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Rosario

Lun 8 Oct 2018

El mes del Rosario

Por Monseñor Ricardo Tobón Restrepo.: Se cuenta en la vida de san Pío X que, en una audiencia, se le acercó un joven con el rosario en la mano; el Papa lo miró fijamente y le dijo: Te recomiendo, cualquier cosa… con el Rosario. El Papa estaba convencido de que con el Rosario nos llegan tantas gracias, consolaciones, conversiones, fortaleza interior, gozo espiritual, favores y ayudas que necesitamos; en síntesis, cualquier cosa buena y santa. A santa Teresita esto le parece normal, pues piensa, con una sencilla imagen, que el Rosario es una cadena que une el cielo y la tierra; un extremo está en nuestras manos y el otro en las de la santísima Virgen. El Papa Pío XII decía que el Rosario es “el compendio de todo el Evangelio”. Luego, san Pablo VI ha explicado esta índole evangélica del Rosario subrayando que pone el alma en contacto directo con la fuente genuina de la fe y de la salvación. Por eso, tiene “una orientación netamente cristológica”, al llevar a vivir los misterios de la encarnación y la redención realizados por Jesús con María, para la salvación de la humanidad. Y recomienda vivamente la contemplación de los misterios: “sin ella el Rosario es cuerpo sin alma y su recitación se vuelve repetición mecánica de fórmulas” (MC, 2, 156). Igualmente, san Juan Pablo II nos invita a la práctica constante del Rosario como un medio muy válido para favorecer la contemplación del misterio cristiano, verdadera y propia “pedagogía de la santidad”. Es necesario, nos enseña, llegar a un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la oración y a unas comunidades cristianas que se conviertan en auténticas escuelas de oración; es una manera de responder a la urgente necesidad de espiritualidad en nuestro tiempo. El Rosario es una verdadera introducción al corazón de Cristo, abismo de gozo y de luz, de dolor y de gloria (cf RVM, 5,19). Si la vida de la persona humana es un tejido continuo de esperanzas, de realizaciones, de sufrimientos y de alegrías, en los misterios del Rosario encuentra su mejor expresión. En efecto, llena de vitalidad las almas que saben hacer propios el gozo de los tiempos mesiánicos, la luz que alumbra a los pueblos, el dolor en el amor que salva y la gloria del Resucitado que inunda la Iglesia. La santísima Virgen nos ayuda a configurar nuestra vida con la de Jesús, así como ella se compenetró con todos los momentos, experiencias, sufrimientos y triunfos de su Hijo. El Rosario es una oración simple, catequética, eclesial, popular, que respeta los ritmos de la vida y que no riñe con la liturgia. Puede ser recitado sólo por una persona o por un grupo, es una oración para los adultos y para los niños, se puede hacer en silencio o en voz alta, no exige ningún rito o ceremonia pero también se integra en una celebración más solemne, acompaña viajes y desplazamientos pero tiene a la vez en el hogar y la comunidad su espacio más propicio y bello. En verdad, el Rosario es una plegaria sencilla y universal. El mes de octubre se ha tenido en la Iglesia como una oportunidad para hacernos conscientes de la belleza y la importancia del Rosario, plegaria muy propia de los católicos e instrumento eficaz para el crecimiento espiritual. Recientemente, el Papa Francisco nos ha invitado a volver a esta oración como un medio privilegiado para el encuentro con Dios y para la intercesión en favor de la Iglesia. Pido encarecidamente, entonces, que promovamos el rezo del Rosario en las parroquias, en los grupos apostólicos y especialmente en las familias. Con el Rosario, los santos han librado los pueblos de los peligros, han conseguido el fervor de las almas, han logrado la conversión de los pecadores, han atajado las guerras y han unido las familias. Sobre todo, han recomendado el Rosario para que la Iglesia viva con fidelidad su identidad y su misión. En un momento difícil de su pontificado, Pablo VI pedía que se rezara el Rosario con fe porque a través de él se alcanzaba que la Madre de todas las gracias socorriera a la Iglesia y a la humanidad en horas de turbulencia. Monseñor Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Vie 12 Mayo 2017

