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pedro maría ramírez

Jue 24 Ago 2017

¿Quién fue el Mártir de Armero?

Por: P. Jorge Enrique Bustamante Mora - Los datos aquí compartidos del futuro beato colombiano, Mártir de Armero, están tomados de los diversos folletos escritos sobre él y especialmente la biografía escrita por el Padre jesuita, Daniel Restrepo, y que lleva por título El Mártir de Armero, la vida y el sacrificio del padre Pedro María Ramírez Ramos, que tiene el valor de haber sido escrita a tan solo 4 años de los hechos gloriosos de su martirio y después de una rica y profunda investigación. Nuestro personaje, nació en el hogar de don Ramón Ramírez y doña Isabel Ramos, el 23 de octubre de 1899, en el municipio de la Plata Huila, a las afueras del pueblo en una hacienda llamada “Zapatero”; cuando sus padres hacia poco habían celebrado su quinto aniversario de casados (2 de Junio de 1894); es el cuarto hijo de siete: Susana, Julia, Luis Antonio, Nuestro beato, Eliécer, Pablo Emilio y Leonardo. Susana, la primera, murió de meses de nacida, por lo cual algunos autores hablan de seis hijos. El beato cuenta con otros numerosos hermanos nacidos en el primer matrimonio de su padre con doña Candelaria García. Fue bautizado con el nombre de PEDRO MARÍA, al otro día de su nacimiento, el 24 de octubre. Quedó huérfano de padre a los diez años, 3 de noviembre de 1909. Su madre celebró su pascua el 19 de febrero de 1943, un poco más de 5 años antes de la palma gloriosa de Pedro María; al dejarla en la tumba, expresó: “Pronto vendré a acompañarte madre mía”; palabras que encontraron un cierto cumplimiento, pues efectivamente fue sepultado en la tumba de al lado el 7 de mayo de 1948, casi al mes de haber vivido el martirio. Veamos algunos datos de nuestro mártir, la vida a grandes saltos entre el bautismo y su pascua. Nació en un hogar y familia de profunda vivencia de la fe católica, que contó con la bendición de dos hijos llamados a la gracia del sacerdocio, Pedro María y el menor, Leonardo, “el mártir y el jesuita”. A la fecha de su llamada a la Casa del Padre contaba con varios sobrinos en formación sacerdotal, algunos en la compañía de Jesús, jesuitas, y uno con los salesianos. De los cuales, tres hijos de su hermano Pablo Emilio. Sus estudios elementales los realizó en la escuela pública de La Plata; a los doce años entró al Seminario Menor de la Mesa de Elías (hoy Elías), donde realizó sus estudios de secundaria junto con su hermano Luis Antonio; ingresó, luego, al Seminario Mayor de Garzón el 4 de octubre de 1915, que a ese tiempo funcionaba con el calendario “tipo europeo” iniciando octubre y finalizando en julio, adelantó aquí estudios de filosofía y teología retirándose por voluntad propia en 1920, con la intención clara de discernir mejor su llamada y respuesta a la vocación sacerdotal, al respecto, su director espiritual el padre Víctor Félix Silva anota: “se retiró para probar bien su vocación por todos los medios posibles”. De 1920 a 1928, cuando retomó sus estudios eclesiásticos, vivió la experiencia del trabajo. Al inicio de este tiempo, por menos de dos años fue secretario y director del coro parroquial en Anolaima Cundinamarca, donde era párroco el padre Pedro María Rodríguez Andrade, huilense y quien después será el segundo obispo de Ibagué, bajo cuyo episcopado vivió su vida sacerdotal nuestro mártir. Luego se dedicó al magisterio: desde 1922 se desempeñó como profesor de “secundaria” en el colegio donde había estudiado, Seminario Menor de La Mesa de Elías; más tarde fue nombrado Director de la Escuela Urbana de San Mateo –hoy Rivera; luego con el mismo cargo pasó a la Escuela Urbana de Colombia – Huila; de este último lugar fue trasladado como Director de la Escuela de Alpujarra – Tolima, aquí combinó fructíferamente su responsabilidad con la colaboración en la vida parroquial; allí lo encontró su “amigo y anterior superior”, en esta ocasión ya obispo, Mons. Pedro María Rodríguez Andrade, quien lo invitó a continuar sus estudios para responder al llamado sacerdotal. Retomó su preparación al sacerdocio en 1928, ingresando al Seminario Mayor María Inmaculada, en la ciudad de Ibagué, al habitar en este magnífico lugar expresaba con efusividad: “Vengo a entregarme totalmente a Dios”. Fue ordenado sacerdote el 21 de junio de 1931. Ejerció su sacerdocio en cuatro parroquias de la diócesis de Ibagué Tolima: durante tres años, Vicario cooperador en Chaparral (1931-1934); párroco de Cunday por 9 años (1934-1943); después de estas dos parroquias en el sur del Tolima lo esperan dos en las tierras del norte: Párroco de El Fresno en un espacio de tres años (1943-1946); y finalmente casi dos años, párroco de Armero (1946-1948) donde lo alcanzó el amor definitivo de Dios. El sábado 10 de abril de 1948, hacia las 4:40 p.m. en la esquina de la plaza de Armero germinaba la palma victoriosa del Martirio; el suelo se tiñó de rojo con la sangre del mártir, que en su grito agónico como últimas palabras, y no habiendo pronunciado ninguna maldición, dijo: “¡Padre, perdónalos!, ¡Todo por Cristo!”

