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sínodo de la sinodalidad

Jue 8 Feb 2024

Obispos colombianos realizan lectura y discernimiento conjunto de la síntesis de la primera etapa de la Asamblea General del Sínodo

Este miércoles, 7 de febrero, los obispos colombianos desarrollaron la tercera jornada de su CXVI Asamblea Plenaria, en la que el trabajo sobre el sínodo de la sinodalidad fue el protagonista. En la segunda emisión del informativo del episcopado colombiano, podrá conocer los principales detalles y pronunciamientos:Con la oración como protagonista, desde la Conversación en el Espíritu, los prelados iniciaron su lectura conjunta del documento de síntesis de la primera etapa de la Asamblea General del Sínodo realizada en Roma en octubre de 2023.Esta reflexión se llevó a cabo en cuatro grupos que fueron alternando de manera simultánea. La madre sinodal, la hermana Gloria Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos y los padres sinodales, el cardenal Luis José Rueda, y los arzosbispos de Medellín y de Manizales, monseñor Ricardo Tobón y monseñor José Miguel Gómez, se encargaron de moderar los espacios. “El rostro de la Iglesia sinodal”, “Todos discípulos, todos misioneros” y “Tejer lazos, construir comunidad” fueron las dimensiones protagonistas.Monseñor José Miguel Gómez explicó que poder ahora compartir con los demás obispos lo que vivieron en Roma en representación de ellos y de todos los fieles, es muy especial y se traduce en una experiencia que engrandece la comunión."Lo que más me ha llamado la atención es el profundo interés que tienen todos los obispos colombianos en conocer a fondo lo que se vivió en el Sínodo para participar en un ambiente perfectamente sinodal de todos sus resultados y de todas sus dinámicas. Se siente que hay comunión", expresó el arzobispo de Manizales.El prelado entregó también detalles de lo que significa esta etapa del proceso sinodal para los obispos colombianos:"Sobre los aportes que se harán para la próxima reunión del Sínodo de los Obispos, estoy tratando de hacer que todos comprendan que la tarea es clara y concreta. Nos toca confrontar los puntos por resolver que el mismo Sínodo establece con las propuestas que el Sínodo también hace. Y hacer nosotros mismos una ayuda a la reflexión y al discernimiento. De tal manera que allá en el aula sinodal se tenga un material suficiente para proceder".Por su parte, monseñor Francisco Múnera, arzobispo de Cartagena, quien también dio a conocer su alegría por este ejercicio conjunto que están realizando, explicó la tarea de réplica y retroalimentación que ahora tendrán en sus jurisdicciones eclesiásticas:"Ahora recibimos toda esa riqueza que ya resonó en el ámbito universal y la tenemos que volver a procesar en los ámbitos de nuestras iglesias particulares para dar el segundo paso, para llevar a la Iglesia Universal de nuevo en el ejercicio que se hará en octubre de este año. Las propuestas ya más concretas, sobre todo porque el Sínodo nos pide ahora aterrizar, ver los cómo, es decir, qué propuestas concretas, para ya no quedarnos solo diagnósticos, sino sobre todo, para implementar el espíritu sinodal en el ejercicio del discernimiento y también en la toma de decisiones donde nos veamos involucrados todos los miembros del Pueblo Santo de Dios que camina en un territorio, es decir, la Iglesia particular. Con un esfuerzo muy importante de volver a de continuar también la escucha de aquellos a quienes abordamos en el primer momento del ejercicio".

