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Semana por la vida 2023

Sáb 25 Mar 2023

¡Firmemos pactos por la vida y contra la muerte! 

Por: P. Rafael Castillo Torres - Colombia ha celebrado la 'Semana por la vida' como un esfuerzo por crear conciencia de su valor sagrado en medio de una cultura de muerte. Cuanto está sucediendo en nuestras zonas rurales por el conflicto armado y el domino de los territorios; en nuestras calles con la violencia social y de las puertas hacia adentro en nuestras casas; amén de la consideración absurda de que el derecho a abortar está por encima de la vida humana, nos tienen que hacer despertar. Pareciera que hemos perdido nuestra capacidad de asombro y de reacción. Hemos llegado al extremo de la indolencia, de la insolidaridad, de la impotencia, de la inercia. Reaccionamos de manera grandiosa frente a los desastres inevitables, y en forma cobarde, frente a los desastres que podríamos evitar: los de la confrontación armada y la criminalización del conflicto social. Todo indica que no creemos en nada, ni en nadie. Ni en nosotros mismos. No creemos que nadie pueda detener la guerra. No creemos ni aún en las acciones de los que dicen querer participar en detener la guerra: “alguna ventaja debe pretender sacar”. El mayor agravante de tal situación, son los convencidos de que las soluciones nada tienen que ver con ellos. Las soluciones al conflicto armado, y al conflicto de la criminalización de la vida cotidiana, no provienen para nada de nuestra propia participación. ¿Qué caminos podemos explorar, y recorrer juntos, para que esta celebración de la vida sacuda nuestras conciencias y nos anime a reconocer que un medio es moralmente bueno si participa del bien que se persigue como objetivo y lo genera y es inmoral cuando produce lo contrario del bien buscado? Lo primero es reconocer que en determinadas circunstancias nosotros también somos parte del problema, porque no siempre sabemos resolver nuestras diferencias como conviene. No siempre tratamos bien a nuestros semejantes. Muchas veces somos también violentos, con nuestros hijos, con nuestra mujer, con nuestros familiares más cercanos. El conflicto que se nos presenta a la vuelta de la esquina, no siempre lo resolvemos en forma adecuada, justa y pacífica. Solemos reaccionar mal frente a dificultades que se nos presentan con nuestros vecinos y compañeros de trabajo. En un accidente de tráfico, perdemos los estribos. Muchas veces somos parte del problema, aunque no lo reconozcamos. Fácilmente nos convertimos en agentes de violencia en sus distintas manifestaciones. En no pocas ocasiones, y sin medirlo ni pensarlo, estamos arriesgando nuestra propia vida y la vida de la gente que amamos. Es urgente reconocer que hacemos parte del problema y que podemos ser también parte de la solución. Las soluciones también dependen de nosotros. Las personas que amamos no las podemos proteger por completo. No podemos estar detrás de ellas a cada instante. Necesitamos de los otros, para proteger a los que amamos. ¿Quién de nosotros puede detener la práctica del fleteo tan común y tan cotidiana en nuestras ciudades? ¿Necesitamos de agentes de policía en cada esquina o tal vez estamos urgidos del coraje de construir, de manera concertada, nuevos pactos de ciudadanía? Lo segundo que tenemos que lograr es recuperar la confianza en nosotros mismos para proteger a los que amamos, como nosotros también podemos proteger a otra gente, que tienen gente que los ama y que no siempre pueden ser protegidos. Siempre habrá personas que nos pueden ayudar a proteger a la gente que amamos; así como nosotros, también, podemos ayudar a proteger a personas amadas por otras personas que quizás ni conozcamos. Es el momento de pedir ayuda y ayudar a cuidarnos y a cuidar a otros, hasta de nosotros mismos, que solemos reaccionar, a veces, de manera violenta. También hay que cuidarlas de quienes suelen emplear la violencia de manera circunstancial o como medio de vida. Lo tercero es construir pactos que hagan ridícula la violencia y que ayuden a construir una cultura del respeto a la vida. Pactos que se renueven y se evalúen. Pactos para prevenir hechos violentos y evitar que en algún caso se sucedan muertes violentas. Pactos para poder Vivir. Pactos que le permitan funcionar a las autoridades y al Estado con eficacia, con oportunidad