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monseñor juan carlos barreto barreto

Vie 12 Abr 2024

Más acción, más unión y más liderazgo con vocación de servicio: petición de directores de pastoral social a dirigentes en Colombia

Con la lectura de un pronunciamiento final, en el que exponen preocupaciones, compromisos y llamados por la paz, la justicia social, el desarrollo humano integral y el cuidado de la casa común, cerca de 60 personas, entre sacerdotes, religiosas y laicos, encargadas de liderar los equipos diocesanos de pastoral social del país, finalizaron su encuentro nacional 2024.Este fue un espacio convocado por la Conferencia Episcopal de Colombia a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana (SNPS-CC), bajo el propósito de analizar las realidades territoriales, especialmente, en términos de violencia, vulneración de derechos, movilidad humana y deterioro ambiental. Además, generar propuestas y articulaciones que permitan a la Iglesia seguir acompañando a las comunidades e incidiendo ante los diferentes actores y sectores en favor de su beneficio.El evento se llevó a cabo del 9 al 12 de abril en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia. Fue liderado por monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de la Diócesis de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Una Iglesia samaritana: fue inspiración central del discernimiento y trabajo realizado en este espacio, desde la cual se busca fortalecer tan importante misión de la Iglesia colombiana."La Pastoral Social Nacional, Cáritas colombiana, quiere construir juntamente con las pastorales sociales de cada jurisdicción eclesiástica el rostro de una Iglesia misericordiosa, samaritana y cordial. Por ello, estamos convencidos que, este encuentro es una gran oportunidad para hacerlo. Queremos ser reflejo en nuestras acciones de una Iglesia acogedora que sale al encuentro de quien sufre acompañando integralmente a las víctimas de la injusticia, la violencia y las pandemias y de todo tipo de abusos en todas las etapas e instancias de la vida; queremos ser una Iglesia valiente, de parresía y mordedura profética cuando haga falta y sea necesario; una Iglesia que, como nos enseña la oración por la vida de San Juan Pablo II, promueva y cuide la vida querida, la vida plena y abundante; una Iglesia que defienda la dignidad humana y el cuidado de la Casa Común, así como la cultura del cuidado integral. Y ello sencillamente porque como Iglesia y dada nuestra misión, no podemos aspirar a menos. Queremos ser una Iglesia que a pesar de todo lo que sucede no ha hipotecado la esperanza de sus hijos ni la esperanza de la nación colombiana. Queremos consolidar y mantener todos nuestros esfuerzos pastorales, y hacerlo con el evangelio en nuestras manos, manteniendo la terca utopía y corriendo los riesgos que sean necesarios desde una pastoral audaz y temeraria, por seguir construyendo esa sociedad reconciliada y en paz de una humanidad fraterna", así lo explicó el padre Rafael Castillo Torres, Director del SNPS/CC.Son muchas las realidades que preocupan y desafían a los equipos pastorales que tienen presencia amplia y permanente en los territorios del país. De acuerdo con monseñor Barreto, estos problemas han venido creciendo a lo largo de los años en el país, afectando directamente la humanidad y dignidad de las comunidades, especialmente de las más vulnerables, por lo que no se trata de aspectos coyunturales y sino estructurales que, como tal, deben ser atendidos. De ahí, que uno de los grandes retos es continuar acompañando y facilitando los espacios de diálogo y las mesas socio jurídicas que se dan junto a las ciudadanías y organizaciones.Además de las preocupaciones y oportunidades expuestas por los directores y directoras de pastoral social de las jurisdicciones eclesiásticas de Colombia, para hacer una lectura más integral de la realidad y desde allí, generar propuestas con mayor viabilidad, durante el encuentro también intervinieron representantes de organizaciones como Naciones Unidas, de manera especial, de la Misión de Verificación y de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). También, desde la Conferencia Episcopal, participaron miembros de la Comisión de Conciliación Nacional y de la oficina encargada de las Relaciones Iglesia-Estado.ConstatacionesDe acuerdo con el comunicado final firmado por los representantes de 72 jurisdicciones eclesiásticas del país y los integrantes de la pastoral social nacional, en medio de las confrontaciones armadas que se siguen presentando en áreas rurales y urbanas, múltiples comunidades del país experimentan profundo dolor por la muerte de sus seres queridos, el confinamiento, la exclusión, la pobreza y el desplazamiento al que son sometidos sus integrantes.Hablan, además, de los riesgos de la migración y las grandes brechas en cuanto a sinergias regionales y locales para el acompañamiento y asistencia a la población con necesidad de protección internacional. "Tenemos más de 500.000 personas que aún no han accedido al Estatuto Temporal de Protección, lo que significa que siguen en situación de irregular y con desigual acceso a derechos", exponen en el mensaje.Corroboran también la ausencia de una política clara que integre el problema ambiental. Una que atienda "las causas reales de un problema social, económico y político traen como consecuencia, la grave destrucción y amenazas contra la Casa Común reflejada en la Crisis climática con las fuertes y bajas temperaturas, la escases de agua, el avance de proyectos extractivistas, la deforestación, el desarrollo minero-energético, proyectos de hidroeléctricas, acaparamiento de tierras, los monocultivos, el aumento de cultivos de uso ilícito, ponen de manifiesto una economía de extracción nada amigable con el ambiente".CompromisosAnte la fragmentación social y la confrontación armada y política, disposición y voluntad pastoral, desde cada una de las jurisdicciones eclesiásticas y desde el nivel nacional, se comprometen a seguir promoviendo el diálogo efectivo en los territorios, uno que cuente con la participación de los diferentes sectores.Frente a la "cultura del facilismo y del enriquecimiento ilícito", afirman que fortalecerán la promoción de la cultura del trabajo, el espíritu de sacrificio, el empeño perseverante y la creatividad. Aspecto que también requiere una amplia formación en valores y espiritualidad.Preocupados por el creciente deterioro de la casa común, se comprometen "a promover una producción menos agresiva, una distribución más equitativa, un consumo más responsable y la debida absorción de nuestras acciones contaminantes".LlamadosAnte el momento tan desafiante que vive el país, al final del comunicado y dirigiéndose a gobernantes, empresarios y líderes de la sociedad civil, hicieron un llamado al liderazgo con vocación de servicio y propósito de bien común:“Es hora de darle reposo a la palabra para abrirle curso al testimonio (…) Dejando de lado las descalificaciones y posturas que promuevan el resentimiento y la división”, afirman.Al gobierno nacional y los legisladores, los invitaron a "fortalecer los mecanismos de participación, vigilancia y control; a valorar la consulta previa y generar leyes que, en todos los ámbitos que protejan el medio ambiente que nos rodea".A propósito de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), de la que Colombia, específicamente Cali, será sede entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre del presente año, los directores y directoras de pastoral social, exhortaron a los colombianos a unirse y aprovechar la oportunidad para que el país sea pionero en la protección de nuestra casa común.

