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monseñor

Mar 27 Oct 2015

Presidente de la CEC rechazó emboscada contra militares

El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, rechazó los hechos en donde murieron 11 militares y un policía en zona rural del municipio de Güicán, Boyacá. En diálogo con Caracol Radio dijo "Quiero expresarle a la familias nuestro acompañamiento, nuestra oración en estos momentos de profundo dolor para estos familiares de los 12 militares caídos, me parece que no hay un día en que no haya una tragedia, ojalá no sean los del Eln porque ellos están intentando entrar en un proceso de paz y sería algo lamentable". El prelado además agregó "naturalmente que la rechazo, y es una lástima que haya acontecido aquí en nuestro departamento, esperamos que en estos casos la justicia obre y pueda también la familia estar bien informada de quienes fueron los autores de estos asesinatos". Por último monseñor Castro Quiroga aseveró: "esperamos que a pesar de estos hechos que son lamentables,podamos continuar con la ilusión de que es posible la paz, no solo con las Farc, sino con el Eln, llegar a unos acuerdos de paz verdadera, pero sin que estén manchados por cosas tan infames, como lo que acaba de suceder".

Sáb 24 Oct 2015

Defendamos los derechos y deberes con una sana votación

Escrito por: Mons. Edgar de Jesús García Gil Primera: Defender los derechos de Dios y los deberes que todos tenemos frente a Dios por ser profundamente creyentes, respetando la libertad religiosa de cada una de las personas que viven en nuestro realidad colombiana. Siendo personas de testimonio en la verdad, bondad, belleza y unidad de Dios, del hombre y de la creación, y no mercaderes proselitistas que le apostamos al mejor pagador o comprador de votos. Segunda: Valorar y respetar la dignidad, los derechos y deberes de la personas humanas reconociendo que cada uno es un hermano o una hermana y que merece todo nuestro respeto aunque su ideología política sea diferente a la nuestra. Siendo justos y caritativos con los más necesitados de nuestra sociedad. Siendo muy sensibles y defensores de los derechos fundamentales de nuestros pueblos como la vida en todos sus estadios. No a la guerra, no al conflicto armado, no al aborto ni a la eutanasia. Atentos al trabajo, al alimento, a la educación, a la vivienda, a la recreación, al matrimonio, a la unidad familiar. No dispuestos hacerle juego a las maquinarias politiqueras que manipulan la opinión pública y convierten nuestra débil democracia en una figura vergonzosa. Tercera: Cuidar y guardar la "casa común", como dice el Papa Francisco, es decir, el equilibrio majestuoso de la creación para que en el presente y en el futuro todas las generaciones tengan un lugar digno y hermoso. Fomentar, por lo tanto, una sana conciencia ecológica frente al mundo creado. No permitir en los programas políticos un planeta tierra basurero, sin agua y sin oxígeno limpios por la catastrófica depredación de los que se dejaron arrastrar por los intereses mezquinos y egoístas de personas y empresas sin conciencia ecológica que solo les interesaba sus propios intereses económicos. Por supuesto que en nuestra democracia debemos ejercer nuestro deber de votar a conciencia por aquellas personas que según nuestro criterio pueden llevar nuestro país por los caminos de la auténtica justicia, la reconciliación, el perdón y la paz. No a las Empresas politiqueras que han herido profundamente la democracia colombiana convirtiendo el arte de la política en una feria de mercaderes. Tu decisión de votar o no votar decide, aunque no te parezca, lo mejor o lo peor para Colombia. + Édgar de Jesús García Gil Obispo de Palmira