y suficiencia. Pactos para ayudar a construir Estado, legitimidad y gobernabilidad. Pactos por medio de los cuales rompamos el miedo, quebremos el sentimiento de impotencia, la indolencia y construyamos los artesanos de la paz que saquen de las orejas a los guerreros de la guerra. Pactos por la vida que nos mejoren nuestra calidad de vida, nuestra seguridad y nuestra confianza. Pactos para Vivir que sean el producto del libre examen de la situación de violencia en la localidad y que libremente quieran adoptar sus implicados. Pactos que vayan mostrando la capacidad de solucionar pacíficamente los conflictos cotidianos. Pactos en los que se concrete la voluntad de paz y en los que todos pueden participar: Pactos a favor de todos y en contra de nadie. Pactos en los que cualquiera pueda participar y con los que pueda proteger a la gente que ama. Basta que yo me sienta bueno. No pensemos que todo se ha perdido, hay muchas cosas que se pueden hacer, que están al alcance de nuestras manos, y aún, al frente de nuestras narices. Pero llevamos un retraso de años y nos tenemos que apurar, si nos queremos salvar…Y salvar a la gente que amamos. Pero con todo este desafío que nos interpela y que es el mayor reto que tenemos como Nación, nos preguntamos: ¿Qué sigue? Creemos que ha llegado el momento de construir civilidad alrededor de cada uno de nosotros para protegernos de la violencia y curarnos de la enfermedad de matar. Hay que construir pactos de ciudadanía entre los que vivimos cerca, los que trabajamos juntos y los que estudiamos en el mismo lugar. Pactos que creen confianza y construyan sociedad desde una manera nueva de resolver las diferencias. Construir una sociedad que tengamos a la mano y que sea capaz de asumir la obligación y el reto de encontrar una y mil formas de entronizar la cultura del respeto a la diferencia; la valoración del otro y la tolerancia mediante un adecuado manejo del conflicto, de modo que siempre se respete y preserve la vida. Construir una sociedad que no ponga en juego la vida de nadie, en cada contradicción o diferencia. Construir sociedad convirtiendo en un propósito nacional detener la violencia y la guerra, en medio del conflicto. En este propósito debemos ocuparnos de salir todos victoriosos de esta guerra: la del conflicto armado y la de la criminalización del conflicto de la vida cotidiana. Necesitamos construir un nuevo acuerdo entre los colombianos. Dotarnos de una carta de navegación de mediano plazo con la cual mostrarnos orgullosos con nosotros mismos: haber sido capaces de construir desde abajo la Nación, en un proceso de reconciliación liderado por la gente que ama y que ha salido, decididamente, al rescate de sus amores. Vamos a salir al rescate de la vida creando una nueva cultura que la respete. Todos tienen derecho a sus vidas, todas sus vidas nos son preciosas. Una vida que perdamos nos hace daño a todos. En este terreno tenemos que reconstruir o recuperar el tejido social, el mecanismo de la regulación y el control social, ejercido por la sociedad civil. Desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana queremos movilizarnos y nos vamos a movilizar a favor de la vida para protegerla; para romper el miedo; y salir a su rescate donde quiera que ella sea amenazada. Queremos invitarlos a reaccionar de manera preventiva contra todo aquello que signifique riesgo de muerte para cualquier habitante en la cuadra, en el barrio, en la localidad o en la comuna. Vamos con los pactos para vivir y contra la violencia. Hacemos un llamado a toda la gente de la cuadra que tiene la obligación de reaccionar y de intervenir contra el maltrato infantil; la violencia contra la mujer ejercida en el seno del hogar o en nuestras calles; el maltrato entre los hermanos. Todos en la cuadra tenemos que ocuparnos de la vida de nuestros jóvenes donde los padres, dadores de vida, sean protectores de la vida humana; todo el barrio tiene que reaccionar ante el peligro de las riñas entre vecinos, en las tiendas y bares de la localidad. Pero para ello es indispensable que los vecinos, los compañeros de trabajo, los jóvenes en los colegios y universidades, etc. decidan voluntariamente la naturaleza y el alcance que le quieren dar a estos Pactos por la Vida y contra la Muerte. Pbro. Rafael Castillo Torres Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS)

Sáb 25 Mar 2023

Semana por la vida 2023: Dejar a un lado la indiferencia y asumir un compromiso con su cuidado

En el marco de la 'Semana por la vida 2023' que promueve entre el 19 y el 26 de marzo la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC, envió un mensaje de reflexión a todos los caucanos, invitándolos a interiorizar en la responsabilidad que cada ser humano tiene con la integridad y vida de las personas. De acuerdo con el prelado, esta importante región del suroccidente del país se ha visto seriamente afectada por una especie de cultura y drama de la muerte. “El año pasado contamos más de 776 muertos y los índices crecen este año en el Cauca. Estamos lastimando la naturaleza y los seres humanos en los entornos familiares generando amenazas a la integridad humana, estamos causando demasiadas muertes sistemáticas en el entorno de un departamento que es bello por lo demás”, precisó monseñor Sánchez. Siendo enfático en que todos en Colombia estamos llamados a ser obreros y trabajadores por la vida, el arzobispo dijo que la celebración de esta semana nos da una oportunidad para dejar a un lado la indiferencia y asumir este compromiso, defendiéndola donde esté en riesgo y promoviéndola donde necesita ser revitalizada. Agregó también que “la vida encierra en sí misma un misterio enorme y quien no se detiene a pensar el valor y el sentido de ese misterio puede banalizar su concepto”. Este es el mensaje del Arzobispo de Popayán: Para conocer detalles de la Semana por la vida 2023, ingrese AQUÍ.

Mié 15 Mar 2023

Del 19 al 26 de marzo iglesia colombiana celebrará la ‘Semana por la vida 2023’

"¡Somos pueblo de la vida!" es el lema y llamado central bajo el cual la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) busca incentivar del 19 al 26 de marzo la celebración de la Semana por la vida 2023. Iniciativa que busca promover la cultura de la vida en el país, de manera especial, para proclamar el don de la vida y defender la vida del niño por nacer y la de su madre. Esta campaña, desarrollada a través del Departamento de Promoción y Defensa de la Vida, se da en el marco de la fiesta de la Solemnidad de la Anunciación del Señor que se celebra cada 25 de marzo recordando la visita del Arcángel Gabriel a la Virgen María, durante la cual le manifestó que sería la madre del Hijo de Dios. “Es una ocasión para renovar nuestro ser Iglesia de la vida y para la vida”, así se ha afirmado desde el departamento. Por ello, para la participación práctica de todos en esta semana, la CEC propone poner en marcha varias jornadas de apropiación del valor de la vida en tres niveles (individual, familiar y comunitario) y tres maneras de asumirla desde el Evangelio (anunciar la vida, celebrar la vida y servir la vida). Con este propósito se ofrecen tres talleres pastorales a través de los cuales se puede encontrar una guía para vivirla. De igual manera, a lo largo de esta semana, a través de las plataformas de comunicación de la Conferencia Episcopal de Colombia, se difundirán mensajes especiales para promover una cultura de la vida que permita propiciar mejores condiciones para que las madres puedan decir sí a la vida desde el momento de su concepción. Para amplificar esta importante voz, se invita a los fieles e instituciones la réplica de dichos llamados en sus diferentes espacios sociales y plataformas de comunicación digital. Partiendo del hecho fundamental que toda vida vale, durante la celebración de esta ‘Semana por la vida 2023’, la Conferencia Episcopal de Colombia quiere promover la conmemoración especial del Día Mundial del Síndrome de Down, celebración que se realiza cada 21 de marzo desde el año 2011. Esta fecha fue designada por la Asamblea General de Naciones Unidas bajo el propósito de generar conciencia la dignidad, inherente, valor valía y contribuciones de las personas con esta condición. _________ A continuación podrá encontrar los subsidios para la celebración de las jornadas: • Descargue el subsidio para vivir la ‘Jornada por la vida a nivel personal’ • Descargue el subsidio para vivir la ‘Jornada por la vida a nivel familiar’ • Descargue el subsidio para vivir la ‘Jornada por la vida a nivel comunitario’ • Descarguelos anexos de los subsidios