oscar urbina ortega

El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Oscar Urbina Ortega, animó a los colombianos a seguir el itinerario de bondad que nos amina Cristo para ser verdaderas personas buenas. Con base a la frase "Basta una persona buena para que haya esperanza", que el Papa Francisco nos dejó durante su visita al país, el prelado señaló que esta bitácora está orientada a construir esperanza. Ser una persona buena, explicó monseñor Urbina, es dejarse sorprender por Dios y su maravillosa bondad. En este marco, el también arzobispo de Villavicencio, citó 7 claves para alcanzar esa cualidad. En primer lugar, señaló lo importante que es dejarse abandonar en las manos de Dios y dejar de lado las tentaciones que el mundo de hoy ofrece como ser el dinero y la búsqueda de prestigio. "Estamos llamados a colocar toda nuestra fuerza en el Señor, como un niño que lo recibe todo", afirmó. En segundo lugar, recordó que ser bueno implica esperar la consolación de Dios. En ese punto enfatizó la labor de los obispos porque a pesar de los dolores, momentos de complejidad y fragilidad que cargan están presentes para dar ánimo a los demás. En tercer lugar, destacó a aquellos que dan espacio a los demás para vivir, "los aceptan, reconocen, acojen, los perdonan y nunca hacen justicia por sí mismos". En cuarto lugar tener sed de Dios es vital para llenar de bondad los corazones. "Los que reservan su corazón para Dios. No se dejan invadir por la mundanidad", señaló. En este itinerario no podía falta la misericordia. El arzobispo Urbina señaló que a través de la misericordia se irradia esperanza. "Somos testigos y ministros calificados de la misericordia de Dios. Es una responsabilidad ser administradores de ella", subrayó. En sexto lugar destacó la búsqueda de la comunicón. "Son los mejores artesanos de la paz. Buscan el camino de la escucha, la solidaridad, la cercanía, Transmiten y siembran paz". Finalmente, destacó que la bondad se inspira a partir del ejemplo de sacrificio y entrega que Cristo nos dio. Monseñor Urbina Ortega invitó a seguir a Cristo y caminar por este itinerario para construir y despertar esperanza.

El vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Oscar Urbina Ortega, afirmó que es una gran riqueza lo visto en el Sínodo y dijo que a su regreso al país entrará con todo el ánimo para implementar lo aprendido. "Ha sido una riqueza muy grande el encontrarme con tantos padres sinodales de toda la tierra y entonces ver cómo las familias en cada uno de los lugares donde estamos tienen diversas preguntas, viven diversas situaciones, pero en el fondo este designio amoroso de Dios es para todas ellas. He aprendido mucho, me he enriquecido, voy muy contento porque en mi diócesis quiero hacer un trabajo sobre la renovación de la parroquia y un trabajo de acompañamiento pastoral a las familias", afirmó el jerarca. Monseñor Urbina Ortega en diálogo con Radio Vaticana, hizo un breve recuento de la situación de pobreza y violencia que se vive en el territorio llanero, hecho que según el prelado ha sido causa de una desintegración en la familia. "La familia ha perdido como su rostro porque el ser desplazado significa eso perder el rostro propio y poder sanar, poder recuperar ese es un gran desafío que yo en este momento tengo (...) La guerra también nos ha destruido en ese sentido y es a partir de una ética cristiana donde se pueden reconstruir las relaciones, primero en la familia para que se evite la violencia intrafamiliar y hacia afuera para que sean historias de paz, de perdón, de reconciliación y de amor", aseveró. El jerarca se mostró optimista de saber que los aportes que saldrán de este Sínodo serán muy comprensibles y de fácil aplicación para el desarrollo de una pastoral de la familia, que permitan buscar nuevos caminos para proteger los valores de la familia. "Yo pienso que el instrumento que saldrá de este Sínodo se está buscando que sea muy comprensible entonces la difusión y sobre todo la aplicación de él y el desatar en mi diócesis un compromiso muy grande de las familias que están más cercanas sean una mano, sean los pies, sean el corazón, sean los ojos que alargan nuestra presencia de pastores para llegar a los que están lejos, a los que sufren, a los que tienen necesidad de nuestro apoyo", aseguró. La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos inició el 4 de octubre y sesionará hasta el próximo 25 del mismo mes, ha sido un espacio donde se ha debatido sobre la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo.