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iglesia católica en Colombia

Vie 15 Mar 2024

Monseñor Luis Manuel Alí Herrera: nuevo secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores

Monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá, quien se venía desempeñando como secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) desde julio de 2021, fue designado por el papa Francisco como nuevo secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores. La noticia se dio a conocer este viernes, 15 de marzo, a través de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.El prelado hacía parte de este importante organismo de la Curia Romana desde diciembre de 2014. Además, en esta labor, monseñor Luis Manuel Allí se ha destacado como fundador de la Oficina para el Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, área encargada de dinamizar políticas enfocadas en la cultura del buen trato a través de estrategias de prevención y de atención psicosocial desde esa Iglesia particular.El obispo, quien es licenciado en psicología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, lideró también la implementación de la Oficina para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia desde julio de 2023. Fue el impulsor de la iniciativa “Iglesias Seguras y Protectoras” en todas las diócesis del país. Una apuesta concreta por promover procesos de sensibilización y formación sobre prevención de abusos y violencias en todos los grupos y entornos de la Iglesia Católica colombiana."Recibo esta designación en obediencia y con infinita gratitud. Los miembros de la Comisión tenemos una inmensa responsabilidad hacia el Santo Padre y su llamado a afrontar “el desafío que supone el escándalo de abusos y el sufrimiento de las víctimas, a conocer directamente el impacto de los abusos y a dar a conocer los frutos de la labor que adelantemos”. Ahora que asumo mi encargo como secretario de la Comisión Pontificia para la Tutela de los Menores deseo seguir trabajando por la cultura del cuidado y la protección de nuestros niños, adolescentes, jóvenes y personas vulnerables para hacer de nuestra Iglesia un hogar seguro", expresó monseñor Luis Manuel al conocer esta nueva misión que le encomendó el papa Francisco al servicio de la Iglesia Universal.Ahora, como secretario de esta Comisión Pontificia, monseñor Alí Herrera deberá proponer al Santo Padre iniciativas enfocadas en la protección de los menores y personas vulnerables, así como en el acompañamiento a las víctimas.El obispo colombiano también tendrá a su cargo actividades de relacionamiento entre la Comisión y las distintas conferencias episcopales regionales, así como la articulación de iniciativas con otras dependencias de la Santa Sede. Además, será de su competencia la revisión, actualización y propuesta de orientaciones (líneas guía) que impulsen la implementación de las mejores prácticas en materia de prevención y protección, tanto de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, como de la Iglesia en cada país.Junto a este nombramiento, se conoció también el de la norteamericana Teresa Kettelkamp como secretaria adjunta de la misma Comisión. Es la primera vez que, para tales cargos, son designados un obispo y una mujer laica con amplia experiencia en el tema, pues la señora Kettelkamp fue la encargada de la oficina de protección de infancia y juventud de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos de América.BiografíaMonseñor Luis Manuel Alí Herrera nació en Barranquilla, Colombia, en 1967. Estudió en el Seminario Conciliar de Bogotá y fue ordenado sacerdote en 1992. Después de graduarse en Teología en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (2003), obtuvo una licenciatura en Psicología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (2007). Como joven sacerdote fue nombrado párroco de las iglesias de San Clemente Mártir y Los Santos Ángeles Custodios en Bogotá y capellán de la Universidad Nacional de Colombia, destacándose por su trabajo con los jóvenes y la pastoral en las universidades (1994 -2001). Es asociado senior del Colegio Colombiano de Psicólogos.Antes de ser consagrado obispo, monseñor Alí Herrera era párroco de la iglesia de San José de Calasanz, y también de la parroquia maronita de Nuestra Señora del Líbano de la Arquidiócesis de Bogotá. Ha estado encargado de la formación de los futuros ministros ordenados como educador y director del área de orientación psicológica del Seminario Conciliar de la Arquidiócesis de Bogotá (2002-2015).El 17 de diciembre de 2014 fue designado miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores. El 7 de noviembre de 2015, el papa Francisco lo nombró obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá, y obispo titular de Giubalziana. Su consagración episcopal tuvo lugar el 12 de diciembre del mismo año en la catedral de Bogotá.Desde el día de su ordenación episcopal, ha sido vicario general y director de la Oficina para el Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá.En la asamblea 111 del episcopado colombiano, desarrollada del 5 al 7 de julio del 2021, fue nombrado secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia. El 14 de septiembre de 2022, el Santo Padre lo ratificó para un tercer mandato de cinco años en la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.Desde el mes de marzo de 2023, junto con el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, ha acompañado los talleres de formación en todas las jurisdicciones eclesiásticas del país implementando el programa “Iglesias seguras y protectoras”.En el mes de julio de 2023, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, dio inicio a la Oficina para la Cultura de Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia.