Mié 21 Oct 2015

Convocados a votar

Escrito por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo El próximo domingo estamos llamados a elegir gobernadores, alcaldes, ediles y concejales. En primer lugar, debemos valorar, aunque con sus limitaciones, el sistema democrático que tenemos y que siempre debemos salvaguardar. Luego, nos corresponde asumir a todos, y en particular a los católicos, la responsabilidad y el deber ciudadano de votar con madurez política teniendo en cuenta, ante todo, el bien común. No podemos ignorar que de las personas que elegimos depende, en buena parte, la estabilidad, la honesta administración y el progreso de nuestro país. Conducir el camino histórico de un pueblo no es fácil; máxime, con las delicadas y complejas situaciones que vivimos. La economía requiere un manejo muy cuidadoso y técnico en medio de la realidad global que de una u otra forma nos afecta y desafía. Aclimatar la auténtica paz, que es un desarrollo integral y sostenible para todos, es una tarea que no admite los simplismos o politizaciones en que a veces caemos. Llegar a una transformación cultural, mediante una educación escolar y ciudadana, que se asiente sobre valores indefectibles, no es cosa que se consigue de un día para otro. En la raíz de los retos que debemos afrontar está la crisis ética de nuestra sociedad. Hemos entrado en un desconcierto moral en el que honesto y deshonesto, bueno y malo, verdadero y falso no pasan de ser palabras. Obramos como si bueno fuera lo que nos agrada, lo que nos produce dinero, lo que nos da poder como individuos o como grupo. Pensamos que mentir es un ingrediente indispensable de la convivencia y del éxito personal. Actuamos como si la honestidad fuera para los demás, pues cada uno debe aprovechar la oportunidad de lucro y de poder que, a cualquier precio, se le ofrece. Las consecuencias son temibles. Con el derrumbe de la ética se ponen en juego la dignidad y los derechos de las personas; valen más los bienes materiales que la vida humana; la actividad económica y política ya no está al servicio del bien común; el progreso integral de la sociedad queda supeditado a los mecanismos casi anónimos de la producción; y el proyecto del país cede ante los intereses particulares. Así se llega, por ejemplo, a poner en cuestión la vida del ser humano por el aborto y la eutanasia, a cometer delitos en nombre de la ley o de los derechos, a utilizar todo tipo de trampas y mentiras para imponer los propios y ocultos proyectos. De esto se sigue el quebrantamiento de las bases del Estado de derecho, el crecimiento de la indiferencia e insolidaridad con los más pobres y necesitados, la opción de los jóvenes de evadir la realidad mediante el degradante consumo de las drogas, la vida frívola y vacía de la sociedad manipulada por ciertos medios de comunicación, la búsqueda compulsiva de diversión y sexo, y, por último, el recurso a la violencia como forma de conseguir lo que se quiere, aniquilando si se necesita a los demás. El deterioro ético, al que se va llegando como inconscientemente, genera un estilo de sociedad realmente invivible. Por tanto, debemos tomar en serio las próximas elecciones para reforzar la vida moral de nuestra sociedad, para superar diversas formas de corrupción, para defender y promover el valor de la persona humana como base de todo ordenamiento social, político y económico. Esto exige apoyar con el voto a los candidatos que sabemos que son honestos, que defienden la institución familiar, que promueven una educación con valores profundamente humanos. Debemos favorecer a los políticos que, al menos, están menos lejos de estos propósitos planteados. No se puede desperdiciar ni vender el voto. Nos corresponde elegir, a conciencia, no sólo entre la paz y la guerra, sino también entre la justicia y la injusticia, entre la verdad y la mentira, entre el bien y el mal. No es pequeña la responsabilidad de votar. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Mar 20 Oct 2015

La colonización ideológica

Escrito por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo El papa Francisco, en varias ocasiones y especialmente en su encuentro en enero de este año con las familias en Filipinas, ha hablado de lo que él llama la "colonización ideológica". Explica que es la imposición de ideas extranjeras en una cultura y denuncia que a veces viene apalancada por asistencia financiera. Estas ideologías, señala, se van introduciendo en los países en desarrollo especialmente a través de la educación de los niños y los jóvenes, tal como pasó en las dictaduras del último siglo. Se trata de una verdadera "colonización". Esto lleva a que las personas y los pueblos pierdan su propia identidad y terminen en la uniformidad. "Esta es la globalización de la esfera, todos los puntos son equidistantes del centro", indicó. Sin embargo, la "verdadera globalización" no tiene forma de esfera, sino que debe ser un "poliedro", multifacético, de tal forma "que todas las personas, cada parte, conserven su propia identidad sin ser colonizadas ideológicamente". Se podría hablar de una colonización antropológica cuya finalidad es la impugnación total de la idea misma de la naturaleza humana. Esto está ocurriendo ya en casi todos los países, sin que nadie lo pueda cuestionar, pues quien piense distinto estaría haciendo "discriminación". Es la imposición del "pensamiento único"; lo demás no es "políticamente correcto". La primera amenaza la sufre la familia, al querer redefinir la misma institución del matrimonio desde el "relativismo", la "cultura de lo efímero" y la falta de "apertura a la vida". Es una colonización, dice el Papa, porque viene de afuera y es ideológica porque no le interesa la verdad, sino la imposición de su materialismo, de su visión que destruye o reduce las exigencias éticas. El Santo Padre no duda en denunciar que la familia está amenazada y con ella toda la sociedad. Por eso, invita a estar atentos, a ser sagaces, a obrar con habilidad y fuerza para evitar una colonización ideológica que es tan funesta como una colonización política. Para que se comprendan mejor las cosas, recomienda, como ya lo había hecho en otras ocasiones, leer la novela "Señor del Mundo" de Robert Hugh Benson. Esta obra presenta el reinado del Anticristo, que impone la religión de la "fraternidad universal", un humanismo sin Dios, caracterizado por la mística de la deificación del hombre y del progreso. La condición del progreso es la paz que brota de la comprensión clara de que el hombre lo es todo. Esta paz tan estupenda la logra Felsenburgh, el falso mesías que protagoniza la novela, alcanzando una alianza con las sectas mahometanas del Oriente; después, consiguiendo el bienestar universal, mediante el control mental de las masas y la benévola administración de la eutanasia a los díscolos y los infelices; por último, unificando el mundo bajo su autoridad, implantando oficialmente la religión humanista y erradicando los últimos reductos de cierta fe "grotesca y esclavizadora", propia de "incompetentes, ancianos y disminuidos", que se resiste a aceptar la colonización ideológica. A los pocos que para entonces profesan esa religión se les considera una secta de peligrosos delincuentes; y se decreta contra ellos la persecución, que las masas acogen con desenfrenado alborozo ciudadano, como una auténtica fiesta de la democracia. Lo que el Papa nos advierte nos lleva a pensar con urgencia en la necesidad de afirmarnos en la fe, de construir una sólida comunión, de continuar en el empeño de una profunda evangelización, de ponernos cada vez más, por la oración y la santidad de vida, en las manos de Dios. Antes, los verdugos nos cortaban la cabeza; ahora, la colonización ideológica nos la cambia por otra. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Mié 7 Oct 2015

Mes misionero

Por: Mons. Luis Adriano Piedrahita - Nos encontramos en el mes de Octubre, tradicionalmente llamado por la Iglesia el mes de las misiones. En él se nos invita a orar y reflexionar sobre la acción evangelizadora de la Iglesia, que es la de todo bautizado. A través de ella se anuncia el Evangelio, se testimonia a Jesús, para que todas las personas lleguen a conocerlo, amarlo, seguirlo y comprometerse con él en la construcción del Reino de Dios. Es un momento para que los católicos volvamos de nuevo al mandato de Jesús: "Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes". Podemos decir que este tiempo es un momento apropiado para que pensemos en la catolicidad, es decir, en la vocación universal de la Iglesia. "Creo en la Iglesia católica", recitamos en el Credo. Creemos en una Iglesia que tiene como vocación extenderse por todas partes, ir por todo el mundo invitando a todos los hombres y mujeres a convertirse al Evangelio, y esto se logra a través de su actividad misionera. Los invito a avivar nuestro espíritu misionero y el de nuestras comunidades, grupos apostólicos y movimientos eclesiales, como lo establece como un reto importante nuestro plan de pastoral diocesano, el de "fortalecer el proceso de la Nueva Evangelización en la Iglesia diocesana propuesto por la Iglesia en Aparecida, que oriente el camino al discipulado para descubrir la vocación misionera de todo bautizado y el papel protagónico de las pequeñas comunidades". Y qué mejor oportunidad para tener dicho avivamiento que ésta, cuando se nos pide mostrar solidaridad con las misiones llamadas "Ad gentes", con las cuales muchos hermanos nuestros, sacerdotes, religiosas, laicos, dejan todo, hogar, patria, bienes, bienestar, cultura, y se arriesgan a hacer la aventura de ir a culturas y países que no son los suyos con el fin de anunciar a Jesús. "La fe se fortalece dándola", nos decía san Juan Pablo II. Para vivir dicha solidaridad, la Iglesia nos invita a orar por las misiones, a ofrecer sacrificios por ellas, a apoyarlas económicamente, a ofrecer al Señor por ellas nuestros quehaceres cotidianos, y también a responder, sobre todo los niños y jóvenes, a un posible llamado a engrosar las filas de los misioneros y misioneras. La diócesis vive el mes misionero de este año cuando se siente regocijada con el honor que se le ha dispensado de ser escogida como sede del VII Congreso Nacional de Infancia y adolescencia misionera a realizarse del primero al cuatro de julio del año próximo. Alrededor de mil doscientos niños de todo el país se encontrarán en Santa Marta celebrando y compartiendo su amor a Jesús y el compromiso de darlo a conocer, con el tema: Misioneros apasionados, testigos de la ternura de Dios y anunciadores de su amor", y bajo el bello lema: "niños y adolescentes misioneros, sed grandes como Jesús y pequeños para Dios". Pongamos en oración al Señor esta intención por el buen éxito del VII Coniam a realizarse en nuestra bella y acogedora ciudad de Santa Marta, y vivamos su preparación con una creciente alegría y un dedicado compromiso. + Luis Adriano Piedrahita Sandoval Obispo de Santa Marta

