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te deum

Mar 17 Sep 2019

TE DEUM ‘Conmemoración Bicentenario de Independencia’

Dando continuidad a las celebraciones en torno al Bicentenario de la Independencia de Colombia, este miércoles 18 de septiembre se llevará a cabo un oficio religioso de acción de gracias con el que se hará remembranza de la “fiesta solemne” ofrecida el 18 de septiembre de 1819 en homenaje al Libertador Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, José Antonio Anzoátegui, Carlos José Soublette y demás oficiales y soldados héroes de la 'Campaña Libertadora'. El Te Deum, que será presidido por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, se llevará a cabo en la iglesia San Ignacio, a las 11:00 de la mañana. Previo a esta ceremonia, se realizará un desfile militar que finalizará en la Plaza de Bolívar, donde estará la vicepresidente de la República, doctora Martha Lucía Ramírez, quien seguidamente se unirá a la procesión del Santísimo Sacramento, que partirá del atrio de la catedral primada hasta la iglesia San Ignacio. Con esta solemne celebración, han manifestado los organizadores, “las Academias de Historia, respetuosas de las tradiciones religiosas del pueblo colombiano y conscientes de que todo viene de Dios, quieren en este Bicentenario de la Independencia de Colombia, invitar a todos los ciudadanos a dar gracias al Creador por los favores recibidos y elevar una plegaria para implorar la reconciliación nacional que propicie la paz y la tranquilidad del país”.

Lun 5 Ago 2019

Te Deum Bicentenario de la Independencia de Colombia

El Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia con la colaboración del padre Diego Uribe C., de la Comisión Nacional de Liturgia, presenta dos esquemas subsidios para la celebración de Acción de Gracias en la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Colombia. El material, explican sus autores, surge del compromiso y deseo como pastores del pueblo de Dios “de asistir e iluminar esta celebración patria con la acción de gracias por la libertad que Dios nos ha permitido vivir y con la súplica por el fortalecimiento del don de la reconciliación, que nos conducirá a crecer en la esperanza de ofrecer a toda la libertad verdadera que sólo Dios da”. Descargue insumos aquí

Mié 19 Jul 2017

Te Deum en el 20 de julio

El te Deum es un himno de alabanza a Dios por su acción misericordiosa en la historia. Está compuesto por diversos elementos tomados en su mayoría de los salmos de la Sagrada Escritura. En la celebración del 20 de julio, el Te Deum constituye para los católicos una manera para dar gracias a Dios por los acontecimientos que históricamente nos han llevado a ser nación, así como para mantener viva la confianza en su amor y misericordia. Colombia se ha declarado un Estado Laico, pero esto no significa que haya que acabar o marginar de la esfera pública toda manifestación religiosa. La "sana laicidad" implica que el Estado no considere la religión como un simple sentimiento individual, que se podría confinar al ámbito privado” (Benedicto XVI). Independientemente de las decisiones tomadas por algunos organismos del Estado, los católicos estamos llamados a mantener y a fortalecer nuestra oración por la patria, con el te Deum, con las diversas formas de plegaria y, especialmente, con una participación consciente y fructuosa en la celebración de la Eucaristía. Esta es una manera de hacer concreto nuestro compromiso como cristianos y como ciudadanos. La prohibición de un acto oficial en el que haya presencia el Gobierno nacional no significa que los católicos y todas las personas de buena voluntad no podamos orar por la patria para alcanzar de Dios dones indispensables para la sana convivencia y un desarrollo integral para todos. Confiemos al Señor, Dios bueno y clemente, el pasado, el presente y el futuro de nuestra amada nación colombiana. + Elkin Fernando Álvarez Botero Obispo auxiliar de Medellín Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia

Vie 9 Sep 2016

Te Deum

Por Mons. Pedro Mercado - El tradicional Te Deum conmemorativo de la independencia ha sido suspendido como actividad oficial del Protocolo de Estado por decisión, provisional, del Consejo de Estado. Dicha decisión en nada afecta la celebración anual de ese rito litúrgico, al cual -como de costumbre- serán invitados todos los fieles católicos y miembros de otras iglesias y comunidades religiosas, incluidos los funcionarios públicos que voluntariamente y en uso de sus derechos inalienables, como ciudadanos, podrán asistir a la ceremonia de agradecimiento al Dios Omnipotente por la libertad, la justicia y la paz de Colombia. Esperemos que la decisión definitiva del Consejo de Estado tenga presente no sólo el valor histórico de este acontecimiento litúrgico, sino también y principalmente la legislación vigente en Colombia en materia de libertad religiosa y de cultos. La Ley 133 de 1994 claramente afirma: "Ninguna Iglesia o Confesión religiosa es ni será oficial o estatal. Sin embargo, el Estado colombiano no es ateo, agnóstico o indiferente ante los sentimientos religiosos de los colombianos" (art. 2). En efecto, tal y como el texto legal manifiesta, una cosa es la sana laicidad del Estado, que establece -como enseña el Concilio Vaticano II- una legítima autonomía entre el Estado y las confesiones religiosas y el laicismo radical, que pretende desconocer el valor positivo del hecho religioso, convirtiendo la religión en una cuestión individual, carente de valor social y de incidencia en el ámbito público. La sana laicidad del Estado colombiano, a la luz de la Constitución y de las leyes vigentes, no puede ser interpretada como indiferencia -mucho menos hostilidad- del Estado y de sus instituciones frente a las iglesias o frente a las creencias y valores espirituales de los colombianos. Todo lo contrario. La sana laicidad de un Estado social de Derecho debería ser siempre compatible con un espíritu de apertura, diálogo y cooperación del poder civil con todas las confesiones religiosas, incluida la Iglesia Católica. Por ello, personalmente, creo que la decisión provisional del Consejo de Estado, lejos de favorecer la libertad religiosa o la igualdad de cultos, terminan por violentar el espíritu mismo de nuestra Carta Magna. En efecto, no se puede reducir la religión al ámbito individual y privado, minusvalorando las creencias y valores religiosos del pueblo colombiano, en sus diversas expresiones públicas y privadas, sin contrariar el auténtico espíritu de la Constitución de 1991. Mons. Pedro Mercado Secretario Adjunto para las Relaciones con el Estado - Vicario Judicial de la Arq. de Bogotá.

Vie 9 Sep 2016

Te Deum

Por Mons. Pedro Mercado - El tradicional Te Deum conmemorativo de la independencia ha sido suspendido como actividad oficial del Protocolo de Estado por decisión, provisional, del Consejo de Estado. Dicha decisión en nada afecta la celebración anual de ese rito litúrgico, al cual -como de costumbre- serán invitados todos los fieles católicos y miembros de otras iglesias y comunidades religiosas, incluidos los funcionarios públicos que voluntariamente y en uso de sus derechos inalienables, como ciudadanos, podrán asistir a la ceremonia de agradecimiento al Dios Omnipotente por la libertad, la justicia y la paz de Colombia. Esperemos que la decisión definitiva del Consejo de Estado tenga presente no sólo el valor histórico de este acontecimiento litúrgico, sino también y principalmente la legislación vigente en Colombia en materia de libertad religiosa y de cultos. La Ley 133 de 1994 claramente afirma: "Ninguna Iglesia o Confesión religiosa es ni será oficial o estatal. Sin embargo, el Estado colombiano no es ateo, agnóstico o indiferente ante los sentimientos religiosos de los colombianos" (art. 2). En efecto, tal y como el texto legal manifiesta, una cosa es la sana laicidad del Estado, que establece -como enseña el Concilio Vaticano II- una legítima autonomía entre el Estado y las confesiones religiosas y el laicismo radical, que pretende desconocer el valor positivo del hecho religioso, convirtiendo la religión en una cuestión individual, carente de valor social y de incidencia en el ámbito público. La sana laicidad del Estado colombiano, a la luz de la Constitución y de las leyes vigentes, no puede ser interpretada como indiferencia -mucho menos hostilidad- del Estado y de sus instituciones frente a las iglesias o frente a las creencias y valores espirituales de los colombianos. Todo lo contrario. La sana laicidad de un Estado social de Derecho debería ser siempre compatible con un espíritu de apertura, diálogo y cooperación del poder civil con todas las confesiones religiosas, incluida la Iglesia Católica. Por ello, personalmente, creo que la decisión provisional del Consejo de Estado, lejos de favorecer la libertad religiosa o la igualdad de cultos, terminan por violentar el espíritu mismo de nuestra Carta Magna. En efecto, no se puede reducir la religión al ámbito individual y privado, minusvalorando las creencias y valores religiosos del pueblo colombiano, en sus diversas expresiones públicas y privadas, sin contrariar el auténtico espíritu de la Constitución de 1991. Mons. Pedro Mercado Secretario Adjunto para las Relaciones con el Estado - Vicario Judicial de la Arq. de Bogotá.

Mié 20 Jul 2016

Iglesia invita a soñar y construir paz

El obispo castrense de Colombia, monseñor Fabio Suescún Mutis, animó a todos los colombianos a construir juntos la paz, a soñar con un país que busque el bien común y que piense y viva en paz. Así lo manifestó durante la celebración del Te Deum en el marco de los 206 años del grito libertario de nuestro país. En la ceremonia litúrgica, que contó con la presencia del presidente de la República, Dr. Juan Manuel Santos y autoridades civiles y eclesiásticas, el prelado aseguró que el camino de la paz no es la del olvido. "Debemos purificar la memoria y poder ocupar nuestro tiempo en mirar hacia adelante, porque está sucediendo 'algo nuevo', está sucediendo algo absolutamente diferente", afirmó. Invitó a "dejar una Colombia mejor de la que encontramos" y a trabajar juntos en el sueño de la paz. "Estamos convocados a trabajar juntos. Estamos inventando la paz, y lo estamos haciendo dándole contornos definidos al Bien Común", puntualizó el prelado. Monseñor Suescún Mutis aseguró que en el país sí se quiere la paz, pero "una buena paz" que implica "enamorarse del sentido de la vida y saber que el convencimiento cultural y religioso del 'no matar' implica el rostro del Bien Común, es decir el progreso". El obispo pidió que los colombianos nos alejemos de los factores que conducen a ser agentes e instrumentos de muerte. "El camino que hemos de recorrer no será fácil, pero lo recorreremos reconciliados y en la presencia de nuestro Dios que está lleno de misericordia con nosotros", afirmó. Reiteró que la paz no es olvido, por ello animó a que los colombianos no nos quedemos en nuestras heridas, sino que salgamos aceptando la misión encomendada de ser mensajeros de la paz. En este marco, destacó el periodo de los acuerdos como un "tiempo apasionante" donde los colombianos tenemos la tarea de ser artesanos de la paz. "Cada quien ha de cumplir con el aporte que le corresponde actuando de manera transparente lejos de la corrupción, sabiéndose responsable de educar e y para la paz en la familia, en la escuela, en la empresa, en las oficinas públicas y privadas", aseguró. Finalmente invitó a tomar conciencia de la responsabilidad de decidir sobre la sociedad que se va construir."Es urgente decidir qué sociedad vamos a construir a fin de que el pasado que queda hoy atrás no sea protagonista de una dolorosa parábola de retorno". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar intervecnión de Mons. Fabio Suescún[/icon] Fotos: Oficina de comunicaciones arquidiócesis de Bogotá