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Vie 15 Abr 2022

Papa Francisco, Vía Crucis: "Donde haya odio, florezca la concordia"

En un ambiente de profundo recogimiento, el Santo Padre presidió el pío ejercicio del Vía Crucis en el Coliseo de Roma. En una Semana Santa especial, de “vuelta a la normalidad”, el evento regresó a su lugar tradicional, luego de la emergencia sanitaria del Coronavirus. Un “abrazo de paz” en tiempos de guerra. Casi dos años después de aquel 19 de abril de 2019, este Viernes Santo, 15 de abril de 2022, el Vía Crucis volvió a celebrarse en el Coliseo de Roma. En 2020 y 2021, años signados por la pandemia del COVID-19, la célebre cita del segundo día del Triduo Pascual debió trasladarse a la Plaza de San Pedro y realizarse sin presencia de fieles a causa de las medidas restrictivas. Cerca de 10.000 fieles y peregrinos -según la Questura de Roma- se congregaron en el Coliseo para acompañar al Papa Francisco en el conmovedor momento de oración y otros tantos se conectaron a la transmisión en directo a través de los medios y las redes sociales. En el Año de la Familia “Amoris Laetitia” las meditaciones fueron confiadas por el Santo Padre a familias que han vivido experiencias distintas, estas narran escenas de la vida cotidiana, con sus dificultades, alegrías, esperanzas. Teniendo en cuenta la dolorosa situación en Ucrania, las reflexiones también cuentan las dificultades de los inmigrantes en los países de acogida. Los textos fueron escritos por un joven matrimonio (estación I), una familia en misión (estación II), una pareja de ancianos sin hijos (estación III), una familia numerosa (estación IV), una familia con un hijo discapacitado (estación V), una familia que dirige un hogar- familia (estación VI), una familia con un padre enfermo (VII), una pareja de abuelos (VIII), una familia adoptiva (IX), una viuda con hijos (X), una familia con un hijo consagrado (XI), una familia que ha perdido una hija (XII), una familia ucraniana y otra rusa (XIII) y una familia de emigrantes (XIV). “El dolor nos ha cambiado” En la VI estación, preparada por una familia que coordina un centro de acogida, se da cuenta que su casa “es grande, no solo en términos de espacio, sino sobre todo por la riqueza humana que allí habita”. Nunca, desde el comienzo del matrimonio -relatan- fuimos solo dos. Confiesan que su vocación de acoger el dolor “fue y sigue siendo aún ahora -con 42 años de matrimonio, tres hijos naturales, nueve nietos y cinco hijos adoptivos no autosuficientes y con graves dificultades psíquicas- todo lo contrario a triste”. No merecemos -dicen- que la vida nos bendiga tanto. “Para el que cree que no es humano dejar solo al que sufre, el Espíritu Santo mueve en el interior la voluntad de actuar y de no permanecer indiferentes, ajenos”, indican. El dolor los ha hecho volver a lo esencial, “ordena las prioridades de la vida y devuelve la sencillez de la dignidad humana en cuanto tal”. Para esta pareja, “en la ‘vía dolorosa’ de tantos flagelos y crucificados, junto a ellos, bajo el peso de sus cruces, descubrimos que el verdadero rey es aquel que se entrega y se da como alimento, en alma y cuerpo”. Oración en silencio por la paz en el mundo En la meditación de las XIII Estación del Vía Crucis se realizó una pausa de silencio orante por la paz en el mundo: "Ante la muerte, el silencio es más elocuente que las palabras. Hagamos, pues, una pausa en el silencio orante y recemos cada en nuestro corazón por la paz en el mundo". “Tómanos de la mano como un Padre” Al final, el Papa Francisco pronunció una potente oración, que compartimos a continuación: Padre misericordioso, que haces salir el sol sobre buenos y malos, no abandones la obra de tus manos, por la que no dudaste en entregar a tu único Hijo, que nació de la Virgen, fue crucificado bajo Poncio Pilato, murió y fue sepultado en las entrañas de la tierra, resucitó de entre los muertos al tercer día, se apareció a María Magdalena, a Pedro, a los demás apóstoles y discípulos, y siempre está vivo en la santa Iglesia, que es su Cuerpo viviente en el mundo. Mantén encendida en nuestras familias la lámpara del Evangelio, que ilumina alegrías y dolores, cansancios y esperanzas; que cada casa refleje el rostro de la Iglesia, cuya ley suprema es el amor. Por la efusión de tu Espíritu, ayúdanos a despojarnos del hombre viejo, corrompido por pasiones engañosas, y revístenos del hombre nuevo, creado según la justicia y la santidad. Tómanos de la mano, como un Padre, para que no nos alejemos de Ti; convierte nuestros corazones rebeldes a tu corazón, para que aprendamos a seguir proyectos de paz; haz que los adversarios se den la mano, para que gusten del perdón recíproco; desarma la mano alzada del hermano contra el hermano, para que donde haya odio florezca la concordia. Haz que no nos comportemos como enemigos de la cruz de Cristo, para que participemos en la gloria de su resurrección. Él, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén. Fuente: Vatican News