Vie 2 Oct 2015

Lo que cultivas, crece

Escrito por: Mons. Froilán Casas Ortiz Por lo que he leído y compartido con los expertos en sicología y, también, por supuesto, por la experiencia de mi labor pastoral; los problemas mentales son "creación" del sujeto que los padece. Los problemas son reales subjetivamente, pero, a la par, son producto de su imaginación "creativa". Sacarle de la mente esto al paciente, es tarea titánica. Es verdad que hay fármacos que ayudan, pero si el paciente no se ayuda, nunca se superará el problema. Todos estamos en el límite de cualquier anomalía síquica. Por algo dice la sabiduría popular que de músico, poeta y loco; todos tenemos un poco. Uno encuentra en el diario vivir un buen número de personas que salen de los parámetros de la "normalidad". Unas personas son más propensas que otras a sufrir trastornos mentales. Influye mucho el ambiente familiar y social, pero también la herencia. A todo eso se agrega que lo que se cultiva, crece. Si tienes animadversión por una persona y cultivas esa fobia, podrás llegar, incluso, a deshacerte de esa persona, por cualquier medio. Si te crees feo (a) y cultivas ese sentimiento, te lleva a la frustración de la vida, a ser misógino o misántropo. Puedes caer en una depresión en donde tú pierdes los deseos de vivir. Todo te fastidia, hasta tú mismo no te soportas. Un criterio de salida de esta situación: acepta tu realidad y transfórmala. A problema, solución. Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejan ver las estrellas. Hay gente que vive en muerte, porque no descubre la hermosura de vivir. Dos hombres se encuentran frente a un rosal: el uno dice "qué tristeza, las rosas tienen espinas". El otro, viendo el mismo rosal, afirma: "Qué hermoso, hasta las espinas tienen rosas". ¿Cuál es tu actitud ante la vida, ante los problemas? ¿Será que con llorarlos se arreglan? ¿Tú crees que los problemas te los arreglan otros? Nadie hace por ti lo que tú no hagas por ti mismo. El problema eres tú, luego la solución eres tú. Sacúdete, tú puedes hacer mucho por ti. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Quiero darte algunos ejemplos de hombres luchadores. Demóstenes, fue el mejor orador de Atenas en su tiempo. Lo llamaban en su adolescencia, "el martillador" = tartamudo. Así le decía su enemigo del Senado, Esquines. Pues mira, con enorme esfuerzo se propuso arreglar su voz, recorriendo la playa y gritándole al sol, moviendo piedrecillas en su boca; hasta que logró ser el mejor orador de su ciudad. El premio Nobel de Física, Stephen Hawking, a pesar de sus discapacidades físicas y de las progresivas limitaciones impuestas por la enfermedad degenerativa que padece, sigue escribiendo y sus investigaciones son objetos de congresos. Ludwig van Beethoven compuso la famosa novena sinfonía cuando ya estaba sordo. La famosa cantante francesa, hija de una prostituta y casi abandonada en la calle, Edith Piaf, llegó al podio de los aplausos, especialmente con la canción NON, JE NE REGRETTE RIEN = No, yo no me arrepiento de nada. El derrotado y postrado Japón, después de Hiroshima y Nagasaki, ha llegado a ser una de las economías más pujantes del mundo. Sé positivo, toma la decisión ya, de buenos deseos está lleno el infierno. + Froilán Casas Ortíz Obispo de Neiva

Mié 26 Ago 2015

Partió a la Casa del Padre monseñor Gilberto Jiménez

La Conferencia Episcopal de Colombia lamenta registrar el fallecimiento de Monseñor Gilberto Jiménez Narváez, Obispo auxiliar emérito de Medellín. El deceso del obispo sucedió el día martes 20 de octubre en la capital antioqueña. Los obispos de Colombia envían su saludo de condolencia a la familia Jiménez Narváez, al clero diocesano y a la comunidad de esta Iglesia particular. Al encomendar el alma del difunto a la misericordia infinita de Dios Todopoderoso. La velación se está llevando a cabo en Medellín en el Cementerio Campos de Paz, sala 7. Las exequias serán mañana jueves 22 de octubre de 2015 a las 11:00 a.m. en la Catedral Metropolitana. Monseñor Gilberto Jiménez Narváez nació en Abejorral (Antioquia) el 18 de febrero de 1937. Fue director del Departamento de Pastoral para los Ministerios Jerárquicos del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (1992 hasta 1996). El 16 de julio de 1996 Su Santidad Juan Pablo II lo nombró Obispo de Riohacha, recibió su ordenación episcopal el 7 de septiembre de 1996. El 20 de marzo de 2001 Su Santidad Juan Pablo II lo nombró Obispo Auxiliar de Medellín. El 25 de febrero de 2012, Su Santidad Benedicto XVI le aceptó la renuncia a su cargo.