Mié 1 Nov 2023

Arquidiócesis sinodal y misionera

Por Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - El pasado 29 de octubre culminó en el Vaticano la primera sesión del Sínodo ordinario sobre la sinodalidad. La segunda sesión se realizará en octubre de 2024. Ha sido un tiempo maravilloso durante el cual el Papa, con los miembros de la asamblea sinodal, han hecho el ejercicio de orar, de dialogar, de escucharse y de proponer, dejando espacio a la acción del Espíritu Santo que, seguramente, marcó las líneas diciéndoles a ellos y a nosotros lo que quiere para la Iglesia de hoy y de mañana.PRIMERO: Los tiempos de la Iglesia y del mundo no son fáciles. Los retos siguen siendo enormes. La llamada de la Iglesia a caminar juntos, sinodalmente, daría la impresión que no ha sido entendida ni valorada. Es una llamada que va más allá de lo religioso, para que la humanidad comprenda que el único camino de avanzar, de crecer y de superar los problemas es caminar juntos, aún en medio de la diferencia.Las noticias de las acciones bélicas entre diversos pueblos del mundo, y en nuestros territorios, no solo nos llenan de dolor, sino que nos deben llenar de vergüenza, pues cómo es posible entender, que en un mundo donde el desarrollo científico, industrial social y de la conciencia de los derechos y la dignidad de los seres humanos son tan evidentes, nos podamos ver sumidos en una hecatombe de estas dimensiones. Es como decir que el ser humano no aprende las lecciones de vida, con guerras por doquier, guerras que solo dejan a su paso destrucción, muerte y desolación.Es una pena que deba iniciar este editorial haciendo referencia a lo que desde mediados del pasado mes de octubre se está viviendo en el medio oriente, con la guerra entre el grupo Hamás e Israel, y el continuar de la guerra entre Rusia y Ucrania, entre otros. En palabras del Papa Francisco, estamos sumidos en una guerra mundial fraccionada.Es nuestro deber orar. No nos podemos cansar de hacerlo. Como arzobispo los exhorto para en todo momento, en los templos y las casas, se hagan oraciones y súplicas al Señor, para que nos regale la paz que tanto necesitamos.Pero en medio de estas realidades, que tocan también a nuestro país, que acaba de celebrar comicios lectorales regionales, también está el llamado para que los nuevos gobernantes (gobernadores, alcaldes, miembros de las asambleas departamentales y concejos municipales y los ediles) acojan este mensaje de unidad, que sean valientes para trabajar y caminar juntos en favor de las comunidades a las que están llamados a servir y sean artesanos de la paz.SEGUNDO: Nuestra Arquidiócesis está de fiesta. Después de varios años de arduo trabajo se ha podido concluir una primera etapa de las asambleas sinodales. En ellas, cientos de fieles, en la parroquias y grupos de clérigos, religiosos, religiosas, movimientos apostólicos, familias y jóvenes, se pusieron a la escucha de lo que el Espíritu Santo nos estaba diciendo, para discernir acerca de nuestra historia eclesial, y vislumbrar los planes y acciones pastorales que animen la Iglesia que peregrina en la Arquidiócesis de Cali. Sea esta la oportunidad para agradecerles a todos. Estoy seguro que sus aportes harán más fructífera la misión de nuestra Iglesia.Para recoger estos trabajos y socializarlos, tendremos el sábado 11 de noviembre, en el Coliseo del Pueblo, la Gran Asamblea Sinodal Arquidiocesana. Allí, en ambiente de oración, testimonio y fiesta, daremos a conocer los resultados y algunas de las conclusiones de las asambleas pastorales parroquiales. Que nadie se sienta excluido de esta fiesta eclesial. A todos los invito.Nos acompañará el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, quien viene a Cali en su calidad de Legado pontificio, para imponerme también el palio Arzobispal y así concluir, por así decirlo, el protocolo del inicio de mi servicio como arzobispo de Cali, que comencé oficialmente el 8 de diciembre de 2022.El palio, hecho de lana virgen, que es bendecido por el Papa y se coloca en la tumba del apóstol Pedro, es entregado solo por el Papa o por quien él delegue, pues es un signo con el que se fortalece la comunión del arzobispo con el Sucesor de Pedro, y se carga simbólicamente sobre los hombros, la responsabilidad de buscar y cuidar las ovejas, en la caridad, por la senda de la cruz liberadora de Cristo.Los invito pues para que nos acompañen en esta celebración y con el Nuncio Apostólico que representa en nuestra casa al Papa, asumamos el compromiso de trabajar y caminar juntos en la Arquidiócesis. En ella somos llamados a ser discípulos misioneros.+Luis Fernando Rodríguez VelásquezArzobispo de Cali

Sáb 14 Oct 2023

El Cardenal pide a todas las parroquias de Colombia vivir el espíritu de servicio y fraternidad de la Asamblea Sinodal

Este sábado 14 de octubre, al cierre de la segunda semana de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, desde el Aula Pablo VI del Vaticano, lugar donde se ha venido desarrollando este encuentro de la fase universal del Sínodo sobre la Sinodalidad, el señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, comparte con la Iglesia colombiana nuevos detalles sobre la importancia de este espacio de oración, discernimiento y trabajo en equipo que realizan los 365 participantes. Además, remarcando la importancia de la construcción comunitaria que se adelanta en la asamblea, el purpurado afirma que los fieles de todas las parroquias de Colombia están llamados a vivir esa misma espiritualidad de fraternidad y servicio.El presidente del episcopado envió también un saludo especial a las familias del país, a “hombres y mujeres bautizados que aman al Señor, que aman a Colombia y que quieren servir a la construcción de una sociedad que responde a las necesidades, que trabaja por la paz, la reconciliación, el respeto a la vida y por el cuidado y el cultivo de la casa común”.Además, en su mensaje, el señor Cardenal pide a toda la Iglesia que peregrina en Colombia, seguir orando por el trabajo y los frutos de esta asamblea que se extenderá hasta el próximo 29 de octubre.

Mié 11 Oct 2023

“El sínodo sitúa su reflexión en contexto, con los pies en la tierra, abrazando los distintos territorios": Hna. Gloria Liliana Franco Echeverri

Durante estos primeros días de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo que se adelanta en el Vaticano, el acompañamiento de la Iglesia a los que más sufren en el contexto actual, como es el caso de los migrantes, la población desplazada y las víctimas de trata de personas, realidades lamentables pero presentes en Colombia, ha sido uno de los temas protagonistas del discernimiento y diálogo en el grupo de trabajo o “círculo menor” del que ha hecho parte en esta primera fase Gloria Liliana Franco Echeverri, la religiosa colombiana que preside la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR). Así lo dio a conocer esta madre sinodal durante la rueda de prensa oficial ofrecida este martes 10 de octubre, en la que estuvo como vocera.“El sínodo sitúa su reflexión en contexto, con los pies en la tierra, abrazando los distintos territorios y por eso está resonando con mucha fuerza la realidad de nuestro mundo, un mundo donde está presente la xenofobia, los nacionalismos excluyentes, líderes que se empeñan en construir fronteras y en un mundo así, la opción de la Iglesia, es la opción por la fraternidad, es la opción por la sinodalidad”.En su pronunciamiento la hermana Gloria Liliana inició destacando, de manera especial, la humanidad, fraternidad, así como los espacios de inclusión, escucha activa y construcción colectiva desde la guía del Espíritu que se han dado en el aula Pablo VI, lugar exacto donde se desarrolla el encuentro.“La experiencia ha sido enriquecedora, realmente el protagonista del Sínodo está haciendo el Espíritu, el centro está la persona de Jesús y el deseo que todos tenemos de que se hagan explícitos los valores del Evangelio (…) Está siendo muy significativa la experiencia de un método distinto, desde la conversación en el Espíritu, en mesas redondas, en las que nos reconocemos en esa común dignidad que todos nos tenemos, en un ambiente de respeto, de comunión, de valoración mutua".La religiosa, quien estuvo presente también durante el Sínodo de la Amazonía, hizo énfasis en la amplia posibilidad de participación que tienen los miembros de esta asamblea. Destacó, por ejemplo, la posibilidad que tienen los miembros de enviar aportes personales a la Secretaría General sobre diversos temas, lo que “permite que las voces individuales sean escuchadas y que se movilice desde la identidad cristiana para abordar estas cuestiones concretas y urgentes”.La hermana Gloria Liliana también manifestó que cada una de las madres y padres sinodales allí presentes representan las voces y realidades de sus territorios que son compartidas y abrazadas. “Es la experiencia de la construcción colectiva, de sentir que todos tenemos algo para para decir, pero sobre todo venimos habitados por los territorios de los que llegamos”, precisó.La religiosa de la Compañía de María, subrayó que, además de la necesidad de seguir acompañando las necesidades de los más vulnerables como se ha venido haciendo desde la misión a través de diversas redes en la Iglesia Católica, incluso en articulación con “no creyentes”, estas realidades de dolor, marginación y exclusión interpelan a la Iglesia a tener una voz cada vez más profética, que defienda los derechos humanos y visibilice tanto sufrimiento, bajo el compromiso con el desarrollo humano integral.“Ante ellos sentimos la responsabilidad de seguir uniendo fuerzas para hacer posible la acogida, la hospitalidad, el alimento, la educación, las condiciones que generen vida digna para ellos (…) Como Iglesia debemos ser defensores de los derechos humanos y ser esa voz profética que genere el necesario cuestionamiento, que nos haga más conscientes a todos de esa necesidad de trabajar por un mundo mejor”.La religiosa colombiana, de origen antioqueño, destacó además la importancia de enfrentar problemas como la xenofobia y los nacionalismos excluyentes que afectan al mundo y lo fragmentan cada vez más.“En las mesas redondas y círculos menores, llega el proceso de escucha de cada continente y se coincide en que muchos de los continentes llevamos la voz de las víctimas de trata de personas. En nuestro continente (América), estamos trabajando en red, estamos unidos, vida religiosa, laicos, instituciones. Respondiendo al fenómeno de la trata de personas, la petición fundamentalmente es seguir acrecentando ese trabajo en red, que posibilite la denuncia, la identificación de todas esas redes y tejidos de corrupción, que son las que sustentan la trata de personas, pero luego el apoyo también para lo que significa reconstruir la vida".En el espacio, la hermana Gloria Liliana Franco agradeció también a “tantos hombres y mujeres que en las distintas orillas del mundo caminan en condición de misioneros ayudando a que tantas personas puedan vivir con dignidad”.

Vie 6 Oct 2023

Conversación Espiritual: El Cardenal explica este método de discernimiento usado en la asamblea sinodal

En el contexto de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se desarrolla en el Vaticano desde este 4 de octubre. En esta fase, uno de los elementos que más se ha destacado ha destacado es el uso de la "Conversación Espiritual" como un método de discernimiento comunitario.Este enfoque, basado en la escucha activa y receptiva, ha facilitado el diálogo fraterno y el discernimiento en diferentes espacios de la Iglesia Católica. De hecho, en la reciente Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano desarrollada en el pasado mes de julio, esta metodología fue usada por los obispos para discernir y trabajar sobre el tema de la misericordia.La Conversación Espiritual es una experiencia compartida de escucha desde la voz del Espíritu Santo, que fomenta la disposición en clave de oración para entender lo que Dios está comunicando a través de la palabra, la vida y el testimonio de los demás.El objetivo de esta metodología es crear una atmósfera de confianza y acogida, para que las personas puedan expresarse con mayor libertad. Esto ayuda a tomar en serio lo que ocurre en su interior al escuchar a los demás y al hablar. En última instancia, esta atención interior los hace más conscientes de la presencia y la participación del Espíritu Santo en el proceso de compartir y discernir.En esta primera fase, el señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio y la hermana Gloria Liliana Franco Echeverri, presidenta de la Confederación Caribeña y Latinoamericana de Religiosas y Religiosos, comparten mesa de trabajo.Al tercer día de esta primera fase de la asamblea, desde su experiencia, el purpurado colombiano explica la forma en que se está empezando a desarrollar esta metodología.Se forman grupos pequeños de 11 o 12 personas de distintos lugares del mundo, agrupados por criterio temático y criterio de idiomas, cada uno con un coordinador y un secretario.Se plantean preguntas clave para guiar la conversación, como las intuiciones que surgen después de leer la síntesis universal del Sínodo. La idea es que cada miembro hable sobre los sentimientos experimentados durante el momento de oración personal. No se trata de ideas sobre el tema, sino de sentimientos.La conversación se divide en tres rondas en las cuales entre cada ronda hay silencio y oración.En la primera, los participantes comparten sus sentimientos experimentados durante la oración personal y de lo que piensa y ha traído de su país. En la segunda ronda, se expresa sobre lo que más les llamó la atención y los conmovió. Por último, en la tercera ronda dialogamos juntos a partir de lo que ha surgido previamente para discernir y recoger el fruto de la conversación en el Espíritu: reconocer intuiciones y convergencias; identificar discordancias, obstáculos y nuevas preguntas; dejar que surjan voces proféticas. Es importante que todos puedan sentirse representados por el resultado del trabajo.El señor Cardenal Luis José Rueda afirmó que “la experiencia sinodal parte de un yo, cuando compartimos lo nuestro, de un tú, cuando valoramos lo que hemos escuchado y de un nosotros para construir en comunidad”.Además, “Sí nosotros logramos hacer de esa metodología un estilo de las parroquias, de las pequeñas comunidades, de las diócesis, entonces nos dejaremos guiar por el Espíritu santo. La sinodalidad de esa manera se convierte en un estilo de vida; la “Conversación de la Espiritualidad” más que una metodología es una espiritualidad”, añade el presidente del Episcopado Colombiano.El silencio juega un papel crucial en la “Conversación Espiritual”, permitiendo expresar emociones indecibles y alegrías que trascienden las palabras. El papa Francisco ha subrayado la importancia del silencio en la vida del creyente, en la Iglesia y en el camino hacia la unidad cristiana.Este enfoque permite que diversas voces y necesidades de la Iglesia sean escuchadas y autorizadas, creando un espacio donde nadie prevalece sobre los demás y se busca la voluntad divina en conjunto.La implementación de la “Conversación Espiritual” en el Sínodo de la Sinodalidad fortalece el diálogo fraterno y enriquece el proceso de discernimiento en la Iglesia Católica. Este método refleja el espíritu sinodal de caminar juntos, como Pueblo de Dios.Vea la explicación del Señor Cardenal:

Vie 6 Oct 2023

En Roma y en Bogotá se vivió "Together, Encuentro del Pueblo de Dios"

El pasado 30 de septiembre en la Plaza de San Pedro, en Roma, el papa Francisco presidió una vigilia ecuménica para encomendar los trabajos del Sínodo sobre la Sinodalidad que tendrá, en esta etapa universal, una primera sesión de Asamblea General entre el miércoles 4 y el domingo 29 de octubre. Al encuentro de oración llegaron personas de diversas partes del mundo y líderes de distintas comunidades cristianas para dar testimonio de unidad en un momento crucial para la Iglesia Católica. La iniciativa surgió, precisamente, del contexto ecuménico, pues fue el hermano Alois Löser, de la comunidad ecuménica de Taizé, quien propuso al pontífice la realización de este encuentro, con réplicas en todo el mundo, con el argumento de que, si la Iglesia se abre al diálogo con los hermanos cristianos, en espíritu de fraternidad, esto contribuye a que sea verdaderamente sinodal, pues la Iglesia debe llegar a todos.También en Bogotá, gracias al liderazgo de la Red Juvenil Ignaciana dirigida por el padre Daniel Vargas sj, se realizó la versión de Together en la que tomaron parte activa los líderes y jóvenes de la Central de Juventudes, el Movimiento de los Focolares y el “Grupo Taizé – Bogotá” que está inspirado en la comunidad del mismo nombre. Por su parte, las delegaciones de algunas iglesias cristianas históricas hicieron presencia en este evento ecuménico local realizado el 23 de septiembre en el Auditorio Félix Restrepo de la Universidad Javeriana; entre ellas se destaca la Iglesia Ortodoxa Griega del Patriarcado de Constantinopla, la Iglesia Siro-Ortodoxa del Patriarcado de Antioquía, la Iglesia Episcopal de Comunión Anglicana, la Iglesia Luterana Alemana – Congregación San Mateo - ¡que además organizó el coro que fue parte fundamental de la vigilia! -, la Iglesia Bautista, la Iglesia Discípulos de Cristo, la Iglesia Metodista y la Iglesia Menonita.Por parte de la Iglesia Católica, además de las instituciones que se han mencionado, participó una delegación de los Misioneros de la Unidad, venida desde Valledupar (Cesar), y el Departamento de Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) de la Conferencia Episcopal de Colombia, además de varias personas de distintas parroquias interesadas en el tema ecuménico. De la misma manera como se vivió en Roma, también en Bogotá la oración fue guiada por la metodología de Taizé con base en cantos de reflexión y silencios profundos. Las plegarias y textos bíblicos fueron pronunciados por los diferentes líderes de las iglesias participantes, así como la bendición final. En Bogotá, además, hubo tiempo para un provechoso trabajo en grupos, a modo de conversación espiritual, en el que salieron a relucir los puntos en común que deben ser base para el trabajo por la unidad entre cristianos.El papa Francisco en su magisterio ha hablado incluso de una “conversión ecuménica”; así lo afirmó este año, con motivo de la Solemnidad de la Conversión de San Pablo, Apóstol, el 25 de enero, con estas palabras: “nuestra conversión ecuménica avanza en la medida en que nos reconocemos necesitados de gracia; necesitados de la misma misericordia; sabiendo que todos dependemos en todo de Dios, nos sentiremos y seremos, con su ayuda, verdaderamente uno (cf. Jn 17,21), hermanos de verdad”. Esta convicción de Francisco demuestra que el tema ecuménico es muy cercano a su corazón; precisamente, durante la Asamblea General del Sínodo de la Sinodalidad, motivo de oración de Together, habrá presencia de “Delegados fraternos” del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, la Iglesia Ortodoxa serbia, la Iglesia Ortodoxa rumana, la Iglesia Ortodoxa Copta, la Iglesia Apostólica Armena, la Iglesia Ortodoxa siro malankar, la Comunión Anglicana, el Consejo Metodista Mundial, la Comunión Mundial de las Iglesias Reformadas, la Alianza Bautista Mundial, la Fraternidad Pentecostal Mundial y los Discípulos de Cristo.

Lun 6 Mar 2023

Los retos que deja la Asamblea Regional de los Países Bolivarianos para la iglesia colombiana

Veinte personas hicieron parte de la delegación de la iglesia colombiana presente en la 'Tercera asamblea regional de la fase continental del Sínodo de la Sinodalidad para América Latina y el Caribe’ desarrollada en Quito (Ecuador) entre el 27 de febrero y el 03 de marzo. Reunión que hace parte de la preparación para el encuentro que se tendrá con el Papa Francisco en el mes de octubre del presente año. Según lo han expresado algunos de los participantes por Colombia, entre los que estuvieron representantes de comunidades étnicas, religiosos, religiosas, sacerdotes y obispos, esta asamblea se configuró como un importante espacio de escucha en actitud de profundo respeto y diálogo intercultural. Durante los cuatro días se llevaron a cabo espacios de trabajo grupal bajo la metodología de la conversión espiritual, inspirada en los retiros ignacianos, lo que facilitó la expresión de distintas reflexiones, posiciones y propuestas desde la espiritualidad que alimentan la misión y el caminar sinodal de cada país. “Se necesita vivir la espiritualidad de la sinodalidad para poder llegar a las conversiones personales, a la conversión pastoral y a la conversión de las estructuras”, así lo expresó monseñor Hugo Alberto Torres Marín, nombrado el pasado 25 de enero por el Papa Francisco como nuevo arzobispo de Santa Fe de Antioquia, quien estuvo presente en la asamblea junto a monseñor Luis José Rueda, Arzobispo de Bogotá, monseñor Juan Carlos Cárdenas, obispo de la Diócesis de Pasto y monseñor Francisco Ceballos, obispo de la Diócesis de Riohacha. De acuerdo con monseñor Torres varios retos deja este encuentro continental para la iglesia colombiana, algunos de ellos asociados a la necesidad de formación en la sinodalidad, la renovación de la liturgia, el cuidado de la casa común y el diálogo ecuménico. Encuentre todos los detalles en el siguiente video:

Sáb 31 Dic 2022

Episcopado colombiano proyecta su labor pastoral para el 2023

En este tiempo donde las familias se han venido reuniendo alrededor del pesebre, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal, ofrece en nombre de los obispos de Colombia un saludo de Feliz Navidad y presenta la proyección del trabajo que esta institución realizará para el 2023. El prelado recordó el trabajo de acompañamiento que la Iglesia Católica ha venido desarrollando durante este 2022, en materia de paz, facilitando caminos de diálogo entre el Gobierno Nacional y los diferentes grupos armados. Resalta de manera especial los avances e iniciativas que Jurisdicciones como Buenaventura, Arauca, Tumaco y en el sur de Bolívar, están adelantado en estos territorios golpeados por la violencia. Camino del Sínodo de la Sinodalidad Monseñor Alí, asegura que para el 2023 la Iglesia que peregrina en Colombia, seguirá asumiendo la invitación del Papa Francisco de caminar juntos en la sinodalidad. “En el mes de febrero iniciamos esa etapa continental y por eso también hacemos nuestro ese texto que va a iluminar esa etapa continental del sínodo, que está tomado del Profeta Isaías, ensancha tu tienda de campaña”. Observa que, así como el Profeta Isaías iluminó al pueblo de Israel cuando sufrió el destierro de Babilonia, teniendo que padecer situaciones difíciles, así también, asegura el jerarca, el Señor llama la atención para que cada persona tenga un corazón más agradecido y solidario y tome conciencia de lo que él hizo en un momento de la historia. “Es la invitación que hace el Profeta Isaías al pueblo Israel y es la invitación que nos hace el Señor por medio de esta voz profética, ensancha la tienda de campaña, es decir, cuando vemos que hay incertidumbre, cuando vemos que no tenemos nada, que una vez más volvemos a vivir tal en la premura hasta económica, es el momento de gestos de solidaridad, es el momento en que tenemos que levantar las estacas de la tierra, comprar más cordel y ensanchar las tiendas para que quepan todos”. Así también, anuncia que, los obispos reunidos en la próxima Asamblea Plenaria que se celebrará en el mes de febrero de 2023, seguirán avanzando sobre nuevas opciones evangelizadoras para la Iglesia Católica, que van por la línea de lo que propone el sínodo universal.