El papa en Fátima: oportunidad para acercarnos más a María

Con el objetivo de conmemorar el centenario de las apariciones de la virgen a los niños Francisco, Jacinto y Lucía, y para canonizar a los dos primeros, que murieron siendo niños, el papa Francisco visita Portugal en calidad de “peregrino”. El viaje durará 24 horas, sin pasar por la capital Lisboa. “El papa Francisco llega como peregrino”, explicó al País de España, António Marto, obispo de Leiria y responsable de la organización de la visita. El Gobierno de Portugal ha establecido la Operación Fátima 2017, que fue lanzada el miércoles y que durará hasta el domingo a medianoche. Todos los días se movilizará a 6.000 miembros de las fuerzas del orden y de los servicios de rescate. El nivel de alerta de seguridad es "moderado". Así mismo, se restableció el control fronterizo por cuatro días, se cerró el espacio aéreo y se ha blindado los accesos al santuario y las aldeas limítrofes. Los diferentes accesos a la explanada del santuario son controlados y asistidos por varios grupos de policías, en medio de un clima con lluvias. Las medidas son de máxima seguridad debido al recuerdo del 12 de mayo de 1982, fecha en que durante la visita de San Juan Pablo II un sacerdote español intentó atacar al papa con una bayoneta. Las medidas de seguridad son mayores que las desplegadas durante la vista en 2010 del papa Benedicto XVI, recibido en Fátima por 500.000 fieles. Según la organización de la visita no ha especificado en el número de peregrinos que se espera, pero la plaza del santuario tiene 32.000 metros cuadrados de superficie, así que caben aproximadamente 300.000 y detrás de ellos otras 80.000 personas. A través de un vídeo mensaje en portugués el papa pidió disculpas por no poder visitar otros lugares: “Sé bien que me queríais también en vuestras casas y comunidades, en vuestros pueblos y ciudades. Me gustaría aceptar, pero no me es posible”. Descarga el Mensaje en texto Así también, a través de Twitter recordó que estará en el santuario como un peregrino. Mañana estaré con María en Fátima, como peregrino en la esperanza y en la paz. Mirémosla: todo es don de Dios, nuestra fuerza. — Papa Francisco (@Pontifex_es) 11 de mayo de 2017 Itinerario del papa Francisco Entre los momentos especiales de esta visita, el viernes abrá un parón durante la procesión de las velas a las 21.30. Francisco visitará la capilla de las Apariciones donde le esperan 150 niños con las edades que tenían los pastorcillos cuando se les apareció la virgen. Ahí rezará por la paz en el mundo, según ha anunciado, "sin ninguna exclusión". Cómo obtener la indulgencia plenaria Por los 100 años de las apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal, el Papa Francisco ha decidido conceder la indulgencia plenaria durante todo el Año Jubilar que comenzó el 27 de noviembre y terminará el 26 de noviembre de 2017. Existen tres maneras de obtener la indulgencia: Peregrinar al Santuario. Además de ello los fieles deben rezar el Padrenuestro, recitar el Credo e invocar a la Madre de Dios. Ante cualquier imagen de la Virgen de Fátima en todo el mundo. El secretario de la rectoría del Santuario de Fátima indicó a ACI Prensa que la visita a la imagen la Virgen “no tiene que ser necesariamente solo en Fátima o exclusivamente en Portugal “sino que puede ser en cualquier parte del mundo.” Ancianos y enfermos. De acuerdo con ACI Prensa, la tercera forma de obtener una indulgencia se aplica a las personas que por la edad, enfermedad u otra causa grave estén impedidos de movilizarse: pueden rezar ante una imagen de la Virgen de Fátima y deben unirse espiritualmente en las celebraciones jubilares en los días de las apariciones, los días 13 de cada mes, entre mayo y octubre de 2017, y además tienen que ofrecer con confianza a Dios misericordioso, a través de María, sus oraciones y dolores o los sacrificios de su propia vida. Colombia se une a esta celebración Los obispos invitan a los fieles católicos colombianos a realizar el santo Rosario como muestra de piedad y cercanía con la celebración de los 100 años de las apariciones de la virgen a los niños Francisco, Jacinto y Lucía. A través de un vídeo mensaje, el director del departamento de Doctrina y Biblia del episcopado, padre Jorge Bustamante Mora, a nombre de los prelados, recuerda que a través del Rosario los colombianos debemos pedir el don de la paz y la reconciliación. “Oremos con María, oremos con nuestra Señora del Rosario en familia, en la parroquia, en el trabajo y ojalá que lo hagamos todos los días”, manifestó