Jue 30 Nov 2023

El Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, comparte sus primeras experiencias en el país y su percepción sobre la misión de la Iglesia

En un diálogo exclusivo y cercano con el equipo de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia desde el pasado mes de julio, cuando recibió la designación por parte del papa Francisco, compartió algunas de sus experiencias en el país y lo que sintió cuando el pontífice le encomendó esta misión. Además, reconoció la importancia del trabajo de la Iglesia colombiana por la atención y prevención de los abusos, y ante el complejo momento social que vive la nación, envió un mensaje de esperanza.Monseñor Paolo Rudelli llegó al país en septiembre. A los pocos días, los obispos le dieron la bienvenida oficial con una Santa Misa presidida en la Catedral Primada de Colombia por el Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal. Desde ese momento, ha tenido varios encuentros con los pastores y también, algunos de tipo diplomático (propios de su rol), con diferentes actores institucionales.En lo corrido del último mes, el representante de la Santa Sede en Colombia, realizó varias visitas pastorales a diversas jurisdicciones eclesiásticas. Uno de los propósitos centrales de estos viajes ha sido entregar los palios arzobispales a monseñor Misael Vacca Ramírez, monseñor Hugo Alberto Torres Marín y a monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispos de Villavicencio, Santa Fe de Antioquia y Cali, respectivamente. Sin embargo, se convirtieron también en oportunidades especiales para empezar a acercarse a la realidad de los territorios y escuchar el sentir de algunas de sus comunidades.A partir de estas primeras experiencias, en la entrevista, monseñor Paolo Rudelli destacó la vitalidad de la Iglesia colombiana. Para él, se trata de una Iglesia comprometida socialmente y afortunada por la participación activa de los laicos en su misión evangelizadora. Destacó, por ejemplo, el importante acompañamiento que realizan diócesis como la de Apartadó por los hermanos migrantes.Para el representante diplomático de la Santa Sede en Colombia, quien afirmó haber recibido con sorpresa la designación del Santo Padre, ha sido muy importante poder sentir la tradición católica tan arraigada se tiene aquí. Según ha dicho, la Iglesia de Zimbabue (África), donde estuvo ejerciendo esta misma misión desde 2020, pese a tener también un trabajo pastoral muy importante, es bastante “joven”, es decir, mucho más pequeña en comparación con las 78 jurisdicciones que hay en Colombia.Sobre los encuentros diplomáticos que ha sostenido hasta el momento en Colombia, el Nuncio, quien es el Arzobispo Titular de Mesembria (Bulgaria), aseguró haber podido percibir un alto compromiso de todos los actores con el bien del país, así como destacada valoración del trabajo de la Iglesia en la búsqueda de la reconciliación y la paz, temas que son prioridad en la misión que le fue encomendada por el papa Francisco.En relación con la creación de monseñor Luis José Rueda Aparicio como cardenal, monseñor Rudelli, se refirió a la importancia de tener una voz colombiana a través del presidente del episcopado en el consejo asesor del Santo Padre. “La Iglesia en Colombia tiene mucho qué aportar al camino que la Iglesia Universal está llevando adelante”, puntualizó.Al abordar temas dolorosos para la Iglesia como el de los abusos, el Nuncio Apostólico reafirmó la importancia del compromiso de todos para construir una Iglesia segura y abordar este tema de manera justa, preventiva y bajo el principio de reparación. Hizo hincapié en el trabajo espiritual y en la colaboración con las autoridades civiles. “A nosotros como Iglesia nos compete trabajar para que podamos todos vivir una vida cristiana en la que los más débiles, los más desprotegidos, sean el centro de nuestra atención y que las relaciones que construimos puedan ser relaciones de confianza recíproca”, enfatizó.En cuanto a las prioridades de la Iglesia en Colombia, el representante del Santo Padre enfatizó en la construcción de una Iglesia participativa e inclusiva, que alcance a aquellos más necesitados en las periferias existenciales. Animó a mantener la confianza en el Señor y seguir transitando el camino sinodal propuesto por el papa Francisco.Finalmente, monseñor Paolo Rudelli envió a los colombianos un mensaje de ánimo y apertura. Destacó la riqueza y vocación de la Iglesia colombiana, y alentó a todos a seguir contribuyendo a ella y a la sociedad en general.

Sáb 23 Sep 2023

Carta abierta del Obispo de Mocoa-Sibundoy ante la crítica situación de violencia que afecta a sus comunidades

Ante la crítica situación de violencia que afecta a este territorio ubicado en el suroccidente colombiano, a través de una contundente carta abierta titulada “Juntos, permitamos que la vida viva”, el obispo de la Diócesis de Mocoa-Sibundoy, monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve, pide signos de paz y subraya el respeto por el derecho a la vida.En el documento, el prelado envía un mensaje de condolencias a las familias que han perdido a sus seres queridos y también a los jóvenes que “experimentan el rigor del lamentable flagelo” del conflicto en los campos y pueblos.En este comunicado, el obispo dirige mensajes a las instituciones, familias, colegios, parroquias, otras entidades religiosas y a los actores en conflicto, con el fin de garantizar la vida y la paz. A estos últimos les recuerda: “ustedes también hacen parte de nuestra sociedad, la vida de ustedes también es sagrada y debe ser respetada”.Monseñor Luis Albeiro Maldonado afirma que “la Iglesia Católica está dispuesta a facilitar y acompañar todo lo que garantice el cuidado de la vida de la persona”. Además, invita a todos a cuestionarse desde estas tres preguntas: ¿Reconozco la vida humana como don sagrado? ¿Quién va a garantizar “la vida y la honra” de nuestra gente? ¿En el centro de nuestros proyectos, está el valor y la dignidad de la persona humana?“Con mi bendición, los pongo en manos del Señor de la paz”, así concluyó su carta.