Lun 24 Jul 2017

Al servicio de Dios y de la patria

Por: Mons. Libardo Ramírez Gómez - Cuanto honor y alegría sentimos cuando se va acrecentando el número de colombianos llevados a los Altares, como testigos de la fe y en su dignísimo o vivir, como la Madre Laura Montoya, el Padre Mariano Eusse y otros diez que con su vida y su martirio han pregonado su fidelidad a Dios, y ha buscado el bien de sus hermanos. La exaltación a Beatos de Mons. Jesús Emilio Jaramillo y del P. Pedro María Ramírez, asesinados por odio a esa fe es motivo de júbilo para este País nuestro que se gloria de ser fiel al credo cristiano católico, que asume estos testimonios para fortalecerse en la fe en medio de una avalancha de quienes ostentan incredulidad. Pero, por bendición de Dios seguimos teniendo en nuestra amada Colombia millares de fervorosos creyentes en plena vida que siguiendo los pasos de Jesús van “pasando por el mundo” haciendo el bien (Hech. 10,38), agradézcase o no su edificante y sacrificada labor. Vamos culminando muchos Prelados nuestro compromiso directo con Diócesis o Parroquias, pero siguen emergiendo elementos más jóvenes, con mayor empeño aún, para dirigir las comunidades católicas a lo largo y ancho del país con acogida fervorosa de filegresias que sienten la necesidad de seguir fieles a Cristo y a su Iglesia. En Tumaco, hace dos meses, se posesionó como nuevo Obispo Mons. Orlando Olave, oriundo de Barrancabermeja, y, más recientemente, en Yopal, Mons. Edgar Aristizabál oriundo de Cartago. Dos regiones cultivadas en lo espiritual inicialmente por las comunidades Carmelita y Agustiniana, con decenas de misioneros que, tratados algunas veces con ingratitud, que dejaron indelebles huella en el servicio de Dios y de la Patria, con gratitud a la Iglesia y fundada esperanza de parte de tantos y nobles colombianos. No acompañé la posesión del Obispo de Tumaco, pero oí su testimonio de seguridad y de esperanza por dar la mano a esa tan sufrida región. Estuve presente en la posesión en Yopal, de donde rememoro el fervor que sentí y he refrescado la historia de esa región llanera, en donde la Iglesia erigió el Primer Vicariato Apostólico en Colombia, marcado por los pasos bendecidos del Santo Obispo Ezequiel Moreno Díaz, nacido el 09-04-1848. Inicio labores el 17-06-1893, siendo, pronto trasladado como Obispo de Pasto en 1896. Allí realizó, también, fervorosa misión pastoral hasta 1906, cuando murió victima de cáncer, canonizado el 11-10-1992. A S. Ezequiel han sucedieron en la dirección de esa gran región otros 3 Vicarios Agustino españoles y Mons. Arturo Salazar Mejía de 1966 a 1977 (traslado a Pasto), a quien sucedió Olavio López Duque de 1977 a 2001, los dos agustinos colombianos. Comienza Yopal como Diócesis en septiembre de 2001, con territorio de 17.725 Km2, pues con la mayor parte su territorio se creo el Vicariato Apostólico de Trinidad Primer Obispo diocesano fue Mons. Misael Vacca Ramírez, quien impulso la naciente Diócesis del 2001 hasta el 2015, cuando fue trasladado a Duitama. Tuvo la Diócesis como Administrador Apostólico el P. Wilson Chaparro Pérez de 05-06-15 hasta 17-06-17, cuando asume Mons. Edgar Aristizabál. Tiene la Diócesis en la emergente ciudad de Yopal 11 Parroquias y otras 25 en el resto de su territorio. Es allí a donde ha llegado Monseñor Edgar, con sencillez, alegría y entusiasmo apostólico recibido con calor humano, entre la bondad y ritmos llaneros poniendo toda su obra apostólica el amparo de la Virgen y del Sagrado Corazón, consciente del bien que la fe cristiana ha adelantado en decenas de años toda esa amplia región, y de todo el bien que se hará con una vida plenamente colocada al servicio de Dios y de la Patria. + Libardo Ramírez Gómez Obispo Emérito de Garzón Email: [email protected]