Vie 1 Abr 2022

Una humanidad crucificada

Por: Dario de Jesús Monsalve Mejía - Celebramos, en este 2022, la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, desde la gracia de la fe, del Espíritu y la Iglesia. En el seno de esta humanidad e historia de hoy, signadas por la condena masiva de pueblos enteros a la masacre y al desarraigo, la Cruz y el Calvario de los crucificados se prolongan en un gigantesco “Viernes de Dolor” sobre la faz de la tierra. Los pueblos crucificados son la “continuación histórica del Siervo Sufriente", porque, como dice Jhon Sobrino, “al cargar con el pecado” de quienes convierten la humanidad en una pelea por la hegemonía, “se convierten en víctimas que comunican luz y salvación al mundo”. Sin caer en enfoques que reduzcan el don de la salvación en Cristo, o que justifiquen las cruces y el dolor de los pueblos como medios para lograr el bien de la humanidad, no podemos dejar de ver esta procesión mundial de crucificados a la luz de la vida, la cruz y la resurrección de Jesús. Estos pueblos son inocentes pasivos, víctimas del pecado personal, social e institucionalizado, que se traduce en desprecio y abuso por parte de quienes los someten al absurdo de las armas y del fracaso humano, disfrazado como guerra, subversión, insurgencia, contra insurgencia, empresa o iniciativa económica ilícitas. Son nuestros pueblos azotados por diversos actores armados, desplazados de su territorio o confinados en él, diezmados con asesinatos, reclutamiento y despojo. Son poblaciones como la de Ucrania y Rusia, sometidas por los tejemanejes internacionales a la enemistad, el odio, el sacrificio y la destrucción, con devastadores efectos en los países vecinos y en el bienestar mundial. ¿Podemos conmemorar la Pasión de Cristo, del Dios y Hombre hecho humanidad, solidaridad y salvación para todos, sin acoger este clamor de paz y por el cambio de culturas y de estructuras injustas? La Semana Santa 2022 nos haga comprender y experimentar en la vida personal la gracia de ser amados y perdonados, de ser hechos partícipes de la muerte y resurrección de Cristo, para que vivamos la vida como un continuo en sí misma, victoriosa ya sobre la muerte, sobre el odio y la culpa, abierta al ascenso infinito del espíritu que se absorbe la materia, encaminada hacia la perfección del amor y de la Alianza Eterna con Dios. No basta con “estar al pie de la cruz” ni con mirar desde la comodidad personal a quienes la cargan, en esta procesión de condenados a desgracia y muerte. Es necesario estar en la cruz misma, crucificados por la fuerza desmedida y generosa del amor al prójimo, a todo prójimo, sin excluir de la salvación, como despropósito del “perdón en Cristo”, a quienes tienen sus manos y mentes envenenadas de muerte y de codicia insaciable. ¡Tenemos qué ESTAR EN LA CRUZ! Ahí donde Jesús venció a las huestes del odio, del sinsentido y la inhumanidad. Ahí donde María estaba crucificada con el Hijo de sus entrañas, carne, huesos y sangre de su misma humanidad. Ahí donde el amor no puede serlo sino con el sobrepaso de todo sentimiento de odio, venganza, ira y mentira. Ahí donde impera la no violencia de quien está clavado de pies y manos para no ceder a la tentación de la fuerza. La comunión del Viernes Santo, unida a la Cruz proclamada en la Palabra, orada en la Oración Universal, y adorada con un gesto de amor ante el Santo Crucifijo, nos recoja este año a todos en intercesión por la humanidad entera, por las víctimas todas, incluidas las que la propaganda ideológica y mediática criminaliza y oculta para mantenernos divididos. Oremos unidos por la rendición de todo corazón humano ante el Corazón Sangrante de Jesús y el Inmaculado Corazon de María. Invito a todos a tener en sus manos, ante sus ojos, en sus oídos y corazones, la sentida e inspirada ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, hecha por el Papa Francisco el pasado viernes 25 de marzo, para consagrar a Rusia y Ucrania a la Santísima Virgen. Sea una infaltable oración de toda familia católica, en toda comunidad e institución, difundida por todos los medios posibles, el Viernes y Sábado Santo. La imagen de La Dolorosa, desde la noche del Viernes Santo y durante el gran silencio del día, en el Sábado Santo, nos recoja ante la Cruz y El Crucificado, quien en su santa resurrección nos muestra las manos con sus llagas y el costado abierto por la lanza. “Con Cristo estoy crucificado. Y no vivo yo: es Cristo quien vive en mí” (Gálatas 2,20). Ante una humanidad crucificada, nadie quede por fuera de nuestra súplica al Dios Misericordioso. El “PERDÓNALES” de Jesús esté en los labios de las víctimas y de todo creyente, que no solo se postra ante La Cruz, sino que crucifica en su corazón todo sentimiento y toda actitud contra sus semejantes. El “perdónanos como también nosotros perdonamos” resuene como oración común allí donde “dos o más se reúnan en mi nombre”. ¡Mi saludo, bendición y abrazo fraterno en esta Pascua! En el nombre, la presencia, la palabra, el poder y el Espíritu de Jesús, Amén. + Dario de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali.