Mar 12 Sep 2023

115 años del episcopado colombiano: la celebración y los momentos para recordar

El próximo jueves, 14 de septiembre, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) cumplirá 115 años de haber sido creada bajo el propósito de animar la unidad, participación y fraternidad de los obispos católicos, promover la evangelización, e incidir en la construcción social del país y el desarrollo humano integral.Desde esta misión y preocupados por el difícil contexto que vive actualmente Colombia, a través de una rueda de prensa, durante este día los prelados presentarán al pueblo colombiano “Luces en el camino hacia la paz”. Se trata de un documento que propone 17 orientaciones concretas para la búsqueda y construcción de la paz, desde el horizonte de la misericordia, tema que protagonizó la CXV asamblea plenaria del episcopado desarrollada en el mes de julio del presente año.Posteriormente, a las 6:00 p.m., en la sede de la CEC en Bogotá, los obispos celebrarán una Eucaristía especial por este aniversario que será presidida por monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín y concelebrada por los obispos de Palmira y Granada, monseñor Edgar de Jesús García Gil y monseñor José Figueroa Gómez, respectivamente. Esta Santa Misa será transmitida a través del canal Teleamiga y de las redes sociales de la Conferencia Episcopal (episcopadocol).Una mirada a los 115 años de historiaEn el marco de esta celebración el padre Raúl Ortiz Toro, director del Departamento de Doctrina y Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano, comparte algunos de los momentos, personajes y aportes más destacados de los 115 años de historia de este órgano colegiado:El 14 de septiembre de 1908, en Bogotá, nació la Conferencia Episcopal de Colombia con el beneplácito del papa san Pío Décimo, quien envió a través de su Delegado Apostólico, Monseñor Francesco Ragonesi, su especial bendición y lineamientos. Las reuniones de la primera Asamblea Plenaria se prolongaron hasta el 15 de octubre de ese mismo año, es decir, durante un mes. En ese momento existían en Colombia 18 jurisdicciones eclesiásticas que eran cuatro arquidiócesis, nueve diócesis, tres vicariatos apostólicos y dos prefecturas apostólicas; en aquella ocasión hubo presencia de catorce jurisdicciones representadas por quince personas: trece obispos y dos presbíteros vicarios capitulares.Las conclusiones de esta Primera Asamblea Plenaria se difundieron a través de dos pastorales colectivas. La primera, ponía en guardia a los fieles católicos ante las doctrinas masónicas que se publicaban en la prensa nacional con doctrinas anticlericales y de oposición a la labor de las comunidades religiosas en el campo educativo; también se honró la memoria de cincuenta religiosas Hermanas de la Caridad fallecidas durante la Guerra Civil de los Mil Días por auxiliar a las víctimas de la violencia y se reconoció la labor de multitudes de sacerdotes, muchos de ellos extranjeros, que ejercían su misión de evangelización y caridad en lugares apartados del país.En la segunda carta pastoral de aquella primera Asamblea, los obispos recordaron que la Constitución Política de Colombia reconocía a la religión católica como la base del orden social y exhortaron al pueblo a no ceder “a las contiendas armadas y a las luchas fratricidas que no han sido ni serán jamás remedio para los males de nación alguna”. En consecuencia, insistieron en trabajar por la concordia en el país y presentaron algunos medios para lograrlo: escuchar las justas reclamaciones de los ciudadanos, propiciar en el campo político o administrativo algunas concesiones equitativas para dar participación a todos los partidos y vincular en la administración pública a personas competentes “de honradez probada y de aptitudes no comunes”. Pero, sobre todo, hicieron énfasis en que dichas propuestas solo serían efectivas en la medida en que se restauraran todas las cosas en Cristo a través de la extensión de su ley divina en todos los ámbitos de la vida social y política; solo así, “la paz de Dios que sobrepuja a todo entendimiento será la guardia de los corazones y de los entendimientos de todos”.Así pues, desde hace 115 años, los obispos católicos de Colombia se reúnen colegialmente para crecer en la fraternidad y la comunión episcopal, pero, también, para trazar líneas de acción que benefician la evangelización como un proyecto conjunto. Una de estas líneas siempre ha sido la reconciliación y la paz, y se ha visto reflejada en las actividades pastorales de cada jurisdicción en la historia del país; esto indica que la Conferencia Episcopal, desde sus inicios, ha sabido leer los signos de los tiempos y discernir lo que más conviene para el bien de la nación a través del ejercicio de los deberes cristianos y civiles del pueblo de Dios. civiles.En la actualidad, la Conferencia Episcopal ha crecido en número y en acciones evangelizadoras, pues en ella participan los obispos de 78 jurisdicciones eclesiásticas distribuidas así: 14 arquidiócesis, 52 diócesis, 10 vicariatos apostólicos, 1 obispado castrense y 1 exarcado para los católicos maronitas.Hacemos memoria de los fundadores de la Conferencia Episcopal de Colombia:-Mons. Bernardo Herrera Restrepo, arzobispo de Bogotá-Mons. Pedro Adán Brioschi, arzobispo de Cartagena-Mons. Manuel Antonio Arboleda, arzobispo de Popayán-Mons. Manuel José Caicedo, arzobispo de Medellín-Mons. Moisés Higuera, obispo auxiliar de Medellín-Mons. Evaristo Blanco, obispo de Socorro-Mons. Eduardo Maldonado Calvo, obispo de Tunja-Mons. Gregorio Nacianceno Hoyos, obispo de Manizales-Mons. Ismael Perdomo Borrero, obispo de Ibagué-Mons. Esteban Rojas Tovar, obispo de Garzón-Mons. Francisco Simón y Rodenas, OFM cap., obispo de Santa Marta-Mons. Adolfo Perea Yuste, obispo de Pasto-Mons. Atanasio Vicente Soler, vicario apostólico de la Goajira-Pbro. Antonio María Colmenares, vicario capitular de la diócesis de Nueva Pamplona-Pbro. Francisco Cristóbal Toro, vicario capitular de la diócesis de Santa Fe de Antioquia.Entre las ausencias se cuentan:-Vicariato Apostólico de Casanare: por muerte del obispo Gregorio Nicolás Casas y Conde, OAR.-Vicariato Apostólico de Los Llanos de San Martín: por la reciente creación de la jurisdicción y consagración de su primer vicario apostólico, el obispo Joseph Marie Désiré Guiot, SMM.Por ley canónica las prefecturas apostólicas dependen directamente de la Santa Sede; los prefectos de aquellas jurisdicciones eran sacerdotes misioneros y, aunque no pertenecían específicamente a la Conferencia de obispos, sin embargo, vale la pena consignar sus datos pues estos territorios dieron paso posteriormente a varias diócesis y vicariatos hoy existentes:-Prefectura Apostólica de Caquetá: donde era prefecto el fraile capuchino Josep Pujol i Coll, OFM, cap.-Prefectura Apostólica de Chocó: por reciente creación de la prefectura donde fue designado el padre claretiano Juan Gil y García, CMF.En 115 años de historia, la Conferencia Episcopal de Colombia ha acompañado o suscitado varios acontecimientos: la creación de 60 jurisdicciones eclesiásticas, la visita de tres Pontífices, la implementación de varios métodos de evangelización, la creación de distintos organismos para la promoción social, la celebración de acontecimientos eclesiales del orden nacional e internacional, además de ser la representación de la Iglesia Católica Colombiana ante la Santa Sede a través de las relaciones con la Nunciatura Apostólica y con los Dicasterios de la Curia Romana.A continuación, un recorrido por los acontecimientos más relevantes durante los 23 lustros: