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seminario juan xxxiii

Lun 23 Mayo 2016

En Barranquilla Seminario Juan XXIII celebró bodas de oro

El sábado 21 de mayo en ceremonia eucarística en la Catedral Metropolitana María Reina, presidida por el Arzobispo de Barranquilla, monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, se conmemoraron los 50 años de funcionamiento del Seminario Regional de la Costa Atlántica Juan XXIII El Arzobispo de Barranquilla, monseñor Jairo Jaramillo exhortó a sus hermanos homólogos sacerdotes a que gastaran la mayor parte de su tiempo en la comunidad, pues los presbíteros se deben a todo el que los necesita, especialmente en el momento de la confesión, y no se concibe un sacerdote que no pueda servir a quien lo busque por mantenerse ocupado. A la ceremonia asistieron monseñor Víctor Tamayo, obispo auxiliar de Barranquilla; monseñor Ariel Lascarro Tapia, obispo de Magangué; monseñor Carlos José Ruiseco, arzobispo emérito de Cartagena; monseñor Ugo Puccini Banfi, obispo emérito de Santa Marta, más de 80 sacerdotes de la arquidiócesis de Barranquilla y feligresía. Fue un momento especial donde se vivió además la ordenación sacerdotal de Miguel Salcedo Correa, joven de 27 años de edad que se formó en el Seminario. El neo presbítero, y los demás pastores de la Iglesia recibieron la invitación de "Tenemos que romper con el clericalismo", por parte del prelado, para que no trabajaran solos y de manera egoísta, sino en equipo de la mano con los laicos, para que se pueda transmitir con ello un mensaje de conciencia de la presencia de Dios. "El hecho es involucrarse con ellos, sobre todo en el Año de la Misericordia", agregó el arzobispo. La celebración fue propicia para invitar a los fieles creyentes a orar por los sacerdotes, para que no solo se gesten vocaciones al presbiterado, también para preservar en santidad a los ministros que ya ejercen el sacerdocio. El prelado exhortó a sus hermanos homólogos sacerdotes a que gastaran la mayor parte de su tiempo en la comunidad, pues los presbíteros se deben a todo el que los necesita, especialmente en el momento de la confesión, y no se concibe un sacerdote que no pueda servir a quien lo busque por mantenerse ocupado. Fuente: Of. comunicaciones arquidiócesis de Barranquilla