas diferentes, se encargaron de reunir dos veces por semana a los niños (24 en Cuarto Centenario y 18 en Brisas del Río) para ofrecerles talleres de música, canto, manualidades, teatro, danza y expresión corporal. Y con el apoyo de la Secretaria de Deportes y Recreación de Neiva, Pastoral Social también logró abrir otros espacios para el fútbol de sala, el bicicross y el patinaje. Promoviendo talentos y destrezas sin exclusión Igualmente, el programa promovió en los niños el derecho que tienen ellos y ellas de vivir sus gustos, sin ninguna exclusión. Tal es el caso de Karen Camila Molano Leyva, de 13 años, y su gusto por el fútbol, un deporte que tradicionalmente ha sido practicado por hombres, pero que el Programa buscó que, por medio de este, los niños y las niñas aprendieran a respetarse sin discriminación. “A mí me gusta el fútbol porque es un deporte súper chévere donde uno hace buenas amistades. […] pues para mí [el fútbol] no es solamente para el hombre sino también mujeres”, dijo la joven futbolista. También el Programa busca la inclusión de personas en condiciones especiales o en discapacidad. Tal es el caso de Cristian Jeremías Toledo, con 12 años, quien tiene Síndrome de Down. Su dificultad genética no le impidió en el Programa convertirse en un excelente arquero de fútbol, interpretar la marimba en el grupo musical, cantar y actuar en una obra de teatro. Cristian, el único niño Down del Programa, alterna estas actividades recreativas con su responsabilidad en la tienda que tiene con su mamá en el barrio Cuarto Centenario. “Esto sirve para hacer ejercicio, para ser alguien en la vida, para aprender a hacer música, para cantar, poder conocer el mundo, evitar las drogas y si”, dijo Cristian. Espacios como este permiten que niños y niñas de sectores en contextos difíciles tengan oportunidades para explorar nuevas posibilidades de vida y robarle jóvenes a la guerra. “En estos barrios, que son invasiones, hace falta muchas cosas, muchas formas para que los niños se capaciten, para que ellos se puedan recrear. […] Porque si bien sabemos un niño estudia media jornada y el otro medio está en la casa, el niño se va a aburrir. Por eso es que se necesita espacios para él distraerse”, puntualizó Luis Fernando Castrillón Argüello, padre de familia en el asentamiento Brisas del Río.