Lun 14 Ago 2023

Episcopado da a conocer orientaciones para vivir la Semana por la Paz 2023

Del 3 al 10 de septiembre de 2023, Colombia vivirá la versión número 36 de la Semana por la Paz. En esta oportunidad, la iniciativa, acompañada y ambientada por la Iglesia Católica colombiana, tendrá como tema central “Juntanzas creadoras de paz”.Este concepto hace referencia a una perspectiva de trabajo por la reconciliación y la paz inspirada en el camino sinodal propuesto por el papa Francisco que invita a caminar juntos, no solo al interior del catolicismo, sino también en relación con otros credos, instituciones y organizaciones.Aunque el próximo jueves 17 de agosto, de manera simultánea, en seis territorios del país (Bogotá, Medellín, Pasto, San Gil, Florencia y Sur de Bolívar), se llevará a cabo el lanzamiento oficial de esta Semana por la Paz, monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de la Diócesis de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia, ha dado a conocer una serie de orientaciones al respecto.Estos aspectos permitirán comprender de manera clara y pedagógica la esencia de esta iniciativa, así como identificar desde ya diversas maneras de vivirla, en el marco de la conmemoración del Día de los Derechos Humanos en Colombia y el Día de San Pedro Claver que se celebran cada 9 de septiembre en Colombia.Conozca a continuación dichos elementos:1. ¿Qué es?Semana por la Paz es una movilización ciudadana que es convocada por un grupo de actores de diversas organizaciones, instituciones, movimientos, universidades, ONG´S y redes que expresan una amplia pluralidad religiosa, social, étnica, cultural, económica y política. Esta expresión de la sociedad civil tiene el propósito de promover en toda la ciudadanía del país el compromiso personal y social para eliminar la violencia, construir justicia social y encontrar caminos de reconciliación.2. Un poco de historiaLa Semana por la Paz nace en 1987 en el seno del Programa por la Paz de la Compañía de Jesús, tras todas las consecuencias que trajo para la vida política del país la toma al Palacio de Justicia, la guerra del narcotráfico, los asesinatos sistemáticos de miembros UP y las negociaciones del Gobierno y las Farc. Cuando surge Redepaz en 1993, se le pide asumir la tarea, lo cual hace junto con el Secretariado de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia. La idea inicial y original de la Semana por la paz fue la de mantener viva en el seno de la sociedad colombiana la idea de la solución política al conflicto armado interno e incentivar la construcción de paz por parte de la sociedad desde los municipios y regiones. Hasta la fecha, se ha realizado ininterrumpidamente, logrando posicionar ideas, acciones y valores en torno a la transformación de conflictos a partir de la no violencia.3. Objetivos1. Iluminar la realidad del país a la luz del Evangelio de la paz.2. Crear una cultura de paz en los diferentes sectores de la sociedad.3. Visibilizar experiencias positivas en construcción de paz.4. Expresar solidaridad a personas, grupos, sectores y territorios más afectados por el conflicto social y la acción de actores violentos.5.Llamar la atención sobre situaciones de violencia familiar, ilegal, cultural y estructural.6. Exigir condiciones de vida digna para todos los ciudadanos del país.7.Superar el conflicto armado a través del diálogo y de acuerdos que favorezcan la solución pacífica, de tal manera que se detengan las acciones de la guerra y se creen condiciones de armonía y equidad.4. ¿Quién la organiza?Diversos actores de la sociedad civil y de la institucionalidad, entre ellos:1. Iglesia Católica2. Gobierno nacional, gobernaciones, alcaldías3. Instituciones educativas4. Organizaciones sociales5.Otras Iglesias y confesiones religiosas5. ¿Qué actividades se pueden realizar?1.Momentos celebrativos (Eucaristías, vigilias, velatones, etc.)2.Jornadas académicas3. Foros, conversatorios, simposios, seminarios, conferencias4. Programas de radio y televisión5. Interacción a través de las redes sociales6. Jornadas culturales7. Eventos deportivos8. Marchas9.Murales10. Reuniones en barrios, veredas, conjuntos residenciales, resguardos indígenas, consejos comunitarios, parroquias11. Actos ecuménicos12. Eventos de memoria y reconciliación6. El tema de este añoPara el año 2023, se ha escogida la temática: Juntanzas Creadoras de Paz, con el propósito de poner de relieve la importancia de hacer esfuerzos colectivos que conduzcan a la reconciliación del país y a lograr una paz integral. Este tema es particularmente afín a la perspectiva actual en la que se encuentra la Iglesia al realizar el camino sinodal, el cual invita a caminar juntos, no solo al interior del catolicismo, sino también en relación con otros credos, instituciones y organizaciones..7.¿Cómo se puede vivir en una parroquia?Aunque la Semana por la Paz es una actividad en la que confluyen muchos sectores de la sociedad, las parroquias son un espacio fundamental para poder vivir este tiempo de una manera profunda y fraterna. Las parroquias se deben integrar a la programación que realizan las diócesis en conjunto con otros espacios de la sociedad civil y la institucionalidad. Además, cada parroquia puede organizar momentos propios en los que se permita tener un mayor acercamiento a los diversos ambientes de la geografía parroquial a través de asambleas familiares, celebraciones litúrgicas, reuniones sectoriales, visitas a los colegios y animación a través de las redes sociales.Un recurso muy útil para las parroquias en el presente año, es el documento Hacia una Pastoral para la Reconciliación y la Paz, el cual es un aporte de la Conferencia Episcopal de Colombia para profundizar en el compromiso de los católicos colombianos como servidores y misioneros de la paz y la reconciliación del país. El documento se inspira en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia, y aborda temas como el marco conceptual, la importancia y alcance de una pastoral para la paz y la reconciliación, los criterios eclesiales, la pedagogía y las acciones conjuntas para construir la paz que necesita Colombia.

Vie 29 Sep 2017

"Tenemos esperanzas y preocupaciones": Iglesia Católica

“La Iglesia Católica en Colombia mira con esperanza, pero también con preocupación el cese al fuego bilateral y temporal que empieza a regir desde este 1 de octubre entre el Gobierno Nacional y el ELN”, así lo manifestó monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó y miembro de la comisión de la Iglesia para la facilitación de los diálogos con este grupo armado. "Aquí se abre un camino hacia el fortalecimiento del fin del conflicto armado y esperamos que sea un paso para avanzar hacia su terminación", señaló el prelado. El obispo expresó que las preocupaciones van en la línea de lo que pueda ocurrir en el camino de este proceso. "Esperamos realmente que todos los frentes del ELN y el Gobierno Nacional tengan este compromiso que han manifestado (cese bilateral y temporal) que nos parece muy oportuno e importante para que los pobladores de las regiones puedan respirar un ambiente de paz", señaló. En relación a la posición de uno de los frentes más duros del ELN, ubicados en el Chocó, y el cese, el prelado manifestó que desde la mesa de Quito se ha pedido que todos los frentes, comandantes y todos los mandos intervengan. "El frente del Chocó debe dar ese paso", señaló. La Iglesia Católica por pedido de la ‘Mesa de Quito’ colaborará con los mecanismos de veeduría. Monseñor Barreto explicó que se cuentan con tres niveles de acción: uno nacional, presidido por el presidente del episcopado y un equipo técnico; otro regional, integrado por los obispos de las regiones y, finalmente, una comisión en cada diócesis que trabajará en conjunto con la ONU para hacer el acompañamiento a las comunidades y prevenir e informar de los incidentes que se puedan dar. Son 20 diócesis en donde se hará esta labor de veeduría. Estas declaraciones fueron brindadas luego del anuncio por parte del máximo jefe del ELN, Nicolás Bautista, que dio la orden de cesar todas las acciones ofensivas para dar inició al cese bilateral del fuego que comienza este domingo primero de octubre y finaliza el 12 de enero de 2108. El pronunciamiento se dio en el marco del cuarto encuentro de agentes de reconciliación y paz, que se desarrolló hasta hoy en Bogotá, bajo la coordinación de la Comisión de Conciliación Nacional de la Conferencia Episcopal de Colombia.