Pasar al contenido principal

franciscano

Sáb 3 Abr 2021

“Ha muerto un amigo, un apóstol de los habitantes de calle”: Arzobispo de Bogotá

Este viernes Santo, 02 de abril, la Fundación Callejeros de la Misiericordia, dio a conocer la triste noticia del fallecimiento de fray Gabriel Gutiérrez, más conocido como 'Frayñero'. Un sacerdote reconocido como el ángel de los habitantes de calle en Bogotá, pues dedicó gran parte de su vida a ayudar a los más vulnerables. El sacerdote, de 64 años, y oriundo de Villavicencio, tras haber contraído el covid-19, se encontraba internado en la Clínica Marly desde inicios de marzo, así lo informó la Fundación Callejeros de la Misericordia, de la cual él era sido su fundador. Tras conocer la noticia del fallecimiento, el arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, se mostró triste por la noticia y expresó “ha muerto un amigo en Bogotá, un franciscano, un cristiano, un hermano, un apóstol de los habitantes de calle, ha muerto fray Gabriel, se lo llevó el covid”. “fue un servidor hasta el final de los marginados, de aquella Bogotá subterránea, de aquellos hombres y mujeres que están tirados en la calle, que no tienen techo, que no tienen amor, que encontraron en él cariño, cercanía, fe, un anuncio de buena noticia, una amistad y comprensión”, observó. El prelado extendió su saludo de cercanía a la Comunidad Franciscana Provincia de Santa Fe de Colombia, a los miembros de la Fundación Callejeros de la Misericordia y a su familia, a quien agradeció el haber ofrecido a uno de sus hijos para el servicio de los más marginados. FRAY GABRIEL GUTIÉRREZ RAMÍREZ, OFM Nació en Bogotá en 1957. Recibió la ordenación presbiteral el 3 de diciembre de 1998 en Bogotá. Su servicio pastoral lo llevó a seguir los pasos de San Francisco de Asís, entregando su vida a los más pobres. En función de su misión estuvo en zonas golpeadas por la pobreza, el conflicto armado y el narcotráfico, como Guapi, en la costa Pacífica colombiana, en las ciudades de Villavicencio y San Martín, en el Meta, luego viajó por varios años en una misión en Mozambique, sur de África. En el 2015 regresó a Bogotá y tras ver los desalojos de la llamada zona del Bronx comenzó una labor pastoral por los ciudadanos habitantes de calle como él mismo los llamaba. En estas expresiones callejeras encontró a desplazados, migrantes, indígenas, desempleados, prostitutas y comunidad LGTBI a quienes apoyó con diversas acciones en defensa por su dignidad.