Mié 30 Mar 2022

¡Alta tensión!

Por: Mons. Carlos Arturo Quintero Gómez - La tensión que se vive hoy entre Rusia y Ucrania, pone en riesgo las libertades, la economía mundial y deja en evidencia lo que un solo hombre, puede hacer maquiavélicamente, cuan do detenta el poder, manipulando conciencias, usando la mentira como medio de gobierno y generando fratricidios, ‘la muerte entre hermanos’. El rostro de Vladimir Putin no es desconocido para el mundo; cuando se le ve ante las cámaras, aparece con un rostro adusto, una mirada siempre fija, pocos movimientos corporales, casi impávido, voz dominante y desafiante; ‘la imagen de un político pragmático, duro y decidido’, que se ha ido fortaleciendo con el pasar del tiempo. Desde muy joven, en su misión de espía aprendió el arte del engaño, la artimaña del fingimiento y desde, el Kremlin, se ha ido posicionando, a lo largo, de los años, con la anuencia de sus compatriotas, como un dictador que, aunque habla de auténtica democracia, ha llevado a Rusia a la mutación hacia una autocracia. Digo, con la anuencia de sus compatriotas, pues, aunque su popularidad ha ido deteriorándose por sus políticas de guerra, es constatable, que un alto porcentaje de la población está a favor de las políticas de gobierno de Putin; muchos consideran, que ‘Rusia ha estado siempre mejor cuando la han dirigido con mano dura’, como en tiempos de Stalin, Pedro el Grande, Catalina la Grande e Iván el Terrible. Estos son datos de Bernhard Mohr, en su obra “Democracia envenenada, Rusia en la era de Putin”. No es sólo el petróleo o el gas lo que está en juego, es el poder de un imperio, ya que, aunque Rusia es una potencia mundial perdió la hegemonía de un poder en la unificación de la Unión Soviética, que aún hoy muchos siguen anhelando. En esta amenaza mundial, de nuevo los organismos internacionales, evidencian su resquebrajamiento moral y su falta de sindéresis, a la hora de apoyar un gobierno o combatir a quienes detentan el poder, subyugando a sus pueblos. Es la muestra de una burocracia que sigue rampante, mientras el clamor de los ciudadanos de muchos países, como Venezuela, Nicaragua, Cuba, se esfuma en el horizonte sin que haya soluciones de raíz. Indudablemente la arremetida de países europeos, estados Unidos, empresarios, multinacionales, encerrando a Rusia, en medio de bloqueos económicos, es una medida, que aún no ejerce la presión que debería darse. Lo que sí es valioso, es el intento de muchos países, de la ONU y de la misma Iglesia, por promover el diálogo como camino para bajar la tensión y llegar a acuerdos importantes para la paz. Pese a todos los esfuerzos, Putin sigue aferrado a sus consignas de dominio y extermino. No entendemos cómo en nuestros países, los mandatarios gobiernan desde sus propias políticas y no con políticas de estado. Baste dos ejemplos: si un mandatario es pro-vida, defiende la vida; si no lo es, además de atacarla, promueve el aborto. Otro ejemplo, un mandatario propone sus reformas económicas y aplica sus propios modelos, con el riesgo de terminar instaurando su propia ideología, dañina para la democracia; si no tiene mucho conocimiento en economía, termina bajo la línea de ensayo-error, con economías alternas, no científicas y menos aplicables a sociedades democráticas. Esta manera de gobernar es infame. Seguramente los lectores, coincidirán conmigo en algunas ideas relevantes sobre Putin, sin embargo, permítanme sugerirles el texto “La democracia envenenada”, en la que Bernhard Mohr, hace un recorrido histórico, cultural y social por Rusia y las intenciones de Putin. Quizá sea hora de comprender lo que está ocurriendo en Europa, la alta tensión entre Rusia y Ucrania y darnos cuenta que, Colombia, no está exenta de estos avatares de la guerra. Los colombianos tendríamos que hacer un examen de conciencia para reconocer que aunque seguimos hablando de ‘democracia’, hemos usado tanto este concepto, que ahora se le piensa y se le define con ambigüedades; es importante que los ciudadanos actuemos con responsabilidad, acudiendo a las urnas, sin dejar mancillar la conciencia, vendiendo o comprando votos; votando con dignidad por aquellos que realmente serán nuestros mejores representantes, capaces de defender, no sus intereses personales, sino los derechos de una sociedad. Hoy se requieren gobernantes que defiendan la vida, que promuevan los derechos de todos y custodien, especialmente los derechos de los más vulnerables, de los pobres y descartados socialmente; que no negocien sus principios, que se preocupen por la familia colombiana, por una educación integral, por el desarrollo de los pueblos, con la participación de todos; que tenga un respeto por la ‘persona’ y se consagren a un gobierno de todos, para todos y con todos. + Carlos Arturo Quintero Gómez Obispo de Armenia

Vie 25 Mar 2022

El Papa consagra Rusia y Ucrania a la Virgen pidiéndole "el fin de la guerra insensata"

En el marco de la Celebración de la Penitencia, este 25 de marzo, Francisco consagró a Rusia y a Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Un gesto -dijo el Pontífice- que no es una fórmula mágica, sino un acto espiritual que refleja "la plena confianza de los hijos que, en la tribulación de esta guerra cruel e insensata que amenaza al mundo, recurren a la Madre, entregándose totalmente a Ella". Reflexionando sobre el Evangelio de hoy, solemnidad de la Anunciación del Señor, el Santo Padre invitó a los fieles a hacer nuestras las palabras del ángel Gabriel tras su encuentro con la Virgen María: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1,28); sobre todo cuando nos acercamos a recibir el sacramento de la Reconciliación: "Hermano, hermana, hoy puedes oír estas mismas palabras dirigidas a ti; puedes hacerlas tuyas cada vez que te acercas al perdón de Dios, porque allí el Señor te dice: Yo estoy contigo", dijo Francisco haciendo hincapié en que cuando pensamos en la confesión, no debemos presentarnos "cabizbajos", puesto que confesarse, es dar al Padre la alegría de volver a levantarnos: “En el centro de lo que experimentaremos no están nuestros pecados sino su perdón. Imaginemos que en el centro del Sacramento estuvieran nuestros pecados: casi todo dependería de nosotros, de nuestro arrepentimiento, de nuestros esfuerzos, de nuestros afanes. Pero no, en el centro está Él, que nos libera y vuelve a ponernos en pie” La Reconciliación es el sacramento de la alegría En este sentido, el Pontífice exhortó a todos a pedir el don de comprender que la Reconciliación "no es principalmente un paso que nosotros damos hacia Dios, sino su abrazo que nos envuelve, nos asombra y nos conmueve". Continuando con su alocución el Santo Padre destacó la importancia de confesarse desde la perspectiva de nuestro Creador: "Lo necesitamos, porque cada renacimiento interior, cada punto de inflexión espiritual comienza aquí, en el perdón de Dios", aseveró Francisco alentando, especialmente en este tiempo de Cuaresma, a no descuidar nuestra Reconciliación, sino más bien, a redescubrirla como el Sacramento de la alegría: “Sí, de la alegría, donde el mal que nos hace avergonzarnos se convierte en ocasión para experimentar el cálido abrazo del Padre, la dulce fuerza de Jesús que nos cura y la ternura materna del Espíritu Santo” Sacerdotes: "No pongan obstáculos a la confesión" Por ello, el Papa pidió a los sacerdotes que administran el sacramento del perdón de Dios, que ofrezcan este anuncio de misericordia, "Alégrate, el Señor está contigo", a todos los que deciden confesarse sin ser rígidos, sin poner obstáculos o incomodades, ya que en la Confesión -dijo- "estamos especialmente llamados a encarnar al Buen Pastor que toma en brazos a sus ovejas y las acaricia; a ser canales de la gracia, que vierten el agua viva de la misericordia del Padre en la aridez del corazón". Asimismo, Francisco subrayó otra de las frases del ángel Gabriel a María «No temas» (v. 30). Un temor que, según el Obispo de Roma, puede invadirnos cuando nuestros pecados nos asustan, nuestro pasado nos inquieta, nuestras heridas no cicatrizan o cuando nuestras caídas nos desmoralizan. En este punto, resulta fundamental seguir el ejemplo de la Virgen María, que siempre nos acompaña brindándonos un mensaje claro y consolador: “Cada vez que la vida se abre a Dios, el miedo ya no puede convertirnos en sus rehenes. Dios conoce tus debilidades y es más grande que tus errores. Te pide una sola cosa: que tus fragilidades, tus miserias, no las guardes dentro de ti; sino que las lleves a Él, las coloques ante Él, y de motivos de desolación se convertirán en oportunidades de resurrección. ¡No temas!” Ante la guerra sólo Dios elimina el mal y devuelve la paz Y haciendo alusión a las noticias e imágenes de muerte que nos llegan desde Ucrania en medio de la atroz guerra y las bombas que destruyen las vidas de tantas personas indefensas, el Pontífice reiteró que ante estas "experiencias de miedo, impotencia y aflicción", necesitamos escuchar que nos digan “no temas”. "Sin embargo las seguridades humanas no son suficientes -añadió Francisco- resaltando que, en cambio, es necesaria la presencia de Dios, la certeza del perdón divino, el único que elimina el mal, desarma el rencor y devuelve la paz al corazón. Volvamos a Dios, a su perdón". Para el Papa la situación es clara: "Nosotros solos no logramos resolver las contradicciones de la historia, y ni siquiera las de nuestro corazón. Necesitamos la fuerza sabia y apacible de Dios, que es el Espíritu Santo. Necesitamos el Espíritu de amor que disuelve el odio, apaga el rencor, extingue la avidez y nos despierta de la indiferencia". Sin amor no podemos ofrecer nada al mundo Igualmente, el Santo Padre recordó que sin amor, en efecto, no podemos ofrecer nada al mundo, de ahí la importancia de cambiar primero nuestros corazones si verdaderamente queremos cambiar lo demás. Consagración de Rusia y Ucrania al Corazón de María Y para que esto suceda Francisco expresó su deseo de dejarnos guiar por la mano de la Virgen a quien consagró el futuro de los dos países enfrentados: “En unión con los obispos y los fieles del mundo, deseo solemnemente llevar al Corazón inmaculado de María todo lo que estamos viviendo; renovar a Ella la consagración de la Iglesia y de la humanidad entera y consagrarle, de modo particular, el pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que con afecto filial la veneran como Madre” Antes de finalizar, el Papa indicó que estas palabras "no son una fórmula mágica", sino un acto espiritual ya que es el gesto "de la plena confianza de los hijos que, en la tribulación de esta guerra cruel e insensata que amenaza al mundo, recurren a la Madre, depositando en su Corazón el miedo y el dolor, y entregándose totalmente a ella". Francisco concluyó afirmando que los labios de María pronunciaron la frase más bella que el ángel pudiera llevar a Dios: «Que se haga en mí lo que tú dices» (v. 38): “La Madre de Dios, después de haber pronunciado el sí, afrontó un largo y tortuoso viaje hacia una región montañosa para visitar a su prima encinta (cf. Lc 1,39). Que Ella tome hoy nuestro camino en sus manos; que lo guíe, a través de los senderos escarpados y fatigosos de la fraternidad y el diálogo, por el camino de la paz”. Fuente:Radio Vaticana | Vatican News

Jue 24 Mar 2022

Desde la Basílica de Chiquinquirá se pedirá por la paz de Rusia y Ucrania

En comunión con la invitación hecha por el Papa Francisco para este viernes 25 de marzo, de consagrar las naciones de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María por el don de la paz, la Diócesis de Chiquinquirá, a través del Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario, cuidadosamente atendido por la Orden de Predicadores, se unirá a la transmisión desde la Basílica de San Pedro en Roma. A partir de las 11:00 a.m. se enlazará con la señal digital del Vaticano, para la transmisión del Santo Rosario, el Acto Penitencial y la Consagración que hará el Papa Francisco. Seguido de ello, monseñor Luis Felipe Sánchez Aponte, obispo de Chiquinquirá, celebrará una eucaristía a las 12 m., desde el Santuario de la Basílica, pidiendo por la Paz del mundo y de nuestra Nación. En un mensaje enviado por monseñor Sánchez Aponte, obispo de esta ciudad mariana y por fray Carlos Mario Alzate, rector del Santuario Mariano Nacional, se lee "Sea esta la oportunidad para unirnos como hermanos y mostrar nuestra solidaridad con los países que sufren el flagelo de la guerra y que son víctimas de un conflicto de graves consecuencias para toda la humanidad". Además, extienden su invitación para que, en todas las parroquias del país, se animen a los fieles, a las comunidades religiosas, movimientos apostólicos y a las familias, a participar activamente con su oración en este momento histórico para el mundo. "La invitación es a participar de la eucaristía, se ofrezca el Santo Rosario ante el Santísimo, se haga un repique de campanas, se encienda una vela en los hogares y otras iniciativas, para unirnos a la consagración que realizará el sumo Pontífice desde Roma", señala la misiva. Este momento solemne de oración y ruego por la paz, se transmitirá por los diferentes medios de comunicación, redes sociales de la Basílica y plataformas digitales. Así también, se podrá seguir por el sitio web de la Conferencia Episcopal y el facebook @Episcopadocol [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar invitación[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de Maria[/icon]

Mié 23 Mar 2022

Episcopado asistirá en Roma a acto de consagración al Inmaculado Corazón de María

Las directivas de la Conferencia Episcopal de Colombia, presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, se encuentran en Roma en cumplimiento de una agenda pastoral y se unirán al acto de consagración y encomienda de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, que el papa Francisco presidirá este viernes 25 de marzo desde el Vaticano. El mismo acto, el mismo día, monseñor Luis Felipe Sánchez Aponte, Obispo de Chiquinquirá, celebrará una eucaristía a las 12 m. desde el Santuario de la Basílica de esta ciudad mariana, estará acompañado de los frailes dominicos del Convento de Nuestra Señora del Rosario, quienes son los custodios de la imagen renovada de la Patrona de Colombia. El episcopado colombiano exhorta a todos los católicos, para que este día en cada rincón del país, se unan a la súplica hecha por el Papa Francisco, a través de un mensaje dirigido a los obispos del mundo, para rezar por esta intención "lo invito a unirse a dicho acto, convocando, el día viernes 25 de marzo, a los sacerdotes, religiosos y demás fieles a la oración comunitaria en los lugares sagrados, para que el Pueblo santo de Dios eleve la súplica a su Madre de manera unánime y apremiante". En este contexto ha dicho el Pontífice: "Quiere ser un gesto de la Iglesia universal, que en este momento dramático lleva a Dios, por mediación de la Madre suya y nuestra, el grito de dolor de cuantos sufren e imploran el fin de la violencia, y confía el futuro de la humanidad a la Reina de la paz". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de Maria[/icon] Directivas de la Conferencia Episcopal en Roma Recordemos que el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá; el vicepresidente, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán; y el secretario general, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá, viajaron el 21 de marzo hacia Roma, con el propósito de compartir con el Santo Padre y con miembros de varios Dicasterios, sobre temas propios de la tarea evangelizadora de la Iglesia Católica colombiana y dialogar sobre la realidad social del país. Las directivas del episcopado serán recibidas este jueves 24 de marzo, en audiencia privada, por el Papa Francisco.