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misión y participación

Vie 29 Oct 2021

Iglesia en camino sinodal

Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve - El Papa Francisco ha convo­cado para el mes de octubre del 2023 un sínodo de Obis­pos, que tiene por tema: “Por una Iglesia sinodal: Comunión, par­ticipación y misión”, en donde la intención del Santo Padre es que desde las diócesis todos los cre­yentes, pastores y fieles, podamos participar en este proceso que ayu­da al crecimiento y fortalecimiento de la Iglesia en su misión evange­lizadora, del anuncio gozoso del Evangelio de Nuestro Señor Jesu­cristo. Camino sinodal en la Iglesia, sig­nifica “caminar juntos”. Esto se concretiza en la escucha atenta de todos los bautizados, sobre todas las cuestiones que tienen que ver con la evangelización, en un ca­mino que se recorre en comunión y participación para la misión que todos cumplimos en la Iglesia por llamado del Señor. El Papa Fran­cisco en la Exhortación Apostólica ‘Evangelii Gaudium’ lo ha expre­sado cuando afirma: “en virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha converti­do en discípulo misionero (Cf. Mt 28, 19). Cada uno de los bautiza­dos, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustra­ción de su fe, es un agente evange­lizador, y sería inadecuado pensar en un esquema de evangelización llevado adelante por actores cali­ficados sea sólo receptivo de sus accio­nes” (EG 120). Con esta enseñanza el Papa Fran­cisco nos está marcando el sendero de una Iglesia sinodal, que en pri­mer lugar es una Iglesia de escu­cha; donde todos, pastores y fieles, podemos escucharnos y aprender unos de otros y hacer discerni­miento para ir juntos a la misión con los mismos sentimientos de Cristo, iluminados por el Espíritu Santo, a comunicar la Buena Nue­va de la salvación. Así lo expre­sa el Papa en ‘Evangelii Gaudium’ cuando afirma: “necesitamos ejer­citarnos en el arte de escuchar, que es más que oír. La escucha nos ayuda a encontrar el gesto y la pa­labra oportuna que nos desintala de la tranquila condi­ción de espectadores. Sólo a partir de esta escucha respetuosa y compasiva se pueden encontrar los cami­nos de un genuino crecimiento, desper­tar el deseo del ideal cristiano, las ansias de responder ple­namente al amor de Dios y el anhelo de desarrollar lo mejor que Dios ha sembrado en la pro­pia vida” (EG 171). Para cumplir con el deseo del Papa de escucharnos desde las parro­quias y las Iglesias Particulares, se ha involucrado a todo el pueblo de Dios a participar, comenzando con la apertura solemne del Sí­nodo, que en Roma fue el pasado 9 y 10 de octubre del 2021 y en nuestra Diócesis se inauguró el domingo 17 de octubre desde cada una de las parroquias, para seguir en el desarrollo del mismo con participación en cada comunidad parroquial, con el propósito de re­flexionar juntos sobre el camino recorrido y las metas que tenemos como comunidad de creyentes. Así lo expresa el documento prepara­torio del sínodo: “Precisamente el camino de la si­nodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer mi­lenio. Este itinerario, que se sitúa en la línea del «aggiornamento» de la Iglesia propuesto por el Con­cilio Vaticano II, es un don y una tarea: caminando juntos, y juntos reflexionando sobre el camino re­corrido, la Iglesia podrá aprender, a partir de lo que irá experimen­tando, cuáles son los procesos que pueden ayudarla a vivir la comu­nión, a realizar la participación y a abrirse a la misión. Nuestro “caminar juntos”, en efecto, es lo que mejor realiza y manifiesta la naturaleza de la Iglesia como Pue­blo de Dios pere­grino y misionero” (Documento prepa­ratorio, 1). Por el bautismo so­mos discípulos mi­sioneros de Nuestro Señor Jesucristo y cumplimos con esta misión en la Iglesia, que en este momen­to histórico nos convoca a hacer discernimiento juntos a la luz de la Palabra de Dios, valorando lo que se ha vivido hasta el momento y abiertos al futuro desde lo que te­nemos, para buscar la voluntad de Dios y participar conscientemente en el desarrollo de la misión del Iglesia. En este sentido, el documento pre­paratorio del sínodo nos dice: “Ilu­minado por la Palabra y fundado en la Tradición, el camino sinodal está enraizado en la vida concreta del Pueblo de Dios… Por otra par­te, no se puede evitar la referencia a las experiencias de sinodalidad ya vividas, a diversos niveles y con diferentes grados de intensi­dad: los puntos de fuerza y los éxi­tos de tales experiencias, así como también sus límites y dificultades, ofrecen elementos valiosos para el discernimiento sobre la dirección en la que continúan avanzando” (Documento preparatorio, 25). Caminar juntos en la Iglesia ayuda a fortalecer la comunión, que nos permite afrontar las dificultades y tormentas de la vida, con espíritu eclesial y entre todos buscar solu­ciones que nos permitan avanzar en el camino de la fe, la esperanza y la caridad, en un estilo de vida comunitario, que también se aplica al caminar de cada familia, en me­dio de las luchas y las dificultades, aciertos y desaciertos; siempre en búsqueda constante de la volun­tad de Dios, dóciles a la acción del Espíritu Santo en nuestra vida personal, familiar y en la vida de la Iglesia, teniendo en cuenta que “todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Je­sús” (EG 120). Con la conciencia de ser discí­pulos misioneros de Nuestro Se­ñor Jesucristo, en la Iglesia y en nuestra Diócesis de Cúcuta, re­novamos la decisión de ser evan­gelizadores, caminando juntos, intensificando nuestra respues­ta de fe y anunciando a todos a Jesucristo nuestra salvación. Amparados por la intercesión de la Santísima Virgen María Estrella de la Evangelización y del glorio­so Patriarca san José, que custodia nuestra vida, vocación y misión, pidamos al Señor la gracia de vivir como Iglesia en camino sinodal, para ofrecer a los demás el testi­monio explícito del amor salvífico del Señor. En unión de oraciones, reciban mi bendición. + José Libardo Garcés Monsalve Obispo electo de la Diócesis de